Volver a la vida cotidiana

Hoy desperté con unos deseos enormes de ver el mundo otra vez y por extraño que suene para una mujer como yo, más dada al recogimiento, con muchas ganas de ver gente, harta gente. Hasta pensé en ir a la peluquería, uno de mis lugares menos favoritos. De hecho, voy cada dos años, si es que voy. No me gusta el olor de los químicos, ni la música que ponen en ninguno de los salones de belleza que alguna vez he conocido y menos que alguien intente o sugiera un cambio en mi pelo. No me agrada el lavado, siempre me siento incómoda, y encuentro que la imagen en el espejo de todas las que estamos allí sentadas es deprimente. Unas parecen extraterrestres, entre papeles plateados y gorros de goma por donde sacan mechones de pelo, y otras nos vemos tan mal, que parecemos la madrastra de Blancanieves ofreciéndole la manzana envenenada. Yo preferiría que ese despliegue de fealdad involuntaria no fuera público, que uno entrara a un box privado y sufriera lo que hubiera que sufrir ahí dentro, para luego salir como una diosa, la encarnación misma de Venus.

No se enojen quienes lean estas líneas, sé que a la mayoría de ustedes les encanta ir y las comprendo. Porque hoy muero por visitar mi salón y soportar todas esas incomodidades con tal de escuchar a otras personas hablar nimiedades y verlas sonreír. Al entrar, esperaría mi turno leyendo el diario, aceptaría una mineral y disfrutaría de la música. Sí, la misma que no me gusta. Luego pediría un masaje craneal después del lavado y que la chica me cuente qué planes tiene para sus vacaciones. Después, subiría al segundo piso envuelta en la bata que siempre me ha quedado medio rara, pero que en esta ocasión me parecería un Versace original, y me sentaría en uno de los sillones de cuero blanco a leer una de esas revistas españolas para saber con quién fue a las Baleares Isabel, o a Marbella, Paloma. Después de un rato, el colorista, amoroso como de costumbre, me pondría un producto natural para terminar con mis canas en rebeldía. Y luego de permanecer media hora asándome bajo una especie de casco sacado de la Guerra de las Galaxias, bajaría al primer piso a esperar a mi peluquero, el más simpático del mundo, el único que me entiende y aguanta, para que me corte sólo un centímetro.

Que fascinación cuando conversemos sobre nuestras penurias y empobrecimiento causados por la cuarentena. Compartiremos nuestras penas, pero también la alegría de volver a la vida normal. Y comentaremos entre todos que echados a perder estamos, algunos más gordos y todos más viejos por las preocupaciones. Y definitivamente más pobres. ¡Pero tan felices de vernos!

Un entorno que puede parecer superficial y prosaico, toma un cariz completamente distinto cuando lo llenamos de seres humanos, sus emociones y buenos sentimientos. Necesitamos del contacto directo con otras personas, necesitamos el saludo cariñoso de los cercanos, sí, pero además de quienes no lo son tanto. Y por qué no, de los desconocidos también. Vivimos en sociedad, y con nuestras diferencias nos amamos. O desde ahora en adelante, al menos, deberíamos amarnos. Porque el síndrome de aislamiento y sensación de abandono que estamos padeciendo estos meses de cuarentena, va a dejar una profunda huella en nosotros. Hasta el punto de que poder ir nuevamente a la peluquería se ha transformado para mí en un verdadero sueño.

Myriam O – Artista multidisciplinaria (conoce mas de ella aquí)

Read more

Comparte una buena taza de café con quien quieras de verdad

Son muchas las personas que están de acuerdo que servirse una buena taza de café es uno de los más grandes placeres de la vida, resulta tan satisfactorio como recibir un abrazo fraternal. La persona que de verdad te quiere te preparará el café más dulce y sabroso que hayas probado.  Una taza de café te permite encontrar alivio a todos los problemas presentes en el día a día, desde el primer sorbo hasta la última gota garantizan un grato momento. Es por ello que, en las siguientes líneas podrás conocer más sobre esta fabulosa bebida, la cual nos acompaña todos los días desde hace siglos.

Primero una taza de café, luego existir

Para muchos, la vida empieza después de una buena taza de café. Este fue el mismo pensamiento que compartieron los monjes de los monasterios de Yemen en el siglo XV, puesto que, en muchos de los diversos documentos históricos encontrados se databa el hecho de moler los granos de café para obtener una bebida extraordinaria que recibió como nombre gahhwat al-bun, cuyo significado en español es vino de habichuela; más tarde fue abreviado como gahhwat que significa café.

Nadie ha quedado indiferente ante los efectos que brindan una buena taza de café. Desde su descubrimiento, ha presentado una acción vitalizante, otorgando así un exceso de energía para poder ejecutar cualquier acción. A esto hay que sumarle el aroma tan embriagador que posee, el cual es capaz de dar placer a cualquiera. Sin embargo, el café tiene un aspecto negativo: se trata de la cafeína que puede ser adictiva. De hecho, debido a la adicción presente en esta bebida, para el siglo XVII era considerada una bebida tabú; por lo tanto, en los monasterios católicos era considerado una bebida diabólica.

En la actualidad, la taza de café bebida diabólica o no, es una parte fundamental en la dieta cotidiana. Es un hábito fundamental el beber café, puesto que alrededor de este hábito se construyen una serie de dinámicas psicológicas, las cuales pueden otorgar increíbles beneficios para la salud física y emocional.

El café es beneficioso para combatir la depresión

Si beber una taza de café no da la felicidad que se necesita, puede generar una serie de condiciones que se prestan para que podamos experimentarla. Esta idea no es algo exagerada, ya que son muchos los estudios que han llegado a la misma conclusión. Una investigación publicada en Archives Internal Medicine dio a conocer que; el consumo regular de café expresado al menos en tres tazas diarias reduce considerablemente los índices de depresión, por lo tanto, el café es beneficioso para la salud emocional.

Ahora bien, lo interesante sobre lo obtenido en el estudio son los resultados. Estos fueron bastante positivos en mujeres, en cambio, para los hombres el consumo regular de las tazas de café resulta en un aumento en la ansiedad. Sin embargo, para el género femenino el impacto de la bebida en la salud emocional es de lo más beneficioso.

La diferencia entre sexos se debe principalmente a los hábitos construidos alrededor de la taza de café. Las mujeres presentan un comportamiento que las hace más proactivas al reunirse en una cafetería. Para ellas, esta acción es sinónimo de un merecido descanso, en el cual se acompañan de amigos y  de una buena taza de café; resulta ser la oportunidad perfecta para dar rienda suelta a un desahogo emocional.

La psicología del café

Las tazas de café sobre la mesa solo terminan siendo una excusa para poder mantener una comunicación más amena, la cual, pueda resultar beneficiosa para las personas; sanando tristezas y librándose de miedos y preocupaciones.

La vida presenta muchas presiones que pueden quedar contenidas en un muro invisible, afectando negativamente a los individuos. Una taza de café es un estimulante directo de la química cerebral, lo que da rienda suelta para el desplazamiento de varios neurotransmisores como lo son la serotonina y la dopamina. Sin embargo, es la persona la que impulsa el efecto del café otorgándole el valor que necesita, dándole así, esas propiedades sanadoras y terapéuticas.

Café + Amor = Felicidad

Quedar a tomarse una taza de café con la persona querida, puede ser el mejor momento del día. A través de esta acción se pueden reforzar los vínculos con esa persona. Por ello, esta clase de encuentros son de lo más significativos, pues otorgan bienestar y felicidad. Recuerda que, ser una persona feliz te ayuda a estar saludable.

Si lo piensas bien, nuestra sociedad está marcada por las prisas, las fuertes presiones y los objetivos que deseamos cumplir a lo largo del día; es por ello que es difícil mantener conciencia de lo que nos envuelve en el presente. Cualquier actividad forma parte de la rutina, por lo tanto, el tomar una buena taza de café nos ayuda a romper ese flujo de cotidianidad.

Tomar una taza de café con otra persona es un modo sensacional de abrir nuevos caminos, salirnos fuera de la continuidad vital, que termina siendo un espacio neutro y aséptico. El café nos permite abrazar el presente y poderlo disfrutar, deleitándonos con ese instante marcado por los efectos de sanación energizante, y sobre todo, dándole sentido a todo lo que vivimos en ese momento.

Para tomar café es mejor hacerlo en compañía

Existen una serie de motivos que te ayudarán a convencerte de los extraordinarios beneficios de tomar una taza de café en buena compañía. A continuación, te los contamos:

Tomar una taza de café estimula la producción de endorfinas. De esta manera, se favorece una conexión emocional con las personas; logramos sentirnos queridos y crear un círculo de bienestar en el cual habrá una constante retroalimentación para el equilibrio mental.

El poder compartir buenos momentos día a día junto a una taza de café, permitirá invertir en esa reserva cognitiva que garantiza una buena salud para el cerebro. Además, podrás reflexionar sobre ideas sencillas y complejas.

En momentos de dificultad, de angustia o de mucho estrés, lo mejor es quedar con alguien para beber una buena taza de café caliente y poder comunicar en voz alta todas esas preocupacionespara hallar el consuelo necesario.

¡Recuerda!

Los expertos han indicado que tomar tres tazas de café al día es bastante saludable. Por lo que, sería más que estupendo el compartir con amigos con los que se puedan tener largas charlas agradables; poder reír y hasta llorar juntos, no tiene precio. Después de todo, como seres humanos la socialización está en nuestra naturaleza. El café es sólo un mediador para consolidar las relaciones.

Read more

¿Enamorado?

A todos alguna vez nos ha tocado prender el carbón para la parrilla y todos hemos usado algún artefacto para tirar aire (o incluso soplado con la boca) para que el carbón prenda más rápido. ¿Curioso no? Que el fuego necesite aire para prender. Ese mismo aire es el que se necesita en las relaciones de pareja para mantener el deseo vivo, sobre todo si son de larga data.

Si hay una pregunta que se repite una y otra vez en mi cuenta de Instagram @hoymetoca es respecto del deseo sexual. Debo decir que siempre son mujeres las que escriben pero no puedo dejar de lado a los hombres, ya que en la consulta es donde veo el sufrimiento de ellos.

Inevitablemente cuando baja el deseo sexual las personas se preguntan si siguen enamoradas o si tal vez ya se acabó el amor. Y aquí viene una pregunta que pocas veces podremos responder con certeza, ya que el enamoramiento está tan idealizado, por lo intenso que se viven los primeros encuentros, que existe un anhelo por volver a sentir esas mariposas en el estómago y cuando ya no las sentimos creemos que se fue el amor.

Sabían ustedes que el estado del enamoramiento ha sido objeto de estudio para muchos científicos y todos concluyen que dura entre 8 meses y 4 años máximo. Incluso han llegado a sugerir que cuando uno se encuentra en este estado no tome decisiones importantes, ya que el cerebro actúa muy parecido a como si estuviera bajo los efectos de una droga tan fuerte como la cocaína, por lo tanto el razonamiento se ve afectado y por ende se toman malas decisiones.

Esa euforia, esa idealización del otro, esa incapacidad por integrar los aspectos malos y buenos, ese relajo con el que se ven el resto de los problemas (si es que se ven) son parte de esta droga llamada amor, probablemente la más pura y sana, pero droga al fin y al cabo. No te permite ver thebigpicture, simplemente danzas al ritmo de las hormonas que viven dentro de tu cuerpo como si todos los días fuera año nuevo.

Este estado, muy perseguido y anhelado por todos es una crónica de una muerte anunciada. Todos quienes lo hayan sentido alguna vez saben que va a caer, probablemente lo único que no se sabe es cuándo va a pasar esto, pero lo importante es saber que va a pasar y que cuando aparezca la realidad (porque el resto es un cuento de Disney) necesitamos herramientas para afrontarla y no salir arrancando, buscando un nuevo paisaje donde vuelen mariposas. La gracia está en poder ver el mismo paisaje con distintos ojos.

Aquí viene la gran misión que desde mi punto de vista tiene como objetivo número uno agradecer el tiempo de las mariposas y aceptar que probablemente esa intensidad y ese nivel de sensaciones y deseo por el otro jamás volverán a aparecer tan fuerte con la misma persona, lo que no quiere decir que van a desaparecer por completo. A mí me gusta pensar que es como la nieve, sabemos que eventualmente va a caer nieve, esperamos una época del año donde se asume que va a llover y nos preparamos para ver nuestras majestuosas y blancas montañas. Del mismo modo, sabemos que no tenemos nieve los 12 meses del año, y eso no nos hace salir arrancando a ninguna parte, simplemente guardamos nuestros equipos y esperamos pacientemente la próxima temporada.

Estar en pareja es poder construir y reconstruir permanentemente la relación, como cuando uno tiene una casa, nunca paras de decorar y redecorar los espacios, remodelar, ampliar cambiar tapices, etc. Véanlo así, ustedes son un hogar que tiene que estar cómodo para todos. Nadie quiere sentarse en el mismo sillón toda la vida. No le teman a los cambios, no le tengan miedo a decir lo que no me gusta del otro (con amor) y reciban con los brazos abiertos las inquietudes del otro.

Es por esto que siempre incito las conversaciones entre las parejas, conversaciones reales no de asuntos domésticos ni administrativos del hogar. A través de tareas y ejercicios que les mando para la casa logramos crear un espacio distinto de intimidad y cercanía que con el tiempo se había perdido por los motivos que sean. Poder atreverse a conversar de algo nuevo que los va a beneficiar a ambos, poder hacer cosas distintas, verse mutuamente desde otro lugar que no sea el de madre/padre sino que el de dos humanos necesitados de contacto físico y emocional, muchas veces hambrientos sexualmente.

 

Michelle_PollmannMichelle Pollmann Román

Directora de Centro Al Alma

Psicóloga Clínica
Postítulo Psicoterapia Psicoanalítica
Terapeuta de Pareja
Sexóloga en formación

 

Foto portada: Photo by Adam Kontor from Pexels

 

Read more