Ser madre es la mejor y mayor forma de reinventarse…

Con la llegada de mi sobri, por un rato, he recuperando la emoción de coger en brazos a un recién nacido y, como en un “deja vú”, recordé todo eso que había olvidado:

🌀El bucle eterno, cíclico e incesante, de la lactancia en las primeras semanas y, cómo no, las autopreguntas “¿tendrá hambre? ¿Le dolerá la tripa? ¿comerá suficiente?…” ⁣

⌛️Bye bye vida: La imposibilidad de hacer planes o quedar a una hora y que coincida con ese espacio de libertad relativa entre toma y toma. El tiempo se convierte en un agujero negro de una dimensión desconocida.⁣

🚪La complejidad de salir de casa: ¿pañales? ¿toallitas? (nunca se tienen suficientes toallitas) ¡El chupete! Pliega cochecito, despliega cochecito y esa bolsa de bebé siempre a reventar que en vez de ir de paseo parece que te vas a un búnker ante una amenaza nuclear.⁣

💬Las frases hechas que todo el planeta repite al ver a un bebé “me lo como”, “es ideal”, “qué muñeco” “Es igual que el tío Jacinto” “Tiene tus ojos». “¿Le estás dando el pecho?””Y cuanto tiempo le vas a dar?””No va muy desabrigado/abrigado?”…

Menos mal que se nos olvidan las contracciones, el sentirte como un cacho de carne con ojos vapuleado, el agotamiento posterior de la cuarentena y las noches de insomnio sin quitar ojo a esa personita que depende totalmente de ti, y con todo, qué gozada tener un bebé en brazos y verlo crecer…

Ser madre es la mejor y mayor forma de reinventarse, desaprender para aprender, desarrollarse, crecer y, por supuesto, de trabajar en equipo ¿hay mayor y mejor aprendizaje? Pues a ver si lo valoramos más en las empresas.

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