¿Está la Industria de la Autoayuda realmente Rota?

Si ya pasaste por los libros de autoayuda tipo “El secreto del Secreto de la Ley de la Atracción para pedirle cosas al universo y manifestar tus deseos” …

Habrás descubierto que después de algunos intentos fallidos, empezás a pensar que estás teniendo problemas para manifestar tu realidad, y que la técnica para “atraer” la abundancia y la pareja ideal, le debe estar funcionando a todos menos a vos

¿Está la industria de la autoayuda y el crecimiento personal rota?

Para empezar, cuando se trata de lograr objetivos, no te van a faltar tácticas, gurus, cursos motivacionales. Y todos con la misma promesa: Hacer realidad tus más grandiosos sueños.

Honestamente, te enseñan tácticas para principiantes, y no te dan la claridad que precisás…

Así que ¿Te parece si aclaramos el tema?

Los nombres de esos programas son diferentes, pero generalmente la mayoría siguen el mismo proceso:

1. Decidí lo que querés, fijá tus metas.

2. Hablá de tus sueños con tus amigos y familiares

3. Poné una fecha límite

4. Separá la meta en pasos

5. Encontrá a alguien que logró ese objetivo, o uno similar, y modelá su actitud y sus creencias

6. Repetí afirmaciones todos los días hasta creer en eso

7. Tomá acción

8. Repetí los pasos 6 y 7.

Entonces… ¿Está la industria de la autoayuda y el crecimiento personal realmente rota? No. No hay nada de malo con estos pasos. Los pasos funcionan.

El problema está en si tu sistema de hábitos y tu sistema de creencias apoyan tus metas, o no. Es decir, si estás haciendo lo que debés hacer para tener los resultados que querés (enfocarte en las cosas correctas), y si realmente crees que los objetivos que te fijás son posibles.

Creer en que podés lograr tus objetivos, y concretamente hacerlo, funciona como un músculo (si, estoy comparando a la confianza con un músculo)… Si no lo entrenás, el músculo de la confianza se queda débil, flojo, pobre, inútil. Y entonces llegarás a la conclusión de que “tenés baja autoestima” ¿Te suena?

No importa cuánto desees o cuanto visualices o cuánto afirmes lo que querés manifestar… Cuando te pones metas grandes, precisás un sistema de hábitos y de creencias igual de grande, que las apoyen.

Por favor, ahora resistí la tentación de salir corriendo a decirle esto, a toda la gente que conocés. Tampoco los corrijas. Dejalos que sigan buscando la última fórmula para manifestar sus deseos, dejalos que sigan “probando cosas”.

A cambio voy a mostrarte por qué metas grandiosas + confianza débil, no funciona. O… ¿Por qué la mayoría de las técnicas para lograr metas, al final fallan?

Este es el proceso:

1. Te ponés una meta GRANDE (generalmente, ese mismo objetivo que hace años venís prometiéndote)

2. Pensás: “Este año va a ser diferente. Voy a motivarme más. Voy a esforzarme más que antes y así voy a lograrlo”

3. Hacés una larga lista de tareas, en la que escribís todas las cosas que te parece que tenés que hacer….

4. Das un par de pasos…

5. Y… ¡Boom! Enfrentás tu primer desafío, no entendés qué hacer, y te bloqueás. Ahora sí el resultado se ve más lejos que nunca.

Aprendedores del fracaso… ¡no malinterpreten! Por supuesto que el éxito se trata de pensar en grande, de tener objetivos audaces. Sin embargo, primero lo primero: Aumentar el impulso y fortalecer el músculo de la confianza, con micro-éxitos.

Es más… ni es necesario que tus micro-éxitos están relacionados con las metas GRANDES: simplemente, empezás a programar a tu cerebro a fijarte objetivos y completarlos. ¿Cuál es la razón hacerlo? Para progresar precisás impulso, y nada aumenta más el impulso como irte a dormir con la sensación genial de haber ganado el día.

La mayoría de las personas están tan hipnotizados por las historias sensacionalistas de logros grandiosos de gente como Steve Jobs, que se distraen y lo ven como algo insignificante… En realidad, las personas más productivas y exitosas, llegaron ahí dando incontables micro-éxitos.

Esta estrategia está basada en los últimos avances de la Neurociencia… ¿Qué pasa en tu cerebro cuando hacés algo y te sale Bien? ¿Qué pasa cuando hacés una cosa y conseguís lo que esperabas?

Se empieza a formar la creencia de que podés lograrlo. Y cuantas más veces tengas éxito en algo, mejor almacenará tu cerebro la información que te permitió lograrlo. Así es como lo convertís en un hábito. Así es como ponés tu éxito en piloto automático.

Entonces, así es cómo se ve la versión mejorada del proceso para lograr objetivos grandes:

1. Hacer una lista de todos los objetivos que te fijaste en el pasado, y que no lograste.

2. Seleccionar uno de esa lista que todavía quieras alcanzar.

3. Convertirlo en un mciro-éxito, en una meta que puedas lograr como máximo en una semana (ejemplo: 20 nuevos clientes por mes, se convierte en 4-5 clientes esta semana)

4. Ponerte en acción y completalo.

5. Elegir otro micro-éxito.

6. Completarlo.

7. Hacer esto hasta que tengas entre 3 y 5 micro-éxitos completos. Si querés, cada uno podría ser más grande que el anterior.

8. Ir por tu objetivo GRANDE.

Si usás este proceso, por favor, sé amable vos mismo o con vos misma. Lograr un micro-éxito es mucho mejor que sólo haber dado un paso. La estrategia de los micro-éxitos,  te ayuda a fortalecer tu confianza en que podés lograr objetivos, no sólo dar pasos.

Ahora la pregunta… ¿Cuál de tus objetivos podés convertirlo en un micro-éxito, que podrías lograr en menos de 5 minutos?

Por ejemplo:

  • Eliminar el estrés, puede convertirse en hacer tres respiraciones profundas en la ducha.
  • Escribir un libro, puede convertirse en después de desayunar, completar una frase, un renglón.
  • Hacer deporte o ejercicio, puede convertirse en subir por las escaleras en vez de usar el ascensor.

Escribime los tuyos en un comentario acá debajo del artículo.

Agustin Andrade

Autor y Comunicacor

www.agustinandrade.com

Extraido de Instituto Draco

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