1.- CUIDA LA PRIMERA IMPRESIÓN.
Sonríe y prepara el entorno. Sí, online también. Péinate, vístete acorde a una entrevista, incluso ¡ponte colonia!. Busca un lugar tranquilo, limpio y ordenado. Conéctate un poco antes. Sitúa bien la cámara, comprueba el audio y la batería.
2. PREPARA APERTURA Y CIERRE.
¿Qué es lo primero que vas a decir?: «Buenos días. Es la primera vez que hago una entrevista online, pero parece que tendremos muchos nuevos retos en adelante!».
A la hora de cerrar puedes hacer un resumen de lo hablado y qué crees que puedes aportarles en función de lo que necesitan.
3. INVESTIGA.
Busca información. Incluso puedes apuntarte los datos, dudas y preguntas. Esta es una buena ventaja de las entrevistas online, nadie lo va a ver. En una entrevista las fuerzas deben estar equilibradas, preguntar demuestra interés, seguridad y conocimiento.
4. CONÓCETE Y PONTE EN VALOR.
Piensa qué te hace diferente y qué puedes aportar, busca ejemplos en tu experiencia profesional que lo reflejen.
5. IMPREVISTOS.
Si en medio de la entrevista aparece tu hijo gritando no te alteres, no pasa nada. Sonríe y sé natural «¡Cosas del teletrabajo!».
Estamos en un contexto nuevo y desafiante para todos, aprovéchalo.
le dicen siempre a mi amiga de la sonrisa tatuada, a la que siempre parece que todo le va de color de rosa. ¿La tiene? ¿Hay gente que nace tocada por una varita mágica a la que todo le sale bien porque tiene mucha suerte?.
Pues yo creo que la suerte, la mayoría de las veces, es de los que se lanzan a por ella. Creo que la suerte, es cuestión de insistencia, pero también creo que mi amiga si que tiene mucha suerte. La suerte de ver la vida desde un vaso medio lleno, la suerte de haber nacido y crecido pensando siempre en positivo y esa, es para mi la verdadera suerte (y también parte importante del camino a que las cosas sucedan).
Anna es una de las participantes de los talleres que hemos realizado a generaciones tempranas en estos últimos meses, donde hemos tenido la oportunidad de conocer a valiosas mujeres en proceso de crecimiento y desarrollo profesional.
Si quieres conocer más de #mundomujerchile y nuestros talleres adaptados a cada generación, escríbenos … pronto estaremos lanzando un nuevo programa #atrévete a conocerte y a liderar tu vida!
Se habla mucho de lo importante que es en la vida encontrar tu pasión para poder sentirte realizada y feliz, ¿verdad?
Y yo muchas veces he pensado que no es tan fácil…
Que muchas personas tienen más de una pasión. Y muchas otras no tienen ni idea de cuál es su pasión ni saben cómo encontrarla.
Y si lees y lees cosas sobre lo importante que es encontrar tu pasión puede que te sientas bastante mal si tú no la has encontrado…
O si tienes más de una, entonces dudas de si son pasiones todas o qué pasa contigo.
O a lo mejor estás haciendo algo que te gusta y eres feliz, pero tampoco es tu pasión y empiezas a dudar de si es que te falta algo, aunque en realidad tú creas que no te falta nada.
Y, además, te dicen que tiene que durar toda la vida, que te dediques a tu pasión y te caerán todas las bendiciones del cielo.
Y ya acabas peor todavía si, además, eres de las que después de un tiempo pierde interés por lo que hace.
Todo eso siempre se me ha pasado por la cabeza aun sabiendo que yo tenía una pasión, la ciencia, que ahora tengo otra, el doblaje y que me dedico a algo que me encanta.
Como a mí personalmente me da igual lo que digan los demás, no me afectan todas las corrientes de “encuentra tu pasón, dedícale tu vida y serás feliz de aquí a la eternidad”.
Yo más bien pienso esto…
Si encuentras tu pasión, dedícale todo el tiempo y las ganas que quieras y si más adelante te aburres y encuentras otra, pues cambias; y si no la encuentras y eres feliz así y no te falta nada, pues sigue así; y si no la encuentras y de verdad la quieres empieza a fijarte en lo que te interesa, aunque sea ligeramente, en esas pequeñas cosas que te llaman la atención y en las que puedes ir profundizando (puedes leer estas tres formas que te cuento aquí).
De hecho, así descubrí yo el doblaje.
Vi un anuncio de un curso en un periódico y pensé que sería muy interesante hacer algo así. Mi marido me regaló un curso de iniciación, me encantó y decidí seguir formándome…
Y ahora es una pasión en toda regla y trabajo también de ello (5 años me ha llevado todo el proceso, para que veas que no es inmediato, que las cosas pueden llevar su tiempo).
Con la ciencia , sin embargo, sí fue vocacional desde pequeña.
Lo que quiero decir es que si te identificas con alguno de estos casos no te sientas mal.
A lo mejor necesitas ir descubriendo poco a poco lo que te interesa para poder convertirlo en una pasión más adelante.
A lo mejor no necesitas nada.
A lo mejor lo que te encanta es ir saltando de pasión en pasión porque te motivan los cambios y la variedad.
Y todo está bien, no te dejes influir por lo que los demás piensan que tiene que ser. Ni por todos los coaches o los que nos dedicamos al desarrollo personal y, sí, me incluyo a mi misma.
Elige lo que funcione para ti.
Si no encuentras tu pasión, ni sabes dónde buscar o si eres multiapasionada te recomiendo mucho, mucho, este vídeo que explica a la perfección lo que pienso (está solo en inglés, lo siento).
Y si quieres ayuda para salir del estancamiento profesional y descubrir tu siguiente paso, te puedo ayudar así.
Como siempre, espero que te ayude esta reflexión. Y si no es así, ya sabes, ignórala o busca otra personas con la que te identifiques más : )
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LaDra. Aida Baida Gil, coach certificada y fundadora dewww.coachdelaprofesional.comse dedica a ayudar a las mujeres profesionales que se sienten estancadas o insatisfechas y que están listas para avanzar profesionalmente, establecerse por su cuenta o redirigir su carrera.
Tremendo desafío para quien escribe, intentar unas líneas sobre la “locura”, cuando durante tanto tiempo de su vida vivió respetando a rajatabla mandatos, estructuras, formas y más…
Todo comenzó a cambiar cuando me detuve a observarme. Tal vez te pasa que te cargas con actividades de manera que tu agenda quede bien completita. Incluso si revisas la lista, la mayoría son o pedidos que te hace otra persona, o directamente tú, que te sobra el tiempo y el entusiasmo, te ofreces para intentar solucionarle parte de la vida a otro. Tal vez incluso reniegues de ello, pero día tras día lo sigues haciendo. Quizá no sepas disfrutar del ocio, y nunca tengas tiempo para tus amigas, o simplemente para vitrinear, no para comprar, sino porque ese sería el símbolo absoluto de pérdida de tiempo en una actividad sin ningún sentido.
Detenerse y observarse genera incomodidad. Trae también distancia de algunas actividades, e incluso de algunas personas. Te invita a transitar por emociones que quizá desconocías, no porque no las sintieras, sino porque nunca las habías observado. Detenerse y observarse muchas veces duele. Implica reconocerte poderosa y priorizarte, y muchas veces aceptarte en crisis o vulnerable. Sin embargo, comprendernos en constante evolución y aprendizaje implica necesariamente cambiar la manera de mirarnos. Transformarnos tiene que ver con eso: no se trata de cambiar de camino, sino la manera de recorrerlo. Y así como la larva pasa por un período desafiante para convertirse en mariposa, así te desafío a que te pienses. Y es para ello que te invito a la locura.
“Lo peor que le puede ocurrir a cualquiera es que se lo comprenda por completo” dijo Carl Jung.
Y entonces, yo para detenerme y observarme tuve que cuestionar. Tuve que hacer algo distinto, por pequeño que sea, cada día. Aprendí a reconocerme como ser emocional, y entonces le pongo palabras a lo que siento. Elijo hablar de sentirme triste, feliz, entusiasmada, angustiada, en paz, aceptando, enojada, y la lista sigue… Constantemente reviso mis creencias, e incluso mis opiniones, para reflexionar si ellas me abren o cierran posibilidades de acción. Por ejemplo, si siguiera mirando el trabajo sólo como medio de vida, hoy no estará disfrutando de lo que hago. Cambiar esa creencia me hizo renunciar a la estabilidad y elegir (con absoluta locura, confieso), la adrenalina de no saber qué me espera día a día.
Lo que hoy lees resumido, a mí me llevó (y me lleva) tiempo y es una instancia de aprendizaje continua. Por eso te invito a que como dije en algún otro artículo, te tomes la vida como lo que creo que es: un proceso. ¿Y cuándo dejo de aprender?, me preguntaron no hace mucho. “Con tu última respiración”, le dije.
Si estoy segura, que una pizca de locura, hace cualquier desafío un poco más divertido…
Creo que en nuestra sociedad actual la gente tiene una verdadera obsesión con el éxito. Es algo a perseguir a toda costa, es el objetivo primero y último, es la supuesta llave que abrirá todas las puertas de lo que deseamos. No puedo estar más en desacuerdo. Esta obcecación nos lleva a una tremenda competitividad, a frustraciones cuando no conseguimos todo lo que queremos cuando habíamos planeado y a la postre a darnos cuenta de que incluso cuando lo conseguimos la satisfacción es efímera y enseguida empezamos a elucubrar cuál es el siguiente éxito que lograr para poder sentir el subidón.
Por lo tanto es más importante trabajar en nuestra mejora personal, asegurarnos que estamos progresando internamente y disfrutar del recorrido que fijar nuestra atención en las cumbres mientras nos perdemos a nosotros y la vida misma en el camino.
Para ello me gustaría dejar unos puntos de reflexión que quizás os puedan resultar útiles.
Toma las riendas de tu vida. No podemos elegir nuestras circunstancias, pero sí que hacemos con ellas. No sirve para nada buscar excusas ni echar la culpa a otros de lo que no va bien en nuestra vida. Lo esencial no es el punto de partida, ni las debilidades y fracasos pasados. Somos responsables de nuestra existencia, y aunque eso a veces pueda asustar también nos da mucho poder. Cada esfuerzo, cada semilla que plantemos, cada acción tendrá consecuencias futuras.
Renunciar al perfeccionismo. Es una entelequia que nos hace sentir inseguros, insatisfechos permanentemente y asediados por la duda y la culpa. Los seres humanos somos imperfectos y nuestras obras también. Cuanto antes lo integremos, antes nos liberaremos de un lastre demasiado pesado para progresar. Nada será perfecto, no importa lo mucho que lo intentemos. Y no podemos esperar a las oportunidades perfectas para ponernos en marcha. Ahora es el momento.
Abandona la multitarea. Carecemos de los recursos cognitivos y la estructura cerebral para poder utilizarlos al mismo tiempo. Hemos de trabajar nuestro poder de concentración (el Mindfulness es una herramienta ideal para ello). Pretender hacernos malabaristas de nuestras tareas es una pobre manera de malgastar nuestro tiempo y energía. Elige tus prioridades, centra tu atención y persevera.
Abandona tu necesidad de controlar todo. Primero porque es completamente imposible. Y segundo porque sufrirás como consecuencia de esta actitud. Algunas cosas dependen de nosotros, y otras no. Saber diferenciarlas es fundamental. Preocuparte por aquello que no está en tu mano solucionar desgasta y frustra. Elige bien tus “batallas”, donde pones tu energía, tu mente y tu tiempo. No son recursos infinitos, así que cuida cómo los utilizas.
Abandona tu necesidad de ser gustar. La única manera de evitar causar envidias es no hacer nada importante. Utiliza tu vida para llevar a cabo tu propósito, sea cual sea. Comprende que en el camino habrá mucha gente que no te aprecie, que te envidie, que intente ponerte zancadillas. No te desanimes ni abandones tu camino. No te justifiques tampoco. Renuncia a la necesidad de aprobación de los demás. Si llega, estupendo. Y si no, también. No dependas de ello para sentirte bien y proseguir. Permanece fiel a ti mismo y a tus principios. En la época de las redes sociales, el grupo de voceros críticos e insultantes se hace oír más. No les prestes atención, no se la merecen.
Hace poco me preguntaba un lector en el blog algo muy interesante.
Tiene una profesión que exige viajar mucho y quiere formar una familia en un futuro,¿significa eso que es mejor que abandone su profesión ahora?
Esta es una situación bastante frecuente en mujeres que tienen puestos con mucha responsabilidad o que viajan mucho y se plantean tener hijos (o cuando ya los tienes y se te presenta una oportunidad similar).
Y me recordóun videoque vi hace tiempo de Sheryl Sandberg donde hablaba de abandonar antes de abandonar (también habla de elloen su libro), es decir, como crees que en un futuro vas a tener que abandonar pues lo haces ya o te esfuerzas menos y sacrificas tu carrera antes de tiempo.
¿Te lo has planteado alguna vez?
¿Asumir que va a pasar algo y actuar en consecuencia antes de tiempo?
Según Sheryl, esa actitud tiene un gran impacto en tu vida profesional y tu satisfacción, remordimientos, sentimientos de fracaso y de culpa.
Y era también el caso de este lector en particular.
En esa situación, ¿qué es mejor hacer? ¿Qué es lo más recomendable?
Como siempre digo hay que tener claras varias cosas:
Lo “mejor” es distinto para cada persona y situación y solo puedes determinarlo tú.
A veces no necesitas lo mejor sino algo lo suficientemente bueno (lee esto dos veces porque es importante).
Hay que tomar decisiones teniendo en cuenta tu situación y prioridades actuales porque cambiarán con el tiempo.
Teniendo eso en cuenta, lo que Sheryl recomendaba era seguir con tu profesión hasta que pudieras, no actuar antes de tiempo, seguir dándolo todo, consiguiendo tus metas y cuando llegue el momento de tener hijos o de plantearte la situación que sea, entonces te lo planteas y decides, pero no cinco o diez años antes.
Nada de “no voy a intentar ser esto porque quiero tener hijos”. Vive tu vida y tu profesión como desees ahoray cuando llegue el momento de hacer cambios los haces, no antes.
En concreto ella dice:
“The time to scale back is when a break is needed or when a child arrives—not before, and certainly not years in advance. The months and years leading up to having children are not the time to lean back, but the critical time to lean in.”
Algo así como: “El momento de ralentizar es cuando se necesita un descanso o cuando tienes un hijo, no antes y, desde luego, no con años de antelación. Los meses y años que preceden a la etapa de tener niños no son momento para retroceder, sino el punto crítico para avanzar.”
Por supuesto cada situación es un mundo pero yo estoy de acuerdo con ella.
Una cosa es planificar y otra muy distinta anticipar, abandonar o hacer sacrificios antes de tiempo.
Y esto es aplicable a muchas situaciones distintas.
¿Te ha pasado alguna vez? ¿Qué hiciste tú?Compártelo en los comentarios me encantará conocer tu experiencia.
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LaDra. Aida Baida Gil, coach certificada y fundadora dewww.coachdelaprofesional.comse dedica a ayudar a las mujeres profesionales que se sienten estancadas o insatisfechas y que están listas para avanzar profesionalmente, establecerse por su cuenta o redirigir su carrera.
¿Son útiles los libros, cursos y blogs de desarrollo personal? A veces hay cierta controversia sobre la famosa autoayuda. Mucha gente se burla de este tipo de libros, los considera facilones, ñoños, monótonos o superficiales. Así que hoy pongo mi granito de arena al respecto…
Después de muchos años leyendo desarrollo personal en distintos formatos, trabajando como coach y arriesgándome a hacer muchas cosas, tengo que decir que sí, que hay un cambio, que lo que lees y relees va haciendo mella y un día te das cuenta de que te atreves a algo, y otro de que ya no te da miedo el miedo…
Yo leo desarrollo personal desde hace muchos años, mucho antes de formarme como coach y darle el cambio radical a mi vida (con todo el aprendizaje que eso ha conllevado).
Como decía, mucha gente se burla de este tipo de libros, los considera facilones, ñoños, monótonos o superficiales. Hay de todo, desde luego, pero te puedo decir que de todo se puede aprender y sacar provecho y que la continuidad, el haber leído y escuchado tanto, ha hecho que crea más en mi misma y que acepte con naturalidad imprevistos, obstáculos y miedos.
Al principio lees cosas y no te las crees o piensas que eso será para otros, que tú no puedes o no vales…
Y al final te das cuenta de que de tanto empaparte, te lo has creído. Y no hablo de creer cualquier teoría pseudo-científica, hablo de creer en ti y arriesgarte a hacer cosas, de negarte a escuchar a los demás si no es lo que tú quieres.
Siempre hay alguna cita, ejercicio, pregunta o experiencia personal que se te queda grabada y cambia tu forma de ver las cosas.
Yo recuerdo leer la historia de las ranas y prometerme a mi misma que sería la rana sorda. Recuerdo leer la pregunta “¿y por qué no?” Y desde ese momento aplicármela.
Y por supuesto eso pasa también con otro tipo de libros. Hay personas que opinan que leer novela s es una pérdida de tiempo y que mejor leer solo libros de desarrollo empresarial o personal. NO ESTOY NADA DE ACUERDO.
Una novela te puede ayudar y cambiar tanto o más que un buen libro de desarrollo personal/negocios.
Decía Zig Ziglar que la motivación es como el baño, hay que hacerlo todos los días.
Pues así es como lo logro yo, rodeándome de mensajes interesantes. Unos me llegan más que otros pero todos me aportan algo y si no lo hacen dejo de leerlos y punto (otro logro, terminar con esa especie de regla absurda que dice que tenemos que acabar lo que empezamos aunque no te guste nada y en realidad sea una pérdida de tiempo…).
Es importante rodearte de cosas que te hacen sentir bien, que desafían lo que crees, que te hacen ver las cosas de otro modo. Pueden ser biografías, blogs, podcasts, libros, citas. Siempre hay algo que te ayuda, que te da el empujoncito que necesitas, que te impulsa a seguir adelante.
Así que en todos estos años estas son las seis reflexiones o lecciones que he aprendido y que son importantísimas en mi vida.
1. A veces tienes que hacer las cosas a tu manera…
Algunas personas somos cabezotas y necesitamos probar las cosas a nuestra manera, en cierto modo desafiarnos a nosotras mismas, para sentirnos realizadas.
Y sí, eso hace que a veces pierdas tiempo, des rodeos, te des de bruces… Desde luego podrías haber terminado antes si hubieras hecho caso a la primera (a mi me paso al inicio de mi negocio). Pero es lo que necesitamos para aprender y ademas, también hay muchas veces en las que descubres nuevas formas de hacer las cosas.
Porque hay muchas maneras de hacer las cosas.
Y porque probar lo que de verdad quieres nunca es un error aunque otros tengan razón y no funcione bien o salga mejor de otra manera.
Esto lo he aprendido después de escuchar muchas veces esto hay que hacerlo así, tienes que hacer esto, tú hazlo así que sé de que hablo, hazlo así que funciona. Y sí, claro que tenían razón y funcionaba pero yo sentía por dentro que quería probar otras cosas, lo necesitaba, por mi.
Y las probaba y cuando ha sido necesario no he tenido ningún problema en admitir que “sí, tenías razón”, pero tenía que verlo por mi misma y me he quedado a gusto y no me arrepiento.
[Por supuesto a mis mentoras las he vuelto locas, jaja, igual que algunos de mis clientes a mi : ))]
2. Siempre va a haber obstáculos e imprevistos y siempre se nos olvida.
Y cuando llega uno te hace dudar y replantearte todo y hasta abandonar. Pero entonces te acuerdas de que es un simple obstáculo, replanificas y sigues adelante.
Es especialmente difícil cuando, justo cuando has tomado una decisión, te parece una oportunidad para que te quedes como estás. De repente te ofrecen un ascenso, o algo que te pone la miel en los labios y entonces te planteas si de verdad vas a dejar escapar esa oportunidad…
Es un obstáculo más disfrazado de oportunidad o… una oportunidad que llega en el momento adecuado y te hace darte cuenta de que en realidad sí quieres lo que tienes. Lo sabrás cuando te pase.
Y la manera de saberlo es seguir ese revoloteo en el estómago que aparece cuando algo de verdad te emociona.
3. Nunca dejas de tener miedo.
Pero te lo tomas de otra manera. Lo aceptas y aprendes a gestionarlo. Ya no te sientes culpable o como una fracasada porque se supone que no tendrías que tener miedo. Sabes que es normal, que viene disfrazado de mil maneras distintas, que cuando superas uno aparece otro.
Es la vida y significa que te estás moviendo porque ante nuevos desafíos y nuevos logros aparecen nuevas inseguridades y miedos.
Es normal y es liberador aceptarlo.
4. Sigues poniéndote excusas pero sabes que son excusas y haces algo para que no te paren.
O te las quitas de encima y lo haces igual aunque te de miedo (que es lo que se esconde detrás de cada excusa) o aceptas que no es el momento para ti y conscientemente lo postergas o te olvidas de ellos.
Supone una gran diferencia en tu vida y en cómo te tomas las cosas cuando tú tienes el control, cuando reconoces los miedos y las excusas y decides tú, no ellas.
Estar siempre estarán, pero ya no te dominan y si lo hacen sabes qué hacer al respecto. Otra cosa es que quieras hacerlo…
5. A veces te ves igual que antes pero ya eres otra persona.
Y cuando eres otra persona, haces las cosas de otra manera y tienes otros resultados. Por fin entiendes, porque lo vives, el trinomio ser-hacer-tener. Totalmente contrapuesto al que sigue la mayoría de personas: tener, hacer, ser.
Como bien lo explica Raimon Samso, “cuando sea, sabré qué hacer para tenerlo“; en lugar de “cuando lo tenga, ya haré lo que sea necesario”.
Léelo otra vez.
Esto es difícil de seguir pero llega un día en el que te das cuenta de que es verdad y de que lo estas haciendo. Es la persona en la que te conviertes después de todo, la que sabe qué hacer para tenerlo.
6. A veces una sola frase puede darle un vuelco a como ves las cosas y sacarte del atolladero.
A veces inviertes en programas que no te dan lo que querías pero que te hacen ver las cosas de tal manera que solo por eso ya ha merecido la pena.
Trabajar con alguien con una mentalidad de perseverancia, abundancia y convicción en sí misma y en lo que hace vale más la pena que todas las estrategias puntuales que puedas aprender. Porque solo al oírla hablar te transmitirá mucha de esa convicción y fuerza que posee.
Porque te hace ver posible lo que antes te parecía imposible para ti. Y entender y aceptar y creer que tú también puedes es lo más valioso que puedes conseguir.
Si te das cuenta casi todo se resume en ACEPTAR, aceptar como eres, aceptar tus miedos, etc.
Así que sí, reiterándome en lo que he dicho al principio…
Después de muchos años leyendo desarrollo personal en distintas formas, trabajando como coach y arriesgándome a hacer muchas cosas, hay que decir que sí, que hay un cambio, que lo que lees y relees va haciendo mella y un día te das cuenta de que te atreves a algo, y otro de que te crees lo que antes no, y otro de que ya no te da miedo el miedo…
Y sé que es así no solo por mi propia experiencia sino por lo que me mandan mis lectores:
«Con tus lindas palabras veo en este momento más claro mi panorama, y que lo mejor será que pueda tomar otra actitud el día de hoy !”
“Me encanto tu reflexión muchas gracias!!!!!!! Me ayudara mucho este punto de vista para recorrer este nuevo camino”.
“Gracias a tus consejos tengo la fuerza para atreverme, veo cada día más clara mi misión y visión, y voy como un cohete!!!!”
“Ya son varias las ocasiones en las que he encontrado respuestas, una voz de aliento y paz en tus artículos!”
“Lo que leí de tu blog me ayudó a comprender mi problema.”
“Quería aprovechar para darte las gracias por abrirme los ojos e inspirarme“.
Son mensajes de personas que escribieron para agradecerme que mis artículos han cambiado su forma de ver las cosas e incluso de hacerlas y cambiar sus vidas. Solo con mis artículos.
Es muy emocionante para mi, por supuesto, y demuestra que sí, que leer también ayuda. Aunque a veces no sea suficiente, muchas veces sí lo es.
¿Qué me dices? ¿Compartes mi opinión? ¿Qué te ha ayudado mas de lo que has leído?