Qué hacer cuando tu negocio no progresa como tú quieres (3 alternativas)

¿Llevas un tiempo estancada, dispersa y sin tener los resultados que quieres y no sabes cómo superar ese bache? Tener altibajos es algo muy frecuente y normal en un negocio, al igual que pasar algún que otro bache. Si esta es tu situación y aunque quieres mejores resultados no sabes cómo hacerlo, te dejo tres alternativas en función de en qué etapa del negocio estés:

 

1. Aplica un modelo/sistema probado

Si estás empezando o llevas relativamente poco tiempo, y tu problema es que no tienes suficientes clientes o ingresos y te gustaría al menos ganarte la vida, algo que funciona muy bien es aprender de alguien que ya lo haya logrado. Alguien que tenga un negocio justo cómo tú lo quieres y al que le vaya bien. Un mentor o mentora que te pueda enseñar paso a paso qué hacer para que tú también tengas esos resultados. Esta opción funcionó para mi negocio en dos ocasiones diferentes, contraté a la persona para que me guiase, cambié el modelo de mi negocio, actúe y tuve muy buenos resultados. Tanto al comienzo como un poco más adelante.

Es la manera más rápida de empezar a tener resultados y dejar de perder tiempo y motivación haciendo cosas al azar. Eso sí, hay que tener en cuenta tres cosas fundamentales para que esto funcione y te sientas satisfecha:

– No lo intentes copiando el modelo de otra persona, por detrás de los que ves hay mucha estrategia y copiar sin más no te dará resultados.

– Tienes que actuar, no sirve de nada si pones excusas y no haces lo que te dicen. Si has contratado a alguien es para hacerle caso, si no, ni te molestes. Esto parece una tontería, pero no todo el mundo es capaz de simplemente hacer lo que hay que hacer.

– Es fundamental que la mentora que elijas sea alguien en quién confíes y que te guste el modelo de negocio que tiene y que enseña. No tiene sentido aprender algo que luego no quieras poner en práctica porque en realidad tú quieres otra cosa.

 

2. Mejora lo que ya tienes con buenas estrategias de marketing

Está claro que el marketing es fundamental en cualquier etapa de tu negocio, pero hay momentos en los que centrarse en el marketing (y, si es necesario, contratar a una asesora de marketing) te puede dar resultados especialmente buenos, y momentos en los que te ayudará más otra opción. Por ejemplo, al poco de empezar mi negocio contraté a una asesora de marketing (a dos, de hecho) y aunque eran muy buenas no veía resultados. Simplemente porque mi modelo de negocio no estaba bien definido, en ese momento lo que necesitaba era definir mi modelo, no centrarme en técnicas de marketing.

Sin embargo, si tienes un negocio establecido y estás contenta con tu modelo pero has llegado a un tope y no sabes cómo crecer, sacarle más provecho y tener más ingresos sin acabar agotada, entonces mejorar cosas cómo estrategias de lanzamiento de programas, publicidad en redes sociales, textos que venden, ventas, conversión de tu web, aumentar la lista y el porcentaje de apertura, por nombrar unos ejemplos, podría ser lo que necesitas para dar ese salto sin tocar lo fundamental, los cimientos. Y aquí es donde entra una asesora de marketing (Laura Ribas es un ejemplo perfecto y muy recomendable).

 

3. Reestructura tu modelo creando algo más personalizado

Hay veces en las que las cosas te van bien pero no sabes cómo escalar tu negocio, cómo hacer que crezca y ves que dar el salto supondría complicar mucho las cosas y tener una carga de trabajo excesiva o cambiar a un modelo de negocio que no te satisface tanto.  ¿Cuál es la alternativa entonces?

En este caso puedes pensar a corto plazo y mejorar tu marketing para ver buenos resultados, pero también es imprescindible pensar a más largo plazo para que tu modelo de negocio no acabe quemándote. Así que sería momento de reestructurar tu negocio, volver a los cimientos y valorar tus objetivos y necesidades, eliminar lo que no funciona o no te aporta tanto, potenciar aquello que te encanta y en lo que destacas especialmente y crear un nuevo modelo a medida, más simple y ya no basado en el sistema de otra persona, por muy bien que funcione.

 

Ahora piensa en lo que ya tienes y decide:

1. Estoy bien por ahora : )

2. Acabo de empezar y necesito un sistema paso a paso probado.

3. Me encanta mi modelo, pero quiero mejorar los resultados.

4. Es hora de crear algo más personalizado que me permita crecer pero también cumplir otros requisitos (menos complicaciones, más tiempo libre,…)

 

Cada punto requiere su estrategia y su esfuerzo. Yo te puedo ayudar si tu caso es el 2 o el 4, enseñarte mi sistema probado o ayudarte a crear algo personalizado. Si lo que quieres es ir mejorando estrategias de marketing avanzadas, busca ayuda en ese tema.

 

Así qué dime, ¿cuál de las tres alternativas necesitas tú ahora mismo? Cuéntamelo en los comentarios y, por favor, comparte  si crees que puede ayudar a alguien más:  )

____________________________________________________

La Dra. Aida Baida Gil, coach certificada y fundadora de www.coachdelaprofesional.com se dedica a ayudar a las mujeres profesionales que se sienten estancadas o insatisfechas y que están listas para avanzar profesionalmente, establecerse por su cuenta o redirigir su carrera. Si buscas claridad, motivación, acción y resultados, recibe su boletín gratis en www.aidabaida.com.

 

Read more

La (gran) diferencia entre la seguridad y la arrogancia

Tener confianza en uno mismo es fundamental para poder gozar de una vida plena y no depender de la buena opinión de los demás, si bien uno de los problemas surge cuando en ocasiones la confianza no se expresa de una manera apropiada. Otras veces, se confunde confianza y arrogancia, especialmente cuando las personas que así lo juzgan tienen una baja autoestima, pues para ellas, cualquier demostración o expresión de fuerza interna es percibida de manera negativa. Este tipo de personas no pueden soportar que otros tengan presencia, independencia de espíritu y que no vayan por la vida pidiendo permiso. En estos casos, se trata de una proyección propia del observador, incapaz de soportar que otros exhiban comportamientos que ellos envidian y que están fuera de sus habilidades. En lugar de mirarse hacia adentro y resolver sus carencias, prefieren criticar y juzgar duramente a aquellos que
logran llevar a cabo lo que ellos soñarían y no se atreven a hacer.

Esas personas no podrían estar más equivocados; la arrogancia es otra cosa. El individuo arrogante suele presentarse de una manera aplastante, fanfarrona y egocéntrica que no permite el diálogo y se sitúa automáticamente por encima de los demás, despreciando y ninguneando a los que considera están por debajo (todos los demás).

Por lo general, las personas más realizadas, sabias, excepcionales, son seguras, y por lo tanto no tienen la necesidad de ir mostrando lo increíbles que son. Sin embargo, los arrogantes destruyen sus oportunidades por diversas razones que valdría la pena enumerar:

1. Cuando eres arrogante, tiendes a anclarte en una cerrazón mental (por lo tanto, tendrás menos probabilidades de buscar nuevas técnicas y conocimientos, y como piensas que te lo sabes todo, dejas de seguir creciendo) .

2. Cuando eres arrogante, piensas que las personas te pueden aportar muy poco. Esto te impide establecer conexiones que puedes necesitar más adelante en la vida.

3. Cuando eres arrogante, tiendes a hablar más que a escuchar. Recordemos que se nos dio una boca y dos oídos por una razón; podemos aprender de la escucha, mientras hablar continuamente nos aporta poco beneficio.

4. Cuando eres arrogante, te crees que siempre tienes la razón. Esto conduce a falsas suposiciones, y te hace más propenso a cometer errores. Una segunda opinión sobre algo no te hace menos capaz; al contrario, demuestras que sabes valorar el trabajo en equipo, y muestras tu humildad, cualidades que mucha gente valora y busca.

5. Nadie quiere estar cerca de un ser engreído o soberbio a menos que pretendan algo de ti. Llegará el día en que te des cuenta que estás solo y las únicas interacciones sociales que puedes conservar son las utilitaristas, únicamente se quedarán a tu alrededor aquellos que quieran utilizarte.

6. Cuando eres arrogante, demuestras que no estás dispuesto a trabajar en equipo, y esto aniquila otras oportunidades de trabajo y de progresión laboral.

7. La arrogancia a menudo esconde paradójicamente una falta de confianza, una falta de conocimiento y muchas inseguridades. En ese afán por esconderlo, la arrogancia puede llevar a acciones poco éticas. Los arrogantes piensan que son infalibles, y toman un callejón sin salida.

Esto significa que el día en que una persona arrogante falla, lo que terminará ocurriendo, hará lo necesario para encubrir ese fracaso. Muchas veces, estas personas recurrirán a medidas extremas para asegurar que su culpa no se descubra, incluso cuando se trata de actos poco éticos.

Recordemos que la confianza es tranquila y las inseguridades son ruidosas. La modestia y la humildad son mucho más útiles. Aunque es comprensible que a la gente le guste presumir y hablar de sí misma, llega un punto en el que se vuelve molesto, irritante, cansino y a veces hasta ofensivo para los que tienen que aguantarlo.

Fuente: El Huffington Post

Autora: Mónica Esgueva

Read more

5 maneras de superar la adversidad y salir adelante

Si aceptas que a todos nos tocan momentos difíciles en la vida será más fácil superar la adversidad.

Por más que te esfuerces en evitar todo tipo de dificultades tarde o temprano se te presentarán situaciones complicadas. Es parte de la vida y si lo asumes como un aprendizaje, de lo que nos va haciendo madurar y crecer. Lo fundamental es tener presente que la mejor manera de superar la adversidad es enfrentarla con una actitud positiva. Es verdad que hay ciertas circunstancias más dolorosas o difíciles que otras, y que hay momentos en que antes de poder superar la adversidad debemos pasar por un proceso interno de aceptación o, en algunos casos, de duelo.
Para superar la adversidad es importante establecer objetivos realistas.

No hay recetas mágicas para superar la adversidadcompensando_fuerzas
Es así. Cada uno encuentra la mejor manera de superar la adversidad de acuerdo a su personalidad, su experiencia de vida, y sus recursos emocionales y psicológicos. Pero hay algunas estrategias que puedes usar para ayudarte a salir adelante más rápido. Aquí van.

5 maneras de superar la adversidad
1.- Acepta que es inevitable experimentar situaciones difíciles. Cuando admites que es natural que en algún momento de tu vida tengas un revés serio, te será más fácil aceptarlo. El primer paso para superar la adversidad es reconocer que le ocurre a todo el mundo y no replantearte por qué te ocurrió a ti. Ya sea que tengas una enfermedad seria, que haya muerto algún ser querido, que te hayan echado del trabajo o cualquier otro problema que se te presente, esa admisión te va a ayudar emocional y psicológicamente. Deja de preguntarte “por qué yo” o “por qué a mi” y acepta que es parte de la lotería de la vida.

Proponte conscientemente no dejarte derribar y superar la adversidad.
¡Busca alternativas diferentes para remontar este problema!

 

2.-Rodéate de un grupo fuerte de amigos, colegas y familiares en los que te puedas apoyar. Personas positivas que te quieran y con las que puedas evaluar alternativas, discutir ideas y soluciones para tu problema. Hay personas que cumplirán la función de escucharte y contenerte. Otras que buscarán respuestas prácticas para tu situación. Otras que te acompañarán a lo largo del tiempo que tome superar la adversidad con la que te enfrentas. Agradece a cada una el rol que puede jugar en tu vida en este momento y evita aislarte. Es en momentos como éstos en que lo peor que puedes hacer es encerrarte en tu soledad. Aunque te de vergüenza pedir ayuda o contar lo que te ha pasado, nada puede ser tan grave como para que le cierres la puerta a tus seres queridos. Hablar de lo que te pasa es una manera sana de empezar a superar la adversidad.

3.-Escribe acerca de lo que te ocurre. La escritura es terapéutica y te ayudará a sentirte mejor. Volcar tus estados de ánimo, tus temores, tus fantasías acerca de lo que está pasando te ayudará a encontrar la mejor manera de salir adelante. No hace falta que nadie vea tus escritos. Son para ti.
4.-Desarrolla un plan de acción. Nada ayuda a superar la adversidad —y los sentimientos de impotencia, tristeza y bronca que suelen ir asociados con ella— tanto como un plan de acción. Cuando nos ponemos en marcha, cuando tenemos algo concreto para hacer, nos sentimos en control, el mejor antídoto para cuando algo inesperado te ocurre. Ponte objetivos realistas para salir adelante y anótalos en un calendario para que puedas ir cumpliéndolos. Por ejemplo, si te echaron del trabajo date un tiempo breve para procesar el revés, cuéntale lo acontecido a un par de personas de tu red y siéntate con ellas a armar un plan de acción para encontrar un nuevo empleo. Anota cuándo empezarás la búsqueda, con quiénes vas a hablar para que te presenten contactos, a cuántos eventos por mes vas a asistir para aumentar tus posibilidades de conocer gente, etc. Cuanto más detallado sea tu plan, antes superarás el mal momento.
Prepara tu plan de acción para salir de la tristeza, impotencia o rabia que te inspira una situación adversa

5. Busca ayuda profesional. Hay ciertos problemas que requieren de la ayuda de un profesional. La muerte de un ser amado, un divorcio, una enfermedad grave ya sea tuya o de algún familiar, una bancarrota, son circunstancias difíciles de sobrellevar sin asistencia especializada. Si esté es tu caso, no dejes de contactar a un médico, psicólogo, asesor espiritual u otro profesional que te ayude a superar la adversidad que enfrentas. No dejes que tus prejuicios te inhiban de buscar la asistencia adecuada.

Extraido de http://redshoemovement.es/blog/

Mariela Dabbah es escritora, conferencista y coach. Como Coach por más de 20 años ha apoyado el desarrollo de carrera de hombres y mujeres latinos en USA , Mariela como integrante de la Red de Profesionales de Mundo Mujercomparte en esta web un material muy interesante para ti, todo basado en su experiencia.

Conoce más de Mariela Dabbah:
Author. Speaker. Consultant
914.772.5603
URL: MarielaDabbah.com
TWITTER: MarielaDabbah
FB: MarielaDabbah
FB: RedShoeMovement

Autora del libro “Poder de Mujer”

Read more

5 Recomendaciones para que tus clientes estén satisfechos con tus servicios

Me preguntaba una lectora hace poco cómo lograr que sus clientes estén satisfechos con sus servicios. Es una pregunta muy interesante y aquí te dejo mis recomendaciones teniendo en cuenta lo que me dicen mis propios clientes y lo que yo he experimentado como clienta : )

 

1. Asegúrate de solucionar un problema real, de escuchar lo que te piden.

Es más frecuente de lo que parece (y uno de los grandes errores que pueden perjudicar a tu negocio) crear servicios pensando enlo que tú crees que quiere la gente  en lugar de tener en cuenta, posiblemente lo más importante cuando ofreces un servicio, ofrecer lo que te piden. No lo que tú crees que necesitan, no lo que tú crees que les va a encantar (¿te das cuenta de que pensando así, te centras en ti?), sino lo que ellos quieren.

Crear ofertas y servicios hechos a medida de sus necesidades, que tú sepas que les va a encantar porque antes les has preguntado y escuchado, y por eso sabes lo que quieren. Cuando a una persona le ofreces lo que está buscando las probabilidades de que quede satisfecha aumentan mucho.

 

2. Calidad, calidad y calidad.

Esto es imprescindible. Si quieres que queden satisfechos, da lo mejor que tengas, que tu servicio sea de calidad, que lo que ofrezcas sea bueno o, mejor aún, excepcional. Una de las mejores cosas que te pueden decir tus clientes es, como me dijeron a mi recientemente: “Qué generosa eres en el curso con la información, añades mucho más de lo que dice”. Eso es lo que quieres, información que cambie la vida o el negocio de tu cliente, da lo mejor.

Además, aunque el contenido es lo que de verdad importa, si el envoltorio también es de calidad mucho mejor. Yo me he apuntado a muchos cursos de marketing, algunos básicos de contenido bueno (y repito porque quedo satisfecha) y otros buenos y también bonitos (con un diseño cuidado, entonces repito y mejora mi imagen sobre la persona que lo ofrece).

Y no te dejes engañar, el contenido tiene que ser bueno independientemente del precio de programa, tanto si es gratis como si es elevado. No hagas algo mediocre.

 

3. Supera sus expectativas.

Si das un servicio de calidad y que se ajuste a sus necesidades tendrás un cliente satisfecho, pero si encima superas sus expectativas dándoles más de lo que esperaban, mucho mejor. Por ejemplo, hace tiempo me apunté a un programa y  a los pocos días, sin previo aviso, me llegó de regalo un libro. Me encantó el detalle sorpresa (cliente satisfecho). Eso sí, que no todo sea envoltorio, si luego el contenido es malo, no repites.

 

4. Elije a tus clientes.

Tienes que tener clarísimo a quién te diriges (nicho, si lo tienes) y quién es tu cliente ideal. Eso implica trabajar solo con ciertas personas y así evitarás a clientes pesadilla. Los que nunca están conformes, los que exigen más de lo pactado, los que no pagan a tiempo. Eso se soluciona teniendo claro con quién trabajas y con quién no.

Por ejemplo, yo tengo dos nichos: mujeres profesionales estancadas y emprendedoras de servicios estancadas. Pero no trabajo con todo el mundo. Trabajo con profesionales que se sienten bloqueadas y no saben qué hacer a continuación pero tienen ganas de cambiar, de salir de esa situación cuanto antes. No trabajo con profesionales desmotivadas que no quieren hacer cambios, que solo ven culpables y solo ponen peros.

Trabajo también con emprendedoras que quizá están agobiadas porque no tienen suficientes clientes, o que tienen muchos altibajos en sus ingresos, o que simplemente no saben cómo sacar más partido de su negocio con menos trabajo. Pero lo que sí saben es que van a salir adelante sí o sí, que no quieren seguir así, que quieren llegar más lejos y que, si ellas solas ya no pueden, buscan ayuda. No trabajo con personas que esperan milagros, que quieren que les vaya bien pero no quieren invertir en su negocio o que esperan que les saques tú las castañas del fuego.

Eso es un ejemplo de cómo elegir a tus clientes y es fundamental. Si todavía no lo has conseguido del todo, no te preocupes, a veces tardas un poco en definir qué quieres y qué no, la experiencia ayuda mucho.


5. Siempre habrá alguien descontento.

Sería ideal que el 100% de tus clientes quedara satisfecho (cuando tienes pocos clientes es muy factible, cuantos más tienes más difícil es) y es ideal que ese sea tu objetivo, pero siempre puede haber alguien que en algún momento quede descontento. En ese caso, aprende lo que puedas, mejora lo que sea necesario y adelante. Nadie es infalible y lo importante es dar lo mejor que tengas, con tu buena voluntad y seguir aprendiendo y mejorando. Nada más.

 

Así que dime, ¿cuál de estas recomendaciones vas a empezar a aplicar hoy mismo?  Cuéntamelo en los comentarios, yo te sugiero que empieces por la primera: averigua qué es lo que de verdad quieren tus clientes.

____________________________________________________

La Dra. Aida Baida Gil, coach certificada y fundadora de www.coachdelaprofesional.com se dedica a ayudar a las mujeres profesionales que se sienten estancadas o insatisfechas y que están listas para avanzar profesionalmente, establecerse por su cuenta o redirigir su carrera. Si buscas claridad, motivación, acción y resultados, recibe su boletín gratis en www.aidabaida.com.

Read more

Los 6 errores que impiden alcanzar tus objetivos

 

Te propones algo que te hace mucha ilusión: ir al gimnasio, reducir horas de trabajo, ser más productiva… y no lo consigues, así que empiezas a creer que no eres capaz. ¿Te ha pasado alguna vez? A mi si.

Aunque le pusiera todo mi empeño, no conseguía alcanzar mis objetivos, parecía que cada vez estaba mas lejos y al final, por cansancio me daba por vencida y decidía que “no era el momento”.

Y no es que no fuera capaz o que realmente no fuera el momento, simplemente, no lo estaba haciendo como debería. No estaba diseñando mis objetivos de un modo adecuado.

Me he dado cuenta de que es algo que ocurre con frecuencia. ¿Te ha sucedido a ti?

Aprender a diseñar objetivos es un tema que suelo incluir en mis talleres porque me parece muy importante y útil poder aplicarlo en nuestro día a día. No hay por qué abandonar aquello que deseamos simplemente por no tener las herramientas necesarias para hacerlo. Además es muy sencillo. Se trata simplemente de aprender una técnica.

Muchas veces, el objetivo no es “imposible”, simplemente, no estamos utilizando la estrategia mas adecuada. Es como si quisiéramos nadar con una mochila llena de piedras, ¿difícil, verdad?

En este artículo quiero compartir contigo de manera breve y útil, los errores mas comunes a la hora de plantearnos nuevos retos para que puedas hacerlo de un modo diferente.

¿El para qué de los objetivos?

Ponernos objetivos le da un significado especial a todo aquello que hacemos. Si no tenemos claro para qué estamos dedicando nuestro tiempo y energía a algo, solemos quedarnos con la sensación de que estamos perdiendo el tiempo.

Es frustrante porque no sentimos el avance, en cambio, cuando sabemos hacia donde nos estamos encaminando, comprobamos como la meta está cada vez mas cerca, para ello, necesitamos un Gps, un itinerario que nos indique qué hacer, hacia donde y sobre todo, nos evite dar vueltas “en círculo”.

Algunos errores a la hora de fijar objetivos.

1.- Fijarnos demasiados objetivos a la vez.

Para realizar cambios debemos implementar nuevos hábitos y esto nos empuja a salir de nuestra zona de confort, con lo cual, nuestra incomodidad aumenta. Será mas sencillo si vamos estableciendo nuevas rutinas una a una. Es decir, una vez que la nueva actividad se convierta en un hábito (unas tres semanas puede ser un período razonable) pasar al siguiente. Será mucho mas sencillo y llevadero.

2.- No definir metas intermedias

Si nuestro objetivo es demasiado grande, corremos el riesgo que terminar pensando que es una “misión imposible”. Porque no podremos comprobar nuestros avances y nos perderemos la maravillosa sensación de logro cuando sentimos que hemos conseguido un triunfo.

Es importante fraccionar el objetivo en etapas.

3.- No filtrar el objetivo.

Todos conocemos el filtro SMART, sin embargo, no siempre lo utilizamos ¡y es imprescindible!

Recuerda, debe ser S (específico, concreto), M (medible ¿cómo sabrás que lo has conseguido?), A (alcanzable, realista) R (realizable y a la vez, retador), T (temporal, es decir, ponerle fecha).

4.- Enunciado en negativo.

Si decidimos que “NO” queremos llegar tarde, nuestra mente terminará enfocándose en el “llegar tarde” porque aquello en lo que nos enfocamos se expande. Céntrate en lo que SI quieres conseguir.

5.- No crear un plan de acción.

Vale, nos fijamos un objetivo, pero concretamente ¿qué vamos a hacer para alcanzarlo?

Si no definimos acciones, bien detalladas (como lo haremos, cuando, donde, quien nos puede ayudar)… no pasaremos del enunciado. El plan de acción nos ayuda a definir los siguientes pasos a dar y es un modo estupendo modo de ir validando nuestros avances.

6.- No pararnos a pensar en el para qué.

Es importante tener una misión clara, un “para qué” lo hacemos. Nuestra misión nos motiva y empuja a la acción. Si nuestro objetivo no nos aporta “gasolina” en forma de energía y motivación, terminaremos descartándolo, porque todo lo que no suma, resta.

También es útil saber desde el principio qué recursos necesitarás para alcanzar esos objetivos, que obstáculos te puedes encontrar y como vencerlos y determinar qué o quienes te pueden ayudar. Esto además te ayudará a tomar decisiones y priorizar.

¿Y a ti? ¿Qué herramientas te han funcionado para conseguir tus objetivos? Cuéntame tus experiencias, me encantará leerlas.  ¡Gracias por estar y compartir!

 

 

Recuerda que eres dueñ@ de tu vida, convierte tu libertad en valor.

Sobre la autora:

isabel_gomez

Isabel Gómez, es Consultora y Coach Profesional en Éxito en Femenino www.exitoenfemenino.com .

Licenciada en Ciencias del Trabajo, Master en Marketing, MBA y Emprendedora vocacional.

Isabel mentoriza y acompaña a personas que desean desarrollar un nuevo proyecto profesional desde el desarrollo de sus competencias personales y profesionales hasta la utilización de herramientas de marketing y ventas en el programa REINVENTA TU CARRERA. www.reinventatucarrera.com

Read more

«El sufrimiento es una elección»

 

La coach publica el libro ‘10 claves para alcanzar tus sueños‘ donde cuestiona nuestra comodidad y propone vías para afrontar los cambios

Mónica Esgueva es el puente personificado entre la filosofía oriental y occidental. La autora pasa meses en Asia donde estudia el desarrollo de la mente con grandes lamas tibetanos y recibe enseñanzas del mismísimo Dalai Lama en el Himalaya. Esgueva se ha formado en neurociencias para integrar estos conocimientos con sus más de 20 años de práctica de meditación, hasta el punto que ha desarrollado un innovador programa de mindfulness que se enseña en diferentes organizaciones.

La coach presenta ahora el libro 10 claves para alcanzar tus sueños, con el que quiere aplicar al día a día todas las enseñanzas recibidas durante sus experiencias. Mónica Esgueva reclama tres valores que le han inspirado de sus maestros para nuestra sociedad: altruismo, generosidad y compasión. La autora cree que todo crecimiento requiere tolerar un grado considerable de incomodidad. La charla empieza con el caso de Roberto, un personaje inventado por nosotros para tener un ejemplo en el que sostener sus recomendaciones y que está pasando por una supuesta depresión. Roberto es un padre de familia que se ha quedado sin trabajo tras 20 años en su empresa, tiene una mala relación con su padre, al que no soporta por su carácter, y uno de sus hijos quiere dejar de estudiar para trabajar y ganar dinero. Acudimos a Esgueva para ver si nos puede dar luz acerca de su vida y, por qué no, también nos ayude con la nuestra.

-¿Si Roberto viviera en algún país con filosofía de vida oriental estaría así de mal?
-Vivir en un país oriental no hace la diferencia. Si él siguiera una filosofía oriental como puede ser el budismo, que es la que más conozco, habría unas pautas a seguir. La primera sería no aferrarte a tus emociones negativas; pero más allá de eso estaría el pensamiento. Lo que normalmente nos sucede es que pensamos de manera automática, dependiendo de nuestro pasado, experiencias o de nuestras creencias. El problema es que nos quedamos obsesivamente anclados a esos pensamientos.
-Y cuando eso sucede…
-¡Es muy difícil salir! Lo que creamos con eso es que no sentimos fatal, como seguro le pasa a Roberto. Y es en el momento en el que nos sentimos así cuando tenemos que centrarnos en qué es lo que estamos pensando. Nuestros pensamientos están creando nuestros sentimientos.

-«Con la edad que tengo ya no voy a encontrar nada», sería el pensamiento de Roberto.
-La emoción sería «me han despedido». El «a la edad que tengo no voy a encontrar nada» es un pensamiento suyo. Es normal que si te despiden te sientas mal.

-¿Dónde empieza el problema?
-Con lo que piensas o te dices sobre ese hecho. Ese ya es un problema que nos hacemos nosotros solos. Cuanto más nos adentremos en esos pensamientos obsesivos peor nos sentiremos. De ahí a la depresión puede ir un paso, claro.

-Los cambios no nos gustan. Nos asustan. Nos incomodan. ¿Tenemos que empezar a acostumbrarnos a la incomodidad?
-Somos seres muy cómodos, pero también adaptables, eso hace que nos adaptemos también a lo malo. Esa adaptación a lo malo nos juega en contra porque significa un «no estoy bien, podría estar mejor, pero si no tengo que cambiar nada mejor me quedo como estoy».
-En nuestra zona de confort.
-Sí. En nuestros hábitos, que también te pueden ahogar. Cuando eso sucede es cuando debes pensar en un posible cambio. Muchas veces solo nos decidimos a cambiar cuando sucede la crisis. No existe la conciencia voluntaria de querer seguir desarrollándose y creciendo; si fuera así, no nos harían falta las crisis. Pero la vida es sabia y te dice: «¿No vas a cambiar por las buenas? Lo harás por las malas». Y eso es lo que hace que al final nos enfrentemos a nuestras emociones fuertes y a todo ese mundo interior que nos asusta. Esto conlleva tener que hacer ajustes importantes, más que ajustes pequeños.

-¿El reto reside, entonces, en cambiar antes de que llegue el batacazo?
-Exacto. Son pocas personas, diría que el 10%, que acuden a mí con la intención de mejorar en alguno de sus aspectos sin estar mal. El otro 90% que viene es porque ha caído en el pozo. Del pozo siempre es más difícil salir, no es imposible, pero ya conlleva más esfuerzo.
-Cada vez asociamos más las crisis con las oportunidades. Usted va más allá y asegura que nos humanizan…
-Totalmente. Una crisis es una cura de humildad. Los seres humanos tenemos una tendencia a la soberbia que es peligrosa; muchas veces nos creemos que somos los reyes del mambo. No. Cuando tú has sufrido o lo pasas mal eres mucho más empático y compasivo con los demás porque ya sabes lo que es sufrir. Si tu no has sufrido es muy difícil ponerte en los zapatos de los demás. La vida muchas veces nos tiene que empujar a cambiar y a desarrollarnos. Las crisis, bien aprovechadas, son las que nos ayudan a crecer y a ser mejores personas.

-Nuestro protagonista inventado, Roberto, está sufriendo. De hecho, todos lo hacemos en mayor o menor medida. ¿Nos abocamos excesivamente al sufrimiento?
-El problema es que no sabemos manejar nuestra mente. Siempre digo que tenemos que ser capaces de diferenciar entre el dolor y el sufrimiento: el dolor es innato al ser humano, tenemos un cuerpo y si nos damos un golpe nos duele. También la mente puede experimentar dolor cuando algo se rompe. Vivimos en una sociedad en la que parece que nos tenemos que anastesiar del dolor, y eso no es así. Ahora, el sufrimiento es una elección: piensa si te ocurre algo negativo cuántas veces te repites eso en la cabeza. Esto es lo que causa el sufrimiento.
-¿Es la única causa?.
-Hay más. Por ejemplo, tomamos como duradero e infinito algo que es temporal. Todo en la vida es temporal, no podemos pretender que las cosas no cambien o se modifiquen. ¡Cómo no nos va a tocar la lotería del sufrimiento si hemos apostado todas las papeletas!

-Desde que somos pequeños nos dicen que si algo nos molesta o nos crea incomodidad nos tenemos que alejar…
-Poca tolerancia. Una de las cosas que te enseñan cuando haces meditación con los orientales es que si algo te duele no te tienes que mover. ¿Por qué? Tenemos que aprender a tolerar la incomodidad, incluso el dolor. Esto te fortalece porque ya no tienes porqué huir del dolor, sino que lo acoges. Cuando te resistes al dolor, cuando luchas contra él, es cuando más numeroso tienes de sufrir. Hay cosas que tenemos que aceptar porque están fuera de nuestro control y si nos obsesionamos con ello sufriremos mucho.

-No parece fácil hacerlo en una sociedad que premia el tenerlo todo bajo control, incluso el perfeccionismo.
-No creo que el perfeccionismo sea una virtud. Creo en la virtud del esfuerzo, en sacar lo mejor de ti; pero el perfeccionismo no es bueno. Nos lleva a exigirnos mucho más de lo que tocaría y a flagelarnos cuando no conseguimos algo. También a exigir a la gente cosas que no son exigibles. Es importante que nos relajemos un poco más con la vida, que fluyamos más, sino, ¿dónde está la parte de disfrute?

-Y si no son los demás los que nos exigen, ya estamos nosotros para sabotearnos. ¿Somos nuestro peor enemigo?
-Nuestra mente puede ser nuestra mejor amiga o nuestra peor enemiga, por eso es tan importante trabajarla. ¡Ojalá en los colegios se enseñara a manejar nuestra mente! Al final, somos fruto de demasiados patrones inconscientes y hábitos que hemos ido repitiendo sin saber por qué lo hacemos.

-En PNL se suele decir que el pensamiento inconsciente representa un 90% de nuestra mente. ¿Qué metemos ahí dentro?
-Son todas las heridas de guerra que todos tenemos tras interactuar con las experiencias de la vida. ¿Qué hay? Todo aquello que no se adapta a nuestro ideal de nosotros mismos, a nuestras expectativas y deseos, aquello que nos ha hecho daño, lo que no nos ha gustado. No somos conscientes de ello pero lo vamos guardando todo ahí.

-Vaya…
-Pero en el inconsciente también están todos nuestros grandes potenciales y riquezas. Muchas veces tenemos miedo de sacar la luz que tenemos dentro.
-Da la sensación de que en un estado consciente es muy difícil acceder a nuestra mente inconsciente para reconocer todo lo que es dañino y poderlo cambiar…
-Por eso es tan importante tener conciencia en el presente. Desde el presente puedes elegir y ya no eres fruto de tus reacciones automáticas. Saber parar y elegir es una manera de poner freno y acostumbrarse a llevar las riendas de tu vida. También es importante intentar recordar los sueños, ya que muchas de las cosas que no queremos ver de nuestro día a día nos aparecen en forma de sueño y es lo que realmente está dentro de nosotros mismos.

-El cuerpo también nos habla…
-La mente y el cuerpo están unidos, se relacionan, y es cierto que mucha información viene por el cuerpo en forma de dolencias. Tenemos que saber escucharle y, sobre todo, no ver al cuerpo como un enemigo sino como un aliado que nos está dando un mensaje que está claro que no nos gusta. Pero lo que te está diciendo es que te enfrentes a un conflicto que tienes abierto. Aquí te diría: sé capaz de abrirte, investiga, explora y vete a las causas, porque al final las cosas no se arreglan solo con pastillas.

-Para investigar hace falta parar el tiempo en un momento en el que todo va muy rápido. ¡Menudo reto!
-Para que se den los cambios en el cerebro tienen que pasar dos cosas: saber focalizar bien lo que queremos y practicar mucho. ¿Cómo vas a cambiar un hábito o una perspectiva si no la repites? ¡Somos seres repetitivos!

-La mayoría de los casos que expone de pacientes que acuden a su consulta arrastran heridas de guerra de su pasado. ¿Cómo las podemos sanar antes de que nos consuman?
-Cuando somos niños las cosas pequeñas que nos suceden tienen una importancia enorme. A esa edad no lo entendemos porque no tenemos la capacidad de reflexión, somos esponjas y lo absorbemos todo. Esas cosas, que aparentemente no tienen importancia, nos generan un impacto en nosotros. Muchas cosas de hoy vienen de entonces y tienen fácil solución, eso sí, siempre que seamos capaces de mirar el pasado con mucha transparencia y lucidez, y no con la historia que nos hemos contado. Esa historia muchas veces es fruto de un razonamiento que hemos hecho para quedarnos tranquilos con nosotros mismos.

-¿Qué suele haber detrás de un «yo soy así»?
-Generalmente, según mi experiencia, es miedo. Para no confirmarnos que tenemos miedo nos inventamos cualquier tipo de excusa, hasta el punto que muchas personas se identifican con un rasgo neurótico. Cuando nos decimos eso, nos estamos quitando responsabilidad, es como si no tuviéramos que hacer nada. Detrás del miedo hay la resistencia a cambiar y conocer aspectos de nuestra personalidad que no nos gustan demasiado. No somos personas a las que nos gusten los riesgos.

-Asegura en su libro que no hay pasaporte a la felicidad. ¿Buscar constantemente la felicidad nos hace infelices, o es que la estamos buscando en el lugar inadecuado?
-La felicidad no es algo a alcanzar, es una actitud y un proceso. ¿Qué hago yo en mi día a día para ser feliz o infeliz? Al final, te das cuenta de que son pequeñas cosas como estar en el presente y dejar de preocuparse por aquello que no está en tus manos. Es clave soltar todas esas preocupaciones y saber agradecer. La gratitud lo cambia todo: si agradeces todo lo que tienes tu actitud cambiará completamente. No te quejes por lo que te falta, agradece lo que tienes.

-¿Qué hay que entender por saber soltar las preocupaciones?
-Significa no aferrarnos a nada ni a nadie. Entender que no dependemos ni de las personas, ni de las cosas, ni de mi pasado ni de lo que creo que me tiene que acompañar. Yo soy quien soy hoy, quien voy a ser mañana, que es algo que tanto nos preocupa, solo depende de lo que haga hoy. Lo único que importa es cómo vivimos nosotros las cosas, podemos estar en el paraíso que si nuestra mente no está en paz, no veremos ese paraíso. Kant decía: «No vemos las cosas como son, las vemos como somos nosotros». Es así.

-Queda claro que cultivamos mucho nuestro cuerpo. ¿Estamos avanzando también en el fitness mental?
-La noticia positiva es que cada vez hay más personas que se dan cuenta de que se tiene que trabajar. Hemos llegado a un punto en el que antes echábamos rápidamente balones fuera y ahora ya nos estamos acostumbrando a preguntarnos qué podemos hacer nosotros para cambiar una situación que no nos conviene. Es algo que hay que celebrar, sin duda.

-Lo que nos cuesta más es mostrarnos vulnerables…
-La vulnerabilidad es atractiva porque permite hacernos ver que todos somos iguales. Sólo las personas que son capaces de conectar con su vulnerabilidad tienen fortalezas, las demás es todo un pretender.

Con motivo de la salida de su último libro “10 Claves para Alcanzar tus Sueños (aplica el Coaching en tu vida)” ed Zenith (Planeta), Mónica fue entrevistada (por tercera vez en su carrera) en el periódico La Vanguardia.
Extraido de http://www.monicaesgueva.com/

 

Read more

Como construir una actitud de valor para alcanzar tus objetivos

 

Mucho se ha escrito sobre cual es el elemento clave para sacar adelante nuestros proyectos, conseguir nuestras metas, alcanzar nuestros objetivos.

Es como si hubiese un sólo factor necesario para conseguir todo aquello que nos planteamos en diferentes momentos de nuestras vidas pero, por suerte o por desgracia, no depende de un solo factor. Lo que sí existe es un elemento fundamental que, si conseguimos alinearlo con nuestros objetivos, afectará de forma decisiva al resultado que obtengamos de todas y cada una de nuestras acciones, se trata de nuestra actitud.

¿Qué es la actitud?  La actitud se podría definir en pocas palabras como el comportamiento que utilizamos para realizar todas nuestras acciones para afrontar los imprevistos que nos puedan surgir en cada momento. Una de las definiciones que personalmente más me gustan es la que estableció A. Rodríguez en su libro “Psicología Social” en la que definió la actitud como una organización de creencias  dotadas de carga afectiva, que nos posiciona a favor o en contra de un objetivo definido, que nos predispone a una acción coherente.

¿Nunca te ha pasado que se te ha presentado un problema enorme y que, al afrontarlo con una actitud positiva, rápidamente conseguiste solucionarlo?

¿Y al revés?

¿Nunca has tenido un imprevisto que por el hecho no afrontarlo con la adecuada actitud se convirtió en un quebradero de cabeza?

Seguro que sí, a todas nos ha pasado en más de una ocasión, y de ahí la enorme importancia que tiene este factor. Con la actitud adecuada todo es más sencillo, y lo es porque la actitud es el factor clave a la hora de conseguir todo aquello que deseemos conseguir en nuestras vidas. Por supuesto que hay otros muchos factores que influirán en como y cuando conseguir nuestros objetivos, pero sin una adecuada actitud todos ellos no podrán tener la fuerza necesaria para conseguir lo que nos propongamos.

Componentes de la actitud. Siguiendo con el libro de A. Rodríguez “Psicología Social” podemos distinguir tres tipos de componentes a la hora de construir nuestra actitud:

Componente de creencias. Este elemento está formado por las percepciones, información y creencias que tengamos sobre un determinado elemento.

Componente afectivo. En este componente es el que más define el sentido de nuestras actitudes, ya que viene determinado por los sentimientos que tengamos a favor o en contra sobre cualquier hecho.

Componente conductual. Es el componente activo de la actitud, el que define el modo en el que reaccionaremos hacia determinados hechos o circunstancias. ¿Cómo construir una actitud que juegue a nuestro favor? Aquí te dejo 5 factores imprescindibles:

Información. Tal y como acabamos de ver la información es fundamental a la hora de afrontar cualquier suceso que afecte a nuestras vidas, por lo que cuando tengas que afrontar cualquier reto, o desees alcanzar cualquier objetivo, cuanta mayor información tengas sobre él mejor será tu actitud frente al mismo.

Piensa siempre en positivo. Importancia correcta actitud. No hay mayor enemiga que nosotras mismas. Nadie nos puede frenar y hacer tanto daño como esa voz interna que a veces se empeña en hacernos creer que no somos capaces de afrontar una determinada situación o alcanzar un objetivo. Piensa siempre en positivo y ponte pequeños objetivos, para así ir demostrándote a ti misma de lo que eres capaz y acallar para siempre esa voz que tanto nos interfiere en ocasiones.

Rodeate de gente que te apoye y aléjate de la gente tóxica. Nuestro círculo de confianza define gran parte de lo que somos y ese círculo es como una fuente, cuando el agua es pura te fortalece, cuando no lo es te enferma. No subestimes el poder que tiene cada persona que tienes en tu vida, si comparten tus objetivos y te ayudan a conseguirlos no dudes que lo harás.

Sé constante. Piensa en grande y actúa en pequeño, así cada con cada paso estarás mas cerca. Una correcta actitud no se consigue si no se trabaja cada día. Cada paso que des alimentará tu actitud y te acercará a tus objetivos, es imposible llegar a ningún destino si no es después de haber dado cientos de pasos.

Escucha a tu cuerpo. Nuestro cuerpo es un reflejo de todo lo que alberga su interior, algo que, por mucho que nos empeñemos en ocultar, nunca lograremos. Cuida tu postura erguida, tu respiración, haz deporte…verás como cuidando ese tipo de detalles todo a tu alrededor mejora.

Ayuda a los demás. Uno de los elementos que más reafirman una correcta actitud es no enfocarnos en nosotras mismas y ayudar a los demás. Prueba hoy mismo, ayúdale a alguien a quien quieras en tu vida, aunque tan sólo sea un pequeño detalle, y analiza lo que sientes después de hacerlo. Verás lo enriquecedora de esa sensación.   Y con respecto a ti.. ¿cómo defines tu actitud? ¿Te gustaría mejorarla para que conseguir tus objetivos fuese más sencillo? Si es así no dudes en seguir los consejos de este artículo y cuando lo hagas, no olvides comentarnos qué tal te ha ido..

 

Recuerda que eres dueñ@ de tu vida, convierte tu libertad en valor.

Sobre la autora:

Isabel Gómez, es Consultora y Coach Profesional en Éxito en Femenino www.exitoenfemenino.com .

Licenciada en Ciencias del Trabajo, Master en Marketing, MBA y Emprendedora vocacional.

Isabel mentoriza y acompaña a personas que desean desarrollar un nuevo proyecto profesional desde el desarrollo de sus competencias personales y profesionales hasta la utilización de herramientas de marketing y ventas en el programa REINVENTA TU CARRERA. www.reinventatucarrera.com

Read more

Bullying entre mujeres: micro agresiones que nos lastiman

 

Millones de mujeres en todo el mundo, principalmente en sociedades conservadoras y tradicionales como las de Latinoamérica, escuchan a diario variaciones de la pregunta…

“Y tú ¿cuándo vas a casarte y tener hijos?” que las fuerza a replantearse si no sería más fácil ceder a la presión, encontrar al primer hombre que se cruce por el camino y tener un hijo. No deja de ser un caso de bullying entre mujeres.

“Qué divinos los hijos de Fernanda. Y tú, ¿cuándo piensas casarte y tener los tuyos?” Le preguntan a menudo a Silvina, una banquera de 33 años sin novio, enfocada en su carrera y feliz con su situación actual.

Millones de mujeres en todo el mundo, principalmente en sociedades conservadoras y tradicionales como las de Latinoamérica, escuchan a diario variaciones de esta pregunta que las fuerza a replantearse si no sería más fácil ceder a la presión, encontrar al primer hombre que se cruce por el camino y tener un hijo.

Pero las víctimas del bullying entre mujeres no son sólo aquellas que osan no seguir los viejos mandatos sociales de que la mujer debe casarse y tener hijos. También caen las que deciden tener hijos y dedicar varios años a su crianza en detrimento de sus carreras. “¿Y tú que haces? Ah, ¿sólo estás en tu casa con los chicos?” Mujeres profesionales le preguntan a Clara que teniendo una promisoria carrera en el área de finanzas decidió tomarse dos años para enfocarse en sus niños. En este caso, las responsables del bullying entre mujeres son aquellas que desde la revolución feminista creen que la única forma de realizarse es tener carreras exitosas.

Pero el peor ejemplo de bullying entre mujeres suele ser el que sufren las profesionales que tienen familias y hacen denodados esfuerzos por balancear el ámbito laboral y el personal. Nada parece ser suficiente para que la sociedad deje de criticarlas y desafortunadamente la crítica más hiriente suele venir de parte de otras mujeres. “¿No te parece que estás trabajando demasiado y descuidando a tu esposo?” “Tus hijos pasan más tiempo con la empleada doméstica que contigo.” Etc., etc.

¿Por qué somos parte del bullying entre mujeres?

Estas micro agresiones verbales nos pegan fuerte porque nuestras congéneres saben perfectamente cuáles son nuestras áreas débiles, donde nos duele más ya que ellas sufren inseguridades similares.

Lo más probable es que estas agresiones sean resultado de mandatos ancestrales que seguimos arrastrando como género.

En Latinoamérica el mandato de que la mujer debe casarse, tener hijos, apoyar al marido y servir a los hermanos es fuerte. Es un mandato que exige que ella se deje a sí misma en segundo o tercer plano sacrificándose por todos los demás. Aquellas que quieren tomar decisiones por fuera del mandato social son castigadas por las que no han logrado escaparse del mandato con estas reiteradas preguntas que resultan en el mencionado bullying entre mujeres.

El bullying entre mujeres suele ser menos visible que el bullying de los hombres

Cómo enfrentar el bullying entre mujeres

En un reciente viaje a El Salvador invitada por Voces Vitales de ese país, tuve la oportunidad de conocer a cientos de mujeres profesionales y empresarias que compartieron conmigo historias de vida similares a las que escucho de mujeres de otros países de la región. La mayoría padece estas críticas que no son ni más ni menos que bullying entre mujeres. Y lo que dificulta aún más la situación es que a menudo las agresoras son las propias madres, hermanas o tías. Admitir que estas micro agresiones disfrazadas de preocupación constituyen una forma de bullying es el primer paso para hacer algo al respecto.

Te sugiero esto:

Usando tu calidez femenina, con una sonrisa o un gesto amable, dile a la que te pregunta con insistencia: “Sabes tía Marta, sé que tu preocupación por mí es genuina y te la agradezco. Pero cada vez que me preguntas cuándo voy a tener hijos me siento incómoda porque me siento bien como estoy. Si decido tenerlos te prometo que vas a ser la primera a la que se lo cuente. Pero por favor no me lo preguntes más.”

La idea es que lo digas de manera empática y no de confrontación para no escalar la agresión.

Es una oportunidad excelente para que aproveches tu habilidad femenina de ponerte en el lugar del que va a recibir tu mensaje y lo comuniques de la manera más efectiva posible sin herir a la otra persona.

Lidera e inspira a las mujeres de tu organización

Y tú, ¿estás participando del bullying entre mujeres en contra de alguna colega, familiar o amiga?

Estamos tan acostumbradas a hacer este tipo de preguntas o comentarios que se nos escapan sin considerar el impacto que tenemos en nuestras amigas, hijas, hermanas, y colegas. Así que te sugiero lo siguiente:

Antes de abrir la boca para comentar o criticar la situación de otra mujer ya sea delante suyo o por detrás, pregúntate: ¿Estoy proyectando en ella mis propios valores, mandatos familiares, o presiones sociales? En otras palabras, ¿estoy tratando de que ella haga lo que yo me he sentido presionada a hacer? Lo más probable es que la respuesta sea afirmativa con lo cual debes cerrar la boca y no emitir tu opinión.

Permite que cada mujer defina lo que quiere para sí misma aunque no coincida con lo que tú quieras para ti o lo que supongas que sería mejor para ella.

Tómate el tiempo de decidir qué quieres tú para ti misma y sigue esos objetivos tratando de separarte de viejos mandatos que te presionan a actuar de una manera que no coincide con tu deseo personal. Verás que eso mismo te ayuda a dejar a las demás hacer lo mismo.

Ante todo, acordemos en abandonar la práctica de bullying entre mujeres de inmediato. Tenemos tanto por hacer en el terreno del crecimiento profesional femenino para alcanzar esos altos puestos de toma de decisión a los que aspiramos que no podemos darnos el lujo de desperdiciar energías combatiendo viejos mandatos que ya no funcionan para nosotras. Mucho menos cuando las que se esfuerzan por mantener esos viejos mandatos que van en contra del progreso de nuestro género son otras mujeres.

 

Extraido de http://redshoemovement.es/blog/

Mariela Dabbah es escritora, conferencista y coach. Como Coach por más de 20 años ha apoyado el desarrollo de carrera de hombres y mujeres latinos en USA , Mariela como integrante de la Red de Profesionales de Mundo Mujer comparte en esta web un material muy interesante para ti, todo basado en su experiencia.

Conoce más de Mariela Dabbah:
Author. Speaker. Consultant
914.772.5603
URL: MarielaDabbah.com
TWITTER: MarielaDabbah
FB: MarielaDabbah
FB: RedShoeMovement

Autora del libro «Poder de Mujer»

Read more

Cómo saber si estás haciendo lo correcto o es hora de cambiar de profesión ?

 

¿Dudas mucho sobre si estás en el lugar correcto o haciendo lo correcto profesionalmente?

Hace poco me escribía una lectora contándome que no está segura de si está haciendo lo correcto profesionalmente o si debería cambiar y hacer algo que le de mayor tranquilidad. ¿Te has preguntado tu algo parecido alguna vez?

Probablemente sí y es normal, ya que a veces es difícil estar en una situación en la que estés convencida al 100% de absolutamente todo lo que haces. Hay personas que tienen clarísimo qué quieren hacer profesionalmente, pero muchas otras no y no pasa nada, no es ningún crimen. Es cuestión de aprender, buscar y probar hasta que encuentres aquello que te haga sentir realizada y satisfecha (al menos durante un tiempo si eres de natural inquieto)

De hecho, el modelo de carrera profesional ha cambiado y hay que ser consciente de ello. Hasta hace poco era un modelo lineal de larga duración (como mencionan en este artículo), tu estudiabas una cosa y toda la vida dedicada a eso. Pero ahora las cosas han cambiado y el modelo es cambiante y multitarea. ¿Cuál es el problema? Que a mucha gente nos han metido en la cabeza que lo “normal” es lo de antes y ahora cuesta mucho cambiar eso. Y el resultado es que hay muchas personas que no encuentran su vocación o que se sienten mal por ir cambiando pensando que hasta que no encuentren “la carrera” en la que acabar sus días no serán felices. Nada más lejos de la realidad como mencioné ya en este artículo.

Entonces, ¿cómo puedes saber si vas por buen camino, si estás haciendo lo correcto? Ten en cuenta estos puntos:

1. ¿Qué es “lo correcto” para ti?

¿Sabes lo que quieres? No puedes saber si estás haciendo lo correcto o no si no sabes qué es lo correcto para ti. Por eso, si te encuentras en esta situación es hora de pararte a pensar qué es lo que quieres profesionalmente, tanto a corto como a largo plazo. Saber lo que quieres a largo plazo es especialmente importante para crear una estrategia y tomar mejores decisiones a corto plazo, para evitar hacer cosas al azar y después darte cuenta de que tus elecciones no te llevan a ningún lado. Por eso es fundamental saber qué quieres con todo detalle.

2. ¿Ves avances de algún tipo, a nivel personal o profesional?

Con “avances” me refiero a todo aquello que te acerca  a tu objetivo profesional o que supone tu desarrollo personal o profesional (aprender, mejorar en algo), que te aporta algo o te hace sentir mejor. Ya he mencionado otras veces que el desarrollo está muy asociado con la realización personal. Si sientes que estás estancada, que no te valoran, o que tienes mucho que ofrecer y te sientes frustrada, como les ha pasado a algunas de mis clientas, entonces es hora de hacer cambios. No necesariamente dejar el trabajo o cambiar de carrera (aunque a veces sí, solo tu puedes saberlo), pero sí hacer cambios para volver a tener desafíos y a sentir que progresas.

3. ¿Cuál es tu prioridad ahora mismo?

Esta lectora menciona algo que le de más tranquilidad. A veces no es cuestión de haberse equivocado de carrera o de trabajo sino que tus circunstancias actuales hacen que tengas otras prioridades al menos durante un tiempo. Por ejemplo, puede que estés pensando en poner tu propio negocio o incluso que hayas dado los primeros pasos y que por tus circunstancias tengas que ponerte a trabajar para pagar facturas o que ya estés trabajando y te aumenten las horas y se te compliquen las cosas. Esto es algo muy frecuente que me comentan tanto clientas como lectores. ¿Qué sería “lo correcto” en estos casos? ¿Dejar el trabajo y centrarte en tu negocio, dejar el negocio, retrasarlo?

La respuesta depende de tus prioridades y circunstancias, ¿tienes tiempo y, sobre todo, ganas para seguir adelante haciendo ambas cosas? ¿Prefieres hacer un parón y seguir más adelante? Solo tu puedes decidirlo. Y una vez que te decidas crear tu estrategia.

Así que si tienes dudas sobre lo que estás haciendo piensa en tus circunstancias actuales, en tus prioridades y en lo que de verdad quieres y cuando lo tengas claro, toma una decisión.

____________________________________________________

La Dra. Aida Baida Gil, coach certificada y fundadora de www.coachdelaprofesional.com se dedica a ayudar a las mujeres profesionales que se sienten estancadas o insatisfechas y que están listas para avanzar profesionalmente, establecerse por su cuenta o redirigir su carrera. Si buscas claridad, motivación, acción y resultados, recibe su boletín gratis en www.aidabaida.com.

Read more

“¿Cómo dejar de juzgar a los demás?”

 

¿Cuántas veces te has formado una impresión de alguien, incluso antes de llegar a conocerle bien?

¿Cuántas veces personas que apenas te conocían te han juzgado? ¿Cuántas veces te has sentido mal porque fuiste juzgado o incomprendido?

Solemos creer que juzgamos en función de los comportamientos, acciones o lenguaje corporal; y además nos convencemos de que somos muy objetivos. No obstante, a menudo lo hacemos debido a nuestros propios miedos y experiencias pasadas. Proyectamos fuera lo que nos irrita y nos disgusta de nosotros mismos. Juzgamos porque no nos aceptamos ni nos queremos como somos, y a veces porque buscamos cambios que no somos capaces de llevar a cabo. A veces criticamos aquello que en realidad envidiamos.

La psicóloga y profesora de meditación Tara Brach suele contar la siguiente historia: imagínate que caminando por el bosque te encuentras con un perro pequeño que parece amigable. Te acercas a acariciarlo y, de repente, gruñe y trata de morderte. Ya no te parece tan amigable. Te entra miedo y posiblemente rabia. Empieza a soplar el viento, las hojas en el suelo vuelan y puedes observar cómo el perro tiene una de sus piernas atrapadas en una trampa. De repente sientes compasión por el perro. Ahora sabes por qué estaba tan agresivo: tenía dolor y probablemente sufría. ¿Qué podemos aprender de esta historia? La mayoría de las personas actúan de manera desagradable e incluso agresiva porque en realidad sufren por dentro y simplemente lo utilizan como mecanismo de defensa.

Juzgar a otros es un hábito que la mayoría tenemos y es poco sano para nosotros, como individuos y como sociedad. ¿Qué podemos hacer para cambiarlo?

Evitar los estereotipos. Crean una gran cantidad de negatividad en el mundo y encierran a las personas en círculos asfixiantes. Trata de reconocer tus estereotipos y trabaja para evitarlos, no hay necesidad de contribuir a la negatividad colectiva.

Tener Mindfulness. Aunque el juicio es un instinto natural, trata de poner atención plena y atraparte a ti mismo antes de hablar, de enviar ese correo electrónico desagradable y de hacer un potencial daño. Intenta reformular tu pensamiento crítico interno y ponerlo en positivo, o por lo menos, hacerlo neutro. Recuerda la historia del perro en la trampa, realmente no sabemos las razones del comportamiento de esa persona.

Concentrarse en la propia vida. Qué más da lo que otras personas están haciendo o diciendo. Cuando uno está tratando de evitar sus propios problemas, es fácil criticar a los demás. Eso no soluciona nuestras dificultades ni nos saca de nuestros aprietos, recordémoslo.

Pensar en cómo se puede sentir el otro. Ponte en sus zapatos y recuerda también cómo te sentiste la última vez que te juzgaron. Tratemos a los demás como nos gustaría que nos tratasen en todo momento.

No juzgarnos. Estamos diseñados para la supervivencia. Cuando vemos a un perro (o una persona) que nos puede morder (literal o metafóricamente), nos sentimos amenazados, se dispara nuestro instinto para la lucha o la huida, y somos incapaces de ver las miles de razones posibles para el comportamiento de otra persona. Nos tensionamos y nos ponemos a la defensiva. Esta es una primera reacción normal, lo fundamental es ser consientes de ello para realizar una pausa antes de actuar, y así poder cambiar nuestro comportamiento.

 

Fuente: El Huffington Post

Autora: Mónica Esgueva

Read more