Andrea Saporta – Kambio.cl
La afectación emocional se da en distintos grados, dependiendo de las personas integrantes de la familia. Las inseguridades existen, son distintas y dependen de los roles y expectativas de cada uno. Sin embargo, es el grupo familiar el que se ve más vulnerable frente a una situación como esta.
Los tipos de reacciones pueden ser también muy distintas. Hacer como que nada pasa, preguntar e involucrarse, hacer un esfuerzo para hacerle al otro la vida más fácil, apoyo cercano, afecto y dando opiniones respecto ideas u oportunidades.
Una de las actividades prioritarias es hacer una planificación económica familiar, para lo cual lo primero es hacer un presupuesto para que en concreto, tenga claridad los gastos promedio mensual. Tener ahorros también puede cambiar el escenario. Con esta información, se deben tomar las decisiones. Quizás hacer economía de guerra el día 1, no sea necesario. Defina etapas. No pierda la perspectiva que todas las decisiones afectan a otros y además la forma en que se haga son el ejemplo a seguir por los hijos.
La comunicación de una desvinculación debe hacerse lo antes posible, particularmente a la familia nuclear. El discurso es el mismo para todos, si no está positivo y realista…arréglelo. En el caso de los hijos, si requiere adaptarlos a las edades hágalo, si requiere tener conversaciones por separado…téngalas…pero tenga en cuenta que si o si hay que comunicarlo. Lo seguro es que sin importar la edad a todos les preocupa, todos quieren ayudar y usted es el que dará la pauta. Ésto será un buen aprendizaje para los hijos y la familia en general.
Sea honesto y de seguridades razonables. Ejemplo; “a partir de hoy voy a buscar”, “no se preocupen por el colegio, es prioridad para nosotros”, “necesito que ustedes estén tranquilos”, “ya les diremos como pueden ayudar a cada uno de ustedes”. Si no hay un plan…hay que ser transparente y no improvisar.
Hace años hice una entrevista a un grupo familiar con 2 hijos y esto fue lo que los hijos dijeron
El hijo de 19 años dijo:
- Tener 1 año de recursos económicos para vivir fue tranquilizador, pero tampoco es tanto tiempo
- Nunca lo vi deprimido o quejándose. Fue bueno tener al papá en la casa, hablamos más, partimos por temas laborales y después de otras cosas. Fue super bueno para él, tener otras cosas que hacer durante este periodo, asesoría, deporte…
- Fue importante verlo hacer cosas, aunque estuviera en la casa, no estaba “echado”
- Yo puedo ayudar no armando problemas. Y tengo que cuidarme de no derrochar y pensar cuánto valen las cosas. Hacer menos actividades que signifiquen recursos que no hay.
- Los amigos ayudan a ser realista y tener consciente la situación. Me decían cosas como “no es por molestar, pero acuérdate que tu papá está sin pega”. También apoyan y cuentan sus experiencias. “mi papá también estuvo sin trabajo, si tu papá está bien, eso es lo que importa” “tampoco se trata que tu papá agarre lo primero que llega”
- Siempre su búsqueda fue tema, pero no era el único. No era evitarlo, sino que la vida continua. Es un TEMA, pero no por hablarlo más, es mejor
- No me parece bueno que si propongo una actividad, por ejemplo “vamos a comer”, no es necesario todas las veces repetir…”no vamos porque tu papá no tiene pega”
- Es distinto decir “mi papá no tiene pega” que usar la frase “mi papá está buscando pega”. Es más positivo. Decir que no tiene puede interpretarse como que no hace nada. Decir “está sin” refleja algo malo en si mismo
El hijo de 12:
- Al principio no me daba cuenta, después me daba cuenta y apagaba las luces. Tuve más conciencia de lo que estaba pasando.
- Lo viví normal, estaba más tiempo con él, conversé más e hicimos más cosas juntos.
- Le preguntaba cosas cuando iba a una entrevista. ¿Qué empresa? ¿De qué se trata el trabajo?
- Siempre lo vi tranquilo y me gustó que estuviera más tiempo en la casa.
- Le conté a algunos amigos pero nunca fue tema.
….Quizás una pregunta valiosa como familia es; Qué aprendimos?
Extraido de www.kambio.cl
Read more