Existe una idea generalizada de que el fracaso es una importante oportunidad para el aprendizaje. Parece ser que esto no es tan así.
Recientes investigaciones* han mostrado que aprendemos más de nuestros logros que de nuestros errores. En una de estas investigaciones se le pidió a un grupo de adolescentes que escribieran sobre una historia de fracaso y cómo habían aprendido de ella. A un segundo grupo se le pidió lo mismo pero en relación a una historia de éxito.Fue interesante observar que al escribir sobre sus logros los estudiantes contaban historias de resiliencia y de cuantas adversidades habían tenido que sortear en el camino, favoreciendo así su sentido de competencia. Los que escribieron acerca del éxito tuvieron mejores notas a lo largo del año.
Al parecer, cuando fracasamos en algo, y nos sentimos mal con nosotros mismos, tratamos de evitar ese dolor y por lo tanto sacamos el foco de atención de esa experiencia, y en consecuencia no podemos aprender demasiado.
Hace una semana las comunidades escolares recibieron una muy mala noticia: los estudiantes a partir de 6º básico han aprendido muy poco durante la suspensión de clases presenciales. Tanto en Lectura como en Matemáticas pocos son los estudiantes que superan la nota 4,0. ¿Pero qué pasó de 2º a 5º? Los resultados no fueron tan negativos. ¿Por qué fue noticia el mal resultado? ¿Por qué no amplificar la buena noticia y aprender de ella? ¿Es posible que las escuelas aprendan de los mejores resultados de los cursos más bajos para hacer cambios en los cursos más altos? ¿Qué otros logros se pueden reconocer en este tiempo tan adverso y difícil?
En nuestra experiencia trabajando con las comunidades hemos visto que algunas de ellas han aprendido a trabajar colaborativamente como nunca antes, otras dicen que se han acercado mucho más a las familias, docentes nos cuentan que ahora entienden mejor a sus estudiantes porque conocen de cerca sus condiciones de vida, han aprendido a usar nuevas tecnologías que podrán enriquecer las clases presenciales y la forma de aprender. En fin, en toda esta crisis hay mucho que aprender del éxito.
En Fundación ama+ estamos convencidos de que el foco en las fortalezas y en las historias de éxito es fundamental para lograr cambios positivos e inspirar a las personas para su trabajo. Por eso usamos la Indagación Apreciativa en nuestras asesorías a las comunidades escolares. La Indagación Apreciativa, es un proceso de estudio del éxito en las organizaciones para la gestión del cambio y el logro de objetivos. David Cooperrider, uno de los creadores del método, acuñó una frase de Peter Drucker: “el liderazgo efectivo consiste en alinear de tal manera las fortalezas en las organizaciones, que las debilidades pasan a ser irrelevantes.”
Te invitamos a hacer el ejercicio de reflexionar por unos minutos ¿cuál ha sido el mayor éxito de tu comunidad escolar este año? y ¿qué has aprendido de ello?
Mas información en www.aprendizajesocioemocional.cl/
*Lauren Eskreis-Winkler y Ayelet Fishbach, Not Learning From Failure—the Greatest Failure of All. Psychological Science, Vol 30, Nº 12, 2019.
Brady K. Jones, Effects of positive versus negative expressive writing exercises on adolescent academic achievement. Journal of Aplied Social Psychology, 4 de marzo, 2021.