Probablemente si estás leyendo esto es porque eres una persona que disfruta del cine, las series y/o películas y que al mismo tiempo te apasiona el emprendimiento, y es que este último tiene mucho que contar, es casi una fuente inagotable de historias sobre el esfuerzo humano, su creatividad y su capacidad de salir adelante. El cine toma todo eso y lo lleva a un escenario imaginario donde todo es posible, donde los sueños se vuelven realidad y las metas se alcanzan justo en frente de nuestros ojos.
Pero no todo es fantasía, grandes historias reales han inspirado películas y series a lo largo de los años, y es que cuando una historia contiene la pizca de realidad precisa es aún más fácil soñar.
Pero primero que todo necesitamos saber realmente qué es emprender, y lo podemos definir en simple cómo comenzar una acción determinada que exige un esfuerzo o trabajo y que su éxito involucra cierto grado de incertidumbre.
Luego de leer esta definición si tienes un negocio probablemente ya estés pensando en él, y es correcto, ya que llevar un emprendimiento conlleva mucho de lo que se dijo previamente, pero también está relacionado con afrontar un desafío, con aventurarse en terrenos desconocidos, con comenzar una investigación, con perseguir un ideal, con fomentar una pasión, con emprender un viaje y muchas cosas más que requieren una cuota no menor de esfuerzo, tiempo y constancia.
Es por eso que hoy te presentamos 5 películas que hablan sobre emprender:
1. El fundador / The founder (2017)
Cuenta la historia de los hermanos Richard y Maurice McDonald quienes fundaron una pequeña hamburguesería al sur de California y de cómo con la intervención de Ray Kroc y su idea de franquiciar la empresa logra convertirla en una de las multinacionales más reconocidas en todo el mundo, McDonald ‘s. Esta película nos habla sobre el desafío de emprender una empresa que tiene el potencial de crecer y tomar las decisiones correctas en el momento correcto.
2. La red social / The social network (2010)¿De qué trata?
Esta película nos relata la historia sobre la creación de la red social Facebook, desde su origen conflictivo y su rápida propagación hasta la actualidad. Nos muestra la génesis de una de las empresas más grandes del planeta y de cómo Mark Zuckerberg emprendió con osadía este viaje y se convirtió en el billonario más joven en la historia.
3. En busca de la felicidad / The persuit of happyness (2006)
Nos cuenta la historia de Chris Gardner, quien a pesar de ser un vendedor con mucho talento su empleo no le alcanza para cubrir el costo de su vida. Esta película nos muestra el dramático viaje que emprende junto a su hijo pequeño sorteando un sin número de dolorosas situaciones, llevando al extremo su deseo de surgir hasta alcanzar un puesto de trabajo en una prestigiosa empresa para poder lograr una vida mejor.
4. Hacia rutas salvajes / Into the wild (2007)
Acá vemos la vida de Christopher McCandless quien lleva una vida ejemplar como uno de los mejores estudiantes asegurando un cupo en una prestigiosa universidad y con ello un prometedor futuro. Pero en vez de iniciar una carrera universitaria, toma la radical decisión de deshacerse de todo su dinero y pertenencias e iniciar un viaje a través de Alaska en búsqueda de la verdadera libertad. Esta película nos muestra la valentía para salir de la zona de confort y la valentía para emprender un viaje en búsqueda de un ideal.
5. Chef: la receta de la felicidad / #Chef (2014)
Esta es la historia de un Chef llamado Carl Casper quien trabaja en un famoso restaurante de Los Ángeles, lugar donde no puede expresar su creatividad y que luego de una pelea con su dueño decide renunciar. Esto lo lleva a emprender el desafío de montar un Foodtruck con personas que lo apoyan en un momento difícil, para esto emprende un viaje junto a su hijo y un amigo cocinando en diferentes localidades y preparando las recetas que le apasionan.
Así como estas recomendaciones existen miles de historias sobre emprendimiento, perseverancia y resiliencia que aún no han sido contadas, y seguramente tú debes conocer algunas más. Estas historias nos hacen soñar y entender que cuando las cosas se hacen con pasión las distancias se acortan y tus metas cada vez quedan más al alcance de tus manos, y quién sabe, quizás en algún tiempo más la próxima gran historia por contar sea la tuya.
El branding es la práctica de crear tu nombre, logo y todo lo que involucre la imagen e identidad de tu negocio.
Reconocimiento y recordación
Un logotipo es un elemento básico a la hora de generar tu imagen de marca. Es en la práctica, la cara de tu negocio. Un logo bien diseñado debe ser lo suficientemente simple para ser recordado y generar una buena impresión a primera vista. Debe representar a tu negocio de manera que las personas sepan lo que haces y lo puedan recordar. Considera contratar servicios de un diseñador o diseñadora para que te ayude a clarificar lo que necesitas y diseñe un logo de calidad. Un buen logo es una inversión a futuro.
Valor agregado
Una imagen o identidad de marca bien establecida es más que un buen logo. Es la experiencia completa del cliente con el producto. Por ello, es importante crear una imagen consistente que transmita la personalidad de la marca de manera coherente a través de logo, colores, estilo de fotografía, tipografías y texturas. Si se realiza una estrategia adecuada de branding puede no solo atraer más clientes, sino que también significa una ventaja real frente a tu competencia.
Confianza y seguridad
La presentación personal es relevante a la hora de generar confianza en otros individuos. Por esta razón, es crucial tener un buen diseño para generar confianza en los futuros clientes. Un emprendimiento que se preocupa del diseño de su marca transmite ser un negocio establecido, donde se presta atención a los detalles y la experiencia del cliente.
Algunas formas de traspasar tu identidad de marca al resto de tu negocio es por ejemplo tener un Instagram con fotos de buena resolución e iluminación, una página web con información relevante y fácil de entender, un buen diseño de interior en tu tienda y un packaging bien diseñado. La comunicación debe ser coherente a través de todas las plataformas digitales.
Nuevos clientes
Un buen branding ayuda a tu negocio a crecer. Después de todo, el boca a boca solo es posible si tu cliente recuerda tu emprendimiento. Elige un nombre memorable y significativo. Usa el logo en toda la comunicación del negocio. Una identidad de marca se construye en el tiempo y escuchando a los clientes, desarrolla de a poco una personalidad para tu negocio que sea consistente con el propósito y construye una buena relación con tu público.
Una forma de mostrar y difundir tu logo inicialmente es imprimirlo en material como bolsas, papel de regalo, packaging personalizado y uniforme con tu logo.
Inspira a tus colaboradores
La imagen que proyectas hacia fuera debe ser consistente con tu filosofía de trabajo hacia adentro. Invierte en comunicar de buena forma tu misión, propósitos y metas a los empleados de manera regular, con la misma calidad que usas para comunicar a tus clientes.
Las personas trabajan mejor si sentimos que tenemos un propósito en común. Al final todos queremos sentir orgullo por lo que hacemos en nuestra organización.
Modelo Brand Key
Este modelo ayuda a visualizar elementos principales del posicionamiento de una marca, destacando valores que diferencian a las marcas y el insight en el que se apoya para transmitir su mensaje.
El insight es la necesidad o beneficios insatisfechos del consumidor que la marca intenta satisfacer. Es el espacio emocional en la vida de los consumidores en el que la empresa se puede posicionar en el mercado.
Los beneficios, tanto emocionales como funcionales, que ofrece la marca a los consumidores y cómo resuelven el insight.
El argumento diferenciador a la hora de vender tu marca o producto. Aquello que solo tú puedes afirmar y que hace que los consumidores elijan tu marca.
Las razones para creer, es decir, aquellos atributos que tangibilizan la propuesta y la hacen creíble para el consumidor.
La crisis que provocó el Covid-19 llegó a cambiar todo: distancia social, reuniones, negocios, competencia entre las empresas y también cómo aprendemos en el área de educación.
De hecho, el aprendizaje hace años cambió de paradigma y dejó de ser solo presencial. Ahí encontrábamos un grupo de alumnos que se reunían para asistir a una clase sincrónica, donde un profesor enseñaba a la audiencia sus conocimientos y experiencias de un tema determinado. Esta instancia solemne de aprendizaje ocurría en un horario único y era una clase irrepetible.
Desde la aparición de nuevas tecnologías de información, el acceso a Internet y un computador en la palma de tu mano, la educación a distancia supo ganar terreno progresivamente a lo largo del tiempo. Y ahora con el confinamiento ha llegado para quedarse definitivamente en el sistema educativo.
La educación en línea no se trata solo de adaptar una clase presencial al formato online ni de reemplazar al profesor con vídeos, sino que es mucho más que eso. De hecho, este formato de aprendizaje tiene varias ventajas que marcan la diferencia con respecto al modelo presencial, como por ejemplo:
• Variadas posibilidades de formación: al no tener que depender de concurrir a un centro de formación, el estudiante puede formarse en diversas materias e instituciones sin tener que desplazarse de ciudad o país.
• Comodidad: puedes aprender desde tu computador, notebook, tablet, teléfono y puedes hacerlo cuando y donde quieras, tan solo debes procurar tener acceso a Internet.
• Tiempo: al no tener que desplazarte ni depender de horarios puntuales, tu manejas el tiempo que destinas a aprender y cuando lo haces.
• Ritmo de estudio personalizado: poder avanzar a tu propio ritmo es una de las grandes ventajas de la educación online y uno de sus motivos de éxito.
• Fomenta tu autonomía: ayuda a fomentar tu propia autonomía y responsabilidad. Todo avanzará según tu ritmo por lo que el progreso dependerá completamente de ti.
La educación en línea nunca se va a ser igual a la presencial, son sistemas totalmente distintos y tampoco buscan ser iguales, ni siquiera debiesen compararse, sin embargo, ambas metodologías buscan lo mismo, que el usuario aprenda. Y es por esto, que es bueno comenzar a pensar en subirse al tren de la educación online, acercarse y experimentar, equivocarse y aprender.
Nos permitirá aproximarnos a nuevos conocimientos lejos de las aulas de clase y a solo un clic de distancia.
El conocimiento está cada vez más cerca de nosotros, el acceso es casi instantáneo, está a la vuelta de la esquina. Ahora depende de nosotros querer aprender.
Corren tiempos aciagos en el mundo, palabras como pandemia, crisis políticas, sociales y medioambientales son temas cotidianos con los que hemos tenido que aprender a lidiar y adaptarnos. Obviamente la economía no queda inmune ante semejantes factores de inestabilidad, se ha resentido y junto con ella también el emprendimiento.
Sin embargo, las personas emprendedoras son individuos tenaces, resilientes, y adaptables. No es la primera ni será la última vez que deban sortear obstáculos con sus negocios, y saber darle la vuelta a una situación desventajosa resulta clave en tiempos como los que corren hoy en día. Y para esto existen ciertos temas que idealmente debe conocer todo emprendedor y emprendedora, comenzando con un análisis interno de su negocio y uno externo de los factores que influyen en el entorno competitivo del emprendimiento.
Si tuviera que elegir una herramienta de análisis que sea simple y fácil de utilizar, que permita analizar los factores internos de la empresa y los externos del entorno, y que logre convertir falencias o debilidades, en fortalezas elegiría el FODA sin lugar a dudas. Quizás hayas oído hablar de él, este noble análisis ha sido utilizado incansablemente en los negocios desde la década de los años 60-70 y se desagrega de una manera muy simple. Está compuesto por cuatro elementos que dan forma a su nombre: Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas. Luego estas se categorizan en: Factores Internos, donde encontraremos las Fortalezas del negocio junto con sus Debilidades o Aspectos de mejora; y Factores Externos, considerando Oportunidades del entorno y las posibles Amenazas que puedan complicar el negocio.
Ahora nos pasamos a la vereda del cliente, ya que debemos preguntarnos y responder con honestidad ¿Sabemos cuáles son las necesidades del cliente? ¿Qué es lo que quiere realmente? Estas preguntas aparentemente simples contemplan una importancia crucial en el éxito de un emprendimiento.
Una necesidad se define como “la sensación de carencia unida al deseo de querer satisfacerla”, una persona cuando tiene una necesidad, siente que le falta algo. Las necesidades no se crean, lo que se crea es el deseo de satisfacerlas de distintas formas. Es importante aclarar que las necesidades no son deseos, estos son caprichos que toman forma de un producto, marca o empresa, y lo ideal es que busques convencer a tus clientes que tu producto o servicio es la mejor manera posible de satisfacer sus necesidades.
Una vez que logres identificar qué necesita realmente tu cliente, te estarás acercando cada vez más a desarrollar una propuesta de valor orientada completamente hacia él o ella. Y una propuesta de valor puede ser entendida de diferentes formas, pueden ser los beneficios que le entregas a tus posibles clientes mediante tus productos o servicios; son los problemas que les estás solucionando; es lo que hace diferente tu negocio del resto; o es el por qué tus clientes eligen tus productos o servicios por sobre la competencia. Sin embargo, si hablamos de una propuesta de valor orientada al cliente hay que enfocarse en lo que las personas necesitan realmente, y es que “es más fácil vender algo que el cliente ya quiere”.
Este modelo se enfoca en la demanda (cliente), y se analizan tres factores:
Su problema o necesidad: Debes colocarte en el lugar de tu cliente, siempre desde la empatía, buscando lo crucial o más importante.
Deseos: Lo que espera o quiere, encontrando sus alegrías necesarias, esperadas, deseadas e inesperadas.
Malestares: Lo que no desea o quiere evitar, identificando lo que molesta a los clientes, sus frustraciones y obstáculos.
Luego se debe analizar la propia propuesta de valor u oferta:
¿Cómo vas a cumplir sus deseos y superar sus expectativas?: Debes usar una mirada crítica y analizar resultados esperados. También es útil que te preguntes ¿Cómo vas a superar sus expectativas?
¿Cómo vas a eliminar sus malestares?: Céntrate en los que son clave para tus clientes, y enfócate en reducirlos o si es posible eliminar dichos malestares con tu propuesta de valor.
Tu solución: Debes contar con una lista de eso que tú ofreces, pueden ser necesidades específicas o básicas, ambas son igualmente válidas.
Finalmente, el encaje entre ambos lados (Oferta y Demanda) llega cuando los clientes se ilusionan con tu propuesta de valor. Pero ten presente que tu cliente será juez, jurado y verdugo de tu negocio, debes estar preparado. Además, ten paciencia, el encaje de tu propuesta de valor con tus clientes no ocurrirá de manera instantánea, podrás ir mejorándola en la medida que vayas conociendo mejor tu negocio y analizando con mayor claridad qué quiere realmente tu cliente.
Trabajar y mejorar tu propuesta de valor orientada al cliente puede significar una diferencia enorme para tu negocio, desde el punto de vista de la fidelización, entregándole lo que verdaderamente necesitan y quieren tus clientes, permitiéndote mantener una buena relación con ellos, estrechando lazos y creando comunidad.
Finalmente, recuerda que a pesar de ser tiempos complicados en donde solo se vean dificultades, siempre pueden ser transformados en oportunidades para mejorar, de ti depende cómo quieras ver el vaso, las personas normales sólo lo ven medio lleno o medio vacío, los emprendedores van en busca de más agua para llenar el vaso.
Escoger un nicho de mercado (especialidad o target) es una de las recomendaciones que más oyes cuando te lanzas con tu negocio online de coaching u otro servicio. Lo primero que te dicen, de hecho.
(Aunque yo personalmente considero que hay otro paso primero, elegir tu modelo de negocio, ya te lo explicaré en otro momento).
Y muchísima gente se queda estancada justo en ese tema de escoger nicho de mercado.
¿Hay que elegir uno solo?
¿Y si me aburro?
¡Pero entonces descarto a muchísima gente y pierdo clientes!
¿Y cuál elijo?
Te voy a dar mi opinión y unas recomendaciones prácticas según mi experiencia.
Yo personalmente recomiendo escoger un nicho por tres razones principales:
1. Para diferenciarte de la competencia.
Y hablaríamos ya de micronichos, de nichos dobles por así decirlo, porque ya hay casi todo de casi todos los nichos.
2. Porque es más fácil atraer clientes.
Se sienten llamados e identificados.
No es lo mismo decir coaching para todos que coaching para arquitectos. Si eres un arquitecto lo tendrás muy claro y lo preferirás respecto a otros coaches. Es lo que me ha pasado a mí con los científicos, por ejemplo.
Y como clienta igual, prefiero un mentora especializada que alguien generalista.
3. Es más fácil hacer anuncios y crear tu mensaje, contenido y servicios.
Al ser mucho más específico no te vuelves loca, sabes a quién te diriges, averiguas con más facilidad lo que quieren y puedes crear programas totalmente personalizados, crear anuncios de Facebook más específicos y tener mejores resultados.
Por tanto, yo tengo nicho desde que empecé y lo recomiendo.
Ahora…
¿Hay profesionales a los que les vaya bien sin tener nicho? Sí.
¿Cuál es la diferencia?
A los que yo conozco les va bien porque se mueven mucho en persona, tienen muchos contactos (incluso desde antes de lanzarse con su negocio), recomendaciones boca a boca y les va bien sin nicho.
Un ejemplo es mi profesora de coaching que trabajaba anteriormente en una empresa y antes de dejarla ya tenía clientes gracias a todas las personas a las que conocía. Luego se especializó pero no le había falta por todos los contactos y recomendaciones que ya tenía.
Otro ejemplo son personas que ya son muy conocidas y no tienen problema para conseguir clientes de todo tipo por la visibilidad e incluso la fama que tienen.
Nos guste o no la fama genera una credibilidad y autoridad muy grandes. O si no piensa qué pasa cuando algún famoso abre una tienda y qué pasa cuando la abres tú. No es lo mismo, ¿verdad?
Para el resto de personas, para la mayoría, sí recomiendo elegir un nicho de mercado.
Y si no quieres, busca un mentor al que le vaya bien sin tener nicho para que te guíe.
Recomendaciones prácticas:
–No tienes que tener la misma experiencia que tu nicho pero te da puntos.
A mí me contratan científicos porque fui científica antes y saben que les entenderé mejor que nadie, pero ¡ojo! he trabajado con clientes de todo tipo: profesores, diseñadores, ingenieras, directivas, managers, emprendedoras…
Así que es un plus pero no es obligatorio.
–Que te guste trabajar con ese tema o con esas personas.
Imprescindible, si no te encontrarás vagueando y sin ganas de publicar o crear contenido o relacionarte porque no te apasiona lo que haces.
–Es posible que tengas que cambiar de nicho.
Y no pasa nada. No sé por qué, al principio pensamos que el nicho va a ser para toda la vida y, claro, eso te crea una presión innecesaria. Es mucho más eficaz elegir, empezar y luego cambiar si no te gusta o no funciona bien, que quedarte meses y meses bloqueada sin elegir.
De la otra manera al menos has practicado, has avanzado y has aprendido.
También puede que cambies porque tu negocio evoluciona o que decidas añadir algún nicho más, como hice yo.
–El nicho puede ser un tema que te encante, un grupo determinado de personas o una combinación: madres emprendedoras, divorciados, síndrome del impostor, etc.
–Que haya más gente especializada en ese nicho es bueno, hay demanda.
Si no hay nadie o bien no funciona o eres el primero, que tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Te puede costar más arrancar pero si lo logras estarás muy bien posicionada, serás la primera en ese tema/grupo y eso siempre tiene sus ventajas en cuestión de autoridad y credibilidad.
Dale unas vueltas y me cuentas en los comentarios qué vas a hacer : )
No te de miedo compartir tu nicho, hay para todos y aun teniendo el mismo, la personalidad y forma de trabajar de cada persona es distinta y atraerá a distintas personas, forma parte de tu marca personal : )
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LaDra. Aida Baida Gil, coach certificada y fundadora dewww.coachdelaprofesional.comse dedica a ayudar a las mujeres profesionales que se sienten estancadas o insatisfechas y que están listas para avanzar profesionalmente, establecerse por su cuenta o redirigir su carrera.
Los motivos para emprender un viaje son tan diversos como la cantidad de personas que deciden hacerlo cada día. Lo que sí es común a todos, según un estudio de la American PsychologicalAssociation, es que viajar puede transformar la salud mental de una persona porque cambia la forma en que los caminos neuronales se conectan entre sí. ¿Qué significa eso? Que se generan nuevos pensamientos, sentimientos e ideas mientras se está viajando en un lugar lejos de donde está la rutina diaria.
Qué mejor que aprovechar esa revolución en la mente cuando estamos de viaje para emprender un nuevo negocio. Muchas veces decidimos viajar para aliviar nuestro stress por un trabajo que no nos da demasiada satisfacción y es en ese viaje que se nos puede ocurrir una idea para emprender un negocio nuevo que cambie la forma en la que estábamos viviendo hasta ese momento.
En Viajala, el metabuscador de vuelos y hoteles, queremos ayudarte a que tu viaje sea inspirador y productivo para emprender, ya sea en tu lugar, en el destino nuevo que planeás conocer o, por qué no, ¡para vivir viajando!
Identificar dónde puedes aportar valor: a la hora de pensar en un nuevo negocio lo más importante es identificar un faltante o una falencia en el entorno en el que nos movemos. Quizás estás desanimado porque hay algo de tu trabajo que no te gusta y eso puede ser el punto de partida para identificar cómo podrías hacer mejor algo que en donde estás no está sucediendo. Otras veces, al viajar y ver otras culturas se puede identificar alguna falencia que antes no veías por no conocer cómo se vive en otros lugares.
Sinergia con otros emprendedores: en todo el mundo los emprendedores saben lo difícil que es llevar adelante una idea y convertirla en un negocio, es por eso que existen organizaciones donde se agrupan, como co-workings especializados, programas de desarrollo, programas de financiamiento. Es importante identificar los que estén en tu destino elegido para poder tejer redes incluso desde antes de llegar.
Identificar oportunidades de networking: empresas y organizaciones de todas las industrias suelen tener eventos anuales o regulares donde se tratan temas de interés para quienes forman parte de esa industria y, lo más importante, donde se encuentran las personas detrás. Si estás pensando en emprender no hay que subestimar el networking. Personas que puedas conocer en este contexto pueden ayudarte a impulsar tu idea, pueden convertirse en socios estratégicos o pueden abrirte puertas a nuevos espacios que desconocías.
“Cuando Viajala empezó, estábamos en Colombia haciendo todo a pulmón. Lo que más nos sirvió para despegar y convertirnos en una compañía regional fue sumarnos al programa de Start-Up Chile. Este tipo de programas son súper positivos para los emprendedores ya que permiten relacionarse con personas de todas partes del mundo y aprender los unos de los otros. Además, hacerlo fuera del país donde habíamos empezado el emprendimiento nos dio una perspectiva diferente a la hora de pensar en cómo crecer y evolucionar el servicio que estábamos planteando para los usuarios” comenta Thomas Allier, CEO de Viajala.
Sólo se trata de abrir la mente, inspirarse y ¡animarse! No hay otro secreto más que poner empeño en trabajar arduamente para conseguir la meta. Las posibilidades son infinitas.
Hoy te traigo un tema que afecta a muchas personas, incluyéndome a mí misma y quizá a ti si estás leyendo esto: cómo puedes lanzar tu negocio online si eres introvertida (o tímida o vergonzosa o…).
Y es que, no sé tú…
(pero yo… Inevitable cantar, no me digas que no lo has hecho, jajaja), pero antes de tener mi negocio pensaba que sólo cierto tipo de personas podían tener un negocio.
Personas abiertas, sociables, extrovertidas…
Yo no, desde luego.
Y mírame ahora, empecé en el 2010 y aquí sigo tan campante a pesar de (o gracias a) cierta timidez, introversión y tendencia a evitar eventos multitudinarios…
Aunque parezca una tontería es algo que me agobiaba mucho al principio porque tenía unas ideas preconcebidas de cómo “tenía” que ser para que me fuera bien (ir siempre maquillada y bien arreglada, no en vaqueros y coleta, por ejemplo…).
Así que he decidido escribir sobre ese tema para ayudarte si eres un poco como yo y se te está pasando por la mente justo eso.
Para empezar quiero que tengas claro que no tienes que cambiar tu forma de ser para tener un negocio.
No tienes que fingir nada ni convertirte en alguien que no eres.
Lo único que necesitas es elegir un modelo de negocio que encaje con tu forma de ser y con la vida que quieres.
Hay muchos modelos diferentes, muchas formas distintas de hacer marketing y no tienes que hacerlas todas ni hacer algo que no te guste o que no vaya contigo.
Esto puede parecer obvio pero, a veces, hasta lo más obvio nos resulta invisible, ¿verdad?
El tema de la visibilidad agobia mucho (en mi programa de mentoría tengo una clase genial que te ayudará muchísimo, por cierto) y el pensar que tienes que hacer las cosas de una determinada manera o no tendrás éxito.
Parece que tienes que ser super abierta, pasarte el día en redes sociales, hacer vídeos, audios, entrevistas, ir a eventos… Y por supuesto hacerlo todo super arregladísima.
¿No te agobias solo de pensarlo?
Normal.
Lo bueno es que no tienes por qué hacer todo eso (o sí, si a ti te encanta la idea).
Por ejemplo, yo prefiero trabajar sola que en equipo o bien con un equipo pequeño y de personas que conozca. Prefiero ver eventos online que ir en persona, prefiero reuniones con pocas personas que multitudinarias, evito los eventos de networking como la peste o bien procuro ir con alguien conocido y prefiero ir en vaqueros y sin maquillaje aunque de vez en cuando pueda hacer una excepción.
Aun así tengo un negocio que funciona muy bien desde el 2010 y te voy a decir lo que ha funcionado para mí, para ver si te ayuda:
Ten muy claros tus límites
Esto es importantísimo porque si no acabarás agotada y agobiada. Por ejemplo, si tienes que estar en redes sociales todo el día, contestar todos los emails o comentarios de tu blog, participar en todos los eventos a los que te invitan o en todas las entrevistas…
Solo de escribirlo me agoto. Elige qué hacer y qué no.
Hay que ser selectiva.
Yo tengo compañeras que se pasan el día en Facebook, lo disfrutan mucho y se relacionan y venden mucho. A mí me agobia un poco y no paso mucho tiempo allí.
Programo mucho y solo estoy más presente en los grupos de mis programas (grupos que abrí cuando tuve claro que no me iba a sobrecargar y que me gustaba tenerlos).
Pienso mucho qué ofrezco, cómo lo ofrezco y qué acepto y te recomiendo lo mismo.
Por ejemplo, también me gusta leer los emails que recibo de mis lectores y contestar a los que puedo.
Así que apunta: ¿qué te gusta hacer? ¿Cómo disfrutas más trabajando?
Haz lo que más te guste
A mí me encanta escribir y llevo todos estos años escribiendo artículos, mi boletín, a veces para otros blogs y me ha funcionado muy bien.
La mera idea de organizar un evento me agobia pero participo encantada en muchos a los que me invitan si van dirigidos a mi público ideal, me parecen interesantes y veo un beneficio para todos.
Hay muchas opciones distintas, ¿qué es lo que te gusta más a ti? ¿Qué tipo de marketing va más contigo?
Lo que ha funcionado para mí es centrarme en lo que me encanta y se me da bien y ser constante en ello.
Elegir muy bien qué hago y qué no. Muy, muy bien, para luego no pasarme los días pensando no tendría que haber aceptado esto, no me apetece, bla, bla, bla.
Todo esto no significa que te quedes oculta en una cueva y no salgas de tu rutina. Yo, por ejemplo, aunque viviría feliz trabajando todo el día en mi despacho sin ver a nadie, sin usar redes sociales y saliendo luego con amigos o llendo a doblar, no lo hago siempre.
Voy probando cosas y saliendo de mi rutina siempre eligiendo estrategias que van bien con mi negocio y mis clientes ideales.
Muchas veces tendrás que probar para saberlo y está bien, es normal. Nadie dice que no puedas cambiar lo que haces y que tengas que seguir las mismas estrategias toda tu vida.
Puedes cambiar lo que quieras, cuando quieras, por algo es tu negocio…
Poco a poco aprendes a elegir y a ser más selectiva.
Rodeate de gente que te apoye y crea tu propio equipo
Esto es muy importante. Yo tengo mi mastermind (pequeño, si fuera muy grande me agobiaría; ) y puedo conectar con ellas cuando quiera. Me quieren, me apoyan y me ayudan igual que yo a ellas.
También trabajo con personas que me conocen, respetan como soy y hacen lo que yo necesito, mi diseñadora gráfica y la asistente virtual con la que trabajé mucho tiempo, por ejemplo.
También conozco a varias personas a las que les agobia tanto recibir muchos emails que tienen una asistente que los revisa todos y les deja solo los más importantes. Una buena manera de liberar tiempo y conservar tu energía.
(Yo empecé haciendolo todo sola, ahora tengo varias personas en las que confío y a las que contrato cuando lo necesito. No tienes que empezar con todo ya, empieza con lo que puedas y lo que más te ayude en este momento.)
Ponte objetivos concretos
Es agotador repetirte a ti misma que tienes que hacer más de esto o de aquello, que deberías ir más a eventos o relacionarte más o lo que sea. Agotador.
Por eso es muy útil establecerte objetivos concretos.
Por ejemplo, cuando empecé decía que sí a todo para empezar a darme a conocer, pero el networking me agobiaba mucho así que me planteé ir a uno o dos eventos al año y ya está.
Así no tenía que pasarme todo el día pensando en que debería ir a alguno, elegía un par y se acabó, no tenía que pensar más.
Es una buena manera de ponerte desafíos, hacer avances y no agobiarte.
Te planteas asistir a un evento al mes o al trimestre o al año o cualquier otro objetivo. Así dejas de darle vueltas y de obligarte o sentirte culpable.
El objetivo es quitarte presión.
Haz las cosas a tu manera siendo constante y selectiva y así disfrutarás con tu negocio, tendrás buenos resultados y dejarás de darle vueltas a los “debería”, “tendría”, etc y de sentirte culpable por ser como eres (estás perfectamente como eres).
Esto es lo que yo he ido descubriendo durante este tiempo, así trabajo contenta y sin agobios, me marco objetivos y no me estanco ni me oculto mucho tras lo conocido : )
Así que ya sabes, no dejes que tu forma de ser o una etiqueta determinada te bloqueen o te quiten la ilusión.
Lo importante es ser quién eres (eso es también tu marca personal) y que tu negocio se adapte a ti.
LaDra. Aida Baida Gil, coach certificada y fundadora dewww.coachdelaprofesional.comse dedica a ayudar a las mujeres profesionales que se sienten estancadas o insatisfechas y que están listas para avanzar profesionalmente, establecerse por su cuenta o redirigir su carrera.
En mis inicios como emprendedora hace más de 10 años, uno de los principales motivos que me impedía lanzarme era el miedo ¿podré hacerlo? ¿Sabré hacerlo? Y cuando conseguía hacer cada cosa que me iba proponiendo me di cuenta de que sí, que soy capaz de hacer cualquier cosa.
Creo firmemente en el poder de la motivación y la inspiración. Saber que alguien lo logró, entusiasma, y en alguna medida, disminuye mis miedos. Entendí sin embargo, que el sólo entusiasmo desde la emoción, las ganas o el pensamiento, no producen por sí mismos resultados.
Hoy, desde la experiencia, la fórmula para lograr (casi) todo lo que nos propongamos, necesariamente requiere del factor acción. Hacer, activar, experimentar, probar, levantarse, decidir, caminar…
Entonces, pensar o soñar sin acción sólo tiene como resultado el vivir con la esperanza de lo que será o la nostalgia por lo que no fue. Hacer sin sueños es vago, vacío, hasta casi si rumbo te diría. Los dos factores juntos y a la par, pueden significar el camino a tus logros.
Ahora bien, ¿es necesario que hagamos tantas cosas? ¿Es necesario que sean todas juntas?
Que tengas capacidad e interés por algo no implica que puedas con todo a la vez. En el fondo, tener esto claro es sanador, y quita peso de encima. Muchas veces nos sentimos culpables o desmotivados por no hacer más de lo que hacemos (o más de lo que nos gusta) o por no hacer nada (o creer que no hago nada)
Entonces, ¿cómo aclararnos ante tanta confusión?
Ante todo, elegir no pre-ocuparse. Luego, diseñar un espacio de desconexión y reconexión con tu pasión. Si crees que no tiene tiempo para ese espacio, puedes seguir haciendo desde la obligación y la queja. Si por el contrario, te haces el tiempo, comenzarás a sentir las ventajas de ser el autor de tu propia vida.
En ese momento contigo, pregúntate: ¿qué es lo importante para ti? ¿Cuál de todas las tareas que haces a diario te acerca a tu sueño? ¿Cuán real y medible es aquello que te mantiene en vilo algunas noches? ¿Cómo rediseñarás tus tareas y prioridades?
Y fundamentalmente: ¿qué es prioritario en ti?
Hace ya un tiempo que descubrí la importancia del hacer con valory desde el servicio. Lo logré luego de conocer (e inspirarme de) personas que eligen diseñar sus actividades, y el impacto que ello genera en los demás. Personas que deciden desde su propósito, desde su para qué de vida. Personas que eligen para quién hacer lo que hacen, pero que ante todo, se colocan primeros en la lista. También conocí y aprendí lo que no quiero. Porque conocí personas que hacen desde la queja. Personas que no hacen, porque no ven nuevas posibilidades. Personas que no saben esperar o buscar su momento.
Para hacer con valor, no hay tiempos establecidos. Para diseñar una vida significativa y llena de propósitos, no hay que vivir corriendo y haciendo desconectados del sentido.
Aprender a hacer con valor, te acerca a generar un impacto en la vida de los demás, pero sobretodo, marcará una diferencia para que ese impacto, mejore TU propia existencia.
Desde el sentido y el servicio, le darás vida al líder que hay en ti. Y desde allí, al menos para mí, el éxito cobra vida.
Al entrar a la oficina de Tiempo Senior, se llega a un área de trabajo común, la cual está vacía. Todos están en la sala de reuniones tomando desayuno, comiendo torta. Celebran el cumpleaños de una de sus colaboradoras. Horacio García, al ver llegar a la periodista de esta nota, la invita a unirse, para más tarde concretar la entrevista. La conversación gira en torno a proyectos y política, hay risas y palabras acerca del trabajo.
García es director de Tiempo Senior, aunque no toda su vida fue emprendedor. Inició su vida laboral en la banca, donde trabajó bajo el alero de una empresa durante más de veinte años. Llegado el momento, decidió emprender. En primera instancia abrió una empresa de venta de automóviles, aunque finalmente abandonó el rubro para trasladarse a la consultoría en pensiones.
El año pasado decidió emprender nuevamente, esta vez respondiendo a las necesidades que notó en la sociedad chilena: las pensiones, en su mayoría, son insuficientes. Así nació Tiempo Senior, empresa que une a personas mayores de 50 años con una vasta experiencia laboral y a potenciales empleadores que buscan esta cualidad.
¿Por qué nace Tiempo Senior?
Hay estudios que indican que de aquí al 2050, la población activa de Chile estará compuesta en un 43% por personas mayores de 50 años. Es una cifra importante, tenemos que estar preparados para ello. (…) Las personas mayores son una mezcla de talento con experiencia, un capital humano que no nos podemos farriar. (…)
Por otra parte, en Chile hay una cantidad importante de adultos mayores que siguen siendo jefes de hogar, pero sus pensiones son muy bajas. Estas personas se ven en la necesidad de seguir trabajando (…) para su familia.
Ante esto, yo no me pude echar para el lado, la idea me dio vueltas durante un año. Finalmente, se lo compartí a un amigo que ahora es mi socio en este emprendimiento: Tiempo Senior.
¿Por qué las empresas deberían contratar a un senior?
Hay varias características de estas personas que son beneficiosas para las empresas. En primer lugar, tienen experiencia, más que cualquier otra persona. Además, son responsables, tienen mucha apreciación por su trabajo, saben manejar conflictos (…).
Estas cualidades no son invento mío, son cosas que me han señalado los empleadores y yo lo he validado. (…) Estas son claves en el día a día de una empresa.
¿Qué puede comentar del equipo que está detrás de TS?
El equipo surge de forma natural. Detecté esta necesidad, se la comenté a un amigo (…) Él respira más o menos igual que yo esta ansia de, en cierto sentido, justicia de querer mejorar la calidad de vida de la personas, de darles posibilidades en términos laborales. Cuando se lo comenté me respondió: ‘Aquí tenemos un trabajo que nos puede hacer vibrar’.
Esto no es solamente la búsqueda de lucas. Nuestra pasión, lo que nos mueve en este proyecto es el tema social. Eso es lo que nos hace dedicarle tanto tiempo, quizás incluso en desmedro de otras actividades que tenemos. Pero lo hacemos con mucha entrega, con mucho cariño. Queremos ser un vehículo social que permita que estas personas tengan una mejor calidad de vida.
¿Hubo un factor clave que te inspiró a crear TS?
Tuve la oportunidad de ver desde adentro el tema previsional. Vi que claramente no había ninguna posibilidad de mejorar las pensiones, al menos en el corto plazo.
Por otro lado, las personas en Chile están viviendo más, en promedio hasta los 85 años. Y muchos se mantienen activos hasta esta edad. Uno ve a sus papás, a personas mayores y no son los mismos de hace algunas décadas atrás: están mucho más activos -mental y físicamente (…). Teniendo esto en cuenta, hay estudios que afirman que a los 60 las personas aún tienen, al menos, diez años de vida activa.
A pesar de lo anterior, las condiciones no estaban. Esa persona que se jubila no podía seguir trabajando. Esa es la labor que asumimos nosotros: “Tenemos que facilitar que estas personas (…) -que tienen experiencia y ganas de seguir trabajando- puedan seguir haciéndolo”. Esto no es solo un tema de plata para los seniors, también es sentirse parte de y útil para la sociedad. (…)
¿Cómo ha revolucionado TS su vida?
He ganado, he ganado en vida.
Soy como un abuelito que ve nacer a un nieto. Esto ha sido para mí Tiempo Senior. Me ha revitalizado, me obligó a dar lo mejor de mí para sacar adelante este emprendimiento. Es un tema que a mí y al equipo nos mueve el corazón.
Estamos muy contentos con los pasos que hemos ido dando. Además, creo que ya llegamos a un modelo de negocios que es interesante para las empresas.
Ahora queda visibilizar este proyecto, tanto para empresas como para adultos mayores (…)
¿Cómo ve el futuro de TS?
Veo a Tiempo Senior como una empresa que ha logrado ser un puente entre las empresas y personas mayores. En el futuro, obviamente, nos queremos expandir. Esta necesidad que tiene Chile, también la tiene Latinoamérica, son países que están envejeciendo.
¿Qué es TS para usted, personalmente?
Tiempo Senior para mí es el libro que estoy escribiendo. Tiene contenido, sustancia. Cuando uno entrega de forma desinteresada tiene grandes retribuciones: ver a las personas alegres, contentas. A mí eso es lo que me llena el alma. Pienso: ‘Pude contribuir a que las personas puedan seguir mejorando ser estándar de vida, contribuí al país’. Con eso, me doy por pagado.
Crecientemente nos encontraremos con personas entre treinta y cuarenta y cinco años de edad, pero también mayores, que ya llevan un tiempo buscando un trabajo “de acuerdo al nivel de responsabilidad, motivación, desafío y remuneración” que creen merecer. En muchos casos pasan las semanas, incluso meses, en donde crecen la frustración, miedos e inseguridad.
También están aquellos que pasan años catapultados a cargos como empleados, incluso de buen nivel de responsabilidad y renta, quienes en el fondo no son felices con ese trabajo. A ellos se suman jubilados con una mala pensión, así como aquellos que ya ven que ésta se viene encima y ya visualizan que no les alcanzará…
Sin lugar a dudas, la independencia, es decir el emprender de manera autónoma no es para todos. Pero no sólo no es para todos a nivel individual, sino muchas veces como proyecto familiar. Otras veces el proyecto de emprendimiento familiar lo es todo…
Claramente no existe una regla universalmente válida, acerca de quienes están o no “predestinados” al emprendimiento. Lo que sí es válido, es que sobre todo para aquellos casos descritos en el primer párrafo, un camino concreto – aunque fuere paso a paso – puede convertirse en una ineludible y urgente necesidad, donde la ausencia de una solución muchas veces conlleva fracasos matrimoniales y otras consecuencias definitivas, muchas veces irreversibles y nefastas. En esos casos, será muy importante que ese problema se transforme rápidamente en oportunidad.
Si estás en una situación como esa, parte identificando un pequeño nicho en el mercado. ¡Pero pequeño! No pienses tan en grande para una primera fase. Ese nicho debe poseer un problema claramente identificado y definido, pero mal resuelto; o a lo menos, que tú poseas una solución o un camino para llegar a ésta, que los clientes dentro de ese nicho, la perciban como más idónea que la mejor actual.
Tu enfoque debe ser: ¡en ese nicho o micro-nicho debo ser líder! Ese es el inicio. Ese liderazgo, posteriormente te podrá abrir puertas a nichos vecinos, además de ello a mejores márgenes de ganancias, ya que la mejor solución es menos sustituible por competidores y por lo tanto, menos expuesta a guerras de precio.
¿Cómo crees que reaccionen los inversionistas, posibles socios de cooperación o aliados, incluso bancos, si pudieses presentar desde un inicio buenos pedidos, contratos, buenos clientes que paguen sus facturas en la fecha acordada?
En raras ocasiones es posible alcanzar la zona de rentabilidad o ganancias después de un largo período de sequía y fase inicial “lenta pero segura”. ¿Cómo reducir a un mínimo esa fase inicial previa a la rentabilidad?
Hazlo mejor que otros: ¡No produzcas si no hay pedidos! ¡No existen pedidos lucrativos de largo plazo sin “clientes ideales”! Solo si desde un inicio no se regala demasiado dinero a través de bajos márgenes debido a guerras de precio en círculos de clientes donde los productos o servicios sean fácilmente substituibles, existirá la posibilidad real de establecer una empresa verdaderamente competitiva y rentable.
¿Qué debes hacer si decides seguir este camino del emprendimiento propio?
Como ya he mencionado anteriormente, se trata de lo siguiente:
Primero, encuentra suficientes clientes reales – ideales – y no teóricos para tu emprendimiento y productos.
Según el producto, servicio o sector, logra acuerdos previos en cuanto a pedidos. Estos productos o servicios deben ser claramente diferenciables para tus clientes, aunque en una primera etapa inicial no los produzcas tú mismo. Atención: aquí se trata de la percepción de tus clientes, no de la tuya. No trabajes en base a tus propios deseos e intereses respecto del producto, sino aquellos de los clientes en ese nicho.
Recién con ello en la mano, inicia la implementación de la empresa y de la propia producción de un servicio o producto.
Son muy pocos los emprendimientos que parten sin capital, pero con una buena idea por parte del emprendedor original, se pueden dar el lujo de proceder de manera distinta. ¡Por ello estoy seguro que ello también es válido para ti, para tu idea, para tu emprendimiento, tu futuro negocio y medio de subsistencia!
Pero para volver sobre las maneras de buscar la idea, la oportunidad, las siguientes líneas te darán algunos “tips”. Ello no sucederá a través de una iluminación, sino de una observación sistémica: ¡observa al sector que más te atrae!
Tus fortalezas, aptitudes y talentos deben calzar con el “nicho del problema” como una llave en la cerradura. El punto de inicio es tu perfil de fortalezas. Es tu llave y debes hacerla calzar con una cerradura y tendrás varias opciones, pero aún no definitivas.
Tu mayor fortaleza no vale nada, si no hay quien la necesite o esté dispuesto a adquirirla. Debes determinar esa área de negocio o nicho, en donde tus fortalezas alcancen un alto grado de validez. Tus áreas de acción debes determinarlas tú mismo y no dejar que sean impuestas por otros. Muchas personas dejan que sus familiares, amigos y colegas determinen hacia donde guiar su emprendimiento. Ese es el principio de la pérdida de identidad.
Tanto más “angosto” definas el sector, tanto más rápido será tu éxito, tu motivación y acercamiento a ese emprendimiento ideal. Considera: “probar pasa primero por estudiar”. Proceso de prueba y error = riesgo mínimo.
No “mastiques” tus “nichos” durante meses, sino procede rápidamente a la comprobación. Procede de acuerdo a “prueba y error”: realiza un paso en la dirección correcta esperada y aplica tus experiencias ganadas circunscritas a ese nicho. Corrige los errores y comprueba en un nuevo paso adelante. Así limitarás tus riesgos a un mínimo.
Un ejemplo para proceder inicialmente: junta varias revistas actuales de distinta índole (mujeres, hombres, deportes, hijos, salud, negocios, etc.). En muchos artículos de estas revistas se escribe acerca de problemas que existen en ciertos sectores de la sociedad, así como de alternativas como resolverlos. Al leer tales artículos pregúntate: ¿cuál problema (…y por ende oportunidad) se esconde realmente detrás de este artículo?
Por ejemplo, en el área capacitación se habla “como bombo en fiesta” acerca del aseguramiento de calidad. Detrás de ello, se encuentran una infinidad de problemas mal resueltos. ¿Alguno de esos problemas lo sabrías resolver mejor que otros? ¿En cuál sector requieren resolver ese problema más que en otros e incluso, es urgente que lo hagan? ¿Tengo la solución? Si no la poseo: ¿Quién la podría poseer? ¿Podría cooperar con ellos?
De manera muy resumida, la pregunta clave a responder es la siguiente: ¿cuál problema mal resuelto, en qué nicho de mercado, puedo resolverlo mejor que otros, en donde pueda poner en juego mis aptitudes, habilidades, motivaciones y contactos?
Ciertamente aquí no encontraste la receta, sin embargo, espero haberte inspirado a mirar las cosas desde otro ángulo y ojalá, haber contribuido a una potencial oportunidad.