Liderazgos que Impactan

Las personas mayores nos ofrecen una diversidad de experiencias junto a un gran aporte social muchas veces anónimo, que impactan positivamente en nuestra sociedad.

En la actualidad el 20 % de la población chilena es mayor de 60 años y se calcula que de aquí al año 2050, esta cifra aumentará llegando a ser un tercio de la población.

Estos datos se pueden analizar desde diferentes ángulos, sin embargo, el que más me resuena es que se presentan como un gran desafío junto a una gran oportunidad.

Desde esta perspectiva, es fundamental visibilizar estos roles y referentes, que nos invitan a proyectar nuestro propio proceso de envejecimiento de manera positiva y saludable.

En los últimos años, la sociedad chilena ha mostrado interés por incluir a las personas de mayor edad, con el objetivo de generar un cambio de paradigma respecto de la forma en que se muestra el envejecimiento en Chile.

Es así, como en el país existen más de 80 fundaciones que trabajan con y para las personas de este grupo etario; por ejemplo “Travesía 100”, una fundación que promueve “La madurez activa, feliz y empoderada de las personas mayores” resignificando esta etapa de la vida.

Otra iniciativa importante a destacar es la premiación que impulsa la fundación Conecta Mayor UC, la Pontificia Universidad Católica de Chile y El Mercurio, donde se destacan a los 100 Líderes Mayores que con su talento y experiencia, lideran cambios sociales en diferentes ámbitos de la cultura, política, economía y social entre otros.

En estos tiempos de incertidumbres y turbulencias, vale la pena detenerse y poner en relevancia a nuestra gente mayor que muchas veces en silencio, ejercen liderazgos que impactan.

 

 

 Ana María Schmidt

Foto portada de RDNE Stock project: RDNE Stock Project

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PIONERAS EN EL MUNDO DE LOS NEGOCIOS Y LAS CORPORACIONES

MUJERES Y HOMBRES 4X4

 

El otro día vi un reportaje acerca de mujeres conductoras de buses del Transantiago. Las entrevistadas se veían muy empoderadas en su cargo, contentas de haber logrado aprobar las capacitaciones, conseguir los documentos y adquirir todos los conocimientos necesarios, además de manejar las emociones y el stress que significa ese trabajo.

Sus colegas varones se mostraron orgullosos por ellas. De muy buenas maneras señalaron que las conductoras habían demostrado[1] que eran capaces, agregando incluso que (y cito) “en algunos aspectos son mejores que los hombres”.

Bien por ambos, buenos compañeros, que se apañan construyendo un mundo nuevo para el trabajo de la mujer.

Sin embargo, me molesta la palabra demostrar en cuanto al género femenino. Y me pregunto, extendiendo el comentario: ¿Por qué debemos las mujeres probar que somos capaces (otra palabra conflictiva) de hacer una u otra función? E insisto ¿a quién hay que probarle?[2]

Entre líneas quiero recordar los mismos verbos asociados a unas conversaciones en las que participé hace como 30 años en una empresa distribuidora de gas, a propósito de incorporar mujeres en la conducción de camionetas repartidoras de cilindros, para la zonal Arica, iniciativa que resultó muy exitosa.

Pienso que mejor hablemos de competencias, de conocimientos, de capacidades adquiridas, tanto en hombres como mujeres, no de unas respecto de los otros. Ser complementarios en el trabajo podría ser ese objetivo deseado. Y extiendo esta propuesta a todo tipo de tareas, a todos los negocios, también a los altos cargos corporativos, donde desde luego, hace mucha falta.

Propongo cambiar nuestro lenguaje porque de esa manera movemos el mundo, por lo menos en lo laboral.[3] No hay función que sea exclusiva de hombres o mujeres y, seguramente, la gracia está en la diferencia de cada cual al ejercerla.

Nadie nace sabiendo vivir.

Marcela Contreras Berrios – Conoce más a Marcela aqui

Foto portada Image by aleksandarlittlewolf on Freepik

 

 

[1] Demostrar: La RAE define esta palabra como: Probar, es decir, hacer ver que una verdad particular está comprendida en otra universal de la que se tiene entera certeza.

[2] Me da temor aventurar la respuesta.

[3] Humberto Maturana lo dice con mucha fuerza en su libro Ontología del lenguaje.

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4 Acciones Para Aumentar la Autoconfianza

¿Cómo aumentar la autoconfianza?  Esa seguridad de que sabes lo que haces,  puedes lograr lo que te propongas, y que nada te sacuda esa certeza. Es la pregunta del millón de dólares, ¿no? Bueno, no necesariamente. Aquí te doy unas sugerencias de fácil aplicación y grandes resultados.

Es útil reconocer que todos en algún momento necesitamos que alguien nos recuerde nuestro valor. Alguien que te diga: “tú puedes”, “te lo mereces”, “qué bien lo has hecho”. Ese empujoncito puede venir de nuestra familia, amigos, colegas o hasta de desconocidos que te siguen por redes sociales.

Pero una cosa es tener un momento de inseguridad y otra albergar una duda constante respecto de tu valor, de tus conocimientos, o de tu capacidad. Cuando empiezas a dudar de todo, estás frente un sentimiento que genera ansiedad y puede impedirte desarrollar tu carrera profesional de manera satisfactoria. Si este es tu caso, quizá necesites ayuda profesional para salir adelante.

Cuatro formas efectivas de aumentar la autoconfianza

Es sabido que la confianza en ti misma es un motor que ayuda a mejorar tus resultados.  Por eso, es fundamental que tengas una autoconfianza sana que te permita planificar, perseverar y lograr lo que te propones. Lo bueno es que hay formas efectivas de darte un shock para aumentar la autoconfianza cada vez que lo necesites. Aquí te propongo cuatro acciones simples para fomentarla.

1Apariencia poderosa

Si a menudo experimentas falta de autoconfianza, es común escuchar la recomendación de que explores el por qué. Que hagas una introspección e identifiques qué circunstancias en tu vida te han llevado a desvalorizarte. Y ese es un buen camino a seguir. Pero hoy te propongo que empieces por el camino inverso. Es decir, por afuera. Por lo que generalmente se considera “superficial”: La apariencia.

Hay numerosos estudios que indican que la ropa afecta cómo te sientes. Y sentirte bien es un paso importante a la hora de reforzar la autoconfianza. Elige un look que te favorezca y con el cual sientas que puedes conquistar el mundo. Eso afectará tu actitud, te dará el coraje que tal vez te falte para enfrentar ciertas situaciones o para aceptar un desafío para el cual no te sientes lista. Considera con cuidado cada detalle de tu vestimenta, incluyendo accesorios, zapatos (¡y si son rojos mejor!) bolsa, maletín, y demás.

Lo mismo va para tu arreglo personal. Un buen corte de pelo puede renovar tu imagen y ayudar a levantar tu autoconfianza.  Un poco de maquillaje, lápiz labial, y una buena manicura pueden tener un efecto muy positivo. Estos cambios que parecen superficiales, tienen un impacto muy favorable en cómo nos vemos a nosotras mismas y por ende, cómo nos sentimos. ¡Pruébalos!

2Posturas poderosas

Tal vez escuchaste hablar de ciertas posturas que envían al cerebro el mensaje de auto empoderamiento. Si bien los resultados de los experimentos que dieron origen a esta teoría no se han podido repetir, y los autores de dicho estudio corrigieron sus declaraciones iniciales, hay algo que se puede rescatar de esta idea.   Sostener una pose por cierto tiempo puede contribuir a aumentar tu autoconfianza y hacerte sentir capaz de conquistar el mundo. Aunque no haya un cambio hormonal, del que en su momento hablaba Amy Cuddy en su Ted Talk, asumir ciertas poses te hace también asumir cierta actitud. Y con frecuencia, todo lo que necesitas para creer que puedes lograr algo es tener la actitud correcta. Entonces, pruébalas todos los días al levantarte y también justo antes de un evento en el que te quieras destacar. Esto incluye esos momentos en que debes presentar frente a un grupo, antes de reunirte con tu jefe para pedir un aumento, o antes de tener una conversación importante con tu equipo.

  • Manos a la cintura, piernas separadas al estilo superhéroe.
  • Brazos arriba en V, las piernas separadas al estilo ganador de una carrera de 100 metros llanos.
  • De pie frente a un escritorio o mesa, manos sobre la mesa, piernas separadas, mirada desafiante al frente al estilo el jefe que te dice “Esto es lo que hay que hacer”.

De la misma manera que estas posturas pueden contribuir a que te sientas bien, hay muchas otras que refuerzan sentimientos de inseguridad y duda. Por ejemplo, caminar con la cabeza gacha, sentarse con la columna vencida, arrastrar los pies, o dejar caer los hombros. Es bueno que te mantengas alerta y observes tu postura en todo momento. Cuando te descubras en alguna de estas, enderézate, echa los hombros hacia atrás, sonríe, párate derecha y camina con determinación.

3Palabras poderosas

Los seres humanos somos seres verbales. Somos las historias que nos contamos a nosotros mismos y a terceros. Las palabras que usamos para definirnos, explicar situaciones, y darle sentido a la vida determinan quiénes somos y qué resultados obtenemos. Si quieres sentirte más segura de ti misma,  observa tus palabras y elimina las que te desempoderan. Presta atención a cómo te hablas a ti misma, qué te dices, cómo te criticas o te felicitas. Cómo justificas lo que te pasa, las reacciones que tienen otros para contigo y las que tienes tú en diversas situaciones. Y considera opciones como estas. En lugar de decir: “Yo no sirvo para esto”, puedes decir: “Elijo asumir este nuevo reto y aprender lo necesario para conquistarlo”. En vez de decir: “No puedo” por qué no decir: “Si me lo propongo lo lograré”. Y a cambio de criticarte a ti misma cuando ves tu reflejo en el espejo, di en voz alta: “Me encanta lo que ven mis ojos. ¡Qué mujer más atractiva, fuerte, segura!” Se tan creativa con tus elogios como quieras. El secreto es eliminar la música de fondo que tienes dentro que se pasa el día juzgándote, criticándote, menospreciándote.

Usa las palabras a tu favor para fortalecer tu autoconfianza y presta atención a las que debes descartar de inmediato.

4Mantras poderosos

Y siguiendo con el tema de las palabras, es muy valioso crear un mantra que puedas repetir a diario y sobre todo justo antes de una ocasión en la que quieres lucirte. Es una técnica simple pero, igual que asumir una postura poderosa, puede fomentar tu autoconfianza. Hace a tu actitud para contigo misma y al reto frente al cual te encuentras.

Nuevamente, puede ser justo antes de una negociación con tu jefe, de una presentación en una conferencia profesional o de un discurso en una ceremonia de graduación.

Algunos ejemplos:

  • Logro todo lo que me propongo
  • Elijo ser exitosa
  • Soy una excelente negociadora
  • Me doy permiso para cometer errores y aprender de ellos
  • Soy receptiva al feedback de los demás

Te aseguro que si repites de manera consistente estas cuatro acciones cosecharás una sólida autoconfianza.

Y considera sumarte al Step Up Plus, nuestro programa de desarrollo de liderazgo, que te ayudará a desarrollar todo tipo de destrezas para crecer en tu carrera. También te pondrá en contacto con una comunidad global de mujeres que se apoya mutuamente para el éxito profesional.

 

mariela_dabbahMariela Dabbah es escritora, conferencista y coach. Como Coach por más de 20 años ha apoyado el desarrollo de carrera de hombres y mujeres latinos en USA , Mariela como integrante de la Red de Profesionales de Mundo Mujer comparte en esta web un material muy interesante para ti, todo basado en su experiencia.

Autora del libro “Poder de Mujer”

Extraido de http://redshoemovement.es/

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El Futuro es Femenino

No me referiré a los cambios legislativos que en uno u otro país estén en curso, los cuales evidentemente darán mayor protección y un marco jurídico para un trato más justo con las mujeres, contrarrestando en parte aquellos comportamientos machistas y micro-machistas muy evidentes y visibles. Estos ponen a la mujer en una posición inferior a la del hombre en lo jurídico, social, económico, familiar y entre amigos, incluso en peligro de muerte debido los malos tratos.

 

No soy tan amigo que hablar acerca de trato igualitario, ya que eso es utópico, incluso entre hombres. Por ello prefiero hablar de trato justo para la persona, libertad de elección, sea mujer u hombre, neutralizando crecientemente una discriminación peyorativa. Tampoco me referiré a ciertos iconos sexistas burdos recientemente vistos en Chile, los que debieran ser efímeros y al igual que en sociedades culturalmente más evolucionadas, prevalecerá el cambio gradual, sobre todo gracias a la inteligencia y fortalezas de la mayoría de las mujeres.

 

La vida me ha permitido cultivar siempre una buena, fluida y empática relación con las mujeres y dentro de ello no habré descubierto ni dicho nada nuevo, cuando afirmo que sin lugar a dudas lo más complejo de modificar es cultural, tanto en la mujer como en el hombre.  Lo que sí he descubierto es un montón de talentos, virtudes y capacidades en muchas mujeres, sin embargo, a la mayoría de ellas les cuesta desarrollar la confianza y la superación de temores, para lograr empoderarse con gran seguridad en ellas mismas en las más diversas actividades.

 

Si bien en todo el mundo las mujeres superan a los hombres en los resultados académicos, tanto escolares como de educación superior, todavía existe una gran desigualdad en las oportunidades profesionales y de trabajo. La emancipación de las mujeres, es decir, el aumento de oportunidades de elección y decisión, progresa en todos los países del mundo, pero se manifiesta de diferentes maneras en diferentes sociedades. La transformación económica, acompañada de la creciente necesidad que todos – mujeres y hombres – encuentren un buen medio de ingreso, ayudará a impulsar decisivamente la megatendencia del cambio femenino en los próximos años…,  no así las imposiciones gubernamentales o estatales, como piensan ilusoriamente algunas personas. A pesar de los problemas, nunca antes habíamos tenido una generación de mujeres tan ambiciosas como hoy: no sólo ambición de hacer carrera o dinero, sino de salud, de armonía, de libertad de elección y decisión, de bienestar general, de equilibrio emocional, entre muchos otros. La mayoría de ellas también están convencidas que tendrán una mayor independencia, libertad y oportunidades que sus madres. El aumento de opciones en la sociedad, las cuales irán “in crescendo”, también son y serán cada vez mejor abordadas con éxito por mujeres.

 

La creciente autoestima de la mujer, por supuesto, también afecta e influenciará en el futuro la elección de pareja, así como la forma en que se llevan a cabo las relaciones. El cambio en la familia y el ajuste de roles de género conducirán a intensificar movimientos en el campo de tensión de amor, sexo y pareja. No sólo los modelos a seguir, sino también las identidades de género se están difuminando en los bordes. La codificación de la intimidad y el romance cambia. La creciente aceptación de nuevas estructuras para la sexualidad y vida en pareja son empujados desde los nichos hacia la corriente principal. “Vivir separados estando juntos”: según varios estudios recientes en diversos países en Europa, cada octava a novena pareja joven vive separada (sobre un 40% de entre 16 a 29 años de edad). En América Latina ello aún no debiera sonar tan excepcional, ya que muchos hijos siguen viviendo hasta al menos los 24-25 años de edad con alguno de sus padres. Eso también cambiará. Casarse es cada vez menos frecuente, al menos por alguna iglesia. Separarse y/o divorciarse, es cada vez más frecuente, mientas el matrimonio expansivamente deja de ser una condición para tener hijos, propios o adoptados. También crece la normalidad y visibilidad de mujeres que educan solas a sus hijos.

 

No debieran estar lejanos los tiempos en que del mismo modo que en Europa,un alto porcentaje de las mujeres latinas – también – encuentren su autorrealización en el trabajo. Para los hombres, esto no sólo significa aceptar que el trabajo de su pareja es más importante de lo esperado, sino también darse cuenta de que ellas necesitan hacer y lograr más en el trabajo para mejorar el bienestar para la familia (bienestar es un tema tan complejo de definir como éxito, es muy personal). En algunos países, ya es clara la tendencia que los hombres comienzan a trabajar tiempo parcial y dedicar más tiempo a temas de familia. Aquí en Chile, también existen aún débiles señales que ello pudiese evolucionar. De este modo, es muy factible que se produzca una enorme brecha entre el deseo y la realidad, ya que en la práctica sigue existiendo la discrepancia, de que en aquellos casos donde la mujer trabaja a tiempo completo y el hombre a tiempo parcial, mucho más de la mitad de las tareas familiares siguen siendo resueltas por la mujer. Esas son las cuatro, cinco o seis agendas de esas mujeres, que a la larga no podrán sustentar de esa forma, al menos sin enfermar de algo severo. ¡El hombre deberá cambiar!

 

El rol de madre sigue siendo la primera prioridad en la mayoría de las mujeres, no sólo la latina, también la europea o la asiática, pero la minoría de ellas quieren realizar el antiguo rol de “dueña de casa”. Sociedades como las escandinavas, han reflejado un aumento del número de hijos desde que ambos trabajan generando ingresos. Ello en parte se explica por el mejoramiento económico de esas familias, pero también por las facilidades que otorgan los empleadores a madres con niños pequeños.

Cada vez más mujeres llegan a ocupar lugares de liderazgo en las empresas, en la política u otras organizaciones. Me atrevo a vaticinar que ello seguirá en rápido ascenso. Países como Australia, Alemania, Holanda, Suecia y Noruega lideran ese proceso. Sin embargo, incluso en dichos países el nivel salarial aún no es equivalente, al menos para responsabilidades, tareas, objetivos a cumplir, incluso ante rendimientos similares. Es un proceso que pienso que puede acelerarse y la sociedad requerirá de ambos estilos de liderazgo, el más masculino y el más femenino (no entraré en el análisis de diferencias, sería muy extenso…).

¿Por qué este cambio ha sido lento? Probablemente porque muchas mujeres han imitado demasiado los estilos de liderazgo de los hombres, es más, han estudiado modelos de liderazgo ideados por hombres para hombres. En la medida que las virtudes inherentes al género femenino se potencien con las competencias de la persona mujer, estaremos frente a la evolución acelerada del cambio, donde el futuro de nuestras sociedades sea dirigido por mujeres. El cambio de estrategias personales de las mujeres en sus trabajos actuales y futuros, serán determinantes para avivar este proceso, no sólo para mujeres que quieran acceder a puestos directivos altos, sino también las que busquen armar su propio negocio y aquellas, cuya ambición está más en su autorrealización personal a través de las tareas o la vocación que despliegan en su trabajo. ¡Está en manos de las mujeres, si se deciden realmente, estratégicamente, aunque les suene masculino!

 

Este tren ya partió hace unas pocas décadas en algunas sociedades, por lo cual estoy convencido que antes de mediados de este siglo, llegará el turno claro y persistente a las mujeres y ello, también nos cambiará el mundo a los hombres. Ello generará nuevos mercados curativos y de apoyo para lograr cambiar al macho proveedor estresado e irascible, en un «nuevo» hombre, gracias a las mujeres, por el bien de la sociedad y las familias.

 

Ricardo Gevert – Adm. Industrial

www.gevert.com

Foto portada: Photo by rawpixel.com from Pexels

 

 

 

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Empoderamiento

¿Quién no quiere andar empoderado? Está todo el mundo hablando de la independencia, del capital para emprendimientos, de la necesidad de empoderar a los empleados de la firma (para disminuir los gastos y las responsabilidades laborales), y los chistes crueles ya merodean el tema. Y lo que las personas no quieran enfrentar, la automatización y la robotización se van a encargar de establecer en nuestras sociedades avanzadas: la necesidad de generar recursos por ti mismo al tiempo que disminuyen las fuentes de trabajo dependiente.

 

El empoderamiento es un tema económico. Pero rápidamente excedió los límites de la economía, despertó la creatividad y con ella la imaginación, la proyección de necesidades que no se solucionan con dinero, las ganas de hacer cosas que no se habían pensado antes. Se destapó la caja de Pandora.

 

¿Cuán libre quieres ser? ¿Qué quieres hacer sin impedimentos innecesarios? ¿A dónde vas en tu vida?

 

Unos 30 años atrás empezamos a trabajar juntos, Jennifer y yo. Creamos el Centro de Desarrollo de la Persona. Estábamos convencidos que ayudar a las personas a desarrollar sus potenciales personales era lo que había que hacer. No existía (por suerte) el término empoderamiento, y nosotros elegimos el concepto “desarrollo”. Ahora, mirando hacia atrás, confirmo una vez más que este desarrollo va íntimamente ligado a un mayor poder respecto a la salud, a la auto-realización y a otras cosas de importancia sin igual, un poder arraigado en una sensibilidad más despierta y responsiva, en una toma de conciencia de las motivaciones que emergen de las profundidades del alma, y en una postura más “desarrollada” y autónoma que la propiciada por nuestros modelos educacionales antiguos, superficiales y forzados.

 

La persona integrada con sus emociones y autónoma en su interacción con el mundo, que ha dado los pasos necesarios para expresar los potenciales personales guardados en su intimidad, es sin duda una persona más desarrollada y con más poder para enfrentarse a la vida – es una persona “empoderada” para usar la palabra que está de moda, aunque este “empoderamiento” ahora apunta a un área de la vida por cierto más importante y amplio que el área económica.

 

En estos muchos años de trabajo en el CDP hemos visto una y otra vez que el poder mencionado va  asociado más a la naturaleza que a la idea que la persona tiene de sí: mientras más humilde y “servidora” de las leyes que rigen su biología más poderosa es la persona respecto a su vida, su salud, su creatividad, su madurez, su fuerza para resistir los embates del destino y para llevar adelante sus propósitos. Es un contrasentido, de alguna manera. A más poder das a la naturaleza, de más poder gozas para solucionar los retos de una vida plena, compleja y fascinante.

 

Nada que ver con ciertos aspectos del empowerment laboral de moda que vemos repetidos aquí y allá: el esfuerzo permanente, la tensión, la arrogancia, el desprecio, la avaricia, la creciente insatisfacción.

 

Sino tiene que ver con la fuerza de fondo, sonrisa en la cara, de quien parece hacer las cosas con mano ligera y caritativa,  salud en la mirada y algo contagioso en ademanes y estilo que lo mueve a uno a querer ser como esta persona madura y con un poder de vida fuera de lo común.

Jens Bücher – Ingeniero Comercial, Fellow, American Institute of Stress y miembro del Colegio de Ingenieros – Chile, dirige el Centro de Desarrollo de la Persona Bücher y Middleton Ltda.

www.persona.cl

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Cómo negociar: 5 secretos que no puedes ignorar

¿Te tiemblan las rodillas, se te acelera el pulso y te transpiran las manos cuando piensas cómo negociar algo? Supéralo ya mismo. Descubre 5 secretos pocas veces compartidos para saber cómo negociar desde una promoción salarial hasta tu nuevo auto. Aquí te cuento cómo lo hice yo misma.

¿Quieres saber cómo negociar desde un lugar de fuerza?

Suponte que diseñas websites y te debes reunir con un cliente potencial. Para entender cómo negociar lo mejor posible, primero reconoce que tus honorarios no son lo único negociable. Hay mucha gente capaz de diseñar un website. Y siempre habrá alguien que pueda hacerlo más barato que tú. ¿Qué ofreces que sea diferente y justifique contratarte a ti en lugar de a cualquier otro? ¿Cuáles son tus términos? ¿Qué servicios ofreces una vez que terminas el sitio? ¿Podrías diseñar como obsequio un segundo sitio personal? ¿Podrías ofrecer al año una actualización del sitio?

Lo mismo ocurre si estás negociando una promoción o tu salario. Recuerda ser creativa. Piensa más allá de lo que tienes frente a los ojos. Aún las circunstancias y reglas que crees que son fijas, no lo son. Todo es negociable.

Cómo negociar cualquier cosa!

Aquí comparto mi propio ejemplo. Hace poco ordené un auto Acme (obviamente no la marca real!) Era mi cuarto Acme. El tercero en la misma concesionaria. La segunda vez que hacía un lease. Debía recoger mi auto un viernes. El miércoles anterior recibí un llamado. Era acerca de una venta de Acmes en la misma agencia. Ofrecían $1.000 en efectivo si uno compraba el auto ese sábado.

Cuando me llamó Pablo, el vendedor que me había vendido los últimos tres autos en esa agencia, para confirmar que podría recogerlo el viernes, le pregunté por los $1.000 de descuento. Aquí ves un resumen de esa conversación.

“Tú no calificas porque ordenaste el auto hace varias semanas. Tienes que comprarlo el mismo sábado para calificar. Son las reglas.”

“Pablo, las reglas son relativas. ¿Con quién tengo que hablar para que me den el descuento?”

“No funciona así. Las reglas vienen de la oficina central de Acme. No hay demasiado que yo pueda hacer”.

“O sea, ¿me estás castigado por ser una clienta fiel? Este es el tercer Acme que te compro…”

¿Qué crees que ocurrió? Continúa leyendo para enterarte…

Cita inspiradora sobre negociación de Sheryl Sandberg

Siempre negocias con una persona

Otro de los secretos para entender cómo negociar con éxito es recordar que siempre negocias con una persona. No importa si es para comprar un auto o para conseguir trabajo. Y tampoco importa el tamaño de la organización. Claro, es posible que a veces termines negociando con un par de individuos. Pero sabes a qué me refiero. Esto significa que es fundamental conectar con la persona que está allí negociando contigo. Cuanto más sepas de ella y qué la hará quedar bien delante de sus supervisores, mejor. Piensa qué beneficiaría a esta persona. Qué necesita para sentir que ha ganado la negociación. Qué puede permitirse perder.

En mi conversación con Pablo, yo sabía que él no quería perder una clienta fiel. Y también sabía que había otro problema del cual podía responsabilizar a su organización para no perder puntos conmigo. Para poder mostrarme que estaba de mi lado.

Así siguió el diálogo:

“No me interesa lo que dice la letra chiquita. Tu agencia contrató a una compañía para que organizara esta venta el sábado y le dio la lista de clientes. Ustedes deberían haber quitado de esa lista los clientes como yo que ya habían comprado auto. Así no recibíamos un llamado como este”.

“Déjame ver qué puedo hacer”.

¿Adivinas como terminó la cosa?

Poses poderosas que te ayudan a elevar tu confianza mientras aprendes cómo negociar exitosamente

Decide por anticipado cuál es tu piso

Sí. Debes tener un valor u objetivo, por menos del cual te rehúses a negociar. ¿Por qué? Porque si no lo tienes corres el riesgo de negociar en contra de tus propios intereses. Esto va tanto para tu salario como para cualquier cosa que vendas. Y es una buena razón para cultivar tu creatividad. Piensan en una variedad de temas que puedas negociar. Tanto los que están sobre la mesa como los que no.

Mi llamado con Pablo fue una negociación activa. Mi objetivo era conseguir los $1.000 de descuento. Pero ya había dado un depósito para el auto y estaba atada al contrato que había firmado al encargarlo. Por eso decidí que me contentaría con $500. (No hay cómo negociar bien sin tener claridad).

Ese viernes, cuando entré a la concesionaria a retirar mi auto, el contrato de leasing ya estaba escrito. E incluía mis $1.000 de descuento. Sí. Fue así de simple. Sólo tuve que pedirlo e insistir en que me lo dieran. Pero aguarda. Porque la negociación no terminó allí.

Construye tu confianza justo antes de la negociación

Si cada vez que te preguntas cómo negociar tienes ganas de esconderte debajo de una piedra, respira profundo que aquí te doy un truco más. Crea un ritual que lleves a cabo justo antes de negociar. Puede ser asumir una pose poderosa por un par de minutos. Las manos en la cadera con las piernas abiertas en V. (La postura de la Mujer Maravilla). O con los brazos arriba de la cabeza en forma de V. (Como cuando los atletas ganan una carrera). Está comprobado que estas poses estimulan neurotransmisores que producen un golpe de confianza.

También puedes crear un mantra que te repites justo antes de entrar a la negociación. “Soy una poderosa negociadora”. “Me encanta negociar. Es divertido y estimulante”. Lo que te funcione mejor a ti. Te ayudará a sentirte más fuerte y a enfocarte unos instantes antes de entrar en acción.

Un par de semanas después de que traje mi auto nuevo a casa me llegó una carta de la Compañía de Servicios Financieros Acme. Es decir, la compañía que me había otorgado el lease. Contenía una factura por unos $1.000. ¿Perdón? Listaba una serie ítems que según ellos demostraban excesivo uso de mi auto anterior. El que había devuelto antes de sacar éste. ¿Así que adivina que hice? Exactamente. Lo llamé a Pablo.

Me prometió explorar el tema. Así lo hizo. Logró que su agencia descontara unos $300 de la factura. Ahora me tocaba a mi llamar a la Compañía de Servicios Financieros Acme para que borraran el resto de la supuesta deuda. Ommmmmmm…

Manten pose poderosa antes de negociar. Amy Cuddy ha explorado su valioso efecto en tu autoconfianza.

Observa signos que te dicen que “ésto” no es una negociación.

Seamos honestas. Hay veces en que la gente te ofrece una entrevista de trabajo cuando ya tienen el candidato elegido para ese rol. Es un asunto legal. Tienen que entrevistar cierto número de candidatos potenciales. O ya tienen al proveedor que quieren usar. Trata de detectar esos signos para evitar invertir excesivo tiempo y energía. Pero no pierdas la oportunidad de dejar una excelente impresión. Ya estás ahí. Y nunca sabes qué puede pasar en el futuro. De manera que aprovecha el momento de mostrar lo mejor de ti.

Bueno. Llamé a la Compañía de Servicios Financieros Acme y hablé con total calma con el representante que me atendió.

“No entiendo. Ustedes habían inspeccionado mi auto y me dijeron que estaba todo bien. 300 kilómetros más tarde, después de entregarlo y firmar un nuevo lease, de pronto, el auto necesita nuevas llantas? ¿Con sólo 25,000 kilómetros? ¿Podrías averiguar de qué se trata esto?” Le pregunté:

El hombre no supo que responderme. Sabía que esto no era una negociación. Sabía que tenía que hacer desaparecer esa factura.

Y así lo hizo.

Si quieres aprender cómo negociar cualquier cosa, explora nuestro programa Step Up donde te enseñamos esta y muchas otras habilidades blandas necesarias para pasar al próximo nivel de tu carrera.

Mariela Dabbah – Coach


 

Extraido de http://redshoemovement.es/blog/

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