Vacaciones con amigos: guía práctica para no terminar odiándose

Desde su experiencia personal, Mane Cárcamo saca lecciones cuando se trata de pasar las preciadas y escasas vacaciones con tus personas más queridas. ¿Qué hacer y qué no?

Se acerca un momento muy triste y desolador… ya se termina el verano, que personalmente se me hizo más corto que la carrera de político de DJ Méndez. Y muchos de ustedes, al igual que yo, se deben haber ido de vacaciones con amigos. Una experiencia que vengo repitiendo hace cuatro años y de la que era bastante reacia por los posibles conflictos, prejuicios a veces con razón, y un espíritu independentista que se negaba a sumarse a las normas de un grupo establecido.

Porque mal que mal, las vacaciones son días muy importantes para estar con atados y porque son demasiadas las cuotas que están en juego para más encima pasarlo mal. Entonces, ¿por qué vencí mi temor y después de 4 años sigo repitiendo la experiencia? Porque al igual que casi todo en la vida, una buena elección, consiente, informada y con una comunicación previa y honesta, minimiza el riesgo de fracasar en el descanso y acabar saliéndose en mala de un grupo de wasap.

Aquí algunos de mis consejos para que las vacaciones en grupo sean gloriosas.

Número acotado

Aquí tal vez la opinión (como toda) es muy personal, pero sugiero que el grupo no supere los seis miembros. A todo reventar ocho. Eso permite que las cosas no sean ni taaaan intensas, ni tan disgregadas que parezca viaje de estudio. Que en algún momento se puedan armar subgrupos para diversificar los panoramas, pero que todos quepamos en la mesa a la hora de arreglar el mundo con algún trago, tirar la talla o en el caso ñoño jugar mímica.

Cuando hablamos de parejas también hay que tener cuidado cuando se sale solo con una más. Típico que una de las parejas se pelea y ahí está uno con cara de Winona Ryder en los premios SAG o lo peor… uno también termina con una batalla campal porque tomamos partido y el caos es total. Todos peleados y drama real.

 

Presupuesto Monetario Similar (PMS)

Este es un punto FUNDAMENTAL, tanto que son una sigla inventada por mí. Viajar con alguien con votos de pobreza puede ser tan terrorífico como hacerlos con los hijos de Donald Trump. Entonces aquí cada uno debe ser cabeza fría y decidir muy bien con quien compartirá los 15 días dedicados al descanso. No es lo mismo pasarlo bien en un asado con una amiga que tiene los gustos de las Kardashian que irse al Sudeste Asiático con ella. Entonces la decisión se debe tomar con mucha inteligencia.

Hay algunos que no transan en el nivel del vino y otros que se gozan el que viene en caja con unos buenos duraznos, otras que somos felices con las nutellas marca supermercado y algunos que preferimos hacer una huelga de hambre antes de desayunar con mortadela. Hay muchos que quieren y pueden salir a comer todas las noches a finos restaurantes y otros que tienen que armarse un creativo menú casero varios días para no caer presos. Todos esos aparentes pequeños detalles a la hora de tomar decisiones en conjunto pueden terminar con unas vacaciones dramáticas y amistades de años. Así es que ojo. Con tus amigos… y tu cupo en la tarjeta.

LIBERTAD (la palabra más importante)

¡Otro ítem clave! No falta el que viaja con un grupo muy buena onda, pero que en el que uno de los amigos se cree monitor de resort, guía turístico y profesor jefe al mismo tiempo, y no hace más que dar órdenes u organizar actividades tipo gymkanas y alianzas escolares. POR FAVOR. ¡Amigo si usted es hiperactivo y quiere conocer hasta el RUT del alcalde de la ciudad, bien por usted, pero que cada uno sea libre de hacer lo que realmente quiera!

Evidentemente que aquí vuelvo a que si uno se va de viaje con Hermógenes Pérez de Arce no puede pretender ir a dar la vida a la discoteque hasta las 5 de la mañana o si armas un viaje con la Erika Olivera no te podrás instalar cual morsa en la reposera de por vida. Pero aún así es importante que cada uno de los amigos sepa respetar los ritmos, actividades y horas de sueño de los otros. Porque tampoco falta el latero/a que cuando estás carreteando y ya te dio sueño no te deja ir a dormir: ¿¿¿Cómo te vas a ir a dormir ahora??? ¡No seas anciana! ¡¡¡No puedes ser tan fome!!! Y ahí una, elaborando todo tipo de estrategias de bombas de humo para poder descansar en paz. ¿Lema de las vacaciones por siempre? LIBERTAD.

Bonus track para grupos con niños

Acá es muy importante que las familias compartan un nivel de relajo o TOC parecidos.

Porque si te vas con niños y a ti te da lo mismo que tus hijos coman salchichas por tres semanas seguidas, lo pasarás muy mal con la mamá que exige la betarraga de entrada y el brócoli semanal. O bien si son de esas familia flexibles en las que no les importa que los niños se acuesten más tarde, probablemente esa amiga sargento a la que SÍ le resultan los horarios, te mirará con rayos laser cuando tus cabros estén dando vuelta a las 11 de la noche por la cabaña.

Y otra cosa muyyyyyy importante es que cada  uno reta y educa a sus hijos. Porque no falta la que quiere “enderezar” o “chasconear” a los hijos ajenos y eso, créanme, puede terminar MUY MAL. Ya cuesta ponerse de acuerdo con el marido en las normas con los hijos, como para que venga una amiga a dirigir la orquesta y decidir qué puede comer o no mi manada. Los límites son fundamentales y el estilo de crianza a la hora de descansar, más aún.

Por suerte, con mis amigos todo está muy claro, y esa ha sido la clave para que queramos cada año seguir repitiendo la experiencia de manera muy feliz (Maca síguenos invitando a Curicó plis). Porque a estas alturas del partido, lo único que me parece interesante perder en la vida son kilos… para tener rollos y atados con amigos, está séptimo básico. Y ese curso hace rato que lo pasé.

¿Qué lecciones has sacado de tus vacaciones con amigos?

Magdalena Cárcamo – Periodista

Fuente: www.eldefinido.cl

 

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