Cuando llegan los “terribles 2” la mayoría de las mamás caemos en la desesperación. De golpe y porrazo nuestro bebé amoroso y dulce se transforma en un pseudo adolescente furioso que grita, hace berrinches y le pega a otros niños. Simplemente no sabemos cómo superar esta etapa sin tener que recurrir a los gritos, los castigos o “la chancla”.
Uno de los comportamientos que particularmente me preocupaba de mi hijo era que cada vez que salíamos a jugar con otros niños él los empujaba, les pegaba o invadía su espacio personal. Esta situación me estresaba mucho. Creía que era el único que se comportaba así y muchas veces ya no tenía ganas de salir con él porque no sabía cómo controlarlo. Me sentía la peor madre del mundo.
Por eso, en este artículo voy a abordar particularmente el tema de los niños preescolares que pegan a sus pares dejando las rabietas y berrinches para un próximo artículo. También les daré tips para desarrollar las habilidades que harán que sus hijos disminuyan los episodios de agresión física.
Por qué pegan los niños pequeños?
Lo primero que pensé cuando Máx empezó a pegarle a otros niños (tenía 18 meses) era que me estaba desafiando, que estaba probando mi paciencia y tolerancia, que le gustaba sacarme de quicio. Comencé entonces a devorar libros de crianza y debatir con mis amigas.
Comprendí entonces que lo que mi hijo tenía era pura frustración y ansiedad. Él quería hacer amigos pero no sabía cómo. A su manera y con limitadas habilidades sociales y lenguaje estaba tratando de comunicarse conmigo y con sus pares, de llamar la atención de la única forma que conocía hasta el momento: los gritos, la contradicción y la violencia física. Él era demasiado chico para entender qué podía llamar la atención de manera positiva. Tenía deseos y necesidades pero aún no encontraba la forma de hacerse entender.
Descubrí que las razones principales por las que él actuaba de forma violenta eran: frustración, escasas habilidades sociales y falta de dominio del lenguaje verbal propias de un niño tan pequeño. Pero también aprendí que existen causas funcionales del desarrollo del cerebro y hasta genéticas por las cuales la mayoría de los niños a esa edad reaccionan violentamente en algunas ocasiones. Lo que yo pretendía como mamá era ayudar a mi bebe a superar esta etapa sin tener que recurrir a los gritos o a los golpes: ¿Cómo voy a enseñarle a no pegar pegándole? Es totalmente inconsecuente.
En este sentido y según el reporte “El aprendizaje temprano previene la violencia juvenil” realizado por la Agencia de Salud Pública de Canadá el 70% de los niños entre 2 y 3 años pegan a sus pares, mientras que el 80% de los niños de 30 meses tomará por la fuerza un objeto deseado y el 25% de los niños de 17 a 30 meses morderán a otros. En los preescolares la agresión física ocasional No es un signo de un problema de conducta pero si se transforma en la única forma de conseguir lo que quieren deben ser observados por un profesional. En dicho reporte se exponen hallazgo científicos sobre la violencia en niños y adolescentes en base al análisis de numerosas investigaciones que citan, es muy interesante.
Se mencionan también las Habilidades que han adquirido los Niños Pacíficos que ya no pegan y son las siguientes:
- Desarrollo del Lenguaje: La fluidez del lenguaje involucra dos habilidades: La de decodificar lo que los demás dicen y la de hacernos entender por otros. Cuando los niños las dominan adquiere una nueva herramienta para expresar su frustración sin la consecuencia negativa de la violencia física. En términos generales a mayor desarrollo del lenguaje, menor serán las veces que el niño usará la agresión física y viceversa.
Tips Prácticos que Aplicamos en mi Familia:
- Romper el Hielo: Cuando Max iba a jugar con otros niños nosotros nos acercabamos a ellos y a modo de intérpretes los presentamos: “Hola, el es Max, tiene 2 años y quiere jugar contigo. ¿Cómo te llamas?”. Este simple hecho fue la causa de un cambio sustancial en la relación de nuestro hijo con otros niños. Esto es de gran ayuda entre los 2 y 3 años mientras el niño aprende a hablar y formar oraciones más complejas.
- Guiarlos para Comunicarse: Aunque el niño esté dominando progresivamente el lenguaje en algunas ocasiones puede recurrir al grito, al sollozo o al golpe, por ser una reacción más instantánea. Lo que podemos hacer es explicarles que ellos ya saben hablar y que para nosotros es más fácil ayudarlos si nos dicen con palabras lo que les molesta. Otra forma es describir la situación: “¿Se te cayó tu juguete y eso te hace sentir enojado?
- Desarrollo de Habilidades Sociales: Mientras más habilidades sociales el niño aprenda las reacciones agresivas disminuirán. Dichas aptitudes incluyen compartir, ayudar a otros, esperar su turno, hacerse comprender, la empatía a sus pares y el comprometerse a realizar algo. Estos comportamientos nos están mostrando la habilidad del niño para acercarse, entender a los demás y complacer a los mayores y a sus pares. Al dominar estas capacidades los niños aprenden otras formas de obtener lo que quieren o necesitan de una manera positiva evitando el conflicto.
Tips Prácticos que Aplicamos en mi Familia:
- Empatía: Hablar sigue siendo lo más importante en la relación con nuestro hijos. Describir situaciones conflictivas que pasan alrededor con otros niños o adultos y preguntarles como se sentirian si les pasara lo mismo los ayuda a desarrollar la empatía. Del mismo modo cuando algún compañerito se niega a compartir sus juguetes o jugar con ellos podemos hacerles ver que feo se siente.
- Los Turnos: Los preescolares están aprendiendo a compartir, pero nunca debemos obligarlos a hacerlo, sus juguetes son de su propiedad. Si no respetamos esto no estamos tomando en cuenta sus sentimientos y probablemente lo hacemos de manera inconsciente para no quedar mal con los otros padres presentes. Es importante tener en cuenta que a esta edad aun no comprenden qué al prestar un juguete lo recuperarán, todavía la temporalidad es complicada para ellos y cree que cuando prestan el juguete nunca más lo tendrán. La alternativa es sugerir turnos de juego con los otros niños y contarles que es mucho más divertido compartir que jugar solo, estos turnos deben expresarse con temporalidad acorde a la edad del niño, por ejemplo: cada uno dará dos vueltas en el triciclo (y las contamos). Pero si el niño se rehúsa no hay que obligarlo, con el tiempo irá adquiriendo esta habilidad si repetimos la situación y lo respetamos.
- Aceptar sus emociones: Es importante evitar frases del tipo “no pasa nada”, porque de esta forma estamos enseñándoles que cuando algo malo o feo pasa debemos negarlo y hacer como que todo está bien y emocionalmente esta actitud es desfavorable. La realidad es que el niño se golpeo y le duele, si lo reconocemos y lo aceptamos nuestro hijo va a sentirse comprendido y aceptado y esto lo ayudará a aceptar y comprender a los demás.
- Negociación: Este comportamiento surgió espontáneamente en Máx. Cuando queria algun juguete se acercaba al niño que lo tenía y le ofrecía una opción para intercambiar. Fomentar esta habilidad los ayudará a evitar arrancar el juguete o golpear para obtenerlo. Por eso tener escondido en la bolsa o cartera algún autito o muñequito para intercambiar puede ser práctico.
- Reconciliar: Cuando los niños se ponen violentos y se pegan entre ellos es importante separarlos, tratar de que se pidan perdón y hacerles ver que lo que pasó ya está solucionado y que pueden seguir jugando en lugar de separarlos y evitar que vuelvan a interactuar. Si los niños son de la misma edad debemos tratar de que resuelvan sus diferencias solos, si se ponen muy violentos o la diferencia de edad es mucha deberíamos intervenir.
3) Jugar a la Peleita: La mayoría de los papás desconocen que jugar a pelearse les otorga a los preescolares una experiencia de aprendizaje muy valiosa, es más, tanto animales como humanos usan la simulación de peleas para interactuar con sus pares. Aunque pudiera parecer peligroso, la pelea simulada es positiva ya que marca un nuevo estadio en el desarrollo del niño debido que esta acción requiere de autocontrol por un lado y de la habilidad de simular con gestos. Al mismo tiempo les permite aprender a seguir ciertas reglas como pueden ser dejar al otro ganar ocasionalmente, no usar demasiada fuerza, no lastimar al otro jugador y asegurarnos que todos los participantes se están divirtiendo. Al jugar a pelearse el niño aprende a controlar las reacciones agresivas y disminuyen, de esta forma, la frecuencia de los golpes.
Tips Prácticos que Aplicamos en mi Familia:
- EL Juego en Familia: En nuestro hogar todos los sábados por la mañana hacemos guerras de almohadas o jugamos a la peleita en la cama, siempre poniendo límites antes de empezar.
- El Juego con Amigos: Cuando vemos que nuestros hijos juegan a las peleas con sus pares no les decimos que dejen de hacerlo, pero si nos acercamos y ponemos algunas reglas, por ejemplo: evitar golpear en la cara o en los ojos, parar cuando el otro niño ya no quiera jugar, no utilizar objetos. Es importante también hablar con los padres del otro niño para explicarles nuestro punto de vista.
La Buena Noticia:
Según el mismo reporte cuando los niños alcanzan los 4 años de edad la tendencia a agredir físicamente a sus pares ya ha decrecido sustancialmente. Una de las razones por las cuales a esta edad los niños pueden controlarse mejor y según los hallazgos de otro estudio es que la corteza frontal de un niño entre 4 y 5 años está mucho más desarrollada que a los 2 o 3 años. La corteza frontal es la encargada de controlar cómo reaccionamos ante emociones fuertes. Un niño de 4 años que sigue usando la agresión física de manera regular y persistente para conseguir lo que quiere o para controlar la frustración puede requerir ayuda profesional.
Todos estos consejos y tips que comparto los implementamos en mi casa y mientras algunos han surgido de mi propia lectura y análisis muchísimos han sido sugeridos por mi mejor amigo que es a la vez mi marido. Él ha cambiado radicalmente mi idea de crianza. Es una inspiración, lo admiro no solo como padre sino como ser humano y le dedico este Blog.
Facebook: @mamaminimalista
Fuente: mamaminimalista.net
Maestranda en Psicología Positiva Aplicada y experta en Mindfulness, Inteligencia Emocional y Crianza con apego.
Redacción Editorial Phrònesis – www.elartedesabervivir.com
En el pasado, las personas contraían nupcias tomando en consideración factores como una estabilidad económica favorable a largo plazo. Hoy en día, el matrimonio se vincula más al amor y el romanticismo que a una figura política meramente racional.
Para la terapeuta de pareja Esther Perel, cuando el matrimonio era una empresa económica, la infidelidad era tratada desde la perspectiva de la seguridad financiera, por ejemplo. Pero ahora que el matrimonio es un arreglo romántico, la infidelidad es tratada desde la seguridad emocional.
El hecho de que decidamos casarnos por amor y no exclusivamente por conveniencia social ha cambiado no sólo las implicaciones que trae consigo la unión entre dos personas, también los aspectos que influyen en que un matrimonio prospere en armonía.
La Asociación Americana de Psicología (APA), ha recopilado una serie de consejos con base en estudios psicológicos que han demostrado estar vinculados con matrimonios plenos y estables.
Ya sea que lleves años con tu pareja o que estés considerando el matrimonio como una posibilidad futura, la siguiente lista de principios te ayudará a conocer las bases de una relación fundamentada en el compañerismo y la alegría.
1. Sepárate emocionalmente (y a tu pareja) del entorno en el que creciste
No es que el matrimonio exija desentenderte de tu familia o comportarte como un completo extraño, pero sí es importante separar tu identidad de pareja de la identidad de tus padres, tus hermanos o tus abuelos.
Unirte a alguien en matrimonio significa construir una nueva familia, no una réplica de la tuya.
Después de todo, si esperas que tu pareja cocine como tu madre o conduzca como tu padre, vivirás un matrimonio muy por debajo de tus expectativas, que serán, de cualquier modo, irreales.
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Construye con tu pareja lazos basados en una intimidad e identidad compartidas
El nosotros es más trascendental en el matrimonio que el tú y el yo.
La conformación de una identidad compartida significa alcanzar un punto de compenetración en el que ambos miembros de la relación sean capaces de pensar acertadamente en lugar del otro, de experimentar una empatía plácida donde el bienestar del ser amado encarne el propio bienestar.
Esto no debe confundirse con una pérdida de autonomía o derechos individuales. La unión emocional de la pareja debe promover de tal modo la confianza y el respeto mutuo que la libertad del otro sea un tesoro inviolable fuera de las garras del egoísmo y la dependencia.
3. Establece una relación sexual rica y placentera y protégela de intrusiones externas
La conexión sexual no compensa la desconexión emocional, pero un buen entendimiento físico en la cama sí puede reforzar un matrimonio donde exista previamente un lazo de amor sólido.
Cuídate además de exponerte conscientemente a situaciones que puedan perjudicar la integridad de tu matrimonio y destruir la confianza de tu pareja. La fidelidad no debe ser el resultado de los sentimientos, sino una decisión arraigada a una intención y que, de ser necesario, implique acciones formales.
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Para las parejas con hijos: intercambien los roles de la paternidad y el efecto de absorción que la llegada de un bebé tiene en el matrimonio
Si la filosofía de los roles de género predomina por encima de la idea de una paternidad con tareas equitativamente repartidas, el resultado será que uno de los miembros de la pareja (por cultura, la madre), será la principal afectada por los efectos de absorción de tiempo y energía que implica el nacimiento de un hijo.
Esto no repercute solo en la salud de la madre, también puede influir en la acumulación de sentimientos negativos hacia el padre, de quien podría percibirse falta de entrega y compromiso.
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Protege la privacidad de tu relación
El mundo interno de una pareja es un espacio importantes donde la confianza y la intimidad emocional se refuerzan. Proteger la privacidad de este universo exclusivo significa reservar tiempo para pasar a solas con tu pareja y guardar discreción acerca de sus planes, sueños o inconvenientes.
Lo que tu pareja y tú piensen o hagan es parte de su construcción personal; mantenerlo en privado conserva la magia de la dinámica y una debida sensación de seguridad.
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Confronta las crisis y mantén fuerte el vínculo marital ante las adversidades
Los matrimonios mueren muchas veces antes de sufrir un fallecimiento definitivo. Esto no significa que la última muerte (el divorcio) sea inevitable; en realidad, asumir que las crisis son parte del ciclo de vida de toda relación y que son una oportunidad para emprender cambios positivos podría evitar el rompimiento de muchos matrimonios.
Cuando un problema drástico se presente en tu matrimonio, no lo ignores ni lo minimices, plántale cara y explora sentimientos y opciones con tu pareja. Estás en una barca de dos guardianes, no temas a las tormentas.
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El matrimonio debe ser un espacio de expresión, no de represión
La plenitud de una relación depende del grado de comodidad que ambas partes sientan al momento de compartir con el ser amado todo lo que son, todo lo que han sido y la ilusión de lo que esperan ser.
Esta libertad de expresión no aplica solo para los buenos momentos, las diferencias y las emociones negativas deben poder compartirse con la misma tranquilidad y fe ciega en que el otro estará ahí para servir de apoyo incondicional.
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Utiliza el humor y la risa, y no permitas que la monotonía apague la llama
El humor nos ayuda a poner las cosas en perspectiva sin importar lo gris que luzca el panorama.
Para evitar que la monotonía devore tu matrimonio, debes estar abierto a la espontaneidad y a la diversión no planeada de convertir un momento incómodo en la mejor broma jamás contada.
Si tu pareja y tú aprenden a desenvolverse en esta dinámica ocasional de niños traviesos, siempre tendrán algo nuevo por hacer y un lugar maravilloso al cual ir juntos.
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No abandones los detalles que hicieron que tu pareja se enamorara de ti
Las consideraciones iniciales que alimentaron el fuego del romanticismo y dieron forma al amor deben permanecer durante el matrimonio.
De hecho, es el olvido de los detalles y las expresiones de afecto lo que hace que los amores más profundos pierdan el brillo y se marchiten.
Bien lo dijo Mario Benedetti: “Para estar total, completa, absolutamente enamorado, hay que tener plena consciencia de que uno también es querido, que uno también inspira amor”.
Fuente: APA
Escrito por: Editorial Phronesis
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Read moreEn esta nueva entrada de mi Blog voy a contarles con base científica como el tener demasiados juguetes limita la creatividad en los niños y les daré Tips Prácticos para comenzar una crianza MINIMALISTA que en el mediano plazo disminuirá las rabietas, los berrinches y la frustración en vuestros hijos.
Como buena latinoamericana crecí afrontando muchas crisis económicas. Gracias a Dios nunca nos faltó alimento, techo o educación, pero por temporadas simplemente no había dinero para comprar juguetes. Algunas navidades los regalos fueron ropa o calcetines, no por mala voluntad de mis padres sino por priorizar necesidades.
Para tener algún juguete de los caros que deseara mucho tenía que esperar hasta mi cumpleaños y muchas veces llegaba la versión económica del juguete “de marca”. Así y todo crecí MUY feliz. Recuerdo que con las cacerolas y las bandejas de la cocina armaba la piscina de la Barbie (que no era Barbie) y con cajas de zapatos creaba closets y camas.
Quizás muchos de ustedes crecieron como yo. Creo que por eso destaco siempre que el trabajo principal en la crianza es la introspección de los adultos. Los padres debemos tratar de no proyectarnos en nuestros hijos, de evitar tratar de satisfacer las necesidades que nosotros tuvimos porque probablemente no sean las mismas necesidades de ellos. Nosotros crecimos con el discurso de que la abundancia era símbolo de éxito, estatus y plenitud, por eso no es raro que como padres creamos que debemos llenar a nuestros hijos de cosas para que ellos sean felices aún a costa de endeudarnos.
En este contexto, al nacer mi hijo mayor yo quería colmarlo de juguetes, que no le faltara nada. Todos los regalos que pudiera darle se los daba, hasta que me di cuenta que eso no lo hacía realmente feliz. Noté que en el momento que le daba un juguete nuevo el estaba muy emocionado, jugaba 10 minutos pero al rato lo dejaba tirado o pedía otro regalo.
Definitivamente no era el tipo de felicidad que veo cuando jugamos a los pirata en el parque, era una especie de euforia y un deseo de poseer más y más que me parecia medio raro para un niño de casi dos años.
Por esto y al ver a mi marido iniciar su camino en el minimalismo me detuve para investigar un poco y en efecto, mientras más juguetes les damos a nuestros niños más limitamos el desarrollo de su creatividad, su capacidad de enfrentar las negativas y de resolver problemas. En este artículo voy a enfocarme en cómo la abundancia material atenta contra la creatividad.
Como se que muchas veces para hacerles entender a los abuelos nuestras ideas “alternativas” sobre la crianza de nuestros hijos necesitamos un respaldo científico voy a compartirles un estudio interesantísimo realizado por un investigador y una investigadora de origen Alemán, Strick y Shubert. En su investigación realizaron un experimento convenciendo al personal de una guardería de que se deshagan de todos los juguetes que había en el salón por 3 meses. Los maestros reportaron que aunque durante los primeros días los niños parecían aburridos y confundidos, al final del tercer mes estos pequeñitos pasaban el tiempo inventando juegos descabellados usando su imaginación y los elementos que estaban en el aula. Así mismo el nivel de concentración aumento y se comunicaban de una forma más efectiva. Los investigadores concluyeron que poseer demasiados juguetes impide a los niños desarrollar su creatividad.
Cuando se tienen demasiados juguetes las criaturas muchas veces se limitan a verlos solo como lo que aparentan en la superficie: un palo de mini golf es solo eso y para jugar necesito las pelotas, mientras que cuando los juguetes escasean se dan la libertad de usar los que tienen de diversas maneras: un palo de mini golf puede ser una espada o un bastón o una varita mágica. El niño se llena de experiencias nuevas y empuja su imaginación para divertirse. Lo que antes fueron 10 minutos de jugar al golf puede transformarse en una hora de juego imaginativo.
Tips Prácticos que aplicamos en mi casa para facilitar experiencias creativas en preescolares:
- En el juguetero siempre tenemos a la mano: cierres, telas, sogas, cajas vacías, envases de plástico (vacíos y lavados), pedazos de juguetes rotos. Con los pedazos de tela hacemos capas de superhéroes y con platos de cartón antifaces.
- Para no tirar los juguetes que ya tienen nuestros hijos los rotamos entre semanas. Escondemos en el closet dos bolsas con juguetes y se los
vamos cambiando, también intercambiamos con amigos.
- Cuando alguno de los niños celebra su cumpleaños dejamos que reciba solo un par de regalos (generalmente de familiares cercanos) y sugerimos a los invitados colaborar con dinero en una alcancía que dejamos a la vista en la fiesta y utilizamos ese dinero para una cuenta de ahorros de los niños o para colaborar con ONGs. De esta forma también estamos practicando la empatía, la solidaridad y le ahorramos al mundo un poco de plástico.
- Cuando mis hijos reciben varios juguetes de regalo solo les dejo uno y los demás los guardo y se los voy “dosificando” a lo largo del año, al ser pequeños ellos no se dan cuenta.
- Para el día del niño u otros días festivos regalamos “experiencias” en lugar de juguetes. De esta manera evitamos que asocien todos estos festejos con regalos materiales.
- A sus amigos tratamos de regalarles libros, plastilinas, pinturas o algún juego didáctico.
- Cuando salimos a caminar o en carriola siempre les doy un palo pequeño y suave, algunas hojas o flores que recojo en el camino y ellos se inventan sus juegos.
- Cuando salimos a hacer actividades al aire libre no llevamos juguetes (idea de papá). Hemos notado que de lo contrario los niños tienden a aislarse, no interactúan con sus pares de la misma forma o se genera un conflicto por poseer el juguete en cuestión.
En este enlace (en inglés) se analizan diferentes estudios científicos sobre esta temática.
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“La inteligencia es lo que usas cuando no sabes qué hacer”- Jean Piaget
Fuente: mamaminimalista.net
Maestranda en Psicología Positiva Aplicada y experta en Mindfulness, Inteligencia Emocional y Crianza con apego.
Muchas veces me cuestiono si estaré criando a mis hijos con las herramientas adecuadas para que lleguen a ser adultos amables, empáticos, cariñosos, exitosos pero más que nada, felices.
En la actualidad nuestros hijos están creciendo rodeados de nuevas tecnologías y avances científicos muy acelerados, su realidad es distinta a la nuestra por lo que muchas veces nos sentimos abrumados y confundidos.
Por eso siempre es un soplo de aire fresco encontrar información científica que nos da una palmada en la espalda a los que elegimos la crianza consciente y nos dice “lo estas haciendo bien”. En este caso psicólogos de la Universidad de Harvard, quienes basados en el análisis de estudios científicos, han revelado lineamientos para criar niños exitosos y compasivos.
En este artículo haré una bajada de estas directrices según mi punto de vista y con acciones concretas que practicamos en mi familia para avanzar en esta hermosa y desafiante tarea:
1) Tiempo de Calidad y Atención Genuina:
Los niños que pasan tiempo de calidad de manera regular con sus padres aprenden a ser compasivos y amorosos a través de los lazos que forjan con ellos. Por eso es importante que durante este tiempo seamos afectuosos y mostremos un genuino interés en sus actividades y comportamientos, felicitandolos por sus logros y su espíritu de superación. Es imprescindible escucharlos y respetarlos en sus elecciones (aquellas que no impliquen peligro)
Tips Prácticos:
– Dialogar con nuestros hijos haciéndoles preguntas abiertas para facilitar una conversación significativa en lugar de preguntas cerradas que limitan respuestas a “si” o “no”.
– Cuando nuestros hijos quieran jugar con nosotros o contarnos algo debemos involucrarnos de verdad, es decir, sin mirar de reojo el teléfono o dándoles la espalda mientras estamos lavando trastes.
– En el caso de los preescolares, darles siempre alternativas en lugar de una simple negativa (comida, vestuario, actividades) porque tener opciones los empodera los hace sentir valorados y respetados, mientras que el continuo “no” provoca lo contrario.
2) Predica con el Ejemplo:
Los padres que demuestran con acciones concretas la puesta en práctica de los valores morales de la familia estimulan un aprendizaje significativo y perdurable en sus hijos sobre dichas virtudes. Los niños no aprenden como loros por simple repetición sino por observación, por eso más que simplemente hablarles de honestidad, humildad y empatía practicarla diariamente tendrá mayor impacto.
Tips Prácticos:
– Pueden unirse a una ONG como voluntarios, ser líder de un grupo de Boy Scouts, participar u organizar actividades solidarias en su iglesia local, ser amables con nuestros vecinos.
– Evita insultar, desacreditar o criticar a otras personas o pares frente a tus hijos y ojalá no lo hagas aún cuando ellos no estén presentes.
– Cuando cometas un error asume tu responsabilidad y pide disculpas.
– Anima a tus hijos a estar atentos a las necesidades de los demás: “Mira, a ese niño se le cayeron sus fichas, ¿lo ayudamos a juntarlas?”
– Saluda cuando llegues a un lugar o en la calle y pide “por favor” y “gracias” en lugar de decirle a tu hijo “saluda” o “¿cómo se dice?” .
3) La Felicidad de Ayudar a Otros.
El estudio de Harvard también encontró que preocuparse por los demás es tan importante como la propia felicidad. Ayudar y hacer feliz a otras personas nos hace también felices a nosotros en el largo plazo y provoca una sinergia positiva que no deberíamos subestimar.
Tips Prácticos:
- Motiva a tus hijos a resolver problemas teniendo en cuenta como las decisiones que tomen afectará a otras personas involucradas.
- Practiquen en familia un “Random act of Kindness” cada día. A nosotros nos llena de felicidad.
- Dialoga con tus hijos o quizás cuéntales una historia de lo que está sucediendo en el mundo con otros niños y otras realidades más desafortunadas o con respecto a la ecología y preguntales qué harían ellos para mejorar el mundo. De esta forma podrás expandir su entendimiento de ser solidario y empático a nivel macro.
4) Gratitud:
Este estudio también destacó que los padres y los hijos que practican la gratitud de manera cotidiana son más solidarios, generosos, compasivos, menos rencorosos y lo más importante es que también son más felices y saludables. Por todo lo anterior, ser agradecido es un factor clave para que los niños se conviertan en adultos capaces de encontrar felicidad a diario en las pequeñas cosas.
Tips Prácticos: 
– Rezar diariamente nombrando nuestras bendiciones
– Repasar todas las cosas lindas que sucedieron durante el día en la cama antes de ir a dormir.
– Dar las gracias diariamente a otras personas que facilitan nuestra vida (el señor que recoge la basura, la maestra, el señor que maneja el autobús)
– Ayudar en los quehaceres domésticos provoca que los niños dimensionen que tener una casa limpia, ordenada o comida en la mesa implica una labor y se traduce en gratitud.
– Para los adultos: Realizar ayuno un día a la semana, caminar en lugar de usar el auto o darse una ducha de agua fría de vez en cuando nos sacude de nuestra “comfort zone” y no solo nos abre los ojos a nuestras bendiciones sino que activa nuestra empatía.
5) Resiliencia:
La resiliencia es la aptitud de hacer frente a los problemas superarlos, transformarlos y hasta incluso fortalecerse por dicha adversidad. Es necesario que los niños sean optimistas para ser exitosos en sus vidas. Cuando a tu hijo se le presente un problema orientarlo para tomar acción y hablar de lo que está pasando. Animalo a resolver sus problemas destacando los aspectos positivos que surgieron de ese accionar. Ayuda a tus hijos a identificar sus sentimientos y provee las herramientas para manejarlos con control hasta que vuelvan a estar en calma.
Tips Prácticos:
- Si este problema puede traducirse en una causa a la cual ellos puedan unirse orientales, por ejemplo si le dan pena los perros de la calle anímalo para ser voluntario de un albergue, o si su problema es que le da vergüenza hablar con otras personas inscribirlo en clases de teatro y actuación
- Nunca minimices o te burles de sentimientos que tus hijos expresen aun cuando te parezcan exagerados o tontos. Lo que a un adulto puede parecerle una tontería fácil de resolver puede genuinamente provocar dolor en un niño que todavía no cuenta con las mismas herramientas o experiencias.
- Cuéntales historias de tu vida en las que hayas superado un problema y preguntales que hubieran hecho ellos.
- Hazle saber a tus hijos constantemente que los amas incondicionalmente y que siempre estarás allí para apoyarlos
Todos estos consejos y tips que comparto los implementamos en mi casa y mientras algunos han surgido de mi propia lectura y análisis muchísimos han sido sugeridos por mi mejor amigo que es a la vez mi marido. Él ha cambiado radicalmente mi idea de crianza y me ha orientado en el Minimalismo. Es una inspiración, lo admiro no solo como padre sino como ser humano y le dedico este artículo.
Fuente: mamaminimalista.net
Maestranda en Psicología Positiva Aplicada y experta en Mindfulness, Inteligencia Emocional y Crianza con apego.
Read moreMuchas me han preguntado cómo lo hago para poder cumplir con todas mis responsabilidades y placeres personales, sin caer en el estrés. Les comparto con mucho cariño 10 tips que he incorporado en mi vida y me han funcionado muy bien.
1. Despertar temprano
Para mi la primera clave para tener un día a día productivo es despertar temprano. Me gusta tomarme el tiempo para todo lo que hago, desde la ducha en la mañana hasta para hacer deporte. Es por eso que no me gusta andar apurada, dentro de lo posible despierto de madrugada, así puedo preparar mi desayuno y hacer mi rutina de mañana tranquila y a mi ritmo. También evito los atochamientos, saliendo temprano de mi casa tengo más alternativas de transporte en caso que ande a pie o si ando en auto, puedo evitar los tacos y manejar sin apuro.
2. Decir que no
Algo que cuesta y he aprendido con el tiempo es a «seleccionar mis batallas», como se dice, y esto va desde el ámbito personal al profesional. No me obligo a mi misma a ir a un compromiso social si es que estoy cansada, así como tampoco acepto a cualquier tipo de cliente, soy selectiva en todas mis elecciones y eso me ayuda a valorar más mi tiempo y también a filtrar las opciones.
3. Aprender a delegar
Si hay algo que nos cuesta a las mujeres es delegar. Consideramos que nuestro sello es único en todo lo que hacemos, y sí es cierto, pero hay veces que necesitamos delegar y aprender hacerlo en todos los ámbitos de la vida es muy importante, porque así logramos despejar nuestra agenda personal y tenemos más tiempo libre.
4. Segmentar el calendario por colores
Una práctica que me encanta y me funciona muy bien es segmentar mi calendario en 4 categorías de actividades: Bienestar, Trámites, Reuniones y Tiempo Productivo. El bienestar es todo aquello que me genera placer, como por ejemplo, un almuerzo con amigas, pintarme las uñas, pasear a mi perro, ir a ver a mis abuelos, todo lo que amo hacer también lo agendo. Los trámites se agendan con tiempo y van desde pago de patentes hasta compra de cosas para mi oficina, las reuniones son ineludibles, y por supuesto se agendan y el tiempo en donde tengo que sentarme y dedicar mis horas hombres a trabajar las agendo también, a cada una de estas 4 categorías les tengo un color, lo cual al final de la semana me permite ver el equilibrio entre todos los aspectos de mi vida y así ajustar para la que viene. Esto me ha resultado increíble.
5. Destinarle un tiempo determinado a cada función
A todas las actividades que hago en el día le asigno un tiempo, y me esfuerzo en llevarlas a cabo en ese tramo, en caso que no alcance las vuelvo agendar para otro día, de esta manera trato de tener días equilibrados.
6. No sobrecargarse de tareas
Cada una sabe lo que puede hacer día a día, de acuerdo a las energías, ánimo y estilo de vida, en muy importante en la medida que más nos conocemos, no exigirnos más de la cuenta, porque al final del día nos genera mucho estrés no cumplir con lo que nosotras mismas nos impusimos.
7. Despejar la mente de pendientes
Un ejercicio que hago a diario es que, cuando se me ocurre una idea o me acuerdo de un pendiente, me mando un auto-email, de esta manera despejo mi cabeza de ese pendiente y puedo andar tranquila sin olvidar la ocurrencia.
8. Al final del día recolectar todo en un solo lugar
Hoy en día son muchos los lugares en donde vamos recopilando información; nuestro celular, email, cuadernos, agendas, post it, pizarras, fotos. El ejercicio que hago todas las noches es ordenar y recopilar todos mis pendientes en un solo lugar, y así centralizar la información.
9. Darle orden de prioridad a las tareas
Una vez que centralizo todo, discrimino entre ideas, proyectos y responsabilidades, de esta manera me quedo con la sensación de que no deje pendientes y puedo proyectar en el tiempo todo lo que quiero y debo de hacer.
10. Notas de audio
Yo soy muy respetuosa con el tiempo de los demás. Antes de hacer un llamado, mando un Whatsapp preguntando si está disponible y, en caso de que no respondan, dejo una nota de audio con el motivo de mi llamado. Por lo general a la hora de almuerzo o medio día tengo varias respuestas que las escucho en tiempos de espera, como por ejemplo en las colas de los trámites, en trayectos de un lugar a otro, o incluso en el baño, así optimizo mi tiempo al máximo.
Periodista, Licenciada en Comunicaciones.
Facilitadora en Innovación Social de la Universidad de Chile
Existen varios factores que impulsan la compra de un libro, estos se pueden resumir en tres; su título, su autor y su sinopsis.
Buscando, buscando información para escribir una buena sinopsis me encontré con varias coincidencias en el cómo escribirla y varios concuerdan en que básicamente se puede escribir en varios pasos que les resumo a continuación:
1) Sé breve:
Una buena sinopsis no debería tener más de doscientas cincuenta palabras, así que es importante que conozcas los puntos principales de tu historia, aquellos que llevan el peso de la acción y, por lo tanto, la hacen atractiva para poder presentársela a los lectores.
2) Céntrate en la trama principal de tu historia:
Está muy relacionado con el punto anterior. Si empiezas a hablar de tramas secundarias, tu sinopsis se alargará. Céntrate en lo importante de tu narración: personaje principal + trama principal.
3) Muestra claramente el conflicto principal de tu historia
El conflicto es la cuestión a resolver en tu novela, el enfrentamiento entre protagonista y antagonista; cuanto más interesante sea éste, más atraparás al lector.
4) Empieza con una frase impactante
Olvídate de empezar de este modo: “Año 1095, el Papa Urbano envía la petición de iniciar la guerra santa.” Así creas el marco, sí, pero no enganchas al lector. Fíjate en la diferencia: “Alfonso es obligado a ver cómo unos soldados sarracenos saquean su casa y …”. Has establecido el marco, pero has planteado una situación interesante, algo que puede enlazar al lector con el personaje. Una regla de oro: La sinopsis debe enganchar desde la primera frase.
5) Evita perderte en generalidades
Muestra puntos clave de tu trama. Presenta el personaje principal en situaciones difíciles. ¡Pero ten cuidado de no desvelar más de la cuenta!
6) Apela a los sentimientos
El fin de toda novela es crear emociones en el lector. Ese trabajo debe empezar en la sinopsis. Consigue que el lector sufra, o se enamore, o se indigne, o cualquier otra cosa, desde la sinopsis.
7) Usa un lenguaje directo
En la sinopsis no tienes que enamorar al lector con recursos literarios. Tienes que enamorarlo de la historia. Cuanto más directo seas, mejor llegará el mensaje al lector.
8) No olvides el objetivo de la sinopsis
Lo que pretendes con la sinopsis es que el lector quiera leer más. No cuentes toda tu historia en la sinopsis. Crea expectativas para que el lector desee leer la novela. Por tanto, plantea cuestiones a resolver, pero no ofrezcas las respuestas.
9) Reescribe
Como con cualquier otra cosa que escribas, la primera versión no será la definitiva. Lee y edita varias veces tu sinopsis; acércate a ella con ojo crítico. Plantéate si tú comprarías un libro tras leerla y, cuando estés satisfecho, pásasela a gente de confianza, alguien que tenga buen criterio y pueda ser crítico con ella para resaltar los puntos fuertes y poner en evidencia los puntos débiles.
Que tengan unos maravillosos días y hasta la próxima.
andreacarescritora@gmail.com
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La hora de irse a dormir (que en muchas casas es un eterno drama!) puede convertirse en un momento importante de calidad con tu hijo si tienes una rutina adecuada. No solo porque facilita que tu hijo se acueste y se quede dormido, sino también porque te permite conectarte a él. A continuación te doy 7 consejos para nutrir la rutina del sueño.
1. Predictibilidad: Los niños hasta alrededor de los 6 años no entienden bien ni la hora ni los tiempos. Tener horarios y actividades estables les permite predecir qué va a pasar. Quizás no saben qué hora es, pero saben que después de comer viene el baño y que después del baño llega papá. Esto los contiene, les da tranquilidad y sensación de control[1]. Junto con esto, la predictibilidad también permite regular los ritmos biológicos del niño (por ejemplo, que le de sueño siempre a la misma hora).
2. Señales ambientales: Para potenciar la predictibilidad de las rutinas, los niños necesitan señales ambientales claras y estables que marquen y comuniquen el paso de una actividad a otra. Ya mencionamos que los niños a esta edad no se manejan bien con los tiempos, menos con los horarios. Por lo que si queremos que la rutina les resulte predecible, más que horarios, necesitamos señales. Para un niño de cuatro años, es mucho más fácil entender que tiene que acostarse cuando termina La casa de Mickey Mouse, que entender que debe hacerlo a las 20:30. Ahora, esto no significa que no haya que tener horarios. Todo lo contrario. Pero los horarios son para nosotros[2].
Las señales ambientales también ayudan para ordenar las conductas de los niños. Por ejemplo, después del baño las luces comienzan apagarse y ya no es hora de sacar juguetes y desordenar la pieza, sino hora de regalonear. Si tu hijo por temperamento es irregular en sus horas de sueño (lo has intentado todo y aun así nunca se duerme a la misma hora), las señales ambientales serán tu mejor aliado.
3. Cuento: Independiente de los beneficios en el desarrollo de la creatividad y fomento de la lectura, contar un cuento hace que irse acostar sea atractivo. Para muchos niños, dormir es fome porque significa perder tiempo de juego y regaloneo. Por lo que contarles un cuento es una excelente forma de cambiar esta percecpción. Irse acostar significa seguir pasándolo bien y haciendo cosas con mamá/papá. El cuento además es una actividad de transición entre estar activo-despierto y relajarse-quedarse dormido.
4. Preguntas de conexión: Este es uno de mis consejos favoritos. Muchos niños al irse acostar se muestran más dispuestos a conversar, a contarnos sus cosas y hacernos preguntas. Estos momentos de conexión hay que potenciarlos y aprovecharlos al máximo. Pueden preguntarles que fue lo que más le gusto del día y lo que menos les gusto. Algo que los hizo reír, algo que los hizo enojar. Algo que hayan aprendido. Yo lo empecé hacer hace poco con mis hijas y les encanta. Me dicen “mamá nuestra conversación”.
Hacerles preguntas de este tipo, no sólo favorece la comunicación y la relación, sino también el desarrollo de las funciones ejecutivas.
5. Demostraciones afectivas: Dentro de las actividades que conforman la rutina es importante que incluyas demostraciones de cariños. Yo por ejemplo a mis hijas todas las noches les doy un súper beso que las protege de tener pesadillas y las ayuda a dormir mejor. Estas demostraciones, al ser estables y predecibles, se convierten en rituales que enriquecen enormemente la relación.
6. Reconectar antes de dormir: Si por alguna razón te enojaste con tu hijo o el contigo, no dejes que se vaya a dormir sin antes volver a conectarte a él. Por lo mismo, nunca utilices irse a dormir como un castigo. No es bueno para la relación, para su descanso y para su desarrollo cerebral.
7. Actividades de relajación: Para facilitar que el niño se acueste y preparar su cuerpo para dormir, lo ideal es que después del baño (o la comida en caso que se bañe antes) no haga nada que lo active. Evita juegos bruscos, electrónicos o que impliquen algún tipo de actividad física como correr o saltar. Trata de hacer actividades que lo relajen y vayan calmando de apoco su energia (por ejemplo masajes, leer, ver televisión abrazados, jugar con los legos, etc).
Para ver qué actividades activan o relajan a tu hijo, debes estar atenta y observarlo. Hay niños por ejemplo, que se activan con el baño en vez de relajarse. Cuando esto ocurre, conviene bañarlos más temprano y cuando se acerca la hora de dormir hacer activiades que realmente lo calmen.
Espero que te haya gustado y servido. Si se te ocurre alguna idea, no dudes en compartirla! La idea es que entre tod@s nos apoyemos.
Mamá de 3
Psicóloga Infanto-Juvenil
Magíster en Psicoterapia Integrativa
Diploma en Terapia de Juego
Diploma en Manejo Interdisciplonario de las dificultades del Escolar
Autora del libro «Apego Seguro: Cómo relacionarte con tu hijo después de los dos años» y «Separarse con niños pequeños: cómo seguir nutriendo tras la ruptura» de (Ediciones B).
1 y 2: Extraído del libro “Apego Seguro: Cómo relacionarte con tu hijo después de los dos años”. Andrea Cardemil, Ediciones B.
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