¿Temes sufrir?: Tips para personas sufridoras

Seguro que alguna vez en sus vidas se han encontrado con alguien al que veían siempre feliz, inquieto por hacer cosas, que le quitaba hierro al asunto en las malas situaciones y solía estar despreocupado y pasándolo bien.

El eneagrama es una herramienta de autoconocimiento que describe 9 tipos de personalidad con el que podemos saber las motivaciones  que hay detrás de nuestras conductas y actitudes (ya sean actos conscientes o inconscientes). En este artículo hablaremos sobre el eneatipo 7: “El que teme sufrir”.

Son personas que están en constante búsqueda del placer, temen conectarse consigo mismas y por eso siempre procuran mantenerse ocupadas. No pueden estarse quietos, son hiperactivos y eso puede hacer que se les dificulte más prestar atención y escuchar activamente. Os pondré un ejemplo:

“ En uno de mis trabajos conocí a una chica de unos 30 años. Era una persona extrovertida y muy simpática con todo el mundo, siempre tenía una sonrisa en la cara, incluso los días de más faena donde íbamos ahogados y bajo mucha presión. Siempre estaba haciendo cosas, nos enseñaba fotos de los sitios que había visitado, sus fiestas y quedadas con amigos/as…. Y no es que su vida fuera de rosas, vivía sola y tenía que pagar el alquiler y mantener a sus dos gatitos. Le restaba importancia a los problemas. Le gustaba aprender cosas nuevas pero nunca las acababa y enseguida estaba haciendo otra nueva. “

La pasión del 7 es la gula, la necesidad de saborear todo lo que el mundo ofrece, gula de experiencias, rechazando todo aquello que puede doler o contactar con su herida, es decir, con su yo interno. Se ven a sí mismos como personas felices, entusiastas, simpáticos y divertidos. Desvían la atención de los motivos reales inventando razones para actitudes que no reconocen (mantienen imagen positiva para evitar el dolor). Durante su infancia, los tipo 7 experimentan una sensación en gran parte inconsciente de desconexión de la figura sustentadora. En general, son sensibles a una fuerte frustración producida por la sensación de haber sido privados del cuidado materno a muy temprana edad. En reacción a eso, los niños Siete “deciden” inconscientemente cuidar de sí mismos, en un plano emocional inconsciente, decidieron que tendrían que atender ellos mismos a sus necesidades. Una forma de arreglárselas en el proceso de separación es concentrarse en lo que los psicólogos llaman objetos de transición: juguetes, juegos, compañeros y otras distracciones ayuda a los niños  a tolerar esa angustia. Parece que los Siete continúan buscando objetos de transición. Mientras encuentran ideas, experiencias, personas y “juguetes” interesantes, son capaces de reprimir los sentimientos subyacentes de frustración, miedo y dolor producidos por la separación.

Cuando los Siete están conectados con el Ego y se descentran adoptan todas las cualidades negativas del Uno: La ira, la crítica, la exigencia y la queja. Cuando recuperan el contacto con su ser, reconectan con su cualidad esencial: La sobriedad, el medio por el cual se sienten bien consigo mismos y no necesitan de estímulos externos gratificantes y placenteros.

Si te has sentido identificado/a con estas descripciones te daré unas pautas para que te alejes de las trampas del Ego y puedas volver a conectarte contigo mismo/a:

 

  • Aprende a quedarte quieto y en silencio: Es necesario que tengas momentos de silencio y tranquilidad a lo largo del día, medita unos minutos o simplemente intenta no hacer nada. Al principio te intentará boicotear tu diálogo interno pero no desistas. Así conseguirás escucharte mejor a ti mismo y saber identificar cuando habla el Ego.
  • Abraza el dolor: No huyas de las situaciones y sensaciones dolorosas y desagradables. De esta manera podrás aprender a conocerte más y posteriormente valorar mejor los momentos de felicidad.
  • Vive el presente: Procura mantener la atención en el “Aquí y el ahora” así podrás disfrutar plenamente de lo que estás haciendo, por muy cotidiano o banal que te pueda parecer cuando ponemos todos nuestros sentidos en el presente y en lo que estamos haciendo todo es mucho más placentero.
  • Practica la escucha activa: La comunicación es muy importante para hacernos entender, sentirnos comprendidos y apoyados. Cuando alguien te está expresando sus pensamientos ya sean de dolor o alegría, intenta no interrumpir y escuchar hasta el final. No debes caer en decir que a ti también te ha pasado lo mismo. Simplemente escucha y luego comprende.
  • Practica el Perdón: Cuando sientas que te sientes traicionado, o decepcionado con algo o alguien es el momento de perdonar. Ponte en la situación de la otra persona. Detrás de cada acto hay una intención positiva. Búscala y te será más fácil el perdón. No somos perfectos y tenemos el derecho al error y a enmendarlo.

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Redacción Instituto Draco

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 Extraido de www.institutodraco.com

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