Tips para evitar el Alzheimer

A todos nos aterra olvidar quienes somos, quiénes son nuestros familiares y amigos e incluso a realizar las tareas cotidianas más simples. Actualmente en el mundo hay alrededor de 50 millones de personas con demencia y en la mayoría de ellas el Alzheimer es la causa principal.

El Alzheimer es una enfermedad neuro degenerativa que afecta a las células nerviosas del cerebro haciendo que éstas pierdan su conexión y  causando la pérdida de memoria y de las capacidades cognitivas, desorientación, etc. La enfermedad va avanzando de forma progresiva hasta convertir al enfermo en una persona dependiente.  Se tiene la creencia que el Alzheimer es una enfermedad de la vejez, pero no es así. Hay miles de personas menores de 65 años diagnosticadas de Alzheimer precoz.

Los síntomas principales son:

-Dificultad para recordar información reciente

Como la enfermedad afecta al área del cerebro encargada del aprendizaje, el enfermo se encuentra con la dificultad de recordar algo tan simple como seguir una receta de cocina. En otros casos puede ser el nombre de una calle que acaba de ver en repetidas ocasiones en los 5 o 10 minutos anteriores. En los casos más avanzados recordar como cepillarse los dientes u otras tareas cotidianas.

 

-Desorientación (de espacio y tiempo)

Pueden olvidar el cumpleaños de su pareja o el suyo propio que lleva celebrando desde hace muchísimos años. Olvidan el día de  la semana que están o la fecha. También olvidan dónde están y cómo han llegado allí.

 

-Cambios bruscos de humor y de comportamiento

Pueden enfadarse fácilmente  durante una conversación con familiares o amigos sin explicación ni motivo aparente. También de repente pueden comenzar a gritar o creer que se están peleando con alguien (alucinaciones).

 

-Confusión

Tienen dificultad para resolver sumas  o multiplicaciones simples. Confunden nombres, por ejemplo, llaman a un amigo o familiar por el nombre de otro, etc.

 

-En etapas muy avanzadas dificultad para hablar, caminar y hasta tragar

Pierden la capacitad de expresarse con claridad y en etapas más avanzadas la pierden del todo. La movilidad también se ve afectada.

 

¿Cómo puedes evitar esta enfermedad? Te proponemos unos tips que debes tener en cuenta a la hora de evitar el Alzheimer o cualquier otra forma de Demencia.

 

Tips para evitar el Alzheimer: 

1-Controla tus niveles de colesterol

2-Evita el consumo excesivo de sal

3-Controla los niveles de azúcar en sangre

4-Controla tu tensión arterial. Sus valores normales deben ser por debajo de 130/80

5-Reduce tu consumo de bebidas alcohólicas

6-Ejercita tu mente: lectura diaria, puzzles, sopas de letras, sudoku, etc..

7-Aumenta el consumo de nueces y otros frutos secos ricos en omega3

8-Bebe té verde que es antioxidante y mantiene tus neuronas en buena forma

9-Realiza ejercicio físico mínimo 3 veces por semana

10-Cuida tu vida social: reúnete con amigos y familiares. Esto beneficia enormemente a tu cerebro.

 

Además de los consejos anteriores te recomendamos que reduzcas el estrés y la ansiedad responsables de muchas enfermedades.

Redacción Instituto Draco

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 Extraido de www.institutodraco.com

 

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Temas complicados con tus hijos: mejor sí hablar de ciertas cosas

Artículo publicado originalmente en El Definido

Hay situaciones incómodas de la vida que nos toca enfrentar de cara a nuestros hijos. ¿Qué hacer en esos casos? ¿Ocultar las dificultades o hablar «al pan pan y al vino vino»? Mane Cárcamo propone una salida.

Hay temas que no sabemos ni queremos hablar en familia. Que el solo hecho de pronunciar la letra inicial de la palabra nos da urticaria y que esas “cuestiones difíciles” las evadimos más que Penta y sus impuestos.

Al estar recién criando (hace 11 años en verdad), me he planteado el cómo abordar algunos temas que me parecen relevantes. No tengo las respuestas. Sólo sé que quiero y debo buscar la manera de enfrentarlos, sin miedo y con naturalidad. Porque soy una convencida que no hay mejor fórmula que aquella donde los padres nos adelantemos a las dudas de nuestros cabros y les entreguemos nuestra visión de mundo. Ya llegará un minuto en que con libertad ellos podrán abrazar lo que les inculcamos o no. Mientras, bajo mi punto de vista, los niños valoran que los padres les entreguen certezas. Que sientan confianza en que los papás saben para donde va la micro y eso implica que antes, paremos la locura de la cotidianidad y nos sentemos a pensar “¿Cómo trataremos esto?”

La muerte

Es muy loco que lo único seguro que sabemos, que nos vamos a morir, sea un tema tan temido. Vivimos en una cultura anti muerte. Negadora, en la que nos enojamos cuando ocurre algo que es inminente y obligatorio… MORIR. Entonces ¿por qué al menos no tratamos de amigarnos con la idea?

Nunca olvidaré que cuando chica, si se llegaba a poner el tema de alguna enfermedad grave, un tío se incomodaba tanto y decía al segundo “Ay, no hablemos de eso por favor”. Entonces mis fantasías terroríficas frente a la muerte crecieron aún más, porque siendo una niñita que no alcanzaba los dos dígitos, el sólo hecho que se evitara hablar del tema, lo envolvía en un halo prohibido y misterioso que le daba rienda suelta a mis miedos más oscuros.

Nos vamos a morir. Todos y debemos enfrentarlo. No es un castigo de Dios, ni por “acumular odio” como dijo alguien con ideas muy desafortunadas por ahí. Nuestro cuerpo tiene un tiempo finito y es así. Por lo mismo hablarles a los niños antes de que suceda la muerte de alguien querido, puede ser una buena manera de amortiguar el innegable sentimiento de miedo y dolor que vendrá. No mentir nunca también me parece una regla de oro en este tema. A la pregunta tan natural y obvia de “¿Mamá te vas a morir?” debemos responder con la verdad. A los que tenemos fe, la respuesta va acompañada de la esperanza e ilusión de ir a un lugar bacán, en donde nos encontraremos con Dios y nuestros seres queridos. Y los que no, buscarán otras respuestas que sean coherentes con el estilo de cada familia. Pero alguna tenemos que dar, porque la pregunta en algún minuto del camino vendrá sí o sí.

En este link, un artículo muy claro respecto al tema y que puede ayudar.

Los despidos

Como dice mi mamá, a cualquier persona común y corriente la despedirán alguna vez en la vida. Y no siempre por flojera o hacer mal la pega, puede ser por reducción de costos, una injusticia, el cierre de una empresa, caerle mal a una jefa insoportable y muchas razones justificadas, que no por eso hacen menos doloroso el proceso.

En mi casa nos han echado a los dos. Y en vez de andar cantando como Barney por el living de la casa, nuestra postura ha sido el contar la verdad de la milanesa a los niños. También ha sido una oportunidad para enseñarles que fracasar es un proceso necesario (e incluso si se mira con sentido… positivo) para convertirnos en personas que saben capear la adversidad con fortaleza y alegría. Otra ventaja es que se puede inculcar el valor de la autocrítica y promover los beneficios de mirar con sinceridad nuestro actuar y revisar qué podríamos haber hecho distinto o mejor.

La primera reacción de los niños es decir “¡Qué malo es tu jefe!” y uno para sus adentros no piensa de manera tan protocolar, el traductor interno dice “Mi EX JEFE no es malo, es un &#@@@##”. Entonces hay dos opciones; enseñarles a los niños a culpar al resto y a andar de víctima por la vida o conversar con altura de miras acerca de la situación y buscarle el lado amable al que tengamos que subir con urgencia nuestro CV a Laborum (u otras tantas webs). Porque si algo me ha enseñado la cesantía, es que de ese momento angustioso han aparecido oportunidades increíbles y grandes aprendizajes (y deudas también, para que voy a decir que no, si sí).

Las peleas familiares o con amigos

Otro ítem doloroso y con muchas posibilidades que suceda alguna vez en nuestras vidas. ¿Cómo se le explica a un niño que ese amigo que siempre estaba en nuestras casas de un día para otro desapareció del mapa? ¿Por qué esos primos con los que nos íbamos de vacaciones, celebrábamos Navidad, compartíamos asados domingueros y de los cuales heredábamos los uniformes, ahora no los vemos ni para los temblores?

Perdonen lo reiterativa, pero la verdad (aunque suene cursi y predicador) libera. Los seres humanos somos complejos y también eso hay que explicárselo a los niños. Que los desencuentros existen, que nos peleamos con pasión italiana, que ocurren actos decepcionantes, que a veces no nos podemos reconciliar y que los distanciamientos, aunque sean tristes, muchas veces son necesarios.

Lo mismo frente a matrimonios que se rompieron… el hecho de que haya sucedido no se contrapone a animarlos a buscar el anhelo de construir la vida con alguien para toda la vida. El que una amiga nos haya traicionado, no implica que ya no se pueda volver a confiar en nadie nunca más.

Ojo, que también puede ocurrir algo impensado en estas conversas. Que los niños, con su mentalidad sana y poco rencorosa, nos planteen olvidar nuestros orgullos y reconstruir los vínculos. Ellos muchas veces sin saberlo nos exigen ser mejores personas. Y eso aunque cueste, aunque nos haga mover esa reversa que no queremos, sirve y enriquece.

¿Te ha tocado enfrentar temas complicados con tus hijos? ¿Qué recomendarías?

Magdalena Cárcamo – Periodista

Fuente: www.eldefinido.cl

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