¿Qué pasa cuando tienes clara tu pasión o vocación y llevarla a cabo se complica por una incapacidad o enfermedad?
Es una pregunta muy interesante y por eso he decidido escribir un artículo porque considero será útil para muchas personas en la misma situación.
Una de las cosas más importantes es aceptar la situación, la realidad. Muchas personas tienen esto clarísimo y otras al principio no tanto y es muy importante.
Por ejemplo, yo tenía una clienta con fibromialgia que tenía un negocio online y su idea era hacer exactamente lo que hacemos los demás respecto al ritmo de publicaciones y de trabajo.
Pero acababa agotada y con períodos muy duros y al final moldeó su negocio a su medida, bajó el ritmo, cogía menos clientes, etc. Porque su salud se resentía mucho.
Por eso es muy importante saber hasta dónde puedes llegar y adaptar esa pasión o vocación a ti y no al revés.
Aunque eso signifique a veces tener que prescindir de cosas (al final mi clienta decidió jubilarse antes y disfrutar más de su vida cuidando su salud pero durante un buen tiempo disfrutó con su negocio).
Que no quiere decir que no puedas darlo todo y más, sino que seas muy consciente de tus recursos de partida.
Esto es aplicable a muchos casos.
Por ejemplo, trabajar con niños pequeños en casa. Yo aprendí muy pronto que no podía trabajar bien mientras cuidaba a mis hijos. Porque al final ni te centras ni los atiendes bien.
Me tuve que organizar de otra manera.
Cuando lo asumes y lo aceptas, empiezas a trabajar cuando se duerme o por las noches o contratas a alguien o buscas una manera diferente.
O, por ejemplo, en mi primer embarazo calculé mal la energía que tendría después de dar a luz y quise incorporarme demasiado pronto.
(Y que conste que no digo que estar embaraza sea estar enferma, es sólo un ejemplo de cómo aplicarlo a otras situaciones).
Vi que no me apetecía nada, que estaba cansada y quería estar con mi hijo y tuve que posponer cosas y sesiones con clientes.
En el segundo embarazo ya lo sabía y me organicé mejor.
Así que en primer lugar sé muy consciente de tu situación y posibles limitaciones de energía o salud y planifícate bien o intenta modificar esa pasión o vocación de alguna manera.
Por ejemplo, para narrar audiolibros puedo hacerlo de pie, en un taburete o sentada en una silla.
Para contestar emails de clientes puedo escribir o grabar un audio.
También sabes que hay personas que pintan con los pies o con la boca si no pueden usar las manos.
¿Qué opciones puedes encontrar tú?
¿Puedes hacer lo que te gusta con alguna modificación? (Ya sé que lo habrás considerado ya, pero te doy mis ideas : )
Otra opción es añadir esa pasión o vocación a tu vida de otra manera.
Como le decía a un lector en otro comentario, yo quizá no podría ser prima ballerina (y fíjate que digo “quizá”, ahí con mi optimismo, jajajaja) pero podría apuntarme a clases de baile o bailar en casa.
No es lo mismo, por supuesto, pero como dice el refrán :
A falta de pan buenas son tortas.
Y si no puedes dedicarte a tu pasión al menos tenerla presente en tu vida. Yo si no pudiera bailar iría a ver ballet, aunque fuera en la tele.
Y claro me sentiría frustrada y quizá triste y entonces sería momento de añadir nuevas pasiones, de abrir horizontes, de no poner todos los huevos en la misma cesta porque corro el riesgo de sufrir una depresión y de pensar que mi vida está vacía sin eso, ¡cuando hay muchas opciones!
A mí hace unos años me dices que no me puedo dedicar a la ciencia y me matas en vida.
Sin embargo, como siempre he ido apuntándome a a cursos y aprendiendo, al final descubres nuevos caminos que ni te habías planteado, como me pasó con el coaching y con el doblaje.
En ambos casos todo comenzó apuntándome a un curso por curiosidad…
Es como si dices a mí solo me gusta el flan de huevo. Solo quiero flan de huevo no hay más en mi vida que eso.
Y si te paras a probar otros postres quizá descubras que el tocino de cielo, el helado, las torrijas, el coulant de chocolate o la tarta de zanahoria también te encantan…
Para ver si lo puedes aplicar de otra manera, a otra actividad.
Por ejemplo, así a priori la ciencia y el coaching no tienen nada que ver, ¿verdad?
Sin embargo, con ambas puedo ser feliz porque tienen ingredientes fundamentales para sentirme realizada: ayudar, aprender continuamente, desafíos, variedad y nada de rutina.
¿Qué ingredientes tiene tu vocación o pasión que puedes buscar en otros sitios?
Y puedes profundizar más.
Por ejemplo, cuando empecé con el coaching me faltaba algo y no tenía claro el qué.
Hasta que pensando y analizando descubrí que echaba de menos hacer algo tangible. Hacer experimentos, usar las manos.
Y escribir al ordenador no era lo mismo para mí.
Una vez que lo tuve claro añadí esa parte a otras áreas de mi vida. Por ejemplo, cocinar o limpiar o cualquier actividad que requiera ese movimiento físico, ese tipo de actividad.
Porque como digo siempre, mi frase estrella, jajaja:
Tu trabajo es una parte de tu vida, no toda tu vida.
No tiene que cubrir todas tus necesidades. Tenlo en cuenta.
En resumen, lo que te recomendaría es:
- Ver si hay alguna manera de modificarlo o adaptarlo a tu situación.
- Añadirlo a tu vida de otra manera.
- Averiguar qué es exactamente lo que te gusta o te llena de esa actividad para buscarla en otras.
- Seguir probando, descubriendo y aprendiendo para ir añadiendo nuevos sabores a tu vida.
Y lo mejor, combinarlo todo, probarlo todo a la vez : )
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