Cuídate y quiérete… ahí es donde floreces

A ratos somos exigentes con nosotros mismos. Intentamos hacer todo relativamente bien para cuidar y querer a los que nos rodean. Intentamos cumplir con las exigencias de la vida, de nuestros hijos o de nuestros papás, a veces olvidándonos de nosotros mismos.
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Nos transformamos en nuestro peor crítico interno, exigiéndonos a ratos hasta el limite. Nuestro autodialogo se transforma en una lista de pendientes o de cosas que no hicimos lo «suficientemente bien». ¿Cuándo empezaremos a cuidarnos en las palabras que nos decimos a nosotros mismos día a día? ¿cuando empezaremos a recorrer ese camino hacia la aceptación y el amor propio?.
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Quizás si intentáramos tratarnos con más cariño y amabilidad, empezaríamos a cuidarnos y daríamos así el espacio al florecer personal. Nuestros pensamientos y qué nos decimos día a día es parte del autocuidado. Podemos elegir decirnos cosas que nos muevan y nos hagan sentir felices, o podemos fijar nuestra mente y nuestros pensamientos en todo eso que faltó, que no hice o que no logré.
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Cada uno elige a que ponerle atención. Cada uno puede elegir conscientemente que es lo que quiere ver. Podemos ver lo que si SOY, lo que si TENGO, lo que si QUIERO. Podemos elegir florecer, cuidarnos y querernos. Y probablemente sin darnos cuenta y sin mucho esfuerzo estaremos queriendo y cuidando a otros. Porqué lo bueno se irradia y cuando florecemos otros también querrán florecer con nosotros.
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Menos critica y más amor, menos exigencia y más cuidado, menos sombra y más luz.
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¿Cómo se están tratando hoy? Las y los leo!!!

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María José Lacámara – Conoce más AQUI

joselacamara@gmail.com

Instagram: @joselacamarapsicologa

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