Me he topado mucho con la idea o prejuicio de que el tema de la imagen o autenticidad es solo para mujeres.
Lo primero es dejar de lado la creencia que cuando hablamos de imagen es exclusivamente de ropa o maquillaje. Lo cierto es que estas son solo una parte, no lo es todo. El cómo hablas, te mueves, te expresas e incluso hasta cómo caminas, comunica y forma parte de tu imagen.
Hombres y mujeres estamos programados biológicamente para percibir el mundo de un modo visual, y es de gran importancia tomar conciencia de esto. Procesamos las imágenes hasta 60.000 veces más rápido que cualquier texto, 90% de toda la información que llega a nuestro cerebro es de tipo visual, y es nuestra manera de interactuar con otros, quieras o no.
Inevitablemente y sin que te des cuenta nuestro cerebro se encarga de procesar, captar, analizar, relacionar, clasificar y archivar las imágenes. ¿Con alguna maldad? NO, es solo una manera eficiente de ahorrar energía, mantenerte a salvo del “peligro”, preservar la especie y así en una milésima de segundo.
Lo que tampoco puede pasar es que la preocupación por lo externo se convierta en tu único foco olvidándote de lo interno y te escondas en capas y capas de maquillaje, ropa, autos, músculos o lo que sea que creíste que te dará felicidad. Te dibujaste una imagen ideal que no existe y te llevará a la frustración o infelicidad.
Basta ya de quedarnos en lo superficial, invierte y trabaja en tu interior. Mírate y descubre cuánto de lo que ves es tuyo. Lo que no te pertenezca, déjalo ir, agradece lo que quizás te fue útil, pero si ya no lo es, lo más probable es que te esté impidiendo que seas libre y feliz.
Indaga, cuestiona tu sistema de creencias, mírate al espejo y descubre cuáles son tus características. Te cuento que estas comunican un mensaje sin que te des cuenta, ve si son realmente parte de ti o genética o quizás lo empezaste hacer en un minuto de tu vida y se te hizo un hábito.
La autenticidad te libera, te humaniza! Aceptar tus “debilidades”, transfórmalas en fortalezas, te llevarán a poner la atención en lo que quieres atraer a tu vida. Porque por lo menos yo, no conozco a nadie que quiera atraer conscientemente desgracia. Si piensas que tu vida está llena de obstáculos y problemas, cuestiónate dónde estás poniendo la atención, ¿está en la escases o en la abundancia? ¿Estás pensando en lo que te falta o en lo que está aquí ahora, reconociendo tus recursos y talentos para multiplicarlos?
La imagen es la síntesis de tu propuesta, lo importante es que tengas claro CUÁL es tu propuesta ¿Qué te motiva?, ¿Cuál es tu pasión? ¿Para qué haces lo que haces? ¿Cuál es tu valor diferencial?
Deja de llenarte de pantalones y chaquetas sin sentido!!! Invierte en ti! Conócete, quiérete, acéptate, deja que fluya tu autenticidad. Que caigan las capas que te protegieron de “algo”. Cuando conectes con tu esencia, la ropa pasará a ser tu segunda piel, la que está en coherencia con tu pensar, sentir y actuar.
Libérate y contagia a otros de alegría, autenticidad, creatividad. Somos comunicación, expresión. Si contribuyes a que otros brillen, tu luz aumentará inevitablemente.
Te dejo la pregunta entonces…..
¿La autenticidad e imagen es solo importante para algunos?
Hoy una vez más la vida nos enseña de paradojas. En un mundo cada vez más individualista y competitivo, nace la necesidad obligada de conectarse con lo esencial. Hoy es el Universo, Dios o como quieras llamarle, es el que nos llama a frenar, a detener y a mirar hacia el interior. Y entonces nacen infinitas paradojas:
Cuando pensabas que la tecnología era un monstruo que nos estaba comiendo, te das cuenta que no es ella el monstruo sino nosotros. Dándonos ella misma (a esa que teníamos vetada) la oportunidad única de poder conectar, hacer comunidad y acercarnos con nuestros seres queridos y con el mundo. Hoy es esta herramienta que finalmente aprendimos a usar con un distanciamiento obligado, la que nos regala la posibilidad de compartir, hacer deporte, reírnos y aprender.
Cuando pensabas que el mundo iba más rápido de lo que podías soportar y pedías a gritos una pausa que no existía, el universo nos viene a mostrar que podemos cuidarnos parando, frenando nuestro hacer para enseñarnos a estar con otros…..aislados pero por primera vez conectados desde lo más profundo del corazón.
Cuando pensabas que el tiempo en familia y el hacer estaban equilibrados, vienen nuevamente a mostrarte que lo esencial está en los vínculos, en nuestra familia y que nunca es suficiente…..que el regalo de estar juntos es infinito y que por mucho que intentes equilibrar, te das cuenta de lo importante cuando paras, te conectas y lo vives.
Cuando pensabas que tenías los planes y el futuro bajo control, una vez más la vida y el universo te muestran tus límites, tu vulnerabilidad y tu fragilidad, poniéndote en pausa para que puedas nuevamente tomar perspectiva de que lo único seguro que hoy tienes es el HOY.
Cuando pensabas que te conocías, que meditabas y que tenías tu norte claro, nuevamente esta pausa obligada viene a mostrarte que conectarte con tu interior es indispensable y nunca suficiente. Te enseña una vez más que el ocio es un regalo y que tus necesidades básicas están suplidas, porque tienes un techo y una familia.
Cuando pensabas que tenerte a ti era suficiente para seguir viviendo….una vez más nos muestra la tierra que somos un colectivo y que estamos todos unidos. Que todo lo que yo decida impacta en la vida del otro, así como ese otro impacta en mi vida.
Es extraño y paradójico sentir que en estos días he logrado agradecer y apreciar las cosas simples: despertarme sin apuros, tener tiempo para leer, jugar con mis niños, hacer deporte con mi marido, hablar con mis amigas por videollamada, escuchar el viento, ver películas, escribir, cantar a todo pulmón, reírme de lo paradójico, respirar profundo y agradecer por ese respirar.
Sin duda estamos en una situación desafiante, dura y llena de incertidumbre….y la simple paradoja que me regala la vida hoy es que me siento más acompañada que nunca, que veo más generosidad y comunidad que nunca en las redes sociales, y que me siento útil y ayudando al estar en casa….¿que más se podría pedir? Cuando te das cuenta que tu mejor ayuda al mundo y a la comunidad es quedándote en TU mejor lugar….es simplemente impactante. Y donde además hoy el Universo te da la oportunidad de poder construir y crear un HOGAR lleno de vínculos y conexión en tu casa.
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María José Lacámara – Conoce más AQUI
Instagram: @joselacamarapsicologa
Hace no muchos días publiqué una reflexión mía, producto de lo que me estaba pasando en aquél momento, y la verdad me sorprendió la respuesta de quienes la vieron:
“La vida es mucho más que eso que hoy crees que te ocurre. Confía. Pronto pasará”
Iba manejando llena de miedos, nerviosa y sin lograr que mi cuerpo dejara de temblar. Sabía que tenía que tomar aquélla decisión. Sabía que era el momento. Sabía también que me lo debía. Que se lo debía a mi propósito y que no podía seguir bajo los efectos paralizantes de vivir en el pasado. Que debía elegir no querer controlar el futuro. Cada minuto perdido lejos del presente era una oportunidad menos.
Frené. Respiré. Y lo declaré: “La vida es mucho más que eso que hoy crees que te ocurre. Confía. Pronto pasará.”
Era hora de despertar. Era hora de conectar.
Elegí frenar, elegí volver a arriesgar. Porque sí. Sin más. Me lo pedía el cuerpo, la mente, y el corazón. No le puedes dar la espalda a aquello que hace que tu corazón se acelere. Menos si la frecuencia del ritmo aumenta por soñar con posibilidades. Menos aún si es la respuesta a enfrentar tus miedos.
¿Cómo lo logré? Conectando.
No, esta vez no miré a los costados. Ni arriba, ni abajo. Ni en el ayer, ni en el mañana. No busqué consejos ni recetas mágicas. Tampoco lo “gloogleé”
Esta vez conecté de verdad. Cerré los ojos buscando despertar. Y conecté adentro. Y porque hacemos desde como somos, de nuevo el cuerpo se hizo escuchar: liviano, tranquilo, dispuesto a recibir.
Por fin, arranqué y seguí mi camino.
Todo pasa, todo llega. Todo empieza y todo termina. Paso a paso, día a día, logro a logro. Desde el HOY. Desde ADENTRO.
Estoy lista.
Tatiana Bregi – Coach ontológico certificada
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