«Nuestro miedo más profundo no es que seamos inadecuados.
Nuestro miedo más profundo es que somos poderosos sin límite.
Es nuestra luz, no la oscuridad lo que más nos asusta.
Nos preguntamos: ¿quién soy yo para ser brillante, precioso, talentoso y fabuloso?
En realidad, ¿quién eres tú para no serlo?
Eres hijo del universo.
El hecho de jugar a ser pequeño no sirve al mundo.
No hay nada iluminador en encogerte para que otras personas cerca de ti no se sientan inseguras.
Nacemos para hacer manifiesto la gloria del universo que está dentro de nosotros.
No solamente algunos de nosotros: Está dentro de todos y cada uno.
Y mientras dejamos lucir nuestra propia luz, inconscientemente damos permiso a otras personas para hacer lo mismo.
Y al liberarnos de nuestro miedo, nuestra presencia automáticamente libera a los demás».
Palabras recogidas en el Discurso de Nelson Mandela como Presidente Electo de Sudáfrica (1994)
La baja autoestima y el no quererse a uno mismo es un problema de carácter global que cada día va en aumento. El hombre, por su naturaleza, se autoflagela con desprecios y críticas destructivas, se culpa de todo cuanto ocurre a su alrededor, dudando siempre de sus propias capacidades e infravalorándose hasta límites insospechados, quejándose y lamentándose continuamente de la vida que ha tocado vivir. Seguramente haya contribuido en todo esto, el haber recibido consciente o inconscientemente abusos en nuestra autoestima, sobre todo en uno de los periodo más críticos y vulnerables de la vida, como lo es la infancia. Frases que se repetían una y otra vez como «menudo burro que eres», «imbécil», «inútil», «no sirves para nada», «todo lo haces mal», «eres un fracaso», «para que lo vas a intentar si ya sabes cómo acabará», «eres demasiado torpe», etc. y la percepción con la que experimentábamos tales sucesos en el momento de producirse, nos acompañará hoy en día en nuestras reacciones, y habrá forjado nuestro carácter (con sus consiguientes creencias limitantes) de adulto. Por lo general, nos tratamos a nosotros mismos como en el pasado nuestros padres lo hicieran con nosotros, de tal forma que si por ejemplo fuimos educados como no merecedores de su amor, en el presente no nos sentiremos dignos de su amor.
Es por ello, que es fundamental aprender a querernos y valorarnos más de lo que solemos hacerlo, si bien es cierto que será una ardua tarea, debido a las múltiples maneras en las que hemos aprendido a no querernos con el paso del tiempo, está claro que aún tenemos una tarea pendiente y mucho trabajo por hacer. Tendremos que aprender a querernos en todos los aspectos posibles, en nuestras relaciones interpersonales, en nuestro entorno (familia y amigos), a la hora de elegir una profesión o realizar nuestro trabajo cotidiano, a aceptar nuestro cuerpo físico, nuestras emociones y manera de ser, incluso en la forma de cómo nos percibimos a nosotros mismos.
Aquí te proponemos unos tips para que empieces a cambiar ese estado y empieces a quererte y valorarte más cada día:
Carlos Sastre
Acupuntor y facilitador EFT
www.acupunturademascotas.com