El concepto «constelaciones familiares» suena un poco extraño. «A estrellas, a universo, a ese tipo de cosas», dice Joan Garriga. Él, que es un experto en la materia, explica que todo viene de una mala traducción. «Yo habría elegido otra palabra. En vez de constelaciones, hablaría de confguraciones familiares», dice. Sea como fuere, Garriga está en Vilagarcía para impartir un seminario al que acuden tanto profesionales que quieren conocer más sobre una terapia «que forma parte de una tradición muy seria», como personas que buscan «revisar sus asuntos».
– ¿Qué son las constelaciones familiares? ¿Las tensiones más o menos invisibles que hay alrededor de una mesa durante la comida familiar del domingo?
-Esa escena de comida de domingo sería la superfcie de las cosas. Las constelaciones familiares van a la hondura para comprender la dinámica de cosas que a veces no son visibles. Una constelación es una representación de aquellos miembros de la familia o de aquellos vínculos que guardan una relación con un problema que uno tiene y con la solución que necesita. Desde esta perspectiva, lo más importante es qué hechos ha habido en el sistema familiar que no han sido aceptados, integrados, reconocidos, solucionados. Constelaciones es una herramienta que saca a la luz asuntos claves y permite abordarlos, comprenderlos, encararlos y solucionarlos, de manera que algunas dinámicas no tengan que repetirse. Trabaja mucho con los órdenes del amor.
-¿Los órdenes del amor?
-El amor se da, pero no siempre basta. Se necesita que vaya en la dirección del buen amor. Que en la familia no haya personas excluidas, un abuelo que se fue, alguien que mató a otra persona, un aborto… Hechos dolorosos que hacen que se excluya a una persona. Pero la realidad no puede ser burlada. Y los miembros que han sido excluidos, misteriosamente, vuelven, y su papel es representado por otras personas. Además de no excluir a nadie, en la familia es necesario que cada uno esté en el lugar que le corresponde. Que el hijo sea el hijo y el padre sea el padre. Que en la pareja estén el uno al lado del otro.
-¿Ante una situación traumática, qué hay que hacer?
-Hay que reconocer lo que ha pasado, llorar, hacer el proceso emocional necesario para al fnal poder aceptarla e integrarla. La clave de toda cura y de todo bienestar es la aceptación. Y la clave de todo malestar es el rechazo. Si aceptamos, estamos más libres. Si no, estamos atados y va a tener consecuencias: como una vez me ocurrió algo malo, voy a vivir siempre una vida de mierda. Hay demasiada gente atrapada en eso. El buen amor conduce a la vida, el mal amor mira al pasado y pivota sobre el pasado. Demasiados confictos no resueltos con los padres se llevan a la pareja, a los hijos.
-¿Una cosa pequeña enterrada sin haberla asumido bien puede acarrear problemas?
-Las cosas dependen de la actitud con la que se vivan. Una vez tuve una paciente que decía que cuando tenía 13 años le había pasado algo terrible. Al fnal era que había pasado un año en un internado. Tengo la sensación de que estaba promoviéndose como víctima, y que si no fuese el internado hubiese sido otra cosa. Hay heridas y heridas. He visto gente con heridas graves que salen bien y se desarrollan bien. Las cosas pequeñas… Creo que hay que retirar de los hijos la idea de que todo debería ser perfecto. Hay que asumir que la vida duele a veces, que nada es perfecto. A fn de cuentas, si dependiera de los padres, todos los hijos estaríamos muy bien.
-Pero a lo mejor no estamos dando a los niños los modelos que necesitan.
-Yo introduciría en el modelo educativo una educación para los afectos, para los sentimientos, para los vínculos. Sería algo más que educación emocional. Podemos decir que un niño tiene derecho a tener rabia, que es una emoción legítima. Y es verdad. Pero a lo mejor ese niño siente rabia porque sus padres no se sujetan bien en la vida. Y es más importante hacer que los padres se sujeten bien en la vida porque la rabia, si se cronifca, acaba siendo disfuncional. Sí que hay que permitir las emociones, pero hay que entender a dónde se dirigen. Y si se repiten mucho, hay que estar atentos, buscar cuál es su origen, cuál es su función, cuál es su sentido.
-Ahora está de moda el concepto «gente tóxica», pero más que la gente, lo tóxico serían algunas relaciones…
-Si nos ponemos a hablar en este lenguaje, que levante la mano quien no tenga toxicidad. Dicho esto, a mi no me gusta pensar en personas buenas y malas. Sí es cierto que hay personas más benefciosas y otras más problemáticas. Evitar a las personas tóxicas es un buen consejo, pero habría que preguntarse qué es lo que hace que a uno le atraigan este tipo de personas. Yendo más allá, las personas que tienen a generar relaciones turbulentas, seguramente son corazones heridos. No me parece interesante ir condenando a la gente. En un mundo que perpetúa la idea de buenos y malos, la sola idea ya es violencia. Yo no veo claro eso de decir este al cielo, este al inferno. Eso que lo haga Donald Trump, que lo hace muy bien. Este hombre vive con la idea de que hay enemigos, y si eso es así es porque la agresión está dentro de él. Habría que hacer un buen análisis psicológico de los políticos. Habría unos cuantos que saldrían muy bien parados, por su vocación de servicio, pero la política está sembrada de narcisistas y psicópatas.
Joan Garriga
www.joangarriga.com/
Extraido de www.joangarriga.com
Entrevista a Joan Garriga en la Voz de Galicia – por Rosa Estevez (2017).
Read moreHas logrado darte cuenta que pasas de días de felicidad a días más caóticos, días que parecen no tener ni un orden, en algunos casos pueden ser momentos más que días, bueno además de estar vinculado a tu fase menstrual, también es la manifestación del ciclo natural de la vida, del constante movimiento del universo, que transita entre el orden y el caos.
Tener certeza de este ciclo, nos entrega tranquilidad para nuestros momentos de caos, nos permite no sentir que estamos en un hoyo y que no saldremos nunca más de ahí, sino que nos da fuerzas para vivir esta parte del ciclo, que a nadie le gusta, pues nos sentimos muchas veces, poco escuchadas, poco amadas, poco vistas, confundidas, con poca paciencia, sin claridad, baja motivación, sensación de estar atrapadas sin salida.
Por eso, quiero compartir contigo, que la vida está construida gracias a este flujo, entre el orden y caos, que nos permite tener diferentes experiencias para nuestro aprendizaje, que la gran enseñanza esta en desarrollar la habilidad personal para transitar el caos, para disfrutar en gozo nuestro orden, esto nos hace crecer, madurar, sentirnos capaces de resolver los conflictos, ser compasivas con nuestra historia personal y expandir nuestra consciencia.
Algunas veces puede que nos cueste hacer este tránsito y te entiendo, también he estado ahí, en ese punto que no sé cómo dar el siguiente paso, pero la clave está en tu etapa de gozo o de orden, en reconocer que estas en esa fase, para reunir energía para lo que vendrá más adelante, la fase que por orden natural vendrá, a traer aprendizajes y maestría a tu vida.
Un consejo para lograr este tránsito de la mejor forma es:
Identifica cuando estás en tu etapa de gozo*
Reconoce las emociones positivas que emergen de ti, así las registras en tu cuerpo y las haces consciente
Regálate un momento para escribirte una carta a ti misma, para leer en tu momento de caos
Aconséjate a ti misma, sobre qué hacer o cómo reaccionar frente a ciertas situaciones o personas
Guarda tu autocarta en un lugar seguro, pero no la olvides
Agradece ser tu propia medicina.
*en esta etapa (momento) vibras con la vida, te sientes conectada, sonríes mas que otras veces, no enganchas tan fácilmente con situaciones o personas que estén en otra frecuencia, te puedes sentir bella, empoderada.
Date la prioridad que mereces en tu vida y realiza este acto simbólico para transformar tus momentos difíciles, tú puedes ser tu propia medicina.
En lugar de querer evitar o eliminar los momentos de caos, aprendamos a como transitarlos de la mejor forma, para nuestro beneficio.
Irina Duran Martínez Psicóloga de Mujeres
Viña del Mar
Foto Portada : Photo by Steve Johnson from Pexels
Read moreNacido de la necesidad personal de su creadora, Juliana Bettancourt, Bodega a Domicilio arregla el clásico problema de contar con un espacio para guardar cosas que en casas o departamentos ya no tienen espacio. Y de un modo muy original: ofrece bodegas móviles que se trasladan hasta donde uno lo solicite, para ser llevadas después a una bodega central ubicada en Peñalolén, en Santiago.
“Tengo un par de cuadros que heredé de mi abuela y vivo en un departamento de no más de 60 mt2 cuadrado en pleno corazón de Ñuñoa. Con el tiempo, uno va atesorando recuerdos y las bodegas disponibles en mi edificio son pequeñas y muy caras para su capacidad. Por otro lado, los cuadros de mi abuela son grandes y de un peso considerable: ¡No puedo bajarlos sola! (vivo en un quinto piso). Además, no me caben en mi bodega y no manejo como para ir a dejarlos a alguna parte”, confiesa Juliana.
Enfrentada a esta situación, esta emprendedora buscó diferentes soluciones, sin dar con lo que estaba buscando. “Así que la inventé”, comenta Juliana, quien desarrolló esta idea en agosto pasado.
La también periodista, revela que “tenemos a disposición de nuestros clientes bodegas móviles, de 7 metros cúbicos, aproximadamente, que se trasladan hasta el lugar donde la soliciten y tenemos un equipo de personas que guarda sus cosas en caso que el cliente así lo requiera. El cliente la cierra con su llave, proporcionada por nosotros y de esta manera, trasladamos su bodega hasta nuestras oficinas ubicadas en calle Las Perdices, Peñalolén”.
Además de su propia necesidad, Juliana precisa que esta innovadora solución tiene que ver con el ritmo de vida que llevamos y con el explosivo aumento de la población, en especial en Santiago, donde viven más de 7 millones de personas. “Todo ello, sumado a la bien guardada esperanza que pronto viviremos en un lugar más grande o más aún, que luego nos haremos un “tiempito” para ir a guardar nuestros recuerdos o cosas, que metemos a la fuerza en algún closet, para que nuestro hogar parezca una casa de alguien normal y no la de un ser con síndrome de Diógenes”.
Guardar recuerdos, como cuadros de abuelos, o aquel sofá que esperanzadamente piensas volver a lucirlos en un nuevo hogar, es ahora más posible, gracias a www.bodegadomicilio.cl “Ofrecemos soluciones del siglo XXI para problemas del siglo XXI, con esta innovadora plataforma, que es un sistema muy simple, pero eficiente”, dice Juliana.
Ya sabe. Si quiere guardar cosas y no tiene dónde, escriba a contacto@bodegadomicilio.cl Sus cosas, que no son cachureos, se lo agradecerán.
Extraído de innovacionchilena.cl
El título no es mío. Así se llama un libro que acabo de comprar siguiendo esos impulsos a los que no me cuesta ceder. Las librerías siempre han sido para mí uno de esos lugares mágicos a los cuales simplemente no me puedo resistir. Había leído acerca del libro cuando recién salió a la venta. Pero ayer lo vi. Ahí estaba, sobre una gran tarima y reluciente en la vitrina diciéndome algo así como “cómprame”
Lo que estoy relatando es justamente lo opuesto al supuesto básico del libro, no acumular. En efecto Marie Kondo, la autora sostiene que nosotros acumulamos cosas materiales por la misma razón por la que comemos excesivamente. Comprar compulsivamente al igual que comer y beber en exceso son intentos de aliviar el estress. El orden, por el contrario nos ayuda a limpiarnos y nos libera, ya que con eso, no sólo mejoramos nuestro entorno y lo embellecemos, sino también ordenamos nuestra mente, ya que el desorden es la mayoría de las veces producto de nuestra propia confusión mental.
Dicho esto, prefiero pensar que esta compra a pesar de ser impulsiva responde a mi deseo de mejorar mi espacio haciéndolo más simple y armonioso. Esto parece ser siempre el deseo de las mujeres especialmente las que vivimos en familia y debemos organizar, no sólo nuestras cosas personales, sino también los espacios y los objetos en común, lo que implica muchas veces armonizar y respetar lo que nosotros consideramos un ambiente limpio y despejado con el concepto de orden de los nuestros.
Pero.. ¿Cómo lograrlo? según la autora la organización efectiva implica sólo dos acciones esenciales: eliminar cosas y decidir donde guardar el resto. Lo primero que parece fácil, en realidad no lo es tanto ya que deshacerse de cosas, implica tomar decisiones que muchas veces tocan algunos de nuestros sentimientos y emociones más profundos. De acuerdo a Kondo, poner tus cosas en orden también significa poner tu pasado en orden. El desechar lo que una vez te sirvió, sirve para liberarse del pasado y concentrarse en el aquí y en el ahora. Es en sus palabras “como reajustar tu vida y saldar tus cuentas para dar tu siguiente paso hacia adelante”. ¿Profundo, cierto? Las invito a seguir leyendo del tema. Yo al menos, estoy descubriendo cosas fascinantes sobre mí misma, mi relación con el pasado, con la persona que fui , pero también con quien soy ahora y en convivencia con los míos.
Macarena Urenda Salamanca – Comunicadora Social
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