¡No quiero entrar al colegio!

9 consejos para enfrentar la vuelta a clases

Estudiar, levantarse temprano, hacer tareas y usar uniforme. Para algunos niños y adolescentes, el término de las vacaciones representa un proceso difícil que en ocasiones puede generar rechazo y angustia en el escolar. A días de empezar las clases, la psicóloga de Centros Médicos Vidaintegra, Paulina Pérez, se refiere a los factores de riesgo que pueden derivar en estas conductas y entrega recomendaciones para cambiar la actitud del menor frente al colegio.

Es normal que un niño no quiera volver al colegio después de tres meses de vacaciones y descanso, en especial considerando que cada año se suman responsabilidades mientras avanzan de curso y se desarrollan como adolescentes. No obstante, en algunos casos el rechazo que genera el ingreso a clases empieza a producir angustia en el menor, lo cual puede comprometer su desarrollo social, desempeño académico e incluso su salud mental.

Para cambiar la percepción negativa del colegio que tienen algunos estudiantes y amenizar la entrada a clases, la psicóloga de Centros Médicos Vidaintegra, Paulina Pérez, recomienda identificar la causa que desmotiva al escolar e integrarse como padres en el proceso educativo. “La actitud de los papás es lo primero que hay que observar. Si ellos son muy autoritarios, se quejan constantemente y no participan de sus actividades, podrían favorecer que el niño o adolescente adquiera la misma actitud”, señala la especialista.

Cómo disfrutar del colegio

Hay que tener en cuenta que el colegio es una parte esencial de la vida de los escolares, ya que pasan la mayor parte de su día en esta labor, mientras están en pleno desarrollo emocional, cognitivo, intelectual, motor y social. “Para que disfruten de este proceso, es importante que sepan que a pesar de que se terminaron las vacaciones, no perderán sus espacios de descanso y recreación” afirma la psicóloga.

Para lograr una imagen positiva del colegio, Paulina entrega las siguientes recomendaciones:

  1. Prestar atención a la causa que perturba su motivación y ayudarlo tanto a nivel de los padres como de los profesores.
  2. Reforzar los logros y la autoestima del adolescente.
  1. Buscar un colegio considerando sus habilidades, gustos y tradiciones familiares.
  2. Realizar las tareas en casa de forma divertida, aprovechando de compartir y comentar anécdotas reales para que vayan visualizando lo interesante de ciertas materias.
  3. No exigir perfección en el rendimiento académico y considerar que algunosramos no son de su preferencia.
  4. Conversar sobre las actividades que realizan durante el recreo para saber si son de su gusto o no.
  5. Invitar a sus compañeros a la casa para mejorar el vínculo con ellos.
  6. No dejar que las tareas en casa consuman toda la tarde, se deben considerar momentos de descanso, recreación y juego.
  7. Tomar un buen desayuno y priorizar colaciones saludables para favorecer su energía y concentración.

Cuando las conductas de rechazo ante el colegio se trasforman en pataletas, “es importante como padres mantener la calma, no obedecer al menor durante el episodio, esperar que se calme, luego escucharlo y llegar a un acuerdo con aquello que deseaba y agradecerle que ya no esté haciendo pataleta”, aclara la especialista.

Señales de alerta

En algunos casos, el menor puede estar pasando un mal momento en el colegio sin comunicar la situación a los padres. Así, el rechazo es más profundo pero no necesariamente evidente. Para identificar una situación como ésta, se debe poner atención a cualquier cambio en el niño desde el inicio de clases. “Algunos síntomas son el bajo rendimiento escolar, irritabilidad, desconcentración, aislamiento, no desea hablar del colegio, baja autoestima, angustia en las horas previas y posterior a la jornada escolar”, dice la psicóloga.

De hecho, alrededor de los 12 años  el adolescente tiende a desmotivarse y puede estar más cansado y rechazar algunas asignaturas que no son de su agrado. “Acá es importante buscar estimulación ya sea en lo social, pulir sus habilidades, premiarlos con algún taller que ellos deseen, felicitarlos ante cada logro, apoyarlos, identificar sus metas, dejarlos descansar en las tardes o fines de semana, no darles mucha tarea en casa, entre otros”, explica la especialista.

¿Cambio de colegio?

El cambio de colegio debe ser una decisión pensada en familia y también con la opinión del escolar. Si hay un problema dentro de la institución y se agotaron los intentos de solución sin lograr resultados favorables, es tiempo de un cambio.

Es importante que haya coherencia entre el colegio y los hábitos de vida familiares para que el escolar se identifique mejor con su escuela. “Por ejemplo, no colocar a un niño de una familia no exigente en un colegio muy exigente, o si le gusta el deporte, privilegiar un colegio que fomente esa área”, asegura la psicóloga.

 

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