¿Sábes el impacto que tienen las deudas en tu salud financiera?

Cada día nuestra sociedad normaliza más el vivir debiendo dinero. Las casas comerciales e instituciones financieras nos bombardean sin piedad con distintas alternativas de créditos y “ofertónes” que terminan atrapándonos y ahogándonos en deuda. Lo que nos venden es una satisfacción inmediata a costa de meses o años de pagos mínimos que con suerte alcanzamos a cubrir al justo con nuestros ingresos mensuales.

 

¿Cuál es la primera pregunta que nos hacen en una tienda cuando compramos con tarjeta de crédito? “¿Va a pagar en cuotas?”. Si las cuotas son con cero interés está perfecto hacerlo, porque esto permite, en el caso de ítems caros, no hacer el desembolso de una vez, pero muchas veces las cuotas sí tienen costos y ni siquiera lo sabemos.

 

Por ejemplo, yo tengo una tarjeta de una casa comercial, la que siempre pago en su totalidad a fin de mes. Por descuido mío, me atrasé 5 días en pagar (pagué el total pero con retraso) y me aparecieron dos cargos, uno por intereses y otro por impuestos. En total ese descuido me costó el equivalente a más de un 34% de interés anualizado!

 

¿Sabían que si mantenemos un saldo en tarjetas de crédito y pagamos solamente el mínimo cada mes, no estamos realmente disminuyendo la deuda ya que casi la totalidad de ese pago se va a cubrir los intereses y sólo un pequeño porcentaje se destina a la amortización del capital inicial?

Muchas personas terminan con varios créditos de consumo a la vez, donde el criterio principal al solicitarlos es: ¿puedo hacer frente al pago mínimo cada mes? Si la respuesta es sí, se embarcan en estos créditos sin darle mayor consideración a cuánto terminarán pagando en total y por cuánto tiempo.

 

A no ser que seamos conscientes de las consecuencias de asumir un crédito, en términos de su costo real y de su impacto en nuestras finanzas, esta deuda que inicialmente podría parecernos pequeña puede convertirse en una bola de nieve que termine destruyendo nuestras vidas y nuestras familias.

 

Hay deudas que sí nos pueden ayudar a mejorar nuestra situación financiera en el largo plazo como es el caso de una vivienda. En vez de pagar un arriendo todos los meses, es recomendable ahorrar dinero para dar un pie y de ahí pagar los dividendos mensuales hasta que se termine el crédito.

Las ventajas de hacer esto es que estamos “ahorrando” plata en el sentido que estamos cada mes disminuyendo un poquito la deuda total para finalmente ser dueños de esa casa o departamento. Por otra parte esa vivienda se va revalorizando con el tiempo.

 

¿Pero…..por dónde empezar?

 

Como todo en la vida, los ingredientes principales para lograr nuestros objetivos son; una estrategia clara, disciplina y motivación.

 

A veces los objetivos nos sobrepasan o parecen inalcanzable, pero si cada día tomamos pequeños pasos en la dirección correcta, casi sin darnos cuenta nos iremos acercado a nuestra meta.

 

Pasos:

 

  1. Nunca comprar nada con tarjeta de crédito que a final de mes no podamos pagar en su totalidad. Es recomendable usar una tarjeta de débito, pero si queremos aprovechar una oferta especial que ofrece una tarjeta de crédito o acumular puntos, podemos hacerlo pero pagando el 100% una vez nos llegue la cuenta.
  2. Si ya estamos arrastrando un saldo en alguna tarjeta de crédito, deberíamos hacer un esfuerzo por pagar más que el mínimo, para reducir lo mas rápido posible lo que debemos.
  3. Si ya tenemos uno o más créditos, debemos analizar cuál es el costo (CAE: carga anual equivalente) de cada uno y priorizar el pago total de aquel que tiene la tasa más alta, o buscar un crédito alternativo para poder consolidar las deudas con una tasa más baja y/o un plazo más corto.

 

Las invito a empezar hoy con este desafío y estoy segura que se llenarán de satisfacción cuando vean los resultados!

 

Karen Velasco Vignola – Conoce más a Karen aqui

 

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Foto portada de Nataliya Vaitkevich en Pexels

 

 

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