Diagnóstico según la Medicina China

El diagnóstico chino, está estrechamente relacionado con la Identificación de Síndromes, para los cual se toma en consideración los síntomas y signos del paciente, los cuales reflejan el estado de los Órganos Internos.

La Medicina China considera, además, muchas otras manifestaciones del paciente, que no siempre están relacionadas con el proceso de la enfermedad actual, para formar un cuadro de desequilibrio que presenta una persona determinada, manifestaciones que en la Medicina Occidental no serían consideradas. Por ejemplo: la ausencia de sed, la incapacidad de tomar decisiones, el deseo de no hablar, etc.

La correlación entre los síntomas y signos externos y los Órganos Internos, nos lleva a considerar, piel, tez, huesos, canales, olores, sonidos, estado mental, emociones, lengua, pulso, comportamiento, contextura, todo lo cual puede ser empleado en el diagnóstico.

Además, basándose en la experiencia clínica acumulada durante siglos, un practicante de Medicina China, también puede obtener información detallada del estado del organismo de una persona, examinando una parte de él. Por ejemplo: Por el pulso, que consiste en la palpación de una pequeña parte de la arteria radial, mediante la cual se puede obtener valiosa información.

Resumiendo, para hacer diagnóstico preciso en Medicina China y aplicar un tratamiento eficaz, en términos generales se puede realizar en dos etapas:

La primera etapa, consiste en recoger los signos clínicos, mediante un examen profundo que comprende:

  1. La inspección u observación.
  2. Audición y Olfación.
  3. Interrogatorio
  4. Palpación.

Todas estas fases del diagnóstico se realizan entremezcladas en el transcurso de la consulta, relacionando los síntomas en conjunto, así por ejemplo, se observa la morfología y la tez al mismo tiempo que se interroga al paciente. Así mismo, en el interrogatorio es muy importante el respeto y la delicadeza con que se debe tratar al paciente, dándole tranquilidad y contención cuando sea necesario, de manera que sienta confianza y seguridad tanto en el terapeuta como en su tratamiento.

La segunda etapa, consiste en determinar con precisión el cuadro clínico al cual pertenecen los síntomas y signos que permitirán identificar el Síndrome y en consecuencia el desequilibrio subyacente a todas las manifestaciones clínicas.

Aplicaremos lo anterior a un caso clínico que es muy frecuente. Por ejemplo, si se presenta una paciente de 50 años y ella refiere que sufre fatiga, depresión, cambios de humor marcados, tensión e irritabilidad premenstrual. Distensión en los senos antes de las reglas y sensación de tener un nudo en la garganta, sensación de no poder tragar. Presenta pulso en Cuerda, el cuerpo de la lengua de color normal y cuyos bordes son de color púrpura pálido.

Según el diagnóstico de la Medicina China, ocupando sus diversos sistemas para analizar los síntomas y signos del paciente, además de las manifestaciones mencionadas anteriormente, se puede identificar el Síndrome, que nos indicará la terapéutica y el tratamiento a seguir. En este caso, estamos en presencia de un Síndrome de Estancamiento de Qi [energía] de Hígado.

Se llega a este diagnóstico, porque analizando los síntomas descritos por la paciente, podemos observar que en el plano físico, el estancamiento de la energía del Hígado se manifiesta en este caso, a nivel de la garganta, provocando la sensación de tener un nudo en la garganta, sensación que va y viene según el estado emocional de la persona, lo que confirma las fluctuaciones o cambios de humor que refiere la paciente.

Además, este estancamiento de energía, puede tener repercusiones en la circulación de la sangre, afectando al útero, provocando tensión premenstrual con distensión en los senos, síntoma presente en la persona.

Asimismo, el pulso en Cuerda es muy propio de las afecciones al Hígado como también el color de los bordes de la lengua que corresponden a la zona del Hígado y Vesícula Biliar.

Como conclusión, la identificación del Síndrome en este caso “Estancamiento de Qi de Hígado” nos permite identificar la naturaleza de la afección, el lugar de la enfermedad y el principio de tratamiento. Por lo tanto, el principio terapéutico para este caso será la dispersión del Hígado para permitir la circulación de la energía y regular su flujo.

En cuanto al tratamiento, la elección de puntos de acupuntura dependerá de cada terapeuta, ocupando aquellos que cumplan con varios de los objetivos de la terapia, de manera de usar la menor cantidad de agujas. También habrá que considerar el estado emocional en que llegue la persona o si le tiene temor a la acupuntura, lo que suele pasar cuando es la primera vez que se tiene esta experiencia, además de otros factores dependiendo de cada caso.

La terapia se adecúa a cada paciente, de manera que dos personas que tengan los mismos síntomas, tendrán un tratamiento distinto, ya sea por el lugar, clima o momento en que aparecieron los síntomas o por circunstancias de la vida personal de cada una.

Es así, como a través de esta maravillosa técnica, la acupuntura, podemos recuperar nuestro equilibrio energético, mediante la circulación armónica de nuestra energía, recuperando la salud y la armonía que debe existir entre cuerpo y espíritu, tan necesaria para sentirnos contentos con nosotros mismos y con los demás.

M. Elisa Benaprés – Terapeuta en Acupuntura – Conoce a M. Elisa AQUI

Foto portada de Karolina Grabowska en Pexels

 

 

Bibliografía:

Wong Kiew Kit “Gran Libro de Medicina China”

Giovanni  Macioccia  “Los fundamentos de la Medicina China”.

 

 

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