¿Cómo Cuidar la Mente para la Resiliencia en Tiempos de Crisis?

Fundación ama+, especialistas en aprendizaje socioemocional

Desde que empezó la pandemia los pronósticos sobre su impacto en la educación han sido cada vez más catastróficos. Organismos internacionales y nacionales de gran prestigio nos alertan sobre el aumento de la desigualdad, la deserción escolar, retrocesos enormes en los aprendizajes. En muchas ocasiones se usan términos como «determinantes», «irreversibles» e «irremontables» para calificar estas consecuencias tan negativas. A medida que pasa el tiempo (ya vamos por un nuevos semestre a distancia o a lo más semi presencial), el miedo a todo lo que se ha perdido crece y crece.

No cabe duda, y no podemos estar más de acuerdo, en que es muy deseable que los niños, niñas y adolescentes vuelvan pronto a acudir a sus escuelas de manera presencial. Sin embargo, no creemos que lo ocurrido durante esta pandemia sea determinante, y menos que no haya nada más que hacer que «aguantar» hasta que las escuelas abran sus puertas. Si así fuera, estaríamos contradiciendo numerosa evidencia que nos muestra que tenemos una mente resiliente , y que gracias a su plasticidad, frente a las adversidades, es capaz de reinventarse y salir incluso más fortalecida.

El mayor enemigo para la mente resiliente no es el no haber aprendido mucho, sino el estrés crónico o el estrés agudo paralizante. Este tipo de estrés causa daño a nuestro organismo, afectando desde nuestro sistema inmune hasta la regeneración celular. Una de las consecuencias más nefastas para el aprendizaje y la enseñanza es que «hackea» a la corteza prefrontal y el circuito del aprendizaje, y exacerba la activación de circuitos subcorticales. Esto significa que no nos deja pensar con claridad, poner atención, memorizar, planificar, analizar, crear e innovar. Cómo no preguntarse entonces ¿qué debiera ser la prioridad para este momento de la educación?

Sabemos que se dice que la contención debe ser prioridad, pero en la práctica, ¿cuántas horas del trabajo que están haciendo las comunidades es para el bienestar emocional y cuántas para pasar materia? ¿Cuántas horas se va a dedicar al bienestar emocional cuando se vuelva a la presencialidad y cuántas a recuperar aprendizajes? ¿Cuánto estrés más va a provocar la recuperación a presión?

 

Muchas comunidades escolares nos han estado contando que los docentes y todos los funcionarios están, cada día que pasa más agotados, a veces angustiados. ¡Y estamos recién terminando el segundo mes, de un año escolar que será complejo!

Existe la ilusión de que la presencialidad terminará con este largo mal rato que hemos pasado, y que por fin vamos a respirar, los estudiantes irán felices a clases y los docentes gozarán ejerciendo su profesión al retomar el contacto físico. Eso quizás podría ocurrir si es que hoy cultivamos la resiliencia, pero jamás lo hará si las mentes que vuelvan a estar físicamente en las salas de clases llegan extenuadas.

 

Sigamos trabajando para volver a la presencialidad, pero no agobiemos más a las comunidades escolares. Lo más importante es trabajar para que las mentes de nuestros estudiantes y sus docentes estén sanas y fuertes para resistir este momento y sobreponerse con éxito cuando esto pase. Es urgente combatir el miedo y la desesperación con muchos espacios de calma, conexión, contención, juego, humor, esperanza. Que las matemáticas y el lenguaje, sean vehículos para estos objetivos que son más prioritarios.

 

Las mentes resilientes, no sólo recuperarán con mayor facilidad los aprendizajes perdidos, sino también se adaptarán mejor a un panorama que será totalmente distinto al prepandemia. Las mentes resilientes no sólo llegarán preparadas de mejor manera a los desafíos del futuro, sino que serán las que crearán ese futuro.

 

Invitamos a aquellas comunidades escolares que quieran promover la resiliencia entre sus miembros, a conocer nuestros servicios, en especial los que se presentan en www.aprendizajesocioemocional.cl/

 

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Reinventarse

Creatividad, reinventarse, pensar fuera del molde, buscar nuevas maneras….son solo algunas de las palabras que giran y giran en mi cabeza sin cesar. Y es que esta nueva realidad nos pega a todos desde nuestras distintas veredas y nos exige movernos hacia lo nuevo y a ratos tan desconocido.
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Lo que hacías hace un mes hoy lo haces distinto. Hemos tenido que reinventarnos en nuestra manera de trabajar, de comunicarnos, de hacer ejercicio, de estar en familia o lejos de ella. Y es en esta reinvención donde hoy intento poner mi energía….que a ratos…. no puedo negar….se va a la zona del miedo y me va dejando estática, pensando en que ya no tengo lo de antes y que lo nuevo no sé como hacerlo o como enfrentarlo.
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Pasan los días como si fueran semanas y las semanas como si fueran meses, me ha costado esto de ser creativa y de redireccionar mi energía hacia un nuevo lugar que de frutos. Todo lo conocido se desvaneció y con ello todos los planes. Lo cierto es que hoy todo es incierto y a ratos me esta costando lidear con eso. Y aunque sé que hay que ir un día a la vez y que necesitamos poner nuestra energía en el hoy, no puedo negar como a ratos esa energía también se desvanece.

Me encantaría tener todas las respuestas, pero estar viviendo esto implica no tenerlas y tratar de ir encontrándolas en el camino. Hoy desde un lugar menos enérgico o positivo escribo estas líneas….porque soy una convencida que tenemos que darle espacio a estas emociones para entrar a ese siguiente estado. No es fácil dejar lo viejo para poner energía a lo nuevo. El cambio implica tiempo, reflexión, pérdidas, miedos y dudas, y no pasa nada si a ratos también le damos espacio a ellas, no pasa nada con ser humanos, no pasa nada con sentirse sin ganas, no pasa nada con conectarse con la angustia, no pasa nada si nos damos permiso para estar en pausa.

Para reencontrar esa energía, creatividad y flexibilidad, necesitamos pasar por estos días que la resistencia y el miedo al cambio ganan. Si negamos estos sentimientos más estancados nos quedamos. La vida viene con lo dulce y lo amargo. Podemos quedarnos en lo amargo un rato para aprovechar lo dulce.
Existen miles de maneras de vivir.

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María José Lacámara – Conoce más AQUI

joselacamara@gmail.com

Instagram: @joselacamarapsicologa

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Reinventar

El proceso de reinventar, de renovar nuestra experiencia en los distintos aspectos de la vida, está formado por un ciclo de dos etapas.

Generar cambios: El caos saludable que se produce cuando avanzamos en nuestras metas y proyectos que están en línea con los nuevos deseos. Es un proceso de imaginar, descubrir y diseñar experiencias diferentes a lo conocido.

Estabilizarnos: La etapa en la que vamos manejando la complejidad de los cambios realizados, de los avances que generamos, re-organizándonos en una nueva realidad.

Y para tener espacio destinado a lo nuevo que estamos creando, es fundamental que trabajemos en remover lo que decidimos dejar atrás. Lo que ya no sostendremos, porque nos ¨resta¨ o ¨chupa¨ energía. Los humanos tenemos la tendencia a preservar lo que parece que nos funciona, sin preguntarnos si realmente eso está generando nueva energía, si nos produce entusiasmo, nuevas ideas.

Entonces ¿Qué debemos preservar? Y ¿qué debemos remover o eliminar?

Nos quedamos con lo que se siente generativo, lo que se siente vivo, que nos genera oportunidades de crecer, aprender, evolucionar, crear, produce nuevas conexiones y direcciones. No preservamos lo ¨positivo¨ sino lo ¨generativo¨. Lo que crea nuevos comienzos. Por ejemplo: Una relación de pareja puede parecer que no es positiva porque no todo el tiempo ¨todo está bien¨ ya que surgen algunas diferencias de puntos de vista o actitudes, sin embargo en los desafíos que se presentan en la relación, por las diferencias o situaciones a resolver, sentimos que estamos aprendiendo, profundizando en la comunicación, creciendo interiormente, invirtiendo en usar la relación como una oportunidad desarrollo personal.

¿Qué removemos o dejamos ir? Lo que se siente viejo, que no nos ofrece nuevas ideas, energía, sino que nos quita el enfoque y atención de lo que sí es generativo. Lo que consume nuestro tiempo sin ofrecernos resultados diferentes, y sentimos que ¨chupa¨ nuestra energía.

Haz una lista de las cosas que en este proceso de reinvención, decides preservar, y otra lista de qué cosas definitivamente quieres remover o eliminar. Recorre con tu atención cada una de las áreas de tu vida: relaciones, trabajo, negocio, actividades, ocio, proyectos, cuerpo, finanzas, emociones, etc.

Recuerda que lo que ¨funciona¨ hoy, no necesariamente ayude a tu éxito mañana.

Agustin Andrade

Autor y Comunicador

www.agustinandrade.com

Articulo extraido de www.InstitutoDraco.com

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