Comparaciones: ¡hay sólo una realmente válida!

Sí…, estoy escribiendo en noviembre 2017 y esto es contingente. La pintora cubano-estadounidense afincada en Estados Unidos desde los años 50, Carmen Herrera, a sus 102 años de edad vendió por 1.179.000 dólares su cuadro Sin título (Naranja y Negro), realizado por la artista en 1956. Desarrolló su vida en Nueva York, probablemente la metrópolis más viva en cuanto a arte y otras cosas. Pinta harto y pinta bien, hasta el día de hoy. Doña Carmen está considerada por la crítica una pionera de la Abstracción Geométrica y del Modernismo Latinoamericano. La fama y el reconocimiento le llegó cuando ya no era su objetivo alcanzarlo. Fue titulada como “el descubrimiento de la década” y vendió su primera obra a los 89 años, tras más de seis décadas de silenciosa y perseverante carrera en solitario. Impresionante que todos ellos años nadie le haya tirado bola o descubierto. ¡Increíble!

¿Es realmente una artista o una pintora aficionada?

¡Si pues, porque a los 89 años de edad vendió su primer cuadro, después de pintar toda una vida! ¿Es un éxito? Algunas opinarán que vender su primer cuadro a los 89 años de edad es como lograr el primer contrato pagado de actor tras 30 años de ejercicio de la actuación, de pasar 15 años en una empresa sin aumento de sueldo, correr once maratones y bajar por primera vez de las 6 horas de tiempo. ¿Son esos fracasos o éxitos?

Depende con quien o qué lo compares. Es un hecho que siempre existirá alguien más exitoso, querido, reconocido, rápido, genial, empático…..que tú. Siempre habrá alguien que gane más dinero por un trabajo similar al tuyo, que tiene más y mejores amigos, que vive con una pareja más comunicativa y cariñosa, que viaja más por el mundo, que tiene una familia más estable…. Da igual lo que midas y lo que compares: ¡siempre habrá alguien que es más, en una u otra arista!

Pero, si ello es así: ¿cuál es entonces el sentido más profundo de la comparación? Sólo porque puedas medir o comparar algo, no implica que sea importante o tenga alguna relevancia para nosotros.

Opino que es mucho más importante que logres claridad acerca de lo que es importante para ti,  lo que quisieras cambiar y lograr. Desde ese momento, simplemente ignora las comparaciones que no posean una relación directa con ello. Creo que sólo debieras comparar lo que haces, con lo que puedes lograr: ¿donde están tus potenciales, tus talentos y fortalezas especiales? Tampoco compares todo, sólo lo relevante camino a tu meta o aspiraciones. Lo restante es ruido innecesario. ¡A Doña Carmen le tomó algo de tiempo y probablemente lo superó con creces!

Aquí puedes encontrar varias ideas para dar los primeros pasos: ESC

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“Diálogo del Talento” en lugar de “Evaluación del Desempeño”

Ya pasó casi un año que me salí del sistema.

Cuando digo sistema, hablo de estar en el Management superior, en Directorios, en múltiples reuniones de multifacéticos temas y diversos grados de complejidad. También estuve inmerso en una serie de procesos y procedimientos que impulsé en buena parte, los que hoy, tras re-encontrarme de nuevo con varios elementos de mi esencia emprendedora, gestora, asesora, consultora, consejera, opinóloga, estratégica, parafraseadora, reflexiva…, cuestiono.

Hoy me referiré a las evaluaciones de desempeño anuales. Sí, ese procedimiento de gestión que hace décadas, con mejoras más o variantes menos, o no, pertenece al repertorio de “eso se hace así en el management”.  Hubo colaboradoras y colaboradores directos míos, que sufrieron la gota gorda en esas conversaciones de evaluación, donde a pesar de tratar de hacerlo empático, era inevitable ir al grano. Al menos al grano, de acuerdo a lo que exigía el sistema. Como no todos los jefes actuaban con la misma rigurosidad, en algún grado no menor, el sistema finalmente perdía confiabilidad entre los colaboradores.

Reunión de Evaluación – preguntar en lugar de desgranar

¿Por qué llegué a esta conclusión? Primero, porque considero que estas reuniones anuales se van transformando en rituales, que no aportan gran cosa al avance real en el desarrollo de las competencias del individuo, al menos no de la manera que lo realizan el 90% de las organizaciones. Además de ello, esas conversaciones de evaluación en sí mismas no son concluyentes: por una parte los colaboradores reciben retroalimentación y por otra, son evaluados. Pero si realmente queremos que la retroalimentación funcione, sobre todo si es negativa, requiere apertura. Pero si es como la relación profesor alumno con la entrega de notas, se distorsiona, lo que juega en contra de la confianza. Por ello considero necesario, poner en duda este ritual: ¿qué es lo que realmente buscamos? Respuesta: personas con iniciativa propia, compromiso y pasión, que hagan la diferencia frente al cliente externo e interno. ¿Se logra con las tradicionales evaluaciones de desempeño? ¡Llegué a la conclusión, que definitivamente no!

¿Hacerlo mejor?

Por supuesto que sirven las reuniones de retroalimentación (o también llamadas “de feedback”). Comentarios positivos y, por supuesto, comentarios sobre el potencial de mejora son imprescindibles. Y, por supuesto, el colaborador también debe poder dar retroalimentación a su jefe. Sí, obvio. Pero por favor no esperar hasta llegue el momento planificado para estos rituales de culto y de fechas, sino tenerlas en el momento que sea necesario realizar esa conversación. ¡Es decir, potencialmente siempre y ojalá, sin escalas de notas!  El mejorar el rendimiento es una tarea constante, permanente, por lo cual la comunicación debiera ser siempre bidireccional, o incluso a veces multidireccional, pero de manera fluida. El diálogo debe lograrse como algo continuo, en una atmósfera constructiva, sin formularios sobre la mesa, los que casi siempre después van a parar al área gestión de personas, probablemente con un seguimiento dificultoso y productivamente escaso.

El Cirque du Soleil lo hace distinto

Algunos dirán, que la empresa no es un circo y yo digo: un circo si es una empresa y este en particular, muy exitoso. Cirque du Soleil es un muy buen ejemplo, de como potenciar el talento, sí, un ejemplo en objetar y poner en duda una serie de métodos de management aceptados desde hace mucho tiempo atrás, renovándolos y refrescándolos. Ellos ya no poseen reuniones de evaluación y fueron reemplazadas por el “diálogo del talento”.  No es necesario eliminar la evaluación de desempeño de una vez, de manera brutal. Bastaría con repensarla de manera radicalmente nueva. Para ello sugiero usar como estímulo los “diálogos del talento” de Cirque du Soleil.

Cinco preguntas que se las traen. Pero sólo voluntariamente.

El procedimiento: lo primero y casi más importante, es que es voluntario. Los colaboradores se reúnen regularmente a un ritmo adecuado, auto-responsablemente y con un fomento de la auto-iniciativa, llevando un diálogo abierto, para conversar acerca de cómo van las cosas. Ello, sin pautas de la jefatura o el área gestión de personas. Para que estas conversaciones posean un orden y una estructura, se conversa acerca de cinco simples preguntas – tanto para el nivel individual como el de un equipo de trabajo en particular:

  1. Mirando retrospectivamente hacia el último período: ¿cuál fue mi aporte individual y qué fue lo que posiblemente contribuí más allá de dicho aporte?
  2. ¿Qué fue difícil? ¿Dónde tuve dificultades?
  3. ¿Qué tan presente estuve y qué efectos tuvo (para mi mismo, como para quienes trabajan en el mismo equipo)?
  4. ¿Existe algo que rescato especialmente de este último período, que quisiera focalizarlo más fuertemente en un futuro?
  5. ¿Cuáles son nuestras prioridades para el próximo período?

Lo bueno de estas preguntas, es que no requieren de un jefe, tampoco de una administración de gestión de desempeño. Son de auto-gestión, con auto-responsabilidad, que promueven un diálogo con sentido.

¡Reflexiona al respecto!

 

Ricardo Gevert – Adm. Industrial

texto extraído de www.gevert.com

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“No encuentro el trabajo soñado o anhelado” ¿Emprender algo propio?

Crecientemente nos encontraremos con personas entre treinta y cuarenta y cinco años de edad, pero también mayores, que ya llevan un tiempo buscando un trabajo “de acuerdo al nivel de responsabilidad, motivación, desafío y remuneración” que creen merecer. En muchos casos pasan las semanas, incluso meses, en donde crecen la frustración, miedos e inseguridad.

También están aquellos que pasan años catapultados a cargos como empleados, incluso de buen nivel de responsabilidad y renta, quienes en el fondo no son felices con ese trabajo. A ellos se suman jubilados con una mala pensión, así como aquellos que ya ven que ésta se viene encima y ya visualizan que no les alcanzará…

Sin lugar a dudas, la independencia, es decir el emprender de manera autónoma no es para todos. Pero no sólo no es para todos a nivel individual, sino muchas veces como proyecto familiar. Otras veces el proyecto de emprendimiento familiar lo es todo…

Claramente no existe una regla universalmente válida, acerca de quienes están o no “predestinados” al emprendimiento. Lo que sí es válido, es que sobre todo para aquellos casos descritos en el primer párrafo, un camino concreto – aunque fuere paso a paso –  puede convertirse en una ineludible y urgente necesidad, donde la ausencia de una solución muchas veces conlleva fracasos matrimoniales y otras consecuencias definitivas, muchas veces irreversibles y nefastas.  En esos casos, será muy importante que ese problema se transforme rápidamente en oportunidad.

Si estás en una situación como esa, parte identificando un pequeño nicho en el mercado. ¡Pero pequeño! No pienses tan en grande para una primera fase. Ese nicho debe poseer un problema claramente identificado y definido, pero mal resuelto; o a lo menos, que tú poseas una solución o un camino para llegar a ésta, que los clientes dentro de ese nicho, la perciban como más idónea que la mejor actual.

Tu enfoque debe ser: ¡en ese nicho o micro-nicho debo ser líder! Ese es el inicio. Ese liderazgo, posteriormente te podrá abrir puertas a nichos vecinos, además de ello a mejores márgenes de ganancias, ya que la mejor solución es menos sustituible por competidores y por lo tanto, menos expuesta a guerras de precio.

¿Cómo crees que reaccionen los inversionistas, posibles socios de cooperación o aliados, incluso bancos, si pudieses presentar desde un inicio buenos pedidos, contratos, buenos clientes que paguen sus facturas en la fecha acordada?

En raras ocasiones es posible alcanzar la zona de rentabilidad o ganancias después de un largo período de sequía y fase inicial “lenta pero segura”. ¿Cómo reducir a un mínimo esa fase inicial previa a la rentabilidad?

Hazlo mejor que otros: ¡No produzcas si no hay pedidos! ¡No existen pedidos lucrativos de largo plazo sin “clientes ideales”! Solo si desde un inicio no se regala demasiado dinero a través de bajos márgenes debido a guerras de precio en círculos de clientes donde los productos o servicios sean fácilmente substituibles, existirá la posibilidad real de establecer una empresa verdaderamente competitiva y rentable.

¿Qué debes hacer si decides seguir este camino del emprendimiento propio?

Como ya he mencionado anteriormente, se trata de lo siguiente:

  1. Primero, encuentra suficientes clientes reales – ideales – y no teóricos para tu emprendimiento y productos.
  2. Según el producto, servicio o sector, logra acuerdos previos en cuanto a pedidos. Estos productos o servicios deben ser claramente diferenciables para tus clientes, aunque en una primera etapa inicial no los produzcas tú mismo. Atención: aquí se trata de la percepción de tus clientes, no de la tuya. No trabajes en base a tus propios deseos e intereses respecto del producto, sino aquellos de los clientes en ese nicho.
  3. Recién con ello en la mano, inicia la implementación de la empresa y de la propia producción de un servicio o producto.

Son muy pocos los emprendimientos que parten sin capital, pero con una buena idea por parte del emprendedor original, se pueden dar el lujo de proceder de manera distinta. ¡Por ello estoy seguro que ello también es válido para ti, para tu idea, para tu emprendimiento, tu futuro negocio y medio de subsistencia!

Pero para volver sobre las maneras de buscar la idea, la oportunidad, las siguientes líneas te darán algunos “tips”. Ello no sucederá a través de una iluminación, sino de una observación sistémica: ¡observa al sector que más te atrae!

Tus fortalezas, aptitudes y talentos deben calzar con el “nicho del problema” como una llave en la cerradura. El punto de inicio es tu perfil de fortalezas. Es tu llave y debes hacerla calzar con una cerradura y tendrás varias opciones, pero aún no definitivas.

Tu mayor fortaleza no vale nada, si no hay quien la necesite o esté dispuesto a adquirirla. Debes determinar esa área de negocio o nicho,  en donde tus fortalezas alcancen un alto grado de validez. Tus áreas de acción debes determinarlas tú mismo y no dejar que sean impuestas por otros. Muchas personas dejan que sus familiares, amigos y colegas determinen hacia donde guiar su emprendimiento. Ese es el principio de la pérdida de identidad.

Tanto más “angosto”  definas el sector, tanto más rápido será tu éxito, tu motivación y acercamiento a ese emprendimiento ideal.  Considera: “probar pasa primero por estudiar”. Proceso de prueba y error = riesgo mínimo.

No “mastiques” tus “nichos” durante meses, sino procede rápidamente a la comprobación. Procede de acuerdo a “prueba y error”: realiza un paso en la dirección correcta esperada y aplica tus experiencias ganadas circunscritas a ese nicho. Corrige los errores y comprueba en un nuevo paso adelante. Así limitarás tus riesgos a un mínimo.

Un ejemplo para proceder inicialmente: junta varias revistas actuales de distinta índole (mujeres, hombres, deportes, hijos, salud, negocios, etc.). En muchos artículos de estas revistas se escribe acerca de problemas que existen en ciertos sectores de la sociedad, así como de alternativas como resolverlos. Al leer tales artículos pregúntate: ¿cuál problema (…y por ende oportunidad) se esconde realmente detrás de este artículo?

Por ejemplo, en el área capacitación se habla “como bombo en fiesta” acerca del aseguramiento de calidad. Detrás de ello, se encuentran una infinidad de problemas mal resueltos. ¿Alguno de esos problemas lo sabrías resolver mejor que otros? ¿En cuál sector requieren resolver ese problema más que en otros e incluso, es urgente que lo hagan? ¿Tengo la solución? Si no la poseo: ¿Quién la podría poseer? ¿Podría cooperar con ellos?

De manera muy  resumida, la pregunta clave a responder es la siguiente: ¿cuál problema mal resuelto, en qué nicho de mercado, puedo resolverlo mejor que otros, en donde pueda poner en juego mis aptitudes, habilidades, motivaciones y contactos?

Ciertamente aquí no encontraste la receta, sin embargo, espero haberte inspirado a mirar las cosas desde otro ángulo y ojalá, haber contribuido a una potencial oportunidad.

Si te hace sentido, también te sugiero visitar:

Clienting Exitoso(re)construcción y (re)inserción laboralCASOS;

 

Ricardo Gevert – Adm. Industrial

texto extraído de www.gevert.com

 

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¡Sobrevive Preguntando!

Por años he colaborado con Mundo Mujer de manera bastante pasiva, es decir, en un inicio cuando estaban aún “en pañales” trabajamos juntos algunos conceptos estratégicos, pero de ahí en adelante, mis artículos en Mundo Mujer son extraídos – obviamente con autorización – de mi web-blog. Ya era hora de que eso cambiara. Este es mi primer artículo escrito para este importante medio orientado a las mujeres, aunque hay hombres como yo, que igual visitan el sitio con cierta regularidad.

Vamos al tema que nos convoca:

Imagínate que eres la Gerente de Personas de una importante empresa. Una de tus mejores colaboradoras de sopetón te presenta su renuncia. ¡Bum! Te deja petrificada. ¿Que haces?

Habilidosa, más habilidosa, muy habilidosa

Una buena amiga que también era una colaboradora de excelencia en una importante organización, hizo justamente eso: renunció de la noche a la mañana. El nuevo trabajo no sólo le hacía más sentido de acuerdo a sus habilidades e intereses, también no le produciría el estrés negativo y la motivaba de sobremanera. Lo que realizó el jefe de esta amiga, casi podemos adivinarlo: “¿Oohhh, que lástima, no quieres pensarlo?”. ¿No? ¡Bueno, lo lamento mucho y que te vaya bien en el nuevo trabajo! Luego balbuceó: “¡Por la flauta, siempre se van los mejores!”. Fin al tema y su ex-jefe volvió a ocuparse de sus tareas cotidianas.

Por supuesto hay jefes más habilidosos. Si sucede algo así – que obviamente pasa muchas veces en innumerables organizaciones -, al menos realizan una entrevista de salida, preguntan por las razones y solicitan una retroalimentación lo más abierta posible, para posteriormente investigar y eventualmente poder tomar decisiones correctivas. Ello, podría evitar un mayor éxodo de buenos colaboradores.

¡Pero también están los muy habilidosos! Sí, esos son los que actúan de manera temprana, antes de que el pan se queme en el horno. En castellano: en lugar de prever entrevistas de salida, realizan oportunas entrevistas de permanencia con sus mejores colaboradores.

 

Entrevistas de permanencia: ¡pues, pregunta!

Nuestra amiga Gerente de Personas, ya aprendió de situación vivida. Es más, su aprendizaje y éxito logrado en la retención de importantes colaboradores, lo compartió con el Gerente General y otras Gerencias de la organización, quienes gradualmente también comenzaron a evitar desarrollos indeseados de este tipo, actuando de manera pro-activa. No sólo retener a colaboradores clave, sino también prevenir que colaboradores generen una desconexión emocional y mental de sus tareas, cayendo en la apatía y resignación laboral. Nuestra muy habilidosa amiga, su jefe y sus pares ahora “coleccionan” valiosas informaciones de primera mano, no de rumores, no de encuestas impersonales, buscando que esa retroalimentación sea muy específica y concreta. Con ello, están logrando seguir pensando en las soluciones junto a los colaboradores, quienes se dan cuenta que los jefes realmente se interesan y trae consigo consecuencias de mejora. Se sienten valorados y ello, muchas veces es decidor.

¡Levántate con ganas!

Si quieres comenzar a realizar entrevistas de permanencia, te propongo dos ideas de preguntas para  tus mejores colaboradores:

1.¿Qué es de tu trabajo, lo que te hace saltar como un resorte de tu cama en las mañanas, para levantarte con entusiasmo y alegría? 

La pregunta así de gráfica quizás no es común. Pero justamente esta manera de realizarla, puede provocar que obtengas ideas y puntos de vista interesantes: ¿las respuestas apuntan más hacia los colegas, a los proyectos, a los clientes interesantes, o al ambiente laboral?

2.¿Qué es de tu trabajo, lo que te hace apretar una y otra vez la tecla “posponer” en tu alarma de despertador?

Esto ilumina la otra cara de la luna. La pregunta deja un buen ancho de banda para respuestas. Claro, tu colaborador podría decir que es flojera, que duerme mal. En ese caso, quizás podrías considerar que pueda llegar más tarde. ¿O no será que esa reunión de los viernes sea una razón, a la cual le tiene pavor? Puedes contra-preguntar “para escarbar” un poco más en las verdaderas razones.

¿Y tú?

Podrías sumar otras preguntas, con las ideas que da el Prof. Dr. John Sullivan en esta página en inglés, donde justamente habla de los “stay interviews” (entrevistas de permanencia): https://www.tlnt.com/stay-interviews-20-possible-questions-you-should-consider-asking/

Ah, claro, existen empresas en donde los jefes no requieren este tipo de catálogos de preguntas, ya que de por sí ya poseen este tipo de conversaciones con los colaboradores, como algo cotidiano y totalmente normal en la cultura de trabajo. ¡A eso hay que llegar y nuestra amiga ya es una de ellas!

Si eres jefe: prueba y realiza tus propias preguntas, que se acomoden a tu organización y a tu propia personalidad. Y si no eres jefe, puedes proponerlo a tu jefe e invítalo a probarlo. Si te ayuda, le puedes enviar este artículo.

 

P.D. 

Lo más habilidoso de todo sería, que tú misma te hicieras esas dos preguntas y reflexionaras acerca de ello.

¡Te sorprenderás del resultado!

 

Ricardo Gevert – Adm. Industrial

www.gevert.com

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El espíritu jóven

¿Te acuerdas de tu decimoquinto día de clases, la octava vez que hiciste el amor, el noveno día que tuviste en brazos a tu hija recién nacida, la tercera vez que fuiste al cine? ¡Obviamente no!

En realidad te acuerdas de los estrenos: el primer sueldo, la primera vivienda después de independizarte de tus padres, el primer beso, tu graduación….¡Sí, son muchos más y muchos son fantásticos recuerdos, que enriquecieron nuestra vida! Generalmente recordamos mucho más los estrenos, es decir la primera vez de algo que nos gustó, marcó, influyó en nosotros, ya que habían tantas emociones en juego. La segunda, tercera, décima vez ya pasan prácticamente al olvido. Sobre todo con el tiempo, en la medida que envejecemos se olvidan…., salvo muchos estrenos.

También, con los años van disminuyendo los estrenos.

Mientras más emocional, tanto más profundo y duradero queda grabado en nuestra mente. ¿Pero quien dijo que esos estrenos debían quedar reservados para los años con mayor juventud? Para muchos, desgraciadamente, el número de estrenos disminuye en la medida que avanza la edad, a pesar de que muchas veces sí existían los medios. Ya cumplí 60 años y he podido constatar a lo largo de este tiempo, que muchas personas evitan realizar nuevas experiencias, de probar cosas nuevas, quedándose pegadas sólo en los hitos del pasado juvenil. Está bien, esos recuerdos están para revivirlos una y otra vez, pero también el crear nuevas vivencias, nuevos estrenos. Ello logra que la mente, el alma, el espíritu permanezcan jóvenes, aunque el cuerpo ya no acompañe como antes.

Para no citar a otros, se los puedo decir a partir de mi propia experiencia y vivencia: mantenerse con “espíritu joven” consiste en buscar una y otra vez nuevos estrenos, de manera consciente y activa, de enamorarme de esas nuevas primeras veces. ¡Ojo, podría llegar a ser adictivo! Markt Twain tenía ese espíritu: “Dentro de veinte años lamentarás más las cosas que no hiciste que las que hiciste. Así que suelta amarras y abandona el Puerto seguro… Atrapa los vientos en tus velas… Explora… Sueña… Descubre”.

  • Descubre un nuevo deporte
  • Visita esa exposición a la que nunca te diste el tiempo
  • Haz vacaciones de manera distinta, deja la rutina de ir siempre al mismo lugar a realizar lo mismo de siempre
  • Descubre una nueva ciudad
  • Ayuna por tres días
  • Prueba un nuevo restaurante
  • Organiza algo entretenido pero atípico con tus hijos o nietos
  • Sorprende a tu pareja
  • etc.

Es que realmente es así: permanecerás tan joven de espíritu como los estrenos que permitas en tu vida.

Ello no sólo sucede en la vida privada, también sucede con los emprendedores. Los más exitosos e innovadores viven de un nuevo evento tras otro, organizan, movilizan, se deshacen sin apego de lo viejo aunque funcione, combinan modelos de negocio, trabajan con socios anticonvencionales

Todo lo que requieres es un poco de valor, salir de esa zona de supuesto confort o seguridad, sí, un poco de “locura”. La recompensa: tus ojos seguirán brillando y hablando con cada latido del corazón.

Ricardo Gevert – Adm. Industrial

texto extraído de www.gevert.com

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El Clavo Oxidado y la Biophotónica (2da parte)

Ver primera parte aqui

Después del regreso de un viaje de vacaciones a Sudáfrica en febrero 2017 , al cual había partido muy enojado y decepcionado del equipo de médicos tradicionales que venían viendo mi caso, llegué decidido a profundizar acerca de un tema acerca del cual por otras razones había leído algunos años antes: la biofotónica, donde los alemanes llevan la absoluta delantera. Me moví rápido a través de mi red de contactos y en menos de tres semanas estaba volando a Alemania con agenda organizada. Como en todos estos temas alternativos y en todo el mundo, existen personas y organizaciones muy serias, con base científica, pero también de los otros, los charlatanes y oportunistas. Por ello, las informaciones de mi red de contactos en Alemania fueron de inmenso valor.

En artículo, e incluso blog que tengo en preparación, me referiré mucho más a la biofotónica, así como algunas formas de aplicarla a la salud o bienestar general. Pero aquí va un muy breve resumen en “titulares”:

  • Hace más de un siglo a partir de los trabajos de biofísica y medicina empezaron a descubrirse evidencias que tanto los metales como las células vivas reaccionaban frente a frecuencias electromagnéticas como la luz y otras ondas.
  • La clave de todas las investigaciones sobre los biofotones ha sido el demostrar que se trataba de luz coherente o sea ordenada, en otras palabras que no es una luz convencional como la que percibimos habitualmente sino luz láser. Según el biofísico Fritz-Albert Popp y “padre de la biofotónica”, los organismos vivos se encuentran envueltos en un campo electromagnético propio, en un estado energético inestable entre el caos y el orden y por tanto capaz de emitir una reacción equilibradora o de autorregulación. La teoría de los biofotones explicaría algunas experiencias “sutiles” de autocuración celular frente a determinadas enfermedades si estas reciben la información energética electromagnética (luz) sutil adecuada. Pero sobretodo, las emisiones de biofotones pueden regular determinadas alteraciones ambientales creando un equilibrio e identidad del patrón luminoso nuevo.
  • Las investigaciones sobre los biofotones ocupan ya un buen número de equipos científicos en varias partes del planeta. Otros estudios confirman que la emisión de biofotones  como fotoemisión ultradébil coherente es observable en los cloroplastos de espinaca aislados, incluso después que estos hayan sido sometidos a varias horas de adaptación a la oscuridad. Esta emisión de luz espontánea se da en presencia de oxígeno, por lo que en este caso la cadena respiratoria de los cloroplastos está involucrada en la serie de reacciones redox que conducen a la excitación del emisor de biofotones, presumiblemente moléculas de clorofila. Nota adicional Gevert: uno de los equipos que “descubrí”, trabaja en esta dirección, es decir en semejanza al proceso de fotosíntesis de las hojas verdes de las plantas. Ya profundizaré más adelante.
  • En definitiva, el estudio de los biofotones permite concluir que la salud es un estado de comunicación subatómica perfecta y coherente de carácter luminoso. La luz emitida en estado de enfermedad o de salud deficiente supone una debilidad o interrupción de este tipo de comunicación luminosa coherente intercelular. Actualmente, buena parte de las investigaciones sobre los biofotones se centran en comprender cómo podría aplicarse en mayor medida a la medicina. Nota adicional Gevert: de uno de los investigadores más avanzados en secuencias biofotónicas es el otro equipo con el cual me he tratado, en donde a través de un diagnóstico y aplicación fotónica a la medida, se logran evoluciones de autocuración a través de la comunicación fotónica con la red celular.

Tras esta explicación que intenté mantenerla lo menos compleja posible, sólo les puedo decir que desde fines de marzo del año 2017 me he tratado con dos equipos biofotónicos, a raíz de lo cual esta “revitalización celular” ha actuado de alguna manera sobre mis enfermedades, por lo que:

  • desde fines de marzo no he vuelto a requerir corticoides, antibióticos, nebulizaciones y el uso de inhaladores ha sido muy esporádico
  • he mejorado significativamente mi calidad y cantidad de sueño, lo que seguramente también se debe a una vida sin la exagerada intensidad laboral que traía
  • debido al éxito en mi persona, estoy trabajando en la forma de extender estos dos tipos de aplicaciones fotónicas y/o biofotónicas a otras personas a partir del último trimestre de este año o quizás antes. Con las empresas alemanas ya poseo un acuerdo en tal sentido
  • prefiero advertir: no siempre se trata de enfermedades y menos aún tan límites como lo es/era la mía; muchas veces se trata de lograr una revitalización celular a través de alguno de estos dos medios que a esta altura conozco bien, dejando que nuestras propias células hagan la tarea, la de generar un mayor bienestar y equilibrio a nuestro organismo
  • será muy recomendable complementar aplicaciones biofotónicas con una medicina biorreguladora, que a partir de mi propia experiencia sugiero complementar con cambios en la alimentación, psicología y ejercicio (que aún es el gran faltante que debo lograr recuperar…)
  • ahora también decidimos con mi “Psico-Doc” realizar un examen en base a biorresonancia, para intentar determinar qué es lo que causa la reacción alérgica tan fuerte y dispara mi IgE a niveles estratosféricos y hasta hoy, la medicina alopática no ha podido determinar

Con esto quiero decir que hay oportunidades, siempre que se busquen focalizadamente (…no quería decir estratégicamente porque me tratarán de “obsesionado por la estrategia”, pero en el fondo es así). No necesariamente mis resultados son directamente extrapolables a otros, tampoco a otros enfermedades o dolencias. La biofotónica aún no es reconocida formalmente como un tratamiento médico (a pesar de las innumerables demostraciones científicas), por lo cual tampoco se pueden realizar formalmente promesas de sanación. Sin embargo, hasta aquí mi caso demuestra lo contrario (y hay tantos casos más en toda Europa), ya que no sólo los análisis de sangre han mejorado significativamente (me hice exámenes de chequeo hace pocas semanas atrás), sino principalmente mi calidad de vida casi está normalizada. En cuanto a ánimo y motivación, incluso es mejor que hace una década atrás.

Actualización al 5 de Agosto 2017: sigo estable bien, sin acontecimientos de ahogo ni ataques de tos. Estoy retomando el deporte en forma gradual. En el intertanto inicié lo prometido con los equipos alemanes. Ver sitio Web, que aún no está terminado y estará en periódica actualización: www.sistemico.cl

Ricardo Gevert – Adm. Industrial

texto extraído de www.gevert.com

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El Clavo Oxidado y la Biophotónica

Hace aproximadamente un año atrás escribí lo siguiente:

“En estos meses he reafirmado, que no hay que darse por vencido. En eso, el deporte ha sido parte de mis lecciones de vida. Sí, el deporte como gran escuela de aprendizaje acerca de triunfos y derrotas, de sobreponerse a la adversidad, el enfrentar a los mejores, de pensar en equipo y no sólo en la fortaleza aislada. Si realmente aprendes de todo ello, te hace desarrollar la fortaleza y el tesón del clavo corroído, el que incluso viejo y mal herido, puede volver a ser clavo”.

Un primo me respondió con una pregunta “¿es decir, un clavo saca a otro clavo, aunque esté viejo, corroído y doblado”?

No tuve alternativa en buscar una respuesta creativa:

“No necesariamente: simplemente expone el clavo oxidado a vinagre de manzana toda una noche. Luego rasca y elimina el óxido en la mañana. Sorprendentemente el acero va a reaparecer en el clavo, con menos sustancia esencial, pero útil como clavo. Con los seres humanos puede suceder lo mismo, claro, no sólo con vinagre de manzana”

Mi primo replicó pidiendo aclaración, ya que quería saber en qué debe remojarse al ser humano para lograr ese efecto, a lo cual con carcajada incluida respondí que debía ser mnemotécnico.

Hoy, puedo decir algo bastante concreto al respecto, ya que se trata de mi propia experiencia de los últimos tres años, la cual no deja de sorprenderme. No es justamente “remojar”, sino de alguna manera “iluminar”. Quizás resulte algo largo y a ratos “técnico” y “latero” el relato, pero estimo que hay detalles que debo exponer:

En algo más de tres años, este es mi resumen de visitas multidisciplinarias dentro de la medicina alopática, circunscrito a una dolencia broncopulmonar:

  • 15 radiografías del tórax (las 7 últimas entre junio 2016 y enero 2017 (todas por urgencias)
  • 5 scanner de tórax, 6 espirometrías, más de 30 exámenes de sangre desde lo más conocido como hemograma y perfil bioquímico, hasta Inmunoglobulina tipo E (IgE) total y determinación de IgE específicas.
  • test cutáneos para determinación de alergias, test de fracción óxido nítrico exhalado, test de marcha, ecocardiografía transtorácica, ECGs,
  • 2 hospitalizaciones de una semana c/u (y eso que a una tercera me negué, a riesgo propio, firmando el documento correspondiente), 10 visitas a urgencia y un número de visitas por consultas médicas que perdí la cuenta, con especialistas broncopulmonares, otorrinolaringólogos, inmunólogos.

¡Que aburrido! Pero debo mostrarles la dimensión.

En eso he andado desde junio del año 2014 hasta marzo 2017. Las crisis de diversa seriedad que se suscitaron desde entonces, algunas fueron claramente de alto riesgo, una con resucitación incluida.

Detonado por más de una neumonía con hospitalización forzada incluida, en el año 2014 el diagnóstico de los médicos especialistas en enfermedades broncopulmonares era EPOC  (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica), así como un enfisema de predominio paraseptal. Este último, era evaluado como leve y si dejaba de fumar, no debía traer demasiadas complicaciones. No así la EPOC, que supuestamente no es reversible, pero aunque no era evaluado como muy grave por los médicos, era más que aconsejable detener su evolución: dejar el cigarrillo y utilizar una buena batería de inhaladores. Dejé el cigarrillo. Presentaba tos permanente, a veces con y otras sin flema, con ataques agotadores que me llevaban incluso a un desgarro abdominal lateral y la aparente fisuración de una costilla. Sentía más fatiga tras jornadas laborales, a veces incluso durante. Las infecciones respiratorias aumentaron dramáticamente, el ánimo caía y simultáneamente la carga laboral crecía. El deporte que ya lo traía algo limitado por mi cadera, tuve que restringirlo y finalmente eliminarlo, debido a las dificultades respiratorias. Mis sibilancias diurnas y sobre todo nocturnas, fueron en aumento, transformándose en verdaderos conciertos.

¡Mi calidad de vida se había ido a la mierda! 

Después del más grave de los “eventos” donde paré justo a tiempo en la sala de resucitación y posterior “alojamiento exclusivo” en la UCI, en enero 2016 decidí renunciar a mi alto cargo, el que no sólo me daba un buen ingreso económico, sino en el cual también era muy bien evaluado formalmente por el Directorio y mis colaboradores (evaluación 360º, porsiaca…). No fue una decisión impulsiva, sino la culminación forzada de un proceso reflexivo que había comenzado bastante antes. Me quedaría en mis cargos hasta fines de ese año, colaborando en la búsqueda e inducción de mi sucesor. A los pocos días de renunciar, partí de vacaciones a la Patagonia, donde enfrentado a tanta sorprendente maravilla de la naturaleza, tuve momentos de reflexión e introspección profunda y sobre todo sincera conmigo mismo, que me permitieron disipar toda duda acerca de la decisión que había tomado.

También a comienzos del año 2016 y dado que los antibióticos no respondían bien a infecciones pulmonares, llevó a los médicos alópatas a la realización de otros exámenes. En definitiva arrojaron como resultado de que además de la EPOC, el anticuerpo Inmunoglobulina tipo E (IgE) total alcanzaría valores cercanos a “récord mundial” (2.400 UI/mL para quienes entienden del tema). Algo similar y en paralelo, sucedía con el diagnóstico de Aspergilosis Pulmonar Incisiva (API), es decir, una colonización de las vías respiratorias con el hongo Aspergillus fumigatus. Ello, aunque no me han podido aclarar bien hasta el día de hoy, si se trata de API o una Aspergilosis broncopulmonar alérgica. Claro, los límites entre una y otra a veces deben ser difíciles de determinar…

¿Suena complicado, cierto? 

Bueno, yo no quiero exagerar y por ello prefiero citar a la Revista Médica de Chile v.138 n.5 Santiago mayo 2010: “La API en pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) es una enfermedad grave, con una tasa de mortalidad elevada, entre 91% y 95%2,3. Parecen un factor relevante para este mal pronóstico las dificultades diagnósticas, derivadas de la inespecificidad de la presentación clínica y de la ausencia de pruebas complementarias no invasivas que puedan considerarse definitivas2,4. Además, en pacientes sin datos de inmunodepresión conocida, el diagnóstico puede retrasarse más por no plantearse inicialmente la posibilidad diagnóstica de API5. Aquí el artículo médico completo, a quien le interese: Revista Médica de Chile v.138 n.5, mayo 2010

Bien, además tenía mi IgE alta, supuestamente provocada por una reacción alérgica “a algo”, que hasta ahora la medicina tradicional no ha podido determinar, pero la literatura habla que también podría ser debido a infecciones por parásitos, inmunodeficiencias, enfermedades reumatológicas, patología tumoral (enfermedad de Hodgkin, leucemia mieloide crónica, leucemia linfoblástica aguda)…. En fin, nada claro en cuanto a los factores que lo gatillan, después de casi dos años.

Mi tratamiento por la medicina alopática en todo este tiempo (hasta fines de enero 2017 que dejé de ir…) era embutirme antibióticos, corticoides y tres tipos de inhaladores. Tuve que comprar mi propio nebulizador y viajar acompañado por éste para donde fuera, por si se producía algún “evento” (seguramente lo seguiré haciendo por un tiempo, “por si las moscas”).  Pero en resumen: las juntas médicas interdisciplinarias no llegaban a ninguna otra conclusión que “explorar” la posibilidad de tratarme la IgE (no la Aspergilosis, ya que aparentemente los antimicóticos serían demasiado tóxicos y muchos efectos adversos para mi caso) con un compuesto carísimo llamado “Omalizumab”, que supuestamente es el único “remedio” del que se conocen algunos resultados positivos. Sin embargo, ante mi duda acerca de las altas dosificaciones que serían necesarias debido a mi alto índice de IgE y además por mi tamaño (peso), en enero 2017 no me pudieron dar respuesta convincente, quedaron en interconsultar (más allá de la junta médica que lo venía viendo) y darme respuesta. Aún estoy esperando… Deduzco, que sería inviable dosificar tanto alto. Es decir, no me sirve y a ello se suma, la baja probabilidad de éxito y efectos colaterales que potencialmente no son muy inofensivos que digamos.

Dentro de toda esta negativa evolución broncopulmonar, el año 2015 me tuve que operar y colocar una prótesis de cadera. Ello en realidad no fue ningún problema para mi salud, más bien un alivio, ya que me quitó una carga doble de encima: el dolor y el insomnio causado por dolor.

Ya antes de mediados del 2016 yo veía que esto venía mal y decidí abordar otra arista, la psicológica. Por primera vez en mi vida iba a una consulta psicológica. Claro…, yo no lo necesitaba, yo soy un optimista y no me bajoneo nunca, manejo el estrés, no tengo idea lo que es una gastritis, mentalmente soy “Superman”…

Pues nada de ello era cierto. Me sirvió para darme cuenta de muchas cosas, varias que también dejé plasmadas en reflexiones en este blog-web especialmente desde febrero del año 2015. No sólo reafirmó mi decisión de cambio de giro laboral, sino también para recobrar la intención y motivación de buscar más proactivamente una solución a mi temita broncopulmonar, tras lo cual deambulé en paralelo a la medicina alópata por la acupuntura, el biomagnetismo y otras opciones alternativas, con resultados moderados. Quizás lo que más ayudó fue la por mi sólo parcialmente aplicada alimentación ortomolecular, que me sugirió mi médico y psicóloga (con quien partí inicialmente sólo en lo psicológico, para no interferir con los demás médicos) quien trabaja bajo la mirada biorreguladora. Sí, ello también ayudó a desintoxicarme, al menos un poco, de tanta cortisona, antibióticos y compuestos inhaladores broncodilatadores.

Insisto: ¡el tema es denso y aburrido!  Pero ya viene la luz en el horizonte…, es decir la respuesta a mi primo por el tema del clavo oxidado….

¡Y mi “Psico-Doc” me apoyó e incentivó para que lo hiciera, aunque para ella era una vía de solución desconocida!

continuará….

Ricardo Gevert – Adm. Industrial

texto extraído de www.gevert.com

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Al cliente le da lo mismo las horas que te la pasas trabajando…

“Recién después que se fue el jefe, nos podemos ir a la casa”, dice Daniela. Así le sucedió cuando estuvo trabajando en Seúl. ¡Así es la cosa en Corea del Sur!

¿Otros países, otras costumbres? Hmmm, quizás, ni tanto. Según dónde, aquí en Chile quizás ya no es tan jerárquico-autocrático como en Corea, pero aún predomina en muchos jefes el pensamiento errado, que si sus colaboradores se van a la hora, ni siquiera más temprano, hay ineficiencia.

“Burn-out” o agotamiento extremo no es el tema que quiero abordar, ya que también debería sumarle además los tiempos y calidad de los traslados, entre otros. A lo que que quiero apuntar  (aunque en los últimos años en lo personal no lo pude cumplir para mi mismo, debido a mi multiplicidad de funciones, pero sí para mis colaboradores…), es que al extenderse la jornada laboral los resultados definitivamente no son mejores. Lo que necesitamos es optimizar las horas de trabajo, mejor la eficiencia y eficacia.

EL VALOR DE TRABAJAR MENOS HORAS

Con el siguiente ejemplo, no quiero decir que todas las organizaciones debieran trabajar menos horas “de golpe y porrazo”, como andan proponiendo algunos diputados recientemente. Eso sería una catástrofe, ello amerita al menos un trabajo previo en la filosofía y cultura empresarial, en otorgar herramientas a los colaboradores para que aumente su eficiencia y eficacia, ya que eso no se decreta o tampoco sucede por arte de magia. Pero el ejemplo demuestra que sí se puede, sobre todo un era en la que hace rato la fabricación dejó de ser el factor determinante, ya que el valor añadido en muchísimos casos no crece con velocidades en la línea de producción, con volúmenes u horas-hombre, sino con los beneficios, con el valor añadido para el cliente – y que es bastante independiente del factor tiempo. El valor excepcional del trabajo a menudo se logra en sólo pocas horas por día.

Por ello Stephan Aarstol, CEO de Tower Paddle Boards, decidió lo siguiente en año 2015: Nosotros trabajamos sólo cinco horas diarias.

Pausa. Toma aire.

Es verdad: cada cual trabaja sólo desde las ocho a las 13 horas y de ahí debe terminar su jornada laboral!

Es más: con ello casi se duplica el salario y los colaboradores se reparten el 5% de las ganancias. La condición es que cada colaborador debe trabajar al menos con el doble de eficiencia de que lo que había sido hasta entonces un colaborador promedio.

Pausa. Toma aire.

¡Sólo 5 horas de trabajo y el doble de eficiencia!

Aarstol escribe acerca de ello en FastCompany: “Fue la decisión más dura de mi vida. Pero hoy, mis colaboradores son más felices y en conjunto más productivos”. Desde el cambio, las ventas han aumentado en un 40%.

Aunque en efecto lo aplicó de manera consecuente: colaboradores que no lograban su trabajo en cinco horas, fueron invitados a irse.

Eso es radical, por supuesto.

¿Cómo puede funcionar? 

Así un concepto no es para cualquier colaborador. Quien no reconoce una necesidad de reflexionar acerca de su actual eficiencia en el uso de su tiempo, así como de las maneras de lograrlo en menor tiempo, está en el lugar equivocado en un entorno así.

No digo que haya que copiar esta iniciativa al pie de la letra, pero el ejemplo sí permite concluir lo siguiente:  en un presupuesto de tiempo limitado existe la obligación de concentrarse en lo importante, las que hagan una diferencia en el valor agregado.

Del cómo poder aplicarlo en otra empresa, Aarstol elaboró algunos “tips”, de los cuales he seleccionado tres que a mi juicio son muy factibles de aplicar:

Regla del 80-20 en el foco: según el principio de Pareto, aprox. 80% de los resultados se logran con 20% del esfuerzo/despliegue/gasto total. Identifique el 20% más productivo de su organización y concéntrese en ello, en desarrollarlo, potenciarlo, ampliarlo, pero sin utilizar siquiera un minuto más de tiempo. Lo que se esfumará, serán las tareas improductivas.

No a la disponibilidad constante: la mayor preocupación de Aarstol era que el servicio al cliente sufriera las consecuencias, si desde las 13:00 hrs ya no había a quién ubicar dentro de la empresa. La sorpresa: ya que los clientes fueron informados de manera adecuada, no hubo problemas. El número de llamados se mantuvo constante, pero en una ventana de tiempo menor.

Sí a lo técnico: para que fuera posible lograr los mismos resultados sin aumento de personal en servicio al cliente y logística, fue necesario desarrollar soluciones técnicas creativas e inteligentes. En concreto: automatización donde fuese posible. En bodega, se lograron optimizaciones en la velocidad/calidad de empaque y despacho con un nuevo software. En servicio al cliente mejoraron significativamente las “FAQ” en la página web y realizaron tutoriales, para asistir a los clientes proactivamente. Efecto: más ayuda para la auto-ayuda (véase también cómo opera Amazon en tal sentido).

Piensa con calma y profundamente: ¿qué cambiarías concretamente en tu trabajo cotidiano, si todos los días quisieras irte a casa tras cinco horas de trabajo? ¿Qué desecharías? ¿En qué te focalizarías? ¿Qué automatizarías?

¡Hazlo bien!

Ricardo Gevert – Adm. Industrial

texto extraído de www.gevert.com

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Hay más de un buen camino…

Después de la despedida que le realizó el equipo ejecutivo en la oficina, Luis les comenta que había dejado su teléfono celular en la casa y que por lo tanto no tenía GPS, pero les pregunta, cuál sería el camino más rápido para llegar más rápidamente a esa hora a “Sanhattan”. Por supuesto recibió mínimo tres sugerencias distintas. Tras escuchar todas las recomendaciones que no lo convencieron mucho, concluyó que mejor seguía el camino de su intuición.

¿Y si hubiese existido un camino mejor?

A diario vemos ejemplos como este. Muchos de las generaciones más jóvenes saben o creen saber el camino que deben tomar en su vida, en lo personal y profesional. Pero también sabemos, incluso con mayor certeza, que existen muchos otros caminos. Muchos de esos otros caminos, también son buenos caminos. ¿En ese caso no sería plausible pensar, que existen caminos que podrían ser algo o mucho mejores?

Es un dilema frecuente: ¿no debiéramos ver unas dos o tres alternativas de diseño adicionales para el folleto? ¿Realmente debiéramos enviar esa propuesta de portada, sin aclarar ciertos puntos con el cliente, que parecen innecesarios? ¿O no sería mejor llevar la propuesta personalmente y explicarla, en lugar de enviarla sólo por correo electrónico? Si lo hago y para llegar a tiempo: ¿me voy las autopistas o vías alternativas? ¿Tomo el carril del medio o el de la izquierda…, o me voy zigzagueando…..y si choco el auto?

¡Alto!

Si elegiste un buen camino y le eres fiel, seguramente no serás menos exitoso si hubieses elegido otro buen camino y le hubieses sido fiel. Fidelidad, ese es el concepto. Muchos deben liberarse de la ilusión, que la mejor decisión es cambiar cada vez a la otra opción que parece ser algo mejor. Por lo general esos otros buenos caminos, al final de la travesía, realmente no harán la diferencia.

Ya sé…: probablemente muchos jóvenes treintones e incluso cuarentones me tratarán de mostrar muchos ejemplos, donde personas han hecho rápida carrera a través del “job-hopping”. Sí, es cierto que existen ejemplos, pero son estadísticamente irrelevantes. La gran mayoría elige otros buenos caminos y finalmente se dan cuenta, que no había para qué cambiar de camino: Muchos…, demasiados, incluso se equivocan y finalmente se dan cuenta que el camino era peor. Los que zigzagean mucho, aunque inicialmente avanzan, finalmente se accidentan en el camino, algunos gravemente.

¡Puedes salir del encubrimiento!

Salvo que sientas que existe una fuerte contradicción entre lo que haces y lo que te motiva, lo que te gusta realizar, con el tipo de personas que prefieres compartir y realizar tus tareas, no sigas rompiéndote la cabeza, no dilapides energía. ¡Mejor focalizas esa energía en desarrollar la opción que ya elegiste!

Da igual. realmente, si envías la propuesta o la vas a dejar. Da igual si solicitas dos o más alternativas de diseño adicionales…En lugar de ello, mejor trabajas más y mejor en el contenido de la propuesta, aclara telefónicamente las dudas con tu cliente, preocúpate que la propuesta sea la mejor de acuerdo a las necesidades reales de tu cliente. La lucha eterna con la quizás mejor opción, es nada más que una excusa disfrazada, para no al final no ser exitoso, feliz y contento. Sólo distrae de avanzar y lograr, de dejar huella. Los supuestamente “hiperperfeccionistas” jamás dejan huella y eso, porque nunca se arriesgan a salir a caminar en el barro. Ese exceso de perfeccionismo también resulta cómodo, para no salir del encubrimiento, de no exponerse.

La búsqueda de la perfección absoluta es inútil. Y la búsqueda de lo casi perfecto no tiene sentido. Mejor opta por un buen camino, hazlo tu camino y olvida – al menos por un buen tiempo – los otros buenos caminos que se te abren en el camino.

Una buena opción para que trabajes en ti mismo, en potenciar tus habilidades, competencias e intereses es trabajar por ejemplo, con Las 7 Fases del Desarrollo Estratégico

Ricardo Gevert – Adm. Industrial

texto extraído de www.gevert.com

 

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Escuchar activamente

Confieso de antemano, que yo tampoco lo hago con la frecuencia que debiera y quisiera.

¿A quien no le ha sucedido, que entra a la consulta de un médico, se produce el saludo mutuo, se intercambian algunas frases acerca del clima o el tráfico, explicas tus males y en menos de cinco minutos, ya te interrumpio tres veces y ya está el diagnóstico y el remedio. Estadísticamente la mayoría de los médicos no se toman más de cinco minutos para escuchar realmente a sus pacientes.

Frustrado llegas a tu casa y justo viene llegando tu pareja del trabajo, con ganas de contarte una buena experiencia y logro en la empresa donde labora, la dejas hablar 20 segundos sin escucharla realmente y la interrumpes para soltar toda tu frustración con el médico.

Escuchar activamente es escuchar en conexión con el pensamiento y concentración.

¡Así es! No sólo con médicos y pacientes, no sólo en parejas, sino entre padres e hijos, profesores y alumnos, vendedores y clientes, jefes y colaboradores…..y así, en todas partes. El escuchar activa y detenidamente al otro lo hacen muy pocos. Significa no sólo escuchar palabras, no sólo no interrumpir, no sólo poner cara de atención y asentir. Significa concentrarse en el otro, sin interrupción, sin distracción. Por supuesto que requiere un mayor esfuerzo. Quien escucha realmente al otro, se involucra. Eso también significa estar dispuesto a abrirse a la perspectiva del otro. Escuchar activamente genera respeto y ayuda a crear una relación interpersonal, ya que cada persona quiere ser escuchada y comprendida.

En realidad, escuchar activamente es primeramente un tema de disposición y después de práctica.  ¡Vale la pena!

En un marco más amplio, el escuchar activamente es la base del compromiso, del amor, de una buena relación. Pero en otra vereda, es la base de un mejor servicio al cliente, procesos creativos o innovativos, en las ventas, en comités estratégicos, en diagnóstico médicos, entre muchos otros.

Recién hoy mientras escribo estas líneas, tomo conciencia que nunca he visto que el “escuchar activamente” sea parte de las evaluaciones a colaboradores, parte de los lemas o principios de cultura organizacional, de las descripciones de cargo, de los avisos de búsqueda de colaboradores.

Te propongo: ¿por qué no lo pones en la agenda de tu próxima reunión? No sólo entender lo que te están diciendo en esa reunión, sino por qué esa persona dice las palabras y frases que está hablando. Si lo vas a intentar, ve más allá de esa reunión: el día de mañana, tanto en el trabajo como con familia y amigos, escucha bien lo que te dicen con quienes debas relacionarte, no sólo tomar conciencia de las vibraciones en el aire, no sólo palabras y frases, sino entender por qué está diciendo lo que está hablando, que busca, que necesita, que me quiere transmitir realmente.

¿Qué ganas con ello? – Ganan los dos. Vas a ver el mundo de manera distinta, de otra perspectiva, vas a bajar la revolución mental y serenarte. Por otra parte, el otro notará de que realmente le prestas atención. ¡Pienso que ambas cosas hacen un mundo de diferencia!

Ricardo Gevert – Adm. Industrial

texto extraído de www.gevert.com

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