Cuando nació mi primer hijo mi marido, que ya tenía varios años de papá, me dijo que cuando empezó a leer sobre crianza lo primero que tuvo que hacer fue trabajar en algunos asuntos pendientes con sus propios padres. Nada más real y acertado. No es posible entablar una relación saludable con nuestros hijos si arrastramos rencores con nuestros padres, porque tarde o temprano estas emociones negativas llegarán a ellos de una u otra manera o les afectará en la relación con sus abuelos inculcándoles prejuicios inconscientemente.
Muchas familias que se acercan a consultarme me cuentan que ponen distancia con sus progenitores cuando los hijos empiezan a crecer, porque se sienten monitorizados, sienten que se les critica su estilo de crianza continuamente o no quieren repetir ciclos tóxicos. Muchas veces experimentamos un pequeño (o gran) resentimiento porque tal vez nuestros padres nos criaron de una forma en la que nunca criaríamos a nuestros hijos y como todo el mundo, con sus aciertos y errores, aunque el problema es la tendencia a enfocarnos en los errores.
Pero, ¿Podemos realmente culparlos? Te invito a reflexionar. Nuestros hijos se están criando en un mundo muy distinto al de nuestra infancia y para nuestros padres esto también fue así. Creo que ellos utilizaban las herramientas que tenían a mano. La información no era tan accesible como ahora, no se obtenía con un “click” implicaba más tiempo y mucha logística. También creo que ellos seguían paradigmas sociales y seculares de la época los cuales no eran tan debatidos como ahora. Por otra parte se transformaron en padres en promedio 10 años más jóvenes que la mayoría de nosotros, eran adolescentes. No quiero imaginar haber tenido un hijo a los 18 años, momento en el cual batallaba con un trastorno de la conducta alimentaria y no estaba, emocionalmente hablando, en mi mejor momento ni con una pareja con la cual hubiera sido fácil o hubiera querido criar hijos. Ellos hicieron lo que pudieron y como pudieron, al igual que nosotros.
Te invito a pensar en cómo fue o puede haber sido la infancia de tus padres. A mi madre, por ejemplo, no la dejaron tomar clases de ballet las cuales ella amaba y la obligaron a tomar piano, ¿Puedo culparla por querer que yo sea bailarina. ¿Puedo realmente culpar a mi papá por no haber sido muy demostrativo cuando a él lo mandaron a estudiar a un internado a los diez años y sólo veía a sus padres los fines de semana y debía tratarlos de “usted”? Cortemos ciclos, seamos valientes.
Pero arrastramos rencores, arrastramos arrepentimientos y dolor, quizás porque faltaron palabras por parte de ellos, quizás porque los tabúes de la época evitaron charlas que nos hubieran ahorrado problemas, quizás porque faltaron abrazos para no hacernos “blanditos” o porque sobraron críticas, retos o palabras crueles para “hacernos fuertes”. No queremos que les pase lo mismo con nuestros hijos, pero así como nosotros no somos los mismos que hace diez o veinte años, ellos tampoco. Aun así algunos aspectos negativos con los que fuimos criados están grabados en nosotros por lo que debemos ser conscientes permanentemente y tenerlos en cuenta para cortar el ciclo, por ejemplo, venir de una familia en la que se gritaba mucho por costumbre o idiosincrasia.
Tenemos que trabajar en los resentimientos y empezar por aceptar a nuestros padres como son, abandonando la idea de cambiarlos a ellos o sus opiniones. En el momento que los aceptamos y dejamos atrás esa guerra de egos todo fluye con más facilidad.
Un fin de semana con más dulces que los habituales, comer con la boca cerrada o tener que pedir permiso para hacer esto o aquello son detalles que NO modificarán la vida de nuestros hijos, quienes pasan muchísimo más tiempo con nosotros, pero crecer con abuelos presentes es una bendición y es también el regalo más grande que podemos hacerles a nuestros hijos. Elige tus batallas.
Como siempre les digo, las palabras mágicas son Perdón y Gracias. Perdonarlos, agradecerles y pedirles perdón a nuestros padres porque nosotros tampoco nacimos perfectos ni teníamos las herramientas que tenemos ahora. Esas acciones son la clave para sanar las heridas con nuestros progenitores y disfrutar su compañía, en esta nueva estampa y desde otro lugar.
Por supuesto que en familia con negligencia extrema o abusos es muchísimo más complicado perdonar, en esos casos yo recomiendo psicoanálisis, meditación y lectura (puedo recomendarte libros)
No podemos cambiar el pasado pero podemos cambiar el presente.
Ana Acosta Rodriguez, Mama Minimalista
Facebook: @mamaminimalista
Fuente: mamaminimalista.net
Ana Acosta Rodriguez autora del libro “La Crianza Rebelde”
Disponible: Europa y USA: https://bookgoodies.com/a/B07ZM8WMXN
LATAM: https://www.editorialbrujas.com.ar/Inicio/Libro/1518
Read moreLos bebés toman leche a demanda, su mecanismo de regulación hambre/saciedad es perfecto, sus cuerpos les dicen cómo, cuánto y cuándo comer. Pero resulta que a los 6 meses, de golpe y porrazo y de un día para el otro dejamos de confiar en esta autorregulación y estructuramos las comidas sin tener en cuenta lo que bebé nos marca.
Muchos de quienes trabajan en salud estresan por demás a madres y padres con la alimentación complementaria, con fotocopias generalizadas llenas de medidas, tamaños y raciones MUY estrictas, desvalorizando la lactancia materna y promocionando cereales “para bebés” llenos de azúcares e hidratos de carbono simples, entre otros alimentos chatarra, poco ecológicos y absolutamente innecesarios y hasta dañinos. Y mientras, las mamás se preocupan porque sus crío de 7 meses no come todo el menú que les prescribió el pediatra.
Sin embargo, la leche materna (o de fórmula) sigue siendo el alimento por excelencia durante todo el primer año de vida y la alimentación complementaria es solo eso: complemento, es la primera aproximación del niño con alimentos necesarios distintos de la leche que se establece a partir de los 6 meses “(…) con el fin de facilitar unos niveles de desarrollo y de salud adecuados (…)”. Durante esta etapa debemos darle a la criatura la oportunidad de explorar, de probar, de escupir, de tocar, seleccionado alimentos adecuados, nutritivos, seguros y saludables.
Escuchemos a los niños! y mientras crezcan saludables y de manera adecuada ignoremos a los opinologos dinosaurios de turno, gurús de dudosa procedencia o “profesionales de la salud” de la prehistoria.
Por Ana Acosta Rodriguez, autora del libro “La Crianza Rebelde”
Disponible:
Europa y USA: https://bookgoodies.com/a/B07ZM8WMXN
LATAM: https://www.editorialbrujas.com.ar/Inicio/Libro/1518
Foto portada:Imagen de Pexels en Pixabay
Read moreHoy me toca tener un poco más de paciencia, hoy me toca rascar más espaldas y quedarme quizás una hora en el sillón abrazándola sin hacer nada. Hoy me toca invitarla a mi clase de yoga, hoy me toca amoldarme, amoldarnos.
Hoy me toca acompañar desde mi incertidumbre pero también desde mi madurez. Hoy es un dia “de esos” y quizás ninguna propuesta, juego, abrazo, dinámica podrá cambiarlo y ESTÁ BIEN.
Lo acepto, lo transito, lo vivo y lo suelto. Porque los niños también tienen derechoa tener “uno de esos días” ~
Ana Acosta Rodríguez, autora del libro 📚 “La Crianza Rebelde” disponible 👉🏼 https://bookgoodies.com/a/B07ZM8WMXN
INSTAGRAM: @mamaminimalista
Outfit: @tiralahilacha
Ph: @monica_gozalo
“Con la cuarentena estamos todos en posparto” me dijo @Byebyepancitademama y “La cuarentena es como revivir mi primer mes de puerperio” me dijo @drawandita. Y esto me hizo reflexionar. Este sentimiento de miedo, aislamiento, soledad y preocupación ya lo había saboreado antes, me era familiar y creo que eso sumado a la inversión que hago en mi bienestar psicológico me han ayudado a sobrellevar 3 semanas de encierro.
Este sentir es muy similar al puerperio para muchas, aunque con sus diferencias claro pero la esencia ahí está, seria como que el virus del puerperio (que NO son 40 días sino que se habla de 1 año enterito) te contagia y te deja cierta “inmunidad” a la cuarentena, al encierro. Te hace valorar la tribu, la contención. Te ayuda a identificar los verdaderos amigos.
Pero como todo lo oscuro trae su luz y esa luz es TAN fuerte: apenas nace un bebé la conexión que se gesta con su madre es una belleza. Observamos cada detalle de ese cuerpo diminuto, olemos su cabecita, lo abrazamos, lo cargamos, lo mimamos.
Podemos estar un buen rato observándolo y agradeciendo a Dios o a la vida por tenerlo a nuestros lado. Aprovechemos para reconectar con nuestros hijos desde otro lugar. Aprovechemos para tomar consciencia de lo cargados de tareas que estamos y lo acelerados que vivimos. Aprovechemos para empatizar más y juzgar menos. ~
Ana Acosta Rodríguez, autora del libro 📚 “La Crianza Rebelde” disponible 👉🏼 https://bookgoodies.com/a/B07ZM8WMXN
INSTAGRAM: @mamaminimalista
Foto portada : Imagen de Iuliia Bondarenko en Pixabay
Read moreCuando sos mamá primeriza muchas veces crees que la dinámica del día a día va a ser siempre igual, simplemente porque al ser tu primera experiencia con la maternidad no sabes si las cosas van a cambiar o en qué momento y esto puede ser desconcertante y hasta agobiante.
En medio del agotamiento cotidiano todas más de una vez nos hemos preguntado: ¿Hasta cuando voy a dormir tan poco?, ¿Hasta cuando voy a tener que cargarlo todo el día?, ¿Cuándo voy a recuperar mi brazo derecho?, ¿Cuándo se acabarán los berrinches?, ¿Hasta cuándo cambiaré pañales?, ¿Cuándo dejará de ser tan complicado que coma?, ¿En qué momento dejará de querer teta todo el tiempo?
Cuando tenés más de un hijo estas preguntas ya no regresan, porque una de las lecciones más importantes que nos regala la maternidad es la de concientizarnos que TODO PASA, y pasa mucho más rápido de lo que pensamos…
De golpe y porrazo tu hijo no querrá que lo cargues todo el tiempo porque preferirá investigar mientras camina, dormirá de corrido, armará frases complejas, dejará los berrinches, irá al baño solo, le correrá la cara a la teta, se irá a la cama solito, preferirá los brazos de papá, dejara de decir palabras en su propio idioma, jugará un rato largo mientras vos haces tus cosas, ya no creerá en los reyes magos, se lavara su plato solito.
Si lo ponemos en perspectiva la niñez es tan corta que aunque hoy te sientas agotada, quieras tirar la toalla con la teta, estés de mal humor por dormir tan poco, te mate el dolor de espalda por el colecho y el porteo o te encuentres sola llorando por otro berrinches incontrolable te digo: AGUANTA, DISFRUTA, APROVECHA CADA MOMENTO y es que en la maternidad los días son ETERNOS pero los años muy cortos…
Por Ana Acosta Rodríguez, Mamá Minimalista
Facebook: @mamaminimalista
Fuente: nutrimama.com
Maestranda en Psicología Positiva Aplicada y experta en Mindfulness, Inteligencia Emocional y Crianza con apego.
Instagram: Nutri_mama
⚠️ DANGER⚠️
El encierro, el aislamiento y el estrés podrían sacar por momentos lo peor de nosotros. Estamos ante una situación forzada, anormal, de la cual no vamos a poder escaparnos. Esto podría exacerbar los conflictos de pareja o los estallidos emocionales en los pequeños que se frustraran más de la cuenta al no poder entender tantas restricciones que vendrán de repente y sin previo aviso. Debemos poner lo mejor de cada uno para salir fortalecidos y más unidos en lugar de estresados, emocionalmente agotados y peleados. En momentos como estos, la Psicología Positiva es una herramienta DE GRAN VALOR. Voy a compartir con ustedes 12 tips y recomendaciones para ayudarlos a lograr el objetivo de “15 días de encierro positivo” #15dias+, manteniendo las hormonas y neurotransmisores de la felicidad bien nutridos, a raya las hormonas del estrés, aumentando el afecto positivo y disminuyendo el afecto negativo.
- Abrazarnos más: Incorporar el abrazo dentro de nuestra rutina al levantarnos y antes de ir a dormir, abrazos apretados y largos (4-6 segundos) nos ayudará a elevar los niveles de oxitocina, hormona de la felicidad, la cual facilita las relaciones sociales y los vínculos (Dfarhud, Malmir y Khanahmadi, 2014), la generosidad, la confianza, el cuidado, la compasión. También interviene en la regulación del miedo. Notarás que tus peques durante estas semanas buscan tus brazos más de lo habitual, ya que eres su lugar seguro: aprovecha y nútrete de ese amor que es saludable para todos.
- Reírnos más: Se ha demostrado que cuando un hombre mira un video graciosos, sus niveles de cortisol (hormona del estrés y marcador constante de la depresión) disminuyen en un 39%, mientras que los niveles de endorfinas aumentan en un 27% (Panagariya, 2011). Por estos motivos, elegir ver en Netflx algún show de un cómico o standup de alguna humorista que nos guste (en lugar de “Pandemia”) nos facilitara transitar esta cuarentena. Otras opciones son hacer rondas de chistes o jugará a las “cosquillas” con nuestros hijos.
- Gratitud: Padres e hijos que practican la gratitud cotidianamente son más solidarios, generosos, felices y saludables. Para fomentar la gratitud podemos armar un “frasco de agradecimiento” y todos los días cada integrante de la familia puede escribir o dibujar algo por lo que se sienta agradecido. Otro ejercicio que yo uso muchos con mis hijos es el de nombrar tres cosas lindas que nos hayan sucedido en el día, lo hacemos en la cama antes de ir a dormir. Situaciones como la actual nos sacuden y nos sirven como una oportunidad para darnos cuenta de todas las bendiciones que tenemos y que a veces damos por sentadas como la salud, la familia, un techo, alimentos, agua caliente.
- Aceptación: “Yo pensé que en estos días iba a poder terminar tu libro La Crianza Rebelde, pero resulta que los niños no me dan ni un respiro”. Lo se, tengo una pila de libros que querría leer pero este no es el momento adecuado, debemos aceptar que estas semanas serán muy intensas sobre todo para los peques y que nosotras/os los ma-padres estaremos probablemente más estresados de lo habitual por lo que aceptar esta realidad y enfocarnos en lo que SI podemos hacer juntos será un punto clave para no colapsar. Como les cuento en mi libro, el mindfulness es un aspecto muy importante para trabajar la aceptación.
- Hacer ejercicio físico aeróbico, dar y recibir masajes: Ejercitar viendo videos es una buena idea pero no la única: podemos hacerlo jugando al “pilla pilla” con nuestros niños, poniendo un horario para hacer una “mini disco” todas las tardes y bailar juntos, o jugando al juego de las sillas. También una ronda de masajes en familia puede ser beneficiosa. Todas estas actividades servirán para estimular la liberación de serotonina (neurotransmisor y neuromodulador), cuyo aumento ha sido relacionado con estados de ánimo positivos (Dfarhud et al, 2014) y también aumentar los niveles de endorfinas que son otros neurotransmisores que actúan directamente sobre el cerebro produciendo sensación de felicidad, bienestar y relajación (Martinsen, 2004)
- Dormir lo suficiente y no excedernos con el café: Cuando dormimos mal y consumimos demasiada cafeína se elevan nuestros niveles de cortisol, por lo que es prudente y necesario tratar de mantener una rutina que nos permita dormir lo suficiente. Yo se que cuando tenemos niños pequeños es MUY difícil, pero una estrategia que puede ser de mucha utilidad estas próximas semanas (lo sé de primera mano) es irnos a la cama dejando el móvil en otra habitación para evitar la “tentación”.
- Prestar atención a la alimentación: Debemos procurar ingerir alimentos ricos en fibra, bajos en grasas saturadas, fuentes de triptófano (huevo, lácteos pescados, carnes, legumbres) de ácidos grasos omega 3 (atún, el salmón, vegetales de hoja verde, aceite de linaza, microalgas), para mejorar la respuesta al estrés, aumentar los niveles de serotonina y prevenir la depresión.
- Cuidar nuestras bacterias: El tipo de bacterias que presentes en nuestro organismo estimula en mayor o menor medida la producción de serotonina ya que este neurotransmisor es producido en un 90% en el intestino y es regulado por la microbiota (Hata et al, 2017). Por este motivo, cuidar la flora intestinal con alimentos como brócoli, kefir, fermentados de soja, frutos rojos, kombucha, kumchi es una estrategia terapéutica ante los trastornos del eje cerebro-intestino relacionados con la serotonina.
- Hacer más el amor, menos la guerra y un poco de chocolate: Lo cual eleva nuestros niveles de endorfinas provocando que nos sintamos más confiados, fuertes y de buen humor (Dfarhud et al, 2014). Por eso un orgasmo y un poquito de chocolate (80-90% cacao) serán nuestros aliados en estos tiempos de encierro.
- Meditar: para reducir el estrés, aumentar la compasión, autocompasión, trabajar la aceptación, aumentar nuestro bienestar y mejorar la regulación de nuestras emociones. No necesitas meditar 30 minutos, si puedes hacerlo fantástico, pero aunque sea intenta unos 5 o 10 minutos y aumenta progresivamente el tiempo, lo importante es que lo puedas sostener en el tiempo. Hay muchas aplicaciones gratuitas y laicas en las cuales puedes optar por meditaciones libres o guiadas. Descargarlas y utiliza la que mejor te acomode.
- Reminiscencia: La reminiscencia es, básicamente, recordar acontecimientos memorables a la persona. Este proceso ha sido asociado con la reducción de la depresión, soledad, emociones negativas y ansiedad, fortalecimiento de las habilidades de afrontamiento, el aumento de la satisfacción con la vida y reducción del aburrimiento, entre otros. Una idea fácil y efectiva para practicar reminiscencia es programar una “noche del recuerdo” con los peques, pasando por la pantalla de TV o de nuestro ordenador una secuencia de fotos de algún viaje, cumpleaños o evento lindo de la familia mientras narramos lo que sucedió en cada imagen. A los chiquitines en general les gusta mucho ver fotos de eventos que quizás ya no recuerdan porque eran muy chiquitos. Otra idea es llamar a nuestros padres/abuelos por Skype o por teléfono y pedirles que nos cuenten alguna anécdota divertida (de esas que les encanta repetir en la cena de fin de año), esto los ayudará a ellos muchísimo para lidiar con el aislamiento y la soledad y a nosotros para conectar más.
- Evitar rumiar sobre lo negativo: Para eso es muy importante minimizar las noticias sensacionalista, evitar leer y ver cosas que nos hagan sentir pánico o que sean de dudosa fuente porque recuerda: las noticias negativas venden más. Podemos apagar el teléfono unas horas. Podemos y debemos mantenernos informados pero no es ni necesario ni beneficioso dedicar muchas horas del día a seguir noticias que nos afectan el humor y sobre todo de situaciones que no podemos cambiar.Nosotros podemos elegir qué mirar y qué no mirar, podemos elegir en qué ocupar nuestro tiempo: hagámoslo sabiamente y en beneficio de nuestro bienestar y el de nuestras familias.
Espero que estos consejos sean útiles para ti en estos momentos pero también que puedas aplicarlos a tu vida más allá del coronavirus porque, como has observados, los beneficios son IMPRESIONANTES.
Por Ana Acosta Rodríguez, Mamá Minimalista
Facebook: @mamaminimalista
Fuente: mamaminimalista.net
Maestranda en Psicología Positiva Aplicada y experta en Mindfulness, Inteligencia Emocional y Crianza con apego.
Autora del libro “La Crianza Rebelde: Educar desde el respeto, la consciencia y la empatía” https://bookgoodies.com/a/B07ZM8WMXN
FACEBOOK: @MAMAMINIMALISTA
INSTAGRAM: @mamaminimalista
Copyright © Todos los derechos reservados
Referencias Bibliográficas:
- Dfarhud, D., Malmir, M., & Khanahmadi, M. (2014). Happiness & Health: The Biological Factors- Systematic Review Article. Iranian journal of public health, 43(11), 1468–1477.
- Fortuna-Terrero, F. (2016). Reminiscencia en adultos mayores no institucionalizados de república dominicana: seguimiento de una intervención. Universitat de València.
- Hata T, Asano Y, Yoshihara K, Kimura-Todani T, Miyata N, Zhang XT, et al. (2017). Regulation of gut luminal serotonin by commensal microbiota in mice. PLoS One; 12: e0180745
- Markus R , Panhuysen G , Tuiten A , Koppeschaar H, (2000). Effects of food on cortisol and mood in vulnerable subjects under controllable and uncontrollable stress. Physiol Behav 70:333–34
- Martinsen E.W (2004). Physical activity and depression: clinical experience. Acta Psychiatr Scand;89:23-7.
- Panagariya A. (2011). Living longer living happier: My journey from clinical neurology to complexities of brain. Annals of Indian Academy of Neurology, 14(4), 232–238. https://doi.org/10.4103/0972-2327.91931
- Soltani, H., Keim, N. L., & Laugero, K. D. (2019). Increasing Dietary Carbohydrate as Part of a Healthy Whole Food Diet Intervention Dampens Eight Week Changes in Salivary Cortisol and Cortisol Responsiveness. Nutrients, 11(11), 2563. https://doi.org/10.3390/nu11112563
- Trueta C, Cercós GM (2012). Regulación de la liberación de serotonina en distintos compartimentos neuronales. Salud
Fotografia del Kerif: https://www.65ymas.com/salud/alimentacion/que-es-el-kefir-beneficios_467_102.html
Read more“Mi nene de 1 año 4 meses se chupa el dedo para dormir. Deje de amamantar a los 6 meses y suplimos con chupete”.
A veces veo niños que se meten los dedos en la boca para dormir o cuando están cansaditos y tengo mi teoría, creo que les faltó un tiempo más largo de teta. Con esto NO pretendo polemizar ni mucho menos juzgar, mi punto es que la mamila y el chupete estarían reemplazando a la teta en lo emocional y los niños, que muy sabios son, desarrollan estrategias para afrontar esa falta de succión de mamá, una es el chupete otra meterse el dedo en la boca. La succión no es solo un tema alimentario, es una de las pocas forma de coping que tenemos los humanos en la primerísima infancia como medio de auto-regulación emocional para calmarnos, tranquilizarnos, sentirnos seguros. Esto no quiere decir que a los niños que las utilizan les falte amor de su madre ni nada por el estilo sino que genuinamente necesitan succionar para satisfacer esta necesidad. Luego pasa que no quieren soltar ni la teta ni el chupete ni el dedo, ¿por qué? justamente porque no están listos para hacerlo.
Cada niño es único y nace con muchos “jarrones emocionales” de diferentes tamaños que tiene que ir llenando a su propio ritmo. Solo cuando el jarrón está lleno esa necesidad emocional estaría satisfecha, por eso mientras algunos toman teta y dejan solitos a los 2 años otros toman teta o se duermen con un dedo en la boca hasta los 6 o más años. Por eso es importante no presionarlos a dejar de hacerlo, no exigirles ni decirles que “están grandecitos” acompañarlos y dejarlos que llenen su jarrón emocional a su tiempo y como puedan.
Una estrategia que es valida utilizar a partir de los 2 años con chupete y mamila es la del destete respetuoso de “no ofrecer, no negar”, es decir, no usar estos objetos y ofrecerlos a nuestra conveniencia cuando necesitamos distraer a nuestro hijo o algo por el estilo y luego negarlos cuando no nos conviene y el nos lo pide sino dejar que el niño disponga de ellos cuando lo crea conveniente.
Por Ana Acosta Rodríguez, Mamá Minimalista
Facebook: @mamaminimalista
Fuente: mamaminimalista.net
Maestranda en Psicología Positiva Aplicada y experta en Mindfulness, Inteligencia Emocional y Crianza con apego.
Instagram: Nutri_mama
Si crees que este artículo puede serle útil a alguna mamá o papá, compártelo!
Copyright © Todos los Derechos Reservados (safecreative.org)
FACEBOOK: @MAMAMINIMALISTA
INSTAGRAM: @mamaminimalista
En la actualidad nos encanta etiquetar y ponerle carátula a todo. Resulta ser entonces que a los bebés o niños que intentan conectar con su mama o figura de apego y que buscan el contacto físico y contención emocional, que naturalmente no duermen de corrido los primeros meses e incluso los primeros años, que tienen “mucha energía” (o sea, que no son plantas) y que quieren ser porteados y cargados para sentirse seguros son “BEBÉS DE ALTA DEMANDA”.
Y yo me pregunto: ¿no será al revés?, ¿no seremos en realidad los adultos los de “alta demanda” con respecto a los hijos y la niñez?. Los adultos demandamos que duermen de corrido, que “no hagan ruido”, que “se porten bien”, que ya “no molesten”, que ya es hora de caminar, de hablar, de “jugar solitos”.
Nosotros, la sociedad, demandamos a las criaturas que sean mini adultos, regulados y controlados, independientes, tranquilos, quietos, “bien portados”.
Los padres compramos libros que nos den recetas mágicas para que la criatura de 3 meses duerma de corrido, para que el bebe de 1 año y medio deje el pañal y para que “no hagan berrinche”, queremos que los niños se adapten a nuestra vida y nuestras rutinas, pues así, todos serán de alta demanda y todos los padres nos frustraremos porque es una exigencia incoherente.
¿Que estamos haciendo con la niñez? Tenemos que comprender que lo natural y normal para una criatura es buscar conectar con los padres, sentirse seguro y contenido y hará lo que sea necesario y el tiempo que sea necesario para cubrir estas necesidades y es importante tener esto en cuenta a la hora de plantearse traer hijos al mundo. Los bebés y niños que buscan contención NO son “de alta demanda” son tan solo humanos.
Por Ana Acosta Rodríguez, Mamá Minimalista
Facebook: @mamaminimalista
Fuente: mamaminimalista.net
Maestranda en Psicología Positiva Aplicada y experta en Mindfulness, Inteligencia Emocional y Crianza con apego.
Instagram: Nutri_mama
Si crees que este artículo puede serle útil a alguna mamá o papá, compártelo!
Imagen: Karoeza
Anoche se me paso la hora de la cama, porque quería contestar un mail que era muy importante para mi … y se desató el CAOS.
Y mientras el más grande quedó fundido en 5 minutos del agotamiento la más pequeña saltaba y saltaba en la cama y no se quería dormir. Primero pidió agua, luego otro cuento, luego su juguete y yo me la veía venir. Casi dos horas después empezó a llorar, estaba pasada de vueltas, muy cansada pero se negaba a dormirse, le corrí su rutina y todo se desmoronó… mala madre.
Mientras tanto yo que tenía que hacer aún mil cosas y se me terminaba el día ahí metida en el cuarto rogándole a la criatura que se durmiera. Al rato yo también terminé llorando, agotada y pasada de vueltas porque dos noches antes me desvelé con mis amigos de clase por primera vez en 5 años…mala madre
Y le explicaba a mi hija que estaba cansada, que ya necesitábamos las dos dormir. Se que a los hijos les duele ver llorar a las madres pero yo necesitaba sacar esa angustia, necesitaba que ella viera que soy humana. Al final agarró la teta que es su amuleto porque aunque ya no toma necesita tocarla para sentirse segura a veces y se durmió.
Termine agotada, saliendo de ese cuarto como si saliera de un campo de guerra.
Ser mamá a veces duele, cansa y consume a nivel emocional. Los miedos, las incertidumbres, las culpas y eso NADA tiene que ver con el infinito amor a los hijos pero debemos cortar con el exceso de adornos y romanticismos que envuelven a la maternidad porque solo generan culpas y comparaciones con parámetros inhumanos.
No cambiaria mi maternidad por nada, con mis hijos soy feliz cada día y lo celebro, pero eso no significa que mi amor y mi felicidad bloqueen todas las emociones negativas asociadas a mi rol de madre: No está mal sentirse mal debes en cuando. La presión que genera sentirse alerta y al mando del bienestar e integridad de otras vidas las 24 horas del día AGOTA.
Hablemos con nuestros hijos e hijas, sincerémonos, expliquémosles que a veces es difícil, que tenemos días malos, que en ocasiones el cuerpo está por demás cansado y que somos humanas. Dejemos de reprimirnos e intentar ser “perfectas”, liberémonos de toda esa carga que heredamos desde hace muchas generaciones .
Quizás de esta forma nuestras hijas no tengan que lidiar con tantas culpas impuestas por las excesivas exigencias de rol, por el estigma de la mamá perfecta que simplemente no existe.
Que la maternidad se aleje de estereotipos opresores para pasar a ser una vivencia más orgánica, humanizada y felizmente imperfecta.
Hagámoslo por ellas, por nosotras y por las que vendrán.
Por Ana Acosta Rodríguez, Mamá Minimalista
Facebook: @mamaminimalista
Fuente: mamaminimalista.net
Maestranda en Psicología Positiva Aplicada y experta en Mindfulness, Inteligencia Emocional y Crianza con apego.
Instagram: Nutri_mama
Si crees que este artículo puede serle útil a alguna mamá o papá, compártelo!
Read moreEste cuento es para contarle a los niños (> 18 meses) que se despiertan continuamente por la noche a pedir teta aunque ya no tomen (necesidad emocional). Debemos contarlo varias veces para que la criatura vaya comprendiendo las necesidades de sueño de mamá que, en muchas oportunidades, está agotada. Pasadas unas semanas y cuando el niño esté listo (una madre sabe), llegará el momento de decirle una noche que la teta está cansada y dormirá y si se despierta pidiendo teta repetirlo. Si el peque se muestra muy enojado y llora quizás no sea el momento de hacer el destete nocturno aún y debemos ceder, pero si el niño solo se enoja un poco y cede sin llorar quizás ha llegado el momento.
A Pau le encantaba tomar teta, era su actividad favorita. Sobre todo por las noches, cuando llegaba la hora de ir a la cama. Pero la pobre teta estaba muy cansada y decidió que por las noches dormiría como el resto de la familia. Ya no habría leche hasta la mañana siguiente cuando el sol saliera y los pajaritos cantaran.
Pau se enojó mucho y se le escaparon un par de lagrimitas. Estaba asustado porque no sabía dormir si no era con la teta en la boca. Entonces mamá le contó que él no necesita la teta para dormirse, porque el cuerpo de mami también tenía dos manos para acariciar, ojos para leer cuentos, labios para dar besitos y cantar y un par de brazos para hacer arrumacos. Todas esas partes del cuerpo de mamá estaban disponibles para darle mucho amor a Pau y ayudarlo a dormir.
Cuando se hizo de noche y llegó la hora de ir a la cama la teta muy cansada se fue a dormir. Por momentos Pau quiso despertarla, la tocaba y trataba de sacarla de entre las ropas de su madre, quien le recordó lo cansada que estaba la teta y le pido que la dejara descansar para que pudiera trabajar a la mañana siguiente. Entonces la dejo dormir. Se acurrucó entre los brazos de mamá y mientras ella le acariciaba suavemente su cabello y le susurraba su canción favorita al oído se quedó dormido.
A la mañana siguiente, cuando salió el sol y los pajaritos cantaban el peque se prendió a la teta, su desayuno favorito. Ya no la necesitaba para dormir porque todo el amor y el calor de mamá estaban disponibles por las noches, cuando llegaba la hora de ir a la cama.
Por Ana Acosta Rodríguez, Mamá Minimalista
Fuente: mamaminimalista.net
Maestranda en Psicología Positiva Aplicada y experta en Mindfulness, Inteligencia Emocional y Crianza con apego.
Facebook: @mamaminimalista
Instagram: Nutri_mama
Si crees que este artículo puede serle útil a alguna mamá o papá, compártelo!
Imagen: Copyright © Todos los Derechos Reservados (safecreative.org)
Read more