Imagina que estas contando a un amigo algo que te ocurrió, mientras avanzas en el relato notas como la vista se le va a hacia el horizonte, dedica una mirada furtiva a su móvil, luego empieza a arreglarse una uña…. Está claro, no te está escuchando. ¿Te ha ocurrido alguna vez?
Muchas personas confunden escuchar con esperar su turno para hablar, en estos casos, la conversación se convierte en un cruce de monólogos sin utilidad alguna.
“Así como hay un arte de bien hablar, existe un arte de bien escuchar”.
Epicteto
Vamos a identificar los elementos que, con mayor frecuencia, dificultan la escucha y la comunicación efectiva.
6 OBSTÁCULOS QUE IMPIDEN LA ESCUCHA ACTIVA.
– ESCUCHA SELECTIVA: en cuanto alguien descubre que su interlocutor tiene opiniones diferentes a las suyas o intereses no afines, desconecta. Cualquier señal basta para descalificar el discurso del otro: diferencias culturales, políticas, otros puntos de vista…
– EL ADIVINO: el oyente predice lo que el hablante va a decir, lo interrumpe constantemente con sus conclusiones o para exponerle sus puntos de vista, porque, en el fondo, considera que no va a escuchar nada nuevo.
– EN BABIA: el que escucha mira atentamente al que habla, pero su mente esta muy muy lejos…. en el país de Babia concretamente.
– EL INTERMITENTE: cuando detecta que la exposición de su interlocutor no es tan interesante como esperaba, desconecta y escucha solo a ratos, intentando seguir el hilo argumental.
– EL INCONSTANTE: plantea preguntas a su interlocutor para animarlo a hablar, pero en cuanto empieza, lo corta para iniciar su propia disertación.
Escuchar bien es difícil, requiere un gran esfuerzo consciente y es un acto de generosidad, aunque tiene muchos beneficios, uno de ellos, que nos escuchen a nosotros. Sigue leyendo y te diré como mejorar tu nivel de escucha.
“Saber escuchar es el mejor remedio contra la soledad, la locuacidad y la laringitis”.
William George Ward
¿QUÉ HACER PARA ESCUCHAR MÁS ACTIVAMENTE?
1.- MUÉSTRATE ABIERTA AL DIÁLOGO. Una actitud abierta y el dejar a un lado tus intereses por un rato harán que tu interlocutor se sienta invitado a conectar contigo.
2.- NO TE DISTRAIGAS. No permitas que tu mente vague de un tema a otro. Concéntrate en la conversación y mantén contacto visual permanente con quien está hablando.
3.- VACÍATE DE PREJUICIOS Y CREENCIAS. Recuerda que todo el mundo tiene derecho a comunicarse y a expresar sus puntos de vista. Evita juzgar a los demás. Mantente atento al contenido y evita utilizar palabras que puedan molestar.
4.- PRACTICA LA ESCUCHA EMOCIONAL. Escucha y mira directamente a tu interlocutor, fíjate en las emociones que acompañan a las palabras ¿sonríe? ¿cómo es su respiración? ¿y su tono de voz?
5.- DA FEEDBACK. Asiente de vez en cuando y parafrasea. Repetir alguna parte de la exposición, como pie para que la persona se apoye en ella y profundice. También es útil realizar pequeños resúmenes para asegurarnos de que estamos entendiendo bien, nuestro interlocutor lo percibirá como una muestra de interés.
6.- ATENCIÓN AL LENGUAJE NO VERBAL. En ocasiones lo que tu interlocutor no dice resulta mas importante que lo que sí expresa. Mantente atento a sus silencios, cambios de entonación, expresión facial, postura corporal… ¿contradicen su discurso? La comunicación no verbal se realiza de forma inconsciente, si no está sintonizada con la verbal, pregúntate qué está pasando.
7.- EVITA INTERRUMPIR. Es muy frustrante para alguien que están expresando algo importante verse interrumpido constante por una persona que termina sus frases, cambia de tema, o emite opiniones precipitadamente. Un buen oyente debe ser paciente.
8.- NO DES CONSEJOS. Ni minimices lo que te están contado o respondas con frases hechas. Simplemente escucha, averigua la intención con la que tu interlocutor te ha contado algo y pregúntale en qué puedes ayudarlo. Tal vez necesite que simplemente lo escuches, o le gustaría tener tu opinión, o recibir alguna sugerencia. Te lo dirá.
9.- VALORA A TU INTERLOCUTOR. Con simplemente escuchar harás que tu interlocutor se sienta valorado y mejore su autoestima, a cambio está depositando en ti su confianza y, si tienes paciencia, es posible que aprendas algo o escuches alguna anécdota divertida o útil.
10.- CONCENTRACIÓN RELAJADA. Si quieres ser un buen oyente y un buen conversador, olvídate de ti mismo y céntrate en tu interlocutor. Cede el protagonismo del momento a la persona que has decido escuchar y permítete fluir con la conversación.
De estas ideas ¿Cuáles tu gustaría aplicar?
Recuerda que eres dueñ@ de tu vida. Convierte tu libertad en valor.
Isabel Gómez, es Mentora y Coach Profesional en www.isabelgomezl.com .
Licenciada en Ciencias del Trabajo, Master en Marketing, MBA y Emprendedora vocacional.
Isabel ayuda a profesionales que se encuentran estancados o insatisfechos y desean dar un paso adelante en su carrera desarrollando sus competencias profesionales. Si deseas recibir su ayuda personalizada, solicita una sesión estratégica aquí http://www.isabelgomezl.com/trabaja-conmigo/
Read moreConfieso de antemano, que yo tampoco lo hago con la frecuencia que debiera y quisiera.
¿A quien no le ha sucedido, que entra a la consulta de un médico, se produce el saludo mutuo, se intercambian algunas frases acerca del clima o el tráfico, explicas tus males y en menos de cinco minutos, ya te interrumpio tres veces y ya está el diagnóstico y el remedio. Estadísticamente la mayoría de los médicos no se toman más de cinco minutos para escuchar realmente a sus pacientes.
Frustrado llegas a tu casa y justo viene llegando tu pareja del trabajo, con ganas de contarte una buena experiencia y logro en la empresa donde labora, la dejas hablar 20 segundos sin escucharla realmente y la interrumpes para soltar toda tu frustración con el médico.
Escuchar activamente es escuchar en conexión con el pensamiento y concentración.
¡Así es! No sólo con médicos y pacientes, no sólo en parejas, sino entre padres e hijos, profesores y alumnos, vendedores y clientes, jefes y colaboradores…..y así, en todas partes. El escuchar activa y detenidamente al otro lo hacen muy pocos. Significa no sólo escuchar palabras, no sólo no interrumpir, no sólo poner cara de atención y asentir. Significa concentrarse en el otro, sin interrupción, sin distracción. Por supuesto que requiere un mayor esfuerzo. Quien escucha realmente al otro, se involucra. Eso también significa estar dispuesto a abrirse a la perspectiva del otro. Escuchar activamente genera respeto y ayuda a crear una relación interpersonal, ya que cada persona quiere ser escuchada y comprendida.
En realidad, escuchar activamente es primeramente un tema de disposición y después de práctica. ¡Vale la pena!
En un marco más amplio, el escuchar activamente es la base del compromiso, del amor, de una buena relación. Pero en otra vereda, es la base de un mejor servicio al cliente, procesos creativos o innovativos, en las ventas, en comités estratégicos, en diagnóstico médicos, entre muchos otros.
Recién hoy mientras escribo estas líneas, tomo conciencia que nunca he visto que el “escuchar activamente” sea parte de las evaluaciones a colaboradores, parte de los lemas o principios de cultura organizacional, de las descripciones de cargo, de los avisos de búsqueda de colaboradores.
Te propongo: ¿por qué no lo pones en la agenda de tu próxima reunión? No sólo entender lo que te están diciendo en esa reunión, sino por qué esa persona dice las palabras y frases que está hablando. Si lo vas a intentar, ve más allá de esa reunión: el día de mañana, tanto en el trabajo como con familia y amigos, escucha bien lo que te dicen con quienes debas relacionarte, no sólo tomar conciencia de las vibraciones en el aire, no sólo palabras y frases, sino entender por qué está diciendo lo que está hablando, que busca, que necesita, que me quiere transmitir realmente.
¿Qué ganas con ello? – Ganan los dos. Vas a ver el mundo de manera distinta, de otra perspectiva, vas a bajar la revolución mental y serenarte. Por otra parte, el otro notará de que realmente le prestas atención. ¡Pienso que ambas cosas hacen un mundo de diferencia!
Ricardo Gevert – Adm. Industrial
texto extraído de www.gevert.com