Albert Camus se sorprendió un día con un teléfono en la mano y se preguntó: ¿qué estoy haciendo con este teléfono en la mano, aquí en la calle, en esta caseta? La pregunta inocente de un filósofo existencialista más de medio siglo atrás.
Hay personas que hacen preguntas similares hoy día. ¿Qué estoy haciendo yo – aquí, ahora? ¿Qué es este momento – aislado entre correr y correr? ¿Entre tareas resueltas y tareas por resolver?
¿Quién soy? ¿Qué quiero?
Hay personas que se preguntan estas cosas a veces, aquí y allá. Otras las hay que se preguntan estas cosas después de recibir un diagnóstico: esto es cáncer.
¿Quién soy, qué quiero? ¿Qué es la vida? ¿Perderla, si apenas he comenzado? ¿Si me falta tanto por vivir?
Sigue entonces la tempestad: la negación, la rabia, la incomprensión, la soledad – días surrealistas, el apuro, la tensión aterradora, las actividades y los procedimientos dementes.
Y un día, reconquistando la calma, de vuelta a la primera baldosa: ¿quién soy, qué quiero?
¿Qué sería una vida corriendo menos, aceptando menos desafíos, menos responsabilidades, pensando menos – y haciendo más a menudo lo que me nace del corazón, de la alegría, de la compasión? ¿Qué sería abrir un cuaderno y escribir lo que me pasa con las cosas del diario vivir, con esta persona, con este estado de ánimo, con la luz del amanecer arriba de la cordillera? ¿Si pinto, si bailo? ¿Cuándo fue la última vez que canté?
Hay personas a quienes se las traga el cáncer y los procedimientos curativos asociados.
Hay otras que encuentran su camino e inician una vida nueva, basada en otros fundamentos de vida que los antiguos: en el respeto de las leyes naturales, y en los usos que crearon y condicionaron al ser humano. Personas que ahora respetan sus emociones, que ahora expresan su sentido de vida en cuanto hacen y en cuanto no hacen. Que dicen gracias a cada paso que dan. Personas sanas, personas que han encontrado una manera de ser felices muy distinta a la felicidad que perseguían antes.
Y si les preguntas ¿quién eres, qué quieres? te contestan sin palabras pero con una sonrisa ancha y natural, y si tienes suerte, con un abrazo fuerte y cariñoso.
Jens Bücher – Ingeniero Comercial, Fellow, American Institute of Stress y miembro del Colegio de Ingenieros – Chile, dirige el Centro de Desarrollo de la Persona Bücher y Middleton Ltda.