No puedo encontrar otro trabajo ya soy muy mayor, ¿Dejar de fumar? Llevo 20 años fumando, ¿Separarme? No puedo dejarlo porque no encontraré otra pareja… Estas y otras frases son típicas de personas que se autosabotean y no se creen capaces de conseguir sus objetivos. No es el destino, ni que tengas mala suerte es que no crees lo suficiente en ti mismo.
Hoy en Instituto Draco queremos que descubras qué es el autosabotaje y cómo puedes mejorar tu autoestima ¡Allá vamos!
Todas las personas han intentado en alguna ocasión generar un cambio en su vida. No obstante, es un hecho que los cambios provocan temor y que este temor a salir de nuestra zona de confort puede hacer que nosotros mismos trunquemos nuestros intentos de éxito.
¿Por qué nos autosaboteamos?
No hay un motivo principal, existen muchas razones por las cuales una persona puede renunciar en su camino hacia el éxito. Normalmente, nos autosaboteamos por la opinión que tenemos de nosotros mismos, una opinión que se forma en la infancia pero que va cambiando durante toda la vida.
Cuando somos niños nos creemos todo lo que escuchamos de padres, profesores, entorno… Si esas opiniones son malas acaban afectando a la autoestima del niño. Por lo que es esencial que durante la infancia el niño reciba mensajes de apoyo y seguridad, puesto que la opinión que este se forma acerca de su capacidad durante este momento le acompañará prácticamente durante el resto de su vida.
¿Crees que te autosaboteas? Para terminar con esas conductas lo primero es ser consciente de cuáles son las creencias que tienes acerca de ti mismo y qué ideas te has repetido siempre.
Algunas de las manifestaciones más reconocibles de que una persona está autosaboteándose son:
– Poner la falta de tiempo como excusa para no realizar aquello que le gustaría pero que le da miedo.
– Anteponiendo continuamente tareas menos relevantes o con consecuencias menos temidas.
– Sustituir con conductas de recompensa inmediata para no enfrentarse al problema.
¿Cómo se puede mejorar?
– Hazlo, inténtalo aunque puedas fracasar
Sabemos que da miedo, pero tienes que intentarlo. Las personas intentamos evitar enfrentarnos a lo que nos atemoriza, la salida más sencilla es no hacer nada y quejarse por no conseguirlo.
Ahora que sabes que existe el autosaboteo lo ideal es que te pongas a prueba. Tu autoestima aumentará cuando te enfrentes a lo que te dé miedo y aunque no lo consigas estarás orgulloso de ti.
– Motívate
Escribe un diario sobre lo que quieres conseguir: los objetivos, las aspiraciones y qué pasos estás dando a diario para conseguirlo.
Busca a tu mentor: fíjate en alguien que haya conseguido lo que quieras y pregúntale qué puedes hacer para conseguirlo tú también. No sigas sus pasos construye tu propio camino, pero piensa que si él lo ha conseguido tú también puedes.
– Ir poco a poco
Las cosas no llegan en un día, hay que ir trabajando poco a poco y sin desilusionarse. Si quieres conseguir una meta grande, la mejor opción es desglosarla en pequeños objetivos más accesibles. Asimismo, estos pequeños objetivos tienen la ventaja de potenciar nuestra eficacia y cambiar nuestro autoconcepto, haciendo que las creencias negativas que tenemos acerca de nosotros mismos cambien a mejor.
– Conocer las influencias externas
Nuestro contexto social, entorno familiar y amigos pueden llegar a ejercer una gran influencia sobre nosotros, y esta no tiene el porqué de ser siempre buena. En muchas ocasiones nuestros intentos de cambio o de lograr un objetivo no llegan a verse realizados porque nuestro entorno los limita.
– Identifica tus fortalezas
Piensa en 5 logros que hayas conseguido a lo largo de tu vida: Terminar tu carrera, trabajar en el sector que querías, aprender un tercer idioma, tocar un instrumento musical, aprender a cocinar solo, lograr seducir a tu pareja… Si te cuesta encontrarlos es porque no estás siendo generoso contigo mismo, así que imagínate que ese éxito lo hubiera conseguido un amigo, ¿qué le dirías?, ¿cómo se lo reconocerías?
– Sepárate de tus miedos
Cuando el miedo aparezca, no lo ignores, no lo bloquees, no lo distraigas, haciendo como si no existiera, no, ¡deslígate de él!
¿Cómo podemos practicar esto? Cuando el miedo te invada:
Utiliza la técnica del mindfulness para que fluya y se marche. Esta técnica nos puede ayudar a reducir nuestros niveles de estrés diarios y a aprender a apreciar nuestra vida, en lugar de pasar por ella rápidamente y de puntillas.
– Perdónate a ti mismo
Para mejorar la autoestima, es fundamental aprender a perdonarnos por nuestros errores. La autocompasión está muy relacionada con el autoconcepto y consiste en tratarte con la misma empatía con la que tratarías a tu mejor amigo. Esto es, darte apoyo y ser comprensivo contigo mismo, en lugar de criticarte y juzgarte constantemente. Implica aprender a calmarte y reconfortarte para volver a intentarlo, en lugar de castigarte cada vez que cometes un error.
Redacción Instituto Draco
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Extraido de www.institutodraco.com
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¿Alguna vez has pensado “si cambio de carrera significa que soy una fracasada en esto” o “si ahora cambio de carrera habré tomado por la borda todos los años de formación y experiencia que tengo” o “todo el mundo va a pensar que a ver si siento la cabeza ya/que esta mal de la cabeza...”?
Es totalmente normal, y es que seguro que has oído alguna vez que uno de los mayores obstáculos a los que te puedes enfrentar es tu propia mente, lo que tú misma te dices.
Y es que el cerebro tiene sus trucos…
Por un lado puede ser tu amigo y principal aliado, por así decirlo, y por otro puede ser el primero que te diga que qué estás pensando, que te dejes de “tonterías”.
¿Te suena? Es autosabotaje puro y duro.
Y puede hacer que estés bloqueada profesionalmente mucho tiempo…
Y lo mejor que puedes hacer es saber cuáles son esos trucos o distorsiones cognitivas (que es el nombre científico) para poder identificarlos y que no te afecten la próxima vez que te pase.
Una distorsión cognitiva no es más que esto: ciertos pensamientos que se te pasan por la cabeza en algunas situaciones y que tú crees que son verdad cuando no lo son.
Digamos que tu cerebro te convence de que son verdad pero no es así.
Ni eres un fracaso por cambiar de carrera, ni habrás tirado por la borda nada, ni todo el mundo va a pensar X o Y (puede que algunos sí pero desde luego no todo el mundo).
Y ya sabemos que lo que piensas determina lo que sientes y como actúas y, por tanto, los resultados que obtienes.
¿Con cuál de estas te identificas?
TODO o NADA, blanco o negro.
Para ti sólo hay dos opciones: o está bien o está mal. No hay punto medio.
Por ejemplo: o hago esto perfecto o soy una inútil.
Telepatía absoluta.
Cuando predices lo que los demás van a pensar. Por ejemplo: “Todo el mundo va a pensar que soy una inmadura y tengo mil pájaros en la cabeza si decido cambiar de carrera otra vez“.
Y no, no solo todo el mundo NO lo va a pensar. Sino que muchas personas se sentirán exactamente igual que tú, otras te admirarán, otras te apoyarán y las que sí que piensan así no te interesan, la verdad.
Reglas internas absurdas.
De estas tenemos todos y son especialmente frecuentes si tienes el Síndrome del Impostor. Son una reglas internas muy estrictas que nos hemos autoimpuesto o nos han impuesto en la infancia.
Reglas del tipo: si haces preguntas demostrarás que en realidad eres tonta, así que no hagas preguntas nunca.
O del tipo: tienes que encontrar tu vocación y dedicarte a ella toda tu vida o si no nunca podrás ser feliz y serás una fracasada.
Justificaciones.
Relacionas dos ideas que en realidad no tienen nada que ver para justificar tu decisión. Por ejemplo: “No puedo cambiar de carrera porque gano un buen sueldo.”
Son cosas independientes y que en realidad no están relacionadas, aunque te creas que sí o tu cerebro te convenza de que sí.
Autoengaño.
Te convences de algo que realmente no crees para justificar tu decisión. “No pasa nada si...”
Aunque en realidad sí pase.
Exageración pura y simple.
Cuando haces una montaña de un granito de arena. O a lo mejor no es un granito de arena, pero lo magnificas. Como cuando dices: “Si me echan de mi trabajo mi vida está acabada“.
Estos son unos ejemplos de las triquiñuelas que hace tu cerebro. ¿Identificas alguna o más de una en tu vida?
Es importante que seas consciente de estas cosas para que la próxima vez que pienses algo de esto digas “ahí está una de esas distorsiones que decía Aida” y reflexiones sobre cómo te está parando.
De hecho, determina ahora alguna que hayas pensado ayer mismo y si quieres me lo dices en los comentarios.
Espero que te ayude mucho : )