¿Te preocupas demasiado? ¿Siempre tienes pensamientos repetitivos en la cabeza? Ocuparse es útil, preocuparse no. La preocupación te bloquea y no te ayuda a encontrar soluciones y resolver problemas. Un exceso de preocupaciones acaban con nuestra energía, nos debilitan y aumenta nuestra ansiedad. Tenemos que dejar de preocuparnos tanto y tomar acciones para buscar soluciones a nuestros problemas. Dejar que la vida nos vaya llevando por el camino, al final el universo siempre trae cosas mejores.
¿Por qué me cuesta tanto dejar de preocuparme?
Cuando sufrimos preocupación crónica nuestros pensamientos de ansiedad son alimentados por nuestras creencias limitantes. A veces creemos que de tanto pensar nos vamos a volver locos, que no podemos aguantar tanto estrés, la preocupación es peligrosa porque cuando entramos en el círculo vicioso de nuestros pensamientos perdemos el momento de disfrutar del presente.
Intentamos adelantarnos a los problemas, pensar demasiado en ellos para saber hacer como hacerles frente pero no es así. Tenemos que fluir con la vida y centrarnos más en el presente, el futuro vendrá sí, pero no tiene porque ser peor que el momento presente. Tenemos que abrirnos a la esperanza y pensar que pueden venir cosas mejores: una familia, un mejor trabajo, solvencia económica…
Una vez que se descubre que preocuparse es el problema y no la solución, se puede recuperar el control de la mente preocupada.
La preocupación crónica es un hábito mental que se puede superar entrenando el cerebro para mantener la calma y para ver la vida desde una perspectiva más positiva.
10 tips para dejar de preocuparte por todo
Respira profundamente
Respira, siente la vida, vuelve al presente cuando estés pensando en un problema e intenta pensar en positivo.
No te agobies piensa en soluciones
No te pongas nervioso ante los problemas, eso solo te paraliza. Cuando sientes que tienes un problema busca una solución y no pienses tanto. Busca nuevos caminos, oportunidades, alianzas y cree en tu poder para reinventarte.
Aprende a reírte
Reírse de uno mismo y de la vida nos hace disfrutar más del presente. Dale un toque de humor a las preocupaciones y supera tus temores. En realidad, estamos aquí para aprender y pasarlo bien.
Enfréntate a tus miedos
¿Quieres dejar de preocuparte por todo? A veces uno no puede hacer nada. Cambia tus creencias limitantes y tu inseguridad por pensamientos positivos que alimenten tu ser
Mejora cómo te afectan las críticas
Las emociones son contagiosas, y los que nos rodean nos afectan mucho más de lo que a veces somos conscientes.
En muchas ocasiones nos rodeamos de personas tóxicas que nos transmiten sus malas energías y su negatividad, lo mejor es alejarse de ellas.
Cuando consigamos descubrir quienes son las personas que nos generan ansiedad es importante intentar pasar menos tiempo con ellas.
Por otra parte, elegir a las personas en las que confiamos nuestros pensamientos es algo delicado. Busca personas positivas que te ayuden a ver las cosas desde otra perspectiva y disfruta tu tiempo con ellas.
Disfruta de tu vida
Tenemos un tiempo limitado para crecer y disfrutar de los nuestros. Las preocupaciones quitan vida, envejecen y lo que es peor, bloquean tu capacidad para disfrutar, construir un propósito o una pasión que te motive e impulse hacia la realización personal.
Presta atención a lo que te gusta hacer, a tus hobbys, cualidades y todo aquello que te produce bienestar personal.
Ten un momento para preocuparte
Dedícate sólo 10 minutos a preocuparse por tus problemas, tan solo 10 minutos y el resto del día ábrete a las cosas bonitas. Debe ser el mismo todos los días y con suficiente antelación para no causarte ansiedad justo antes de acostarte.
Durante el periodo de preocupación, aprovecha y revisa tu «lista de preocupaciones» y reflexiona sobre ellas. Posponer las preocupaciones es eficaz porque rompe el hábito de concentrarse en ellas en el momento presente sin que hay lucha para suprimir el pensamiento o juzgarlo.
Trabaja con tus pensamientos
Los pensamientos negativos bajan tu energía y provocan que aparezcan emociones corrosivas para tu salud, así que lo mejor es resetear la mente
Se trata de dejar la frecuencia de las preocupaciones y conectar con pensamientos más optimistas para elevar tu nivel de energía.
Practica mindfulness
El mindfulness nos hace conectar con el presente, nos devuelve un poco de felicidad a nuestras vidas. Mediante las técnicas de relajación encontrarás calma emocional y mental.
El estrés y la ansiedad desaparecen progresivamente aplicando a tu vida técnicas que te ayuden a conectar con tu equilibrio emocional.
Escribe tus pensamientos
Cada noche antes de acostarte escribe que te ha ocurrido durante el día y en qué has pensado. Redactar en una libreta todo aquello que te preocupa.
Una vez escrito en el papel, el problema queda fuera de nosotros y podemos contemplarlo con otra perspectiva.
El bienestar está más cerca de lo que crees, tan solo tienes que creer en ti.
Redacción Instituto Draco
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