Los seres humanos tenemos diferentes maneras de pensar, sentir y actuar, y para ello nos servimos de tres centros de inteligencia que todos tenemos.
El Eneagrama nos lo muestra y al disponer de estos tres centros de inteligencia, en principio podemos utilizar el mas adecuado en cada situación, pero tenemos una tendencia a “tirar” de uno de ellos, independientemente de si es el más adecuado o no, esto es producido por la distorsión generada en este centro, que permanece inconsciente, y en continua búsqueda de reparar esa distorsión.
El centro de inteligencia dominante en cada uno de nosotros, se gestó en la infancia, según los estudios desde los tres hasta los siete años generalmente, etapa en la que el cerebro procesa en ondas theta, o sea que la información vivida no es filtrada y va directa al inconsciente.
Esto provoca que el inconsciente tenga que generar una estrategia para “sobrevivir” lo mejor posible a aquellas cosas que mas problema o sufrimiento nos causó en aquel momento de nuestra vida, pero que en la actualidad ya no tienen razón de ser, y al producirse esta disfunción de ese centro de inteligencia, operaremos desde él al tener la inconsciente necesidad de compensarlo, si bien al ser inconsciente hasta que podemos verlo, no nos sirve de nada ese intento de reparación, ya que se convierte en un bloqueo mas que en una liberación debido a una necesidad inconsciente que choca con un filtro de carencia.
Esto nos indica que el centro dominante no es el que mejor tenemos, sino el que está mas desequilibrado o distorsionado.
Para entender mejor estas necesidades o carencias inconscientes que generan la distorsión de los centros de inteligencia, vamos a verlos de forma concreta.
Centro Visceral o instintivo
La distorsión de este centro, que genera que sea el centro dominante se produjo por la represión en la instintividad, emotividad y expresividad del niño/a, casos como padres muy autoritarios o restrictivos, infancias marcadas por un entorno de amistades reacias o dominadoras, cambios continuos de domicilios donde el niño no puede crear vínculos de amigos entre otras, son ejemplos de distorsión del centro instintivo.
Este centro tiene una energía basada en el cuerpo, los de este centro dominante suelen ser mas psicosomáticos que los de los otros dos centros, notan mucho sus sensaciones corporales.
Su carencia y por lo tanto su búsqueda inconsciente es de autonomía, de libertad, sobre todo en su hacer y en su movimiento, para compensar la represión almacenada en su inconsciente. Suelen tener problemas con la acción, con pasar a la acción, bien por exceso o por déficit, según los matices de las tres personalidades que engloban este centro.
Tienen un gran componente de rabia o enfado, que en algunos casos ni siquiera son conscientes de ella, o bien la reprimen en exceso. Temen ser dominados y explotados.
Centro Emocional o Relacional
Este centro se vio dañado principalmente por la carencia afectiva, la falta de amor, la sensación de soledad o abandono. Generando así la distorsión que busca compensar sintiendose querido, aceptado, reconocido, comprendido, atendido, siendo visto y tenido en cuenta por los otros. Para los de este centro es sumamente importante la relación con los demás, sentirse valorados, ya que lo que mas temen es el rechazo o la desaprobación, en muchos casos pueden tener una baja autoestima que camuflan con su estrategia inconsciente para compensar su carencia. Suelen tener como emociones base a la tristeza y grandes dosis de vergüenza, así como confusión o autorechazo de sus verdaderos sentimientos.
Centro Mental o del Pensamiento
Los de este centro dominante sufrieron principalmente la inseguridad y el miedo al sentirse en peligro, desprotegidos o no apoyados, abrumados en su infancia por las circunstancias que en muchos casos tienen que ver con relaciones con la figura paterna, donde imperó ese miedo o inseguridad. Para compensar esa carencia buscan sentirse seguros, orientados, y acumulan conocimiento, ya que su estrategia inconsciente les hace creer que si tiene conocimientos podrán estar a salvo en el mundo. Su inseguridad y miedos les hace ser desconfiados, ansiosos, y desconectar de sus emociones para no sentirse en peligro. Suelen proyectar el poder en otros debido a su “problema” con las figuras jerárquicas o autoritarias.
Una vez conocemos lo mas destacado de los tres centros de inteligencia, podemos observar a través de cual de ellos filtramos nuestra realidad, ya que por ejemplo si somos del centro mental, no vivimos ni interpretamos la vida de la misma forma que alguien del centro emocional, ya que las motivaciones principales y prioridades, son distintas, aunque la mayoría de veces esto ocurre de forma inconsciente, y se trata de dar luz a esa inconsciencia para poder trabajar conscientemente en equilibrar los tres centros, principalmente equilibrando nuestro centro dominante.
En la inteligencia relacional, saber que centro dominante es el nuestro, o el de los demás nos permite que las relaciones sean mas fluidas, ya que el centro dominante nos muestra las motivaciones inconscientes de cada uno.
Extracto del curso El Eneagrama
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Jose Luis Rosa
Diplomado en Psicología Transpersonal
Extraido de www.institutodraco.com