Un Semestre Emocional

Se ha dado inicio al segundo semestre de este año escolar que ha estado lleno de tantos desafíos. El retorno a la presencialidad ha implicado un enorme esfuerzo de las comunidades escolares por recuperar aprendizajes, retomar hábitos, reestablecer vínculos y cumplir todas las exigencias que demanda el sistema escolar. Si, sabemos que es mucho, y que en todo este proceso las personas, niños, niñas, adolescentes y adultos, conviven con muchas emociones cada día, las cuales inciden en el comportamiento, el aprendizaje, en la toma de decisiones y en nuestro bienestar psicológico y físico.

 

Por eso, poner atención a nuestras emociones y aprender a regularlas es tan importante.

 

En las últimas mediciones socioemocionales que hemos aplicado en distintas comunidades escolares, se repiten algunas emociones como las más frecuentes. Pero no son iguales en todos los grupos.

 

Entre estudiantes, la emoción más frecuente es el aburrimiento, esta tendencia la hemos observado en todos los establecimientos y en todos los niveles educativos.

Entre docentes y asistentes de la educación, la emoción más frecuente es la ansiedad, claro correlato de los altos niveles de estrés que se reportan.

 
 

¿Para qué nos sirven estos datos?

 

Obviamente en cada comunidad hay contextos muy diversos, pero si hay una tendencia marcada de los estudiantes a experimentar aburrimiento, estamos con un problema para el aprendizaje. Y ayudan a entender algunos comportamientos de desidia, irresponsabilidad con el trabajo escolar, indiferencia o aletargamiento. El aburrimiento indica que los niños y niñas no se están conectando con los aspectos más inherentemente satisfactorios del aprendizaje, y por lo tanto no se está activando la curiosidad. Sin duda que hacer las clases más atractivas, activas, lúdicas, con entusiasmo, pueden ser un ingrediente para revertir este aburrimiento. Pero antes de iniciar cualquier acción o cambio, es importante tomar la perspectiva de los estudiantes. Escucharles a ellos y ellas hablar sobre qué les interesa, cómo les gusta trabajar y aprender, comentar qué clases les han llamado la atención y por qué, cómo les gusta que los traten, qué nivel de desafío esperan, etc. Cuando las escuelas consideran los intereses de sus estudiantes al planificar sus objetivos, metodologías y actividades, conectan mejor con la curiosidad y el asombro.

 

En el caso de los adultos, si la ansiedad es la emoción más frecuente (algo que no debiera ser muy novedoso), entonces hay una alarma encendida, aunque no la queramos oír o ver. El estrés crónico es un elemento muy nocivo para el buen desempeño, y esto es así para los docentes como para cualquier profesión. ¿Nos subiríamos a un avión si el piloto comenta antes de despegar que se siente cansado y estresado?

 

La ansiedad es una emoción compleja derivada del miedo, que se caracteriza por una excesiva preocupación por eventos futuros que pueden ocurrir. Esa voz que dice “no voy a poder”, “no voy a alcanzar”, “¿cómo voy a terminar esta semana?”, etc. Hay varias estrategias para regular la ansiedad, y una de las más recurridas es aprender técnicas de respiración profunda, que se pueden utilizar en cualquier momento y no se necesita demasiado tiempo. Parar unas 3 a 4 veces al día para respirar profundo durante unos minutos ha mostrado ser efectivo. Pero sabemos que la respiración ayuda a calmar nuestra fisiología, sin embargo, los problemas y las obligaciones, que a veces parecen excesivas, siguen ahí. Otras formas de manejar la ansiedad implican un poco más de esfuerzo, pero quizás es una oportunidad de hacer algo colectivo en la comunidad. Una propuesta es hacer grupos de conversación o reflexión entre colegas, con espacios especialmente reservados para ello. Hay escuelas que todas las semanas inician sus reuniones con 15 minutos de conexión. Hay sencillas actividades que favorecen el poder compartir las emociones del día o de la semana, sin necesidad de transformar esto en una terapia ni mucho menos. Se pueden hacer cosas lúdicas, cosas más reflexivas o simplemente de conocerse más a nivel personal. El hecho de sentirse parte de una red de relaciones de cuidado, es un factor que ayuda a manejar la ansiedad, porque una de las cosas que la provoca o la aumenta es la sensación de estar solo o sola contra el mundo, sentir que nadie te puede ayudar.

 

Pero no todo son malas noticias. las emociones negativas conviven con las emociones positivas. Y aunque la frecuencia del aburrimiento y la ansiedad en estos dos grupos son bastante altas, también hay algunas emociones positivas que se están manifestando con mayor frecuencia. Entre los estudiantes, vimos en nuestras mediciones como más frecuentes la alegría, seguida de la gratitud. Entre docentes y asistentes de la educación, la gratitud y el amor.

 

Si bien la frecuencia de emociones negativas ha resultado ser más alta que la frecuencia de estas emociones positivas, podríamos decir que aquí hay una semilla para ser regada frecuentemente. La gratitud es una emoción positiva que ha sido bastante estudiada por los efectos positivos que genera en las personas y las comunidades. Cuando cultivamos la gratitud se fortalece el optimismo, la confianza y la colaboración. Recomendamos mucho planificar las actividades escolares, sean clases, reuniones, recreos, celebraciones, etc. incorporando espacio para la gratitud. Pueden ser pequeños momentos donde estudiantes o docentes puedan expresar gratitud por algo o alguien, o actividades más planificadas que lleven a reflexionar sobre los beneficios de agradecer. En algunas escuelas los estudiantes tienen un diario en el cual escriben todas las cosas buenas o positivas, o en algunas salas de profesores han instalado un mural de gratitud en el que se pueden dejar mensajes que todos pueden leer. Quizás lo más significativo es que los adultos comiencen a mostrar su gratitud explícitamente. Basta con que todos los profesores se pongan de acuerdo para hacerlo cada día y se generará una ola expansiva.

 

Te invitamos este semestre a poner atención a las emociones de tus estudiantes y de docentes y asistentes de la educación. Busca estrategias para darle espacio y contención a las emociones negativas y otras para activar más intencionadamente emociones positivas. No se requiere convertir a la escuela en un parque de entretenciones, no te asustes. Las iniciativas que funcionan normalmente lo hacen más por la consistencia en la implementación que por la iniciativa en sí. A veces cosas sencillas practicadas con regularidad pueden ser tremendamente eficaces, en especial en el ámbito de lo socioemocional.

  Mas información en www.aprendizajesocioemocional.cl/

 
Read more

Parar, soltar, celebrar: 3 actitudes para enfrentar el retorno a clases.

Las últimas semanas han estado llenas de noticias sobre violencia escolar, riñas juveniles, apoderados furiosos, docentes heridos, desborde, desregulación. Todo suma para conformar un cuadro caótico de este retorno a clases, después de dos años pandémicos.

 

Sin duda que hay múltiples explicaciones a lo que está ocurriendo, y que no todos los casos son iguales, estamos frente a una realidad compleja, que por lo tanto no tiene una solución fácil y rápida.

 

Pensar que el retorno a clases 2022 iba a ser como aplicar una máquina del tiempo para volver a un marzo cualquiera previo al 2019, era sin duda una ingenuidad. Después de vivir un trauma (sí, la pandemia ha sido un evento traumático para toda la humanidad) nadie queda igual. Si para los adultos la pandemia ha sido feroz, tenemos que pensar que para los niños, niñas y adolescentes, quienes aún están desarrollando y madurando sus capacidades regulatorias y quienes han tenido mucho menor poder de control sobre sus vidas, quedando a la deriva de las decisiones que los adultos toman por ellos y ellas, estos dos años probablemente han sido aún más traumáticos.

 

El aprendizaje socioemocional, de acuerdo a la evidencia, parece ser la respuesta adecuada. Si bien durante estos dos años se ha hablado mucho, y relevado, el rol del aprendizaje socioemocional para el bienestar de las comunidades escolares y su impacto directo en el aprendizaje académico y la convivencia escolar, claramente no se han generado las estructuras ni los incentivos suficientes como para que las escuelas definitivamente le abran un espacio prioritario. Aún los equipos escolares se ven tensionados por todas las exigencias administrativas y de resultados académicos, sin saber muy bien cómo, más bien en qué minuto del día, se puede integrar el aprendizaje socioemocional. Es urgente que las autoridades, y que como país, se establezca una hoja de ruta clara hacia dónde queremos llevar el sistema educativo, que esté sustentada en la evidencia. Mientras eso no ocurra, ¿no hay nada que hacer?

 

Creemos que si, el ingenio humano y la creatividad siempre pueden encontrar caminos en medio de los obstáculos. Te dejamos algunas recomendaciones que podrían ayudarte a planificar el aprendizaje socioemocional en tu comunidad, y atender así a estas manifestaciones absolutamente esperables de tus estudiantes y docentes, tras dos años de trauma pandémico.

 
 

1. Parar. Por supuesto que no nos referimos a parar la escuela ni suspender las clases. Se trata de intencionar un tiempo en el cual se pueda mirar con perspectiva lo que esté ocurriendo en la escuela. En especial si observas mucho estrés, si los docentes tienen la sensación de que no les alcanza el tiempo, si ves agobio y ansiedad. Parar para respirar. No se puede correr todo el tiempo, es necesario tener momentos de recuperación. Este parar puede hacerse en jornadas de reflexión y encuentro, antes y después de cada reunión o clase. Es un parar para pensar, escuchar. Sabemos que es complejo, pero si no se hace intencionadamente la escuela seguirá corriendo a toda velocidad sin un destino claro ni muy auspicioso en el mediano plazo.

 
 
 
 
 

2. Soltar. Dejar ir lo que se fue. Es doloroso ver niños y niñas con tanto retroceso en sus habilidades académicas, pero estas no van a volver bajo presión. El estrés es el peor enemigo del aprendizaje porque desconecta zonas cerebrales que deben funcionar integradas, destruyendo la capacidad de memoria y retención. Trata de ver la situación como un nuevo comienzo, confía en la capacidad del cerebro de aprender toda la vida y enfócate en buscar las mejores estrategias para un aprendizaje significativo en vez de tratar de que ocurra en meses lo que no ocurrió en dos años.

 
 

3. Celebrar. ¡Estamos juntos otra vez! Este solo hecho es motivo de alegría. Hemos sobrevivido, sufrido, hay heridas y cicatrices, y también hemos desarrollado nuevas capacidades, motivaciones, propósitos. Las relaciones sociales se han transformado, porque ahora las valoramos tanto más. Cambiar el foco de atención hacia lo positivo, no significa desconocer las dificultades, pero es una estrategia de resiliencia porque sabemos que las emociones positivas revierten los efectos del estrés y nos permiten construir recursos sociales, cognitivos y hasta físicos. ¿Qué puedes apreciar en tu comunidad hoy?

 

Integrar el aprendizaje socioemocional en la cultura escolar no es algo fácil ni rápido, por eso, hemos diseñado una asesoría integral de acompañamiento a las comunidades escolares a llevar adelante este camino. Aquí puedes encontrar más información de este proceso y comunicarte con nosotros para tener una reunión.

 Foto portada de Davis Sanchez en Pexels
 
Read more

Un Nuevo Comienzo: ¿Cómo Capitalizar lo Aprendido en Pandemia?

Es de esperar que este año más y más comunidades escolares retomen las clases presenciales y al mismo tiempo, puedan capitalizar todas las ganancias que se produjeron en estos últimos dos años, quizás los más desafiantes en décadas.

 

¿Qué ganancias son esas?

 

En estos dos años, trabajando con comunidades de todo el país, escuelas rurales y urbanas, liceos, colegios, etc., hemos visto que el aprendizaje socioemocional ha pasado a ser relevante, visto, priorizado como nunca antes. Tanto directivos como docentes reconocen que es fundamental para lograr mejores aprendizajes académicos y mayor bienestar, de niños, niñas, adolescentes y adultos. Se ha visibilizado el rol de la escuela más allá de lo académico.

 

También hay un reconocimiento generalizado de la importancia del bienestar docente y del impacto que tiene el estrés crónico en los procesos de enseñanza-aprendizaje. Hemos sido testigos de la necesidad sentida de fortalecer los vínculos, y cómo muchas comunidades dicen haber mejorado el trabajo en equipo. Las duplas psicosociales y asistentes de la educación, también han mostrado que su rol de apoyo a los docentes es esencial, y que requieren ser mirados.

 

Más que un retorno a la normalidad, debiésemos pensar en una renovación de la vida escolar, donde el cuidado colectivo sea un eje central en la toma de decisiones. Volver al mismo estado pre pandemia significaría retroceder a un sistema con foco prioritario en lo académico y en la obtención de resultados, sin mucha consideración a la importancia del bienestar psicológico de las personas en los procesos. Hoy podemos tener un nuevo comienzo en las escuelas.

 

De acuerdo a la evidencia, para instalar el aprendizaje socioemocional en los procesos formativos y en el quehacer de una comunidad escolar, hay cuatro elementos o pilares que son clave (Mahoney et. al., 2021):

1° Construir una visión de largo plazo, conocida, compartida y construida con toda la comunidad.

2° Desarrollar el aprendizaje socioemocional de los adultos.

3° Integrar el aprendizaje socioemocional al currículum académico y prácticas escolares, además de tener programas explícitos para el desarrollo de competencias en los estudiantes.

4° Medir el aprendizaje socioemocional de manera continua.

 

Para lograr tener una perspectiva amplia y que incluya la voz de todos los actores involucrados. Fundación ama+ tiene a disposición de las comunidades un instrumento que puede guiar una reflexión inicial para la planificación. Se trata de nuestro cuestionario IASE (Indicadores de una cultura de Aprendizaje Socioemocional) escolar. Es una rúbrica que puede ser contestada por directivos, docentes, asistentes de la educación, apoderados y estudiantes; es totalmente gratuito y online, y se puede pedir un informe con los resultados. También contamos con un cuestionario IASE sostenedor, que está pensado para comunas, servicios locales de educación o sostenedores que tienen varios establecimientos.

 

Parar, reflexionar y planificar es algo que involucra tiempo, en especial cuando se hace de manera participativa; pero los resultados de estos procesos merecen esta dedicación. Se logrará mayor motivación, compromiso y colaboración. Si quieres cotizar una asesoría para la gestión del aprendizaje socioemocional en tu comunidad escolar, en Fundación ama+ podemos ayudarte con el proceso.

 
 

REFERENCIA

Mahoney, J. L., Weissberg, R. P., Greenberg, M. T., Dusenbury, L., Jagers, R. J., Niemi, K., Schlinger, M., Schlund, J., Shriver, T. P., VanAusdal, K., & Yoder, N. (2021). Systemic social and emotional learning: Promoting educational success for all preschool to high school students. American Psychologist, 76(7), 1128–1142. https://doi.org/10.1037/amp0000701

 
Read more